Capítulo 10 || segunda parte.
Al momento en que mis ojos se abrieron, me percaté que me sentía completamente diferente, y más con el extraño bulto en todo mi cuerpo debajo de mí. Parpadeé y me di cuenta de que mi cuerpo estaba encima del de Cisco, quien dormía realmente placido conmigo encima, relamí mis labios y me quedé mirándolo mientras hacía caricias en su cabello, mejilla y barbilla hasta que él despertó mirándome con una amplia sonrisa.
—Hola.
—Hey.
—Hey.
—Hola — Dijimos, sonreí más separándome de él sentándome al mismo tiempo en que él lo hacía—. ¿Es otro día o qué es lo que está sucediendo?
—Perdí la noción del tiempo — Dijo tomando su celular y mirando que tenía demasiadas llamas de Caitlin y de Iris, yo tomé el mío y la mayoría era de Caitlin y algunos de Iris. Confundida fui a la cocina por una botella de agua intentando llamar a Iris, pero no contestaba, después a Caitlin y me contestó de inmediato.
—Hey, ¿qué pasa, Cait? — Dije animada, pero mi estado cambió de un momento a otro cuando escuché las palabras que seguían. — Vamos para allá.
—¿Qué pasó? — Preguntó Cisco en cuanto colgué con Caitlin, pero yo tenía ganas de llorar.
—Arrestaron a Barry..., lo culpan de asesinato a DeVoe.
Llegamos en segundos, Barry estaba ahí con una estúpida cosa en el tobillo, todos estábamos ahí incluyendo a Harry, quien estaba a mí lado mientras miraba la escena y como hablaba con frustración, durante este tiempo en que yo estaba ocupada en otras cosas, en la escuela o que se yo, ellos intentaban hacer que se terminara todo esto de DeVoe, y ahora, tras tomar el cuerpo de bastante gente, tenía dos miedos, el Barry en la cárcel y el cuerpo de Ralph, aunque también sería el mío. Al menos, creció más al enterarnos quién era en realidad después de que les revelara el nombre, antes sólo encontraban los cuerpos.
—Es exactamente lo que DeVoe tenía planeado y nosotros caímos en su trampa. En especial, yo— Dijo Barry, alcé la vista mirándolo, pero recargué mi cabeza en el hombro de Harry quien me abrazó sin dudarlo acariciando mi hombro.
—¿Por qué DeVoe orquestaría todo esto? — Preguntó Iris.
—No lo sé— Le contestó Barry—, pero sabemos que todo esto comenzó desde que estaba en la Fuerza de Velocidad, y esos cuerpos— Me miró a mí—. Al menos el de Dominic, no es el único que será tomado.
—Barry— Se acercó Caitlin—. Haremos todo lo posible para sacarte de ahí, ¿ok? Todos, no podemos permitir que metan a la cárcel a alguien que no ha cometido ningún crimen.
—No Caitlin — La miró, pero después echó un vistazo a cada uno—. No importa como me declaren, yo sé que soy inocente, como mi padre, y no importa cuanto esté ahí, en lo que confío es que buscaran pruebas que no me hagan quedar como un asesino.
—Eres muy egoísta, Barry — Iris habló, todos la miramos algo confundidos—. ¿Cómo si quiera puedes pensar en que no importa el tiempo en que estés ahí? ¿No piensas en nosotros? ¿En mi papá, Cisco o Caitlin...? En todos nosotros. Que egoísta eres si piensas que nosotros estaremos bien.
—Iris, no es eso. Mi padre estuvo en prisión por un crimen que no cometió, tal vez yo también, pero eso no implica que no quera salir.
—¿En serio? Porque así no parece que estás hablando, parece que prefieres estar en la cárcel, sufriendo con aquellos y no aquí, ayudándonos a salvar al mundo, pelear para encontrar todo rastro, parece que te rindes— Las palabras de Iris dejó a todos en silencio, Barry solamente la miró, se dio la vuelta y se marchó del córtex, pero creo que sería momento de ir a hablar con ella. Me separé de Harry, él me sonrió ladino y yo fui con Iris.
—¡Oye! — Me detuve y ella se giró a verme con su rostro furioso.
—De todos lo que me esperaba que vinieran por mí, no pensé que serías tú — Ok, me calmo—. ¿Qué quieres?
