TRAITOR
❝And ain't it funny
How you ran to her
The second that we called it quits?❞

A pesar de tener calefacción, Seomin sentía como el frío viajaba dentro de la edificación escolar; quizás algún estudiante dejó una ventana abierta, o solo era ella sintiéndose cada vez peor mientras caminaba.

Había hecho todo lo que estaba en sus manos para evitar lo que recientemente había pasado. Pero ahí estaba, caminando sola por los pasillos, con la mente en las nubes.

Oh, y lo más importante: sin novio.

Las clases habían comenzado, pero Seomin no se sentía lista para entrar al aula donde se suponía que compartía clase con su ex. No solo por el hecho de que él estuviera ahí, sino más bien por el hecho de que ella también estaba ahí.

Choi había notado como en el momento en que su novio la dejó con el corazón roto, este fue corriendo a la entrada de la escuela, encontrándose con Ahrim.

No tenían ni un minuto de haber terminado y ya se sentía reemplazada.

Es por eso que se encontraba caminando sin rumbo por la escuela, sin siquiera tener miedo de que algún superior le mande de castigo o la devolviera a su aula.

Ya estaba lo suficientemente rota como para que alguien más viniera y evitara que ella misma pudiera reconstruirse.

Con cada paso que daba, recogía una pieza de su corazón. Recordando los momentos que pasaron juntos, pues a pesar de que la relación solo duró cuatro meses, Seomin llevaba enamorada de él desde hace mucho más tiempo. Quizás dos años, quizás menos.

Es por eso que le dolía tanto, porque cuando por fin había conseguido lo que tanto tiempo había anhelado, alguien más vino y se lo arrebató. Como si un niño le arrebatara un juguete a otro; como si alguien hiciera trampa y te arrebataran la victoria que debió ser tuya.

La diferencia aquí es que Ahrim no hizo nada.

El maldito desgraciado era Sunghoon, quien sin una pizca de sutilidad la abandonó como perro callejero.