Desearía poder afirmar que estaba plenamente preparado para este instante, pero eso sería una completa mentira. Especialmente considerando que él había anticipado que este encuentro ocurriría más adelante. Enfrentar a Taehyung en persona parecía casi surrealista; observarlo desde lejos en la cafetería había sido una cosa, pero en este momento, había confirmado algo que ya sabía: era extraordinariamente hermoso.

Podría haber estado actuando de manera extraña, lo sabía porque Taehyung fruncía el ceño, evidentemente esperando una respuesta de su parte. Sin embargo, Jungkook necesitaba un momento para asimilar que esto estaba realmente sucediendo.

—Eh, sí. Soy yo —articuló con un carraspeo, tratando de deshacer el nudo en su garganta. Luego, con precaución, preguntó: —Y tú, ¿puedo saber quién eres? —a pesar de que ya tenía conocimiento de la respuesta. Jungkook se recordó a sí mismo la importancia de ser cuidadoso con sus palabras, consciente de que Taehyung no tenía idea de que el chico con el que había estado conversando todo este tiempo por mensajes se trataba de él.

—Me llamo Taehyung, soy... amigo de Yoongi hyung. Me ha hablado un poco sobre ti —respondió Taehyung con una sonrisa que irradiaba amabilidad, y Jungkook se sintió momentáneamente atrapado en su encanto.

—Oh, entiendo —asintió con comprensión, tratando de ocultar las emociones que revoloteaban dentro de él. —¿En qué puedo ayudarte?

Tener que disimular que no lo conocía le oprimía el pecho, sobre todo porque lo único que anhelaba en ese momento era poder charlar con él como solían hacerlo a través de mensajes. Aunque agradecía la situación, también experimentaba cierta inquietud, ya que la aceleración de su corazón le hacía tomar conciencia de que sus sentimientos hacia Taehyung iban más allá de lo que había imaginado.

—Nada, en realidad. Te vi aquí y te reconocí, así que decidí acercarme y saludarte. ¿Te parece... extraño? —respondió Taehyung con una sonrisa que denotaba cierta timidez, como si se arrepintiera un poco de su impulso.

Los ojos de Jungkook se abrieron de par en par por la sorpresa, pero rápidamente negó con la cabeza. —No, simplemente me sorprendió un poco, eso es todo. Pero siempre es agradable conocer a nuevas personas —respondió con una sonrisa, intentando transmitir tranquilidad a Taehyung. —Siento que te conozco de alguna parte —fingió pensar. —¡Ah, ya recuerdo! Hace poco comencé a seguirte en Twitter y he dejado algunos comentarios en tus publicaciones.

Una amplia sonrisa iluminó el rostro de Taehyung mientras asentía. —Sí, eso es cierto.

Jungkook deseaba con toda su alma que Taehyung no fuera capaz de percibir el estruendo de su propio corazón martilleando en su pecho. El sentimiento que lo embargaba se expandía velozmente, y en ese momento, Jungkook había dejado de luchar por frenarlo.

—¿Y tú qué haces por aquí? —decidió preguntar, anhelando prolongar ese momento tanto como fuera posible.

—Si, sobre eso... Estudio fotografía, un profesor me pidió de favor que le apoyara tomando fotos de la exposición. Así que... aquí estoy—. Jungkook asintió comprensivo, dispuesto a responder. Sin embargo, antes de ser capaz de hacerlo Taehyung le interrumpió nuevamente. —¿Este cuadro, es tuyo?

El azabache siguió con atención la mirada de Taehyung, que se posaba en el cuadro detrás de él. La forma en que lo admiraba le provocó una ligera inquietud, lo cual resultaba curioso, ya que normalmente se sentía lleno de confianza.

—Sí, es mío —murmuró tímidamente.

—Es diferente al que compartiste en Twitter —Taehyung observó, lo que hizo que el corazón de Jungkook se llenara de alegría al notar que recordaba ese detalle. —Este también es hermoso, ¿puedo tomar una foto? —preguntó, alzando su cámara.

—Oh, sí, por supuesto —Jungkook respondió rápidamente, apartándose para que Taehyung pudiera capturar la imagen de su obra.

Jungkook no podía apartar la mirada mientras observaba a Taehyung esforzándose por conseguir la toma perfecta. La destreza con la que manejaba su cámara y la atención meticulosa que prestaba a cada detalle del cuadro lo dejaron atónito. Sus ojos se posaron en Taehyung con un asombro que le resultaba desconcertante; ¿cómo era posible que alguien a quien apenas conocía tuviera el poder de afectarlo de esta manera? Su atracción por Taehyung era innegable, y Jungkook se debatía entre si esto era algo positivo o si debía empezar a preocuparse por ello.

Dejó escapar un suspiro profundo, guardó su celular y, al alzar la mirada, se encontró con los ojos de Taehyung clavados en él. — ¿Terminaste? —preguntó, tratando de ocultar el nerviosismo que le provocaban esos cautivadores ojos cafés.

Recibió un leve asentimiento por parte de Taehyung, quien le ofreció una sonrisa. —Sí, gracias. Eh, yo... aún debo seguir tomando fotos. Pero fue un placer conocerte, Jungkook.

—Lo mismo digo, Taehyung. Buena suerte con las fotos —Jungkook asintió, sintiendo un apretón en el pecho al darse cuenta de que no quería que su conversación llegara a su fin. Sin embargo, comprendía que Taehyung tenía que continuar capturando imágenes de la exposición y no podía retenerlo más tiempo.

—Bueno, nos vemos.

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¡Sorpresa! Subí otro🥰 ¿Qué está pasando ahí?😳