—Quiero saber por qué te molesta tanto que Barry no quiera pelear esta vez, ¿no te has puesto a pensar que ahora no es su batalla sino de su equipo?
—¿Disculpa? ¿Y tú quién te crees? ¿Tú que sabes de equipo? Sólo estás aquí por tus poderes, porque tu eres la siguiente que morirá y DeVoe tendrá tu cuerpo, eras la maldita carnada — Escupió, yo me quedé en silencio mirando cada movimiento, mueca, incluso como sus labios se movían al decirme todo eso—. Tú arruinaste el equipo, y no creas que no he visto como le tiras los perros a mí esposo, te haces creer la importante con todas tus historias trágicas, pero si en verdad vieras lo estúpida que te ves, te odiarías a ti misma — Cuando terminó de hablar, exhalé todo el aire que había tomado, asentí.
—Cuando probemos que Barry es inocente, lo saquemos de todo este problema y DeVoe tome mi cuerpo, ahí dejarás de verme aquí, pero por ahora me tienes que soportar porque necesitamos trabajar en equipo, y no importa si no me quieres ni me necesitas, pero tú te hiciste la líder del equipo porque Barry desapareció, te recuerdo que él ya volvió — Le dije dándome media vuelta teniendo la última palabra, al parecer su odio a mí es porque soy mejor, excelente, pero ¿coquetear con Barry? Eso ya es viejo.
Volví al córtex donde todos ya se estaban despidiendo de Barry, Caitlin se fue a su módulo, Cisco se fue con Harry no sin antes dejar un beso en mi mejilla, Joe estaba esperando a Barry mientras se despedía de Ralph con un abrazo, que en cuanto salió del córtex, corrió detrás de él. Yo me acerqué un poco a Barry, él estaba triste y lo sabía.
—Lograrás salir de esta, Barry Allen.
—Lograré salir de esta, Amanda Speerling — Ambos nos abrazamos, un abrazo bastante largo y algo fuerte, sentí una lágrima caer por mi mejilla, algunos dirán que es ridículo, pero se le tiene cariño a Barry y luego después de que me tratara como una amiga—. Amanda, mientras no estoy...
—Cuidaré de tu traje, claro que sí.
—Más bien te iba a pedir que lavaras pisos y baños, pero también eso — Me reí con fuerza mientras golpeaba su hombro de forma leve, él me volvió a abrazar besando mi cabeza—. Quiero que tengas cuidado, ¿sí? También cuida a Ralph, al parecer te tiene un gran cariño y confianza desde que llegó.
—Lo prometo, Bartolomeo — Dijo bromeando su nombre, él hace una mueca aún abrazándome por los hombros.
—Ojalá tuvieras un nombre raro para burlarme de ti.
—Deberías irte — Cambio de tema, él asiente y antes de pasar por la puerta me señala.
—Cisco y tú son perfectos juntos.
—Lo sé. Vete ya, tienes juicio.
Él salió corriendo, yo me quedé en medio del córtex pensando en todo lo que ha pasado, Barry en prisión, Cisco y yo saliendo, Iris me odia por razones estúpidas y un señor loco quiere robarse mi cuerpo, nada mal. Ralph llegó corriendo conmigo mirándome y moviendo su nariz como diciendo que olía un misterio, me dio demasiada risa, tanta que acepté a acompañarlo en algo que Joe le había pedido.
Estábamos ahora en la casa de los DeVoe, Dominic — moreno, ojos verdes, guapo y alto—, salía de esa casa a la misma vez que entraba como si fuera suya, que literalmente lo era, Ralph comenzó a tomar algunas fotos mientras yo lo miraba desde mi asiento.
—Gran auto en discreción.
—El color rojo no es llamativo.
—Ralph, si todos los autos de este vecindario fueran rojos, no lo sería, pero ¡cuando todos son negros! — Dije, él se giró a verme frunciendo el ceño, sonreí apenada—. Lo siento.
—Como sea — Dijo—. Confía en mí, soy bueno en esto y leyendo el lenguaje corporal. Estás nerviosa, ahora te sientes cómoda, feliz..., ¿estás saliendo con alguien? — En ese momento se giró a encararme de nuevo, sentí mis mejillas calentarse en ese momento, pero golpeé su hombro haciendo que girara, Ralph tomó la foto de la esposa de DeVoe besándose al cuerpo de Dominic, lo cual sería bueno para el caso de Barry.
—Excelente, esto puede ser mejor de lo que pensábamos.
—Sí ahora — Dirigió toda su atención a mí—. ¿Cisco y tú ya...?
—¡Ralph! Dios mío, a la otra vienes y lo haces tú solo.
—Iba a decir que si ya se habían besado — Entonces sentí como mis mejillas explotaban de lo nerviosa y sonrojada que estaba.
—Oh, sí..., un par de ocasiones. Dormimos juntos — Y antes de que estallara, agregué: —. Usamos ropa, no te preocupes.
—Tendrían lindos bebés, mientras no salgan tan chaparros como Cisco — No lo pude evitar, estallé a carcajadas junto con él mientras me comía unas gomitas que traía ahí en su auto.
—Eres malvado.
—Todos me aman.
Volvimos a los laboratorios, sonreí amplio al mirar a Cisco a quien me acerqué dando un leve brinco mordiendo mi labio inferior, lo abracé por su cuello y dejé un beso casto, necesario y no tan corto, pero tampoco tan largo. Harry nos miró frunciendo el ceño, me acerqué a él y toqué su hombro mirándolo con una sonrisa ladina.
—No te preocupes, tú siempre serás mi primer amor — Dije en broma, los que estábamos ahí nos reímos, Cisco me abrazó por detrás de la cintura depositando un beso en mi mejilla mientras Harry miraba la escena.
—Cual primer amor, perdiste tú oportunidad, Wells. Aseguro que otro de tus amigos los Wells, no lo hubieran dudado ni dos veces.
—Ramón — Dijo con su voz arrastrada como siempre—. Es como mi hija, ahora, concéntrate— Miramos hacia las pantallas, Harry no estaba contento con lo que miraba, Cisco dejó de abrazarme y sentí frío por un momento, tal vez por haber estado pegados de alguna manera, al separarse sentí la brisa y me dio un extraño frío, entonces sentí miedo.
—Por alguna extraña razón, todas las cámaras fallaron — Dijo, yo volví a mí realidad, él me notó extraña por la mirada que hizo, como si supiera que había sentido algo o pensado en algo.
—Oigan chicos — Giramos y Caitlin entró, le sonreí sin muchas ganas y dejó una bolsa sobre la mesa, Cisco se acercó a mí y puso su mano sobre mi espalda.
—¿Todo bien? — Susurró en mí oído.
—Mhm — Asentí.
—Estuve en el hospital — Prosiguió Cait—, revisando los registros médicos de todos los que estaban en el banco y sé por qué se desmayaron.
—¿Por qué? —Preguntó Harry.
—Bueno, todos sufrieron fatiga, vómitos, dolor abdominal, sarpullidos.
—Así que... ¿todos comieron un burrito en mal estado? — Dijo Cisco.
—No. Fue envenenamiento por radiación— Concluyó Caitlin logrando causar una intriga y algo extraño en Harry.
—Por eso fallaron las cámaras de seguridad— Señaló detrás de él.
—Tenemos que encontrarlo antes de que haga algo malo a la ciudad. —Dije mientras rascaba mi brazo.
—Sí, o algo peor — Miramos a Harry—. Si este meta causó este nivel de radiación en los pacientes, significa que se parece a una bomba nuclear.
—¿Cómo para volarnos a todos? ¿De qué hablamos?
—Una explosión nuclear causaría una radiación catastrófica.
—"Radiación" — Dijo Cisco, le sonreí tierna.
—Un nombre genial— Continuó Harry.
—Un terrible poder — Concluí.
Los chicos se fueron dejándome a solas con Cisco quien sabía que algo estaba mal conmigo, su mirada lo decía todo y al parecer, la mía también hablaba por sí misma. Me senté en una silla giratoria, él se puso de cuclillas frente de mí tomando mis manos que estaban sobre mis piernas.
—¿Qué pasa?
—Sonará ridículo, pero cuando me abrazaste por la espalda, me sentí demasiado bien conmigo misma, cuando te separaste, sentí el frío correr por mi espalda, mi cuerpo se había acostumbrado a tu tacto, pero pensé — Comencé a mover mi pierna un poco—, pensé en que si DeVoe tomara mi cuerpo, yo, no sé... Me dio miedo pensar en qué le pasaría a mi cuerpo, a ti, a nosotros.
—Oye, oye — Acarició con su pulgar mi mejilla, o tal vez removía una lágrima—. Primero que nada, él tendrá que pasar sobre mi cadáver para que te haga algo, yo no lo permitiré, siempre estaré contigo, ¿entiendes? — Sonrió y asentí, él se acercó un poco más a mí, bajé la mirada y besé sus labios por pocos segundos—. Tu cuerpo seguirá estando aquí con el mío, ninguno morirá, nadie más, ni Ralph. Prometo jamás dejarte ni abandonarte en ningún momento.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo —Me acerqué un poco y planté un leve beso en él, me separé levantándome de mi silla por lo que solté un leve suspiro, miré a Harry a lo lejos.
—Iré al centro de la ciudad, ¿ok? Deberían buscar el chico con esta radiación —Le dije mientras sonreía ladinamente insinuando que hablara con Harry. Beso su mejilla y salgo del córtex.
Después de salir de los laboratorios, pedí un taxi que me dejara en el centro para poder comprar algunas cosas, decían que el centro era un lugar más barato para hacer el mandado entre más cosas, o al menos en mi ciudad lo era. Relamí mis labios al caminar y sentir una extraña sensación en la boca de mí estómago.
Miré un carrito de café, me detuve haciendo fila para poder comprar cuatro mientras esperábamos noticias sobre Barry, mi celular vibró y miré un mensaje de Ralph con una carita sonriente y una manita levantando el pulgar, eso quiere decir que todo va bien en el juicio. Me tocaba a mí de hacer el pedido, cuatro caramelattes—late con sabor a caramelo y café—, espero que les guste y cuatro muffins: dos de chocolate y dos de red vélvet. En cuanto iba a pagar, mi celular volvió a sonar, parpadeé al no poder enfocar bien, miré el nombre de Ralph y una carita, no la identificaba bien, después miré el nombre de cisco de una manera extraña, parecía que veía doble aunque demasiado borroso, mi celular se cayó de mis manos al mismo tiempo que los cafés que traía en la mano, intenté caminar alejándome de las personas y mis piernas flaquearon, miré como pude a mí alrededor y había personas en el suelo, bajé la banqueta casi cayéndome al suelo por lo que me sostuve de un auto que estaba ahí cercas.
—¿Amanda? — Escuché mi nombre en mi oído de una manera alargada, como si la "a" fuera infinita, tenía náuseas y sentía que la cabeza me iba a explotar, me comenzó a dar una irritable comezón en mi cuello y muñecas, me sentía cansada y me comenzaba a doler el abdomen, carajo. Caí al suelo golpeando mi cabeza, miré como una brecha se abría, era Cisco con una máscara, sentí que mis labios se curveaban levemente, me faltaba aire, quería seguir con mis ojos abiertos, pero no pude, algo salió de mi boca y me dio asquerosidad. — ¡Amanda! — Abrí un poco más mis ojos, Cisco me puso algo en mi rostro, abrió una brecha y murmuró algunas palabras y al final un "Caitlin" fue lo que pude escuchar.
—Eres afortunada de seguir despierta —La escuchaba decir—. Te curaré — Volvió a hablar, yo sentí el ardor terrible en mi abdomen haciéndome gemir, con un movimiento rápido quité la máscara y vomité en el suelo, una mano en mi espalda se sintió bien y cálida por segundos, hasta que me dio comenzó y un poco de ardor.
—Amanda, relájate —Escuché como si estuviera en el fondo de la alberca y mis oídos se taparan—. Estarás bien, ¿Snow?
—Harry, hago lo que puedo, ayúdame a recostarla — La voz de Harry la escuchaba algo ronca y quebrada, como si se sintiera preocupado y con temor, era una sensación extraña, la de Caitlin era puro desespero y ansiedad, pero..., ¿estaba sintiendo sus emociones? Oh Dios, no es bueno esto.
—Amanda, ¿me escuchas? — En ese momento pensé en Cisco, él estaba ahí con ese chico, sentí la ansiedad y las náuseas crecer, tanto que senté de golpe vomitando a un lado de la camilla, miré los zapatos relucientes de Harry que literalmente sólo eran tenis, me volví a recostar y toqué mi estómago.
Pegué un brinco de susto, abrí mis ojos a la par tomando demasiado aire, me sentí desubicada un momento, pero luego analicé que estaba en los laboratorios, quité todo lo que tenía en mi brazo, me di cuenta de que había manchado mi camisa, había una de los laboratorios en la silla como si Caitlin la hubiera dejado ahí, al ponérmela, busqué a Caitlin por todo el lugar topándome con un espejo, debajo de mis ojos había quemaduras, hice una mueca y las toqué, no dolían. Mi cuerpo giró y miré mi celular en la mesita, la carita triste de Ralph iluminaba la pantalla, no puede ser... Barry.
Abrí la puerta de la pequeña habitación que usan para poder curar, miré a todos mirando a Barry de una manera rara, las palabras de Iris me hicieron casi caer, por lo que me sostuve de un pequeño carrito que hizo demasiado ruido, los miré y Cisco se acercó sin dudarlo a verme. Mordí mi labio inferior porque sentía náuseas, pero no por la radiación, sino por lo que miraba en la televisión. Barry Allen culpable del asesinato de Clifford DeVoe.
—¿Amanda?
—Cisco me rescató antes de que llegaras... — Le dije a Barry, él se acercó y me dio un corto abrazo, separándose para ir con Iris, se tenían que volver a ir para que le dijeran su sentencia, se despidieron y nos quedamos todos en un silencio que parecía el mismísimo infierno, Cisco me obligó a sentarme por lo que tuve que hacerlo, Ralph se sentó a mí lado dejando reposar su mano sobre mi rodilla.
—Tenemos que hacer algo para que Barry vuelva aquí.
Los chicos no dijeron nada, todos se quedaron en silencio, Caitlin no sabía que decir, sólo movía sus labios esperando a que algo saliera de ellos, pero nada. Harry caminaba de un lugar hacia otro molestándome un poco al no estar calmado y solo ir de una esquina hacia la otra. Ralph se estaba comiendo una rosquilla y tomando una botella de agua, Cisco estaba sentado al otro lado mío con su mano entrelazada a la mía donde nos miraba, sus dedos más grandes que los míos, nuestro color de piel tenía un match que hacía que luciera increíble, miré cada detalle de su mano, las marcas que tenía tras tal vez alguna pelea de su infancia o adolescencia, marcas de algún granito que se rascó y quitó la costra incontrolable veces, sus vellitos notorios en sus dedos, mano y brazo. Pasé uno de mis dedos por lo largo de su brazo mientras con mi pulgar acariciaba su mano entrelazada a la mía.
Todos estábamos desesperados por saber la tendencia de Barry, mi pecho sentía algo, mi cerebro presenciaba cada una de las emociones aquí en el córtex y una sensación de querer dejar de sentirse mal, claramente supe que era Ralph. Lo miré, pero él tenía sus ojos cerrados y movía su pierna rápidamente, giré mi rostro y miré a Cisco quien me miró, él se notaba demasiado afligido tras la situación, alcé la vista al escuchar pisadas, era Cecil, su rostro lo decía todo, el mío miró mis pies mientras que de mis ojos corrían pequeñas lágrimas.
—¿Cecil? —Ralph fue el que habló primero, ella soltó el aire que le quedaba, me levanté sintiendo como Cisco soltaba mi mano en ese momento, me acerqué al lado de Ralph y ella negó.
—Cadena perpetua sin libertad condicional dicta el juez.
Las palabras fueron dolorosas, se escuchó el jadeo de Caitlin, el suspiro de Harry, Ralph se puso tenso, giré a ver a Cisco y él tenía ambas manos en su rostro probablemente llorando, yo miré a Cecil, me acerqué a ella y la abracé dándole las gracias por haber hecho todo lo que pudo. Barry Allen está en prisión por un crimen que no cometió y yo no me quedaría ahí sin hacer nada. Me separé del abrazo de Cecil y salí del córtex caminando por el largo y encorvado camino, necesito hacer algo ya para sacarlo de prisión.
Necesito salvar a mí amigo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro