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𝐂𝐀𝐏¹⁸ ━━━ Quejas de papá

CAPÍTULO DIECIOCHO
(QUEJAS DE PAPÁ)

Lanier caminaba junto a Olimpia, notando la tensión en el aire. La castaña estaba visiblemente molesta, sus pasos resonaban con más fuerza de lo habitual en el empedrado bajo sus pies. Él sabía perfectamente por qué, no le había dirigido ni una palabra en el hospital, y su padre había insistido en que pasara tiempo con ella, lo que ahora sentía como una especie de castigo.

Olimpia, con los brazos cruzados y una mirada de disgusto, mantenía el silencio, esperando a que Lanier hablara primero, pero él simplemente no encontraba las palabras adecuadas. Cada vez que intentaba abrir la boca, lo invadía la culpa por lo sucedido con Jack y Belle. No solo se sentía dividido por su lealtad hacia Belle, sino que ahora también tenía que lidiar con Olimpia y sus propios sentimientos confusos.

──¿Vas a decir algo?──espetó finalmente Olimpia, deteniéndose en seco y mirándolo directamente a los ojos.

Lanier suspiró, sabiendo que no podía escapar de la conversación por más que quisiera.

──Lo siento por dejarte ahí sola, estaba algo...

──¿Molesto? ──dijo la castaña interrumpiéndolo.──Digo... Porque no pudieron salvar a la mujer...

──Sí... Molesto──respondió Lanier, aunque sabía que no era la verdad completa. La mujer estaba viva, pero él no podía decirle eso a Olimpia.

Lanier evitó la mirada de Olimpia, sintiéndose culpable por mentir. La verdad era que estaba abrumado por las emociones y los problemas personales, pero no podía compartirlos. Se sentía atrapado en una maraña de sentimientos contradictorios, y la verdad sobre la mujer era solo una pequeña parte del caos interior que lo atormentaba.

Olimpia lo miró de reojo, visiblemente más calmada pero aún desconcertada por la falta de sinceridad que percibía en él.

──No pareces tú, Lanier. Siempre eres directo, aunque te metas en problemas... ¿Por qué estás tan evasivo ahora?──preguntó, tratando de entender por qué su amigo estaba siendo tan reservado.

──Por favor, Olimpia, no hagas como si me conocieras...──respondió Lanier, tratando de mantener un tono neutral, pero con un matiz de frustración. Sabía que estaba siendo injusto con ella, pero no podía evitarlo.

Olimpia se detuvo por completo, sorprendida por la respuesta de Lanier. Su mirada pasó de desconcierto a herida en cuestión de segundos. Aunque él intentó suavizar su tono, las palabras fueron lo suficientemente afiladas como para cortar la atmósfera tensa.

──¿No te conozco?──replicó con una mezcla de frustración y tristeza.──Lanier, hemos pasado suficiente tiempo juntos como para que al menos sepa cuando algo te preocupa. No me trates como una extraña.

Lanier sintió un nudo en el estómago. Sabía que ella tenía razón, pero estaba atrapado entre sus propios sentimientos y la complejidad de la situación. Olimpia siempre había sido una amiga cercana, una constante en su vida, pero ahora todo parecía más complicado que nunca. La realidad de que no podía compartir sus verdaderos sentimientos lo estaba desgastando.

──Lo siento... No quise decir eso.──respondió finalmente, pasando una mano por su cabello con frustración.──Solo... he tenido muchas cosas en la cabeza, y no sé cómo manejarlas. Pero no tiene nada que ver contigo, lo prometo.

Olimpia lo miró por un momento más, sus ojos suavizándose mientras dejaba escapar un suspiro.

──No sé qué te está pasando, Lanier, pero lo que sea, puedes decírmelo. Estoy aquí para ti. Siempre lo he estado.

Lanier asintió lentamente, su pecho sintiendo un alivio parcial al escuchar las palabras de Olimpia. Sin embargo, el peso de lo que realmente le preocupaba seguía allí, sin poder ser compartido. La sinceridad de Olimpia le hacía darse cuenta de cuánto la valoraba y cuán difícil era enfrentar sus propios problemas mientras intentaba mantener una fachada.

──Gracias...──fue todo lo que pudo decir, mientras ambos reanudaban su caminata, en un silencio más cómodo pero aún cargado de cosas no dichas. El vínculo entre ellos estaba allí, pero la distancia emocional seguía siendo un obstáculo difícil de superar.

La caminata continuó en silencio, el aire pesado por la falta de palabras entre ellos. Olimpia se detuvo finalmente, y Lanier se preparó para una despedida rápida.

──Fue una linda caminata... Espero verte mañana.──dijo Olimpia con una sonrisa cálida antes de acercarse para dejar un beso suave en la mejilla de Lanier, dejándolo sorprendido. Sin decir nada más, ella se alejó sola, el eco de sus pasos desapareciendo en la distancia.

Lanier suspiró, sintiendo el cansancio en su cuerpo y mente, y cruzó los brazos mientras se pasaba una mano por el rostro, como intentando borrar la confusión que lo envolvía.

──Vaya... Parece que la pequeña princesa está bastante cariñosa hoy.──Una voz conocida rompió el momento, y Lanier volteó para encontrarse con Jack, quien se acercaba con los brazos cruzados y una ceja levantada.

──¿Qué? Bueno... Ella siempre es así.──respondió Lanier, intentando sonar despreocupado, aunque la sorpresa por la visita inesperada aún no se había disipado.

──Dile que no se acostumbre.──dijo Jack con un tono bromista mientras continuaba caminando.

Lanier soltó una carcajada al escucharlo y comenzó a seguirlo.

──Espera, ¿estás celoso?──preguntó Lanier, sonriendo mientras aceleraba el paso para alcanzarlo.

──Claro que sí.──respondió Jack sin detenerse, su tono firme pero con una chispa de humor.

La respuesta de Jack provocó que la sonrisa de Lanier se ampliara, aunque intentó disimularlo. La calma de la caminata con Olimpia se desvaneció rápidamente, reemplazada por la intensidad eléctrica que siempre sentía alrededor de Jack.

──¿De verdad?──Lanier trató de sonar incrédulo, pero no pudo contener una risa suave.──No pensé que fueras del tipo que se pone celoso por cosas tan... insignificantes.

Jack se detuvo abruptamente, girándose para mirar a Lanier con esa sonrisa ladeada que siempre lograba desarmarlo.

──¿Insignificantes?──repitió Jack, su ceja arqueada en desafío.──Tal vez para ti, pero no para mí.──Su tono era juguetón, pero la seriedad oculta bajo la broma no pasó desapercibida para Lanier.

Lanier se quedó en silencio, observando a Jack, mientras las palabras de Belle volvían a su mente, haciendo que sintiera un nudo más apretado en el estómago. Sabía que no podía dejar que esas complicaciones destruyeran lo que tenía con Jack, pero los sentimientos que lo atormentaban seguían allí, latentes, innegables.

──No tienes de qué preocuparte, Jack.──dijo finalmente, cruzando los brazos en un intento de protegerse del tumulto emocional.──Olimpia es solo una amiga. Y siempre será así.

Jack lo observó detenidamente, su mirada buscando algo más allá de las palabras, pero después de un momento, asintió. La tensión en su postura se desvaneció ligeramente, y una vez más se giró para continuar caminando.

──Bien. Porque no pienso compartirte con nadie.──respondió Jack con un tono despreocupado, aunque el comentario dejó a Lanier sintiendo una mezcla extraña de calidez y nerviosismo.

Lanier sonrió, pero esta vez, la sonrisa estaba llena de amor hacia el rubio. Por primera vez en mucho tiempo, permitió que esos sentimientos fluyeran sin intentar ocultarlos o racionalizarlos. Mientras observaba a Jack caminar delante de él, algo en su interior se suavizó, reconociendo lo profundo de su conexión.

Quizá aún quedaban muchas cosas por resolver, pero en ese momento, con Jack a su lado, Lanier sintió que, al menos por ahora, todo estaba bien.

( . . . )

──¿Estás bien?──le preguntó Jack a Lanier mientras se estiraba, su tono relajado contrastaba con la intensidad de la conversación anterior.

──Sí, solo... tenía una pregunta──dijo el pelinegro, pasándose una mano por el cabello con una mueca pensativa.

Jack lo miró con curiosidad, esperando que continuara. La atmósfera en la habitación había cambiado, y Lanier parecía vacilar, como si el peso de sus pensamientos estuviera haciéndole difícil hablar.

──¿Qué pregunta?──inquirió Jack, el interés y la preocupación en su voz.

Lanier vaciló un momento, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Finalmente, aclaró la voz y dijo:

──¿Conociste a muchas personas en el pasado?──preguntó, mirando a Jack con una mezcla de incertidumbre y curiosidad.

Jack asintió con naturalidad, su expresión era la de alguien acostumbrado a hablar sobre su vida.

──Pues sí, conocí a muchas personas. Veo personas todos los días──respondió Jack, con un tono que indicaba que no era algo que le causara especial preocupación.

Lanier suspiró, colocando las manos en la cintura y tratando de ordenar sus pensamientos. La pregunta que tenía en mente era más profunda de lo que había dejado ver.

──No, me refiero en un sentido físico──dijo el pelinegro, mirando a Jack con más intensidad.

Jack lo observó, entendiendo ahora que Lanier no estaba hablando de encuentros casuales, sino de algo más íntimo. Hizo contacto visual con Lanier, y el pelinegro notó un cambio en la postura de Jack, como si estuviera preparándose para una conversación más seria.

──Sí──respondió Jack, con un tono que ya no era tan despreocupado.

Lanier sintió un nudo en el estómago, la conversación estaba tomando un giro que no había anticipado. Se preguntaba si estaba haciendo lo correcto al seguir profundizando en el tema.

──No, quiero decir, ¿has tenido relaciones con otras personas? Ya sea hombre o mujer. No te juzgo. Lo que ocurrió en el pasado es cosa tuya──dijo Lanier rápidamente, tratando de suavizar el impacto de su pregunta.──¿Pero lo has hecho?

Jack lo miró con sorpresa, como si no hubiera esperado esa pregunