11. 三つ子
Taehyung estaría mintiendo si dijera que aquella sesión de historia con los dos hermanos no fue vergonzosa, ¡Claro que lo fue! Tener a Jeongguk podía soportarlo aunque lo colocara nervioso pero tener al intimidante y gigante Jungkook era otra cosa, su mirada prácticamente gritaba a todo pulmón: te odio. No estaba seguro pero al menos así lo interpretaba él, su voz era gruesa, sus gestos elegantes. Era como un completo sueño si le quitas la actitud de mierda pero no todos tenemos lo que queremos, ¿No es así?
—¿Estás aprendiendo algo, Taehyung?—Le cuestiona Jungkook soltando el libro de texto para mirarlo directamente con esos ojos que traspasaban su alma, ¿Era normal sentirse desnudo cuando el empresario lo miraba? Era algo inevitable, sus miradas eran más discretas que las de Jeongguk pero eso no le quitaba la intensidad en la que lo miraba.
—Eh, sí. Logré comprender muchas cosas que no sabía antes.
—¡Como que los olmecas no son europeos! Eso me dejó muy sorprendido, ¿Estuve siendo estafado mis veintitrés años de vida?—Suelta Jeongguk negando con fingida decepción, una sonrisa maliciosa se posa en sus labios antes acercar su rostro muy cerca de Taehyung. —Bomboncito, ¿Tú me ayudarías a saber más? Mi hermano te enseñó varias cosas y yo también quiero saber, no escuché sus palabras por estar observando tu belleza.
El rubio de ojos verdes se atraganta con su saliva muy sonrojado, niega eufórico ante la propuesta y Jeongguk hace pucheros.
—No prestaste atención a mis palabras por observar como bobo la cena que prepara Jeun, ¿Sabes que no es para ti, cierto? No metas a Taehyung en tu poca capacidad para prestar atención.
—¿Todo eso es para ti? Jungkook...—Cuestiona el rosáceo con asombro por la gran cantidad de comida que se preparaba en la cocina, entrecerró sus ojitos mirándole con enojo. —Ojalá que a Jeun se le caiga la comida antes de que la comas por no querer compartir, desgraciado egoísta.
—No es para mí, idiota. —Responde el azabache tranquilamente colocándose los lentes de lectura, tomó los apuntes del estudiante para analizarlos. —La cena es para Taehyung, supongo que cuando llegue a su casa será tarde. ¿Pediste permiso o prefieres que llame a tu casa y me presente con tus padres?
—Yo avisé, no te preocupes, Jungkook. ¡Y no es necesario la cena! Hablo en serio.
—¡Joder, Jungkook! Casi me pegas un susto, te pareces al lerdo de Junghyun. —Comenta Jeongguk mirándole con horror, aprovecha el estado de Jungkook para pegarse un poco más al rubio de ojos verdes.
Taehyung se ríe a carcajadas de ambos hermanos, Jungkook se quita los lentes rápidamente avergonzado con la comparación de su bruto hermano.
—Apuesto a que ni siquiera sabes el significado de la palabra lerdo, Gguk. —Comentó Junghyun desde la puerta dejando su maletín cerca del perchero, se acercó al sofá que estaba al frente de los dos hermanos para ocupar asiento. —No puedo creer que me insultes incluso cuando no estoy, ¿Qué clase de hermano eres?
—Soy el hermano guapo.
Junghyun se encogió de hombros acomodándose las gafas un poco más arriba de su nariz.
—Tenemos la misma cara, Jeongguk. En fin, buenas noches, joven Kim. Es un gusto verle, siempre lo es.
—Buenas noches, profesor Junghyun. ¿Usted vive aquí también?—Le cuestiona con curiosidad y frunce el ceño cuando Jeongguk hace sonidos de ronquidos.
—No vive aquí, al parecer se ha invitado solo. —Responde el empresario por Junghyun quien le dedica una mirada molesta, chasquea la lengua como su gesto típico dispuesto a contradecir a su hermano.
—Técnicamente la casa es mía también así que puedo venir cuando quiera, está estipulado. ¿No leíste, hermano?
Ambos hermanos están mirándose con tensión, en cualquier momento Jungkook lo mandaría a la mierda y Junghyun no se dejaría. Mientras tanto, Jeongguk aprovechaba para utilizar sus encantos a cada oportunidad.
—Oye, bomboncito. ¿No te has puesto a pensar en que si compartes conmigo la cena que hizo Jeun para ti entonces es una cita?—Lo persuade el hermano menor de los Sung con una sonrisa pícara en sus labios, se gira un poco para observar a sus hermanos y celebra internamente cuando los nota aún en su mundo de competencia. Que maravilloso que él sabía cuando meterse y cuando no. —Yo sé que te gustaría una cita conmigo.
Taehyung se lleva instantáneamente las manos a su regazo para evitar que su descarado tutor volviera a sentarse en sus piernas, de ninguna manera lo permitiría de nuevo. Aunque si lo piensa, la figura de Jeongguk queda perfectamente en sus muslos.
Bien, debe quitarse esos pensamientos.
¡Taehyung! ¡Tú quemas todo lo que se asocie a la cursilería, amor, gustar, novios! Un rotundo no.
—Puedes quedarte la cena, no tengo intención de comer. —Responde con simpleza sin tomarle mucha importancia, se asusta un poco cuando a Jeongguk le brillan los ojitos y se lanza a su pecho para besarle las mejillas.
Captan la atención de los otros hermanos al instante, Taehyung es un manojo de nervios entre la mirada potente de Jungkook, el chasquido de lengua de Junghyun y los constantes suspiros de Jeongguk quien en su pecho.
Okay, ya no lo soporta más.
Una vez más empuja a Jeongguk de sus piernas y se levanta con rapidez del sofá, guarda las cosas de su lapicera en distintos bolsillos de su mochila. No está pensando coherentemente por los grandes nervios que tiene, una vez listo se dispuso a caminar hacia la puerta pero la voz de Jungkook lo detuvo.
—¿A dónde crees que vas? Es tarde, niño. Espérame que te llevaré a casa, además es viernes y hay mucho tráfico por las noches.
—¡Auch, Taehyung! ¿Por qué siempre me empujas?—Se queja Jeongguk entre falsos sollozos que obviamente el adolescente de ojos verdes cree, con preocupación se acerca hasta el rosáceo ignorando las palabras de Jungkook.
—¿Estás bien? Lo siento, no fue mi intención, Gguk.
—Tienes que darme un besito, me lastime los labios.
—Oh, eres un mal mentiroso, hermano. Ni siquiera caíste al suelo, dramático. —Soltó Junghyun bufando por la atención que recibía su hermano menor, ¿Por qué era tan suertudo?
Espera, ¿por qué pensaba en eso?
—¡Bien! No me lastimé los labios pero sí quiero un besito tuyo. —Vuelve a intentar Jeongguk tomándolo de la mano para jalarlo hacía a él, ambas respiraciones están cercas de nuevo pero Taehyung lo suelta antes de que pueda suceder algo.
Necesita salir o se enamora al instante, primer aviso.
Qué ironía es, considerando que Taehyung siempre repite que jamás tendrá una relación porque eso era un invento de la sociedad. Incluso tenía irritado a su hermano con eso.
Pero ambos saben que Taehyung es enamoradizo, demasiado. Y por eso se burla.
Jungkook y Junghyun se ríen, cuando ambos se dan cuenta sólo se dedican una mirada de desagrado.
—Yo me iré a casa, mi madre me espera y es tarde.
El rubio vuelve a colocarse la mochila en su espalda mientras escucha las quejas sin sentido de Jeongguk. Como por ejemplo, ¿Por qué hay personas que colocan primero la leche y luego el cereal? Si claramente se coloca el cereal y después la leche.
Oh, Gguk. Nunca lo sabremos en verdad.
—Vámonos. —Le dice el empresario azabache y antes de que Taehyung pueda objetar algo lo toma de la mano caminando hacia la puerta, les da una mirada de advertencia a sus hermanos antes de irse.
—Bueno, ¿Qué crees que es primero? ¿El cereal o la leche?
—Si el cereal es para Taehyung entonces mi leche.
Junghyun le mira mal.
—Ese no fue un buen chiste, eres un depravado.
—¡Oh, vamos! ¡Era una broma!
junhyun. ¡¡
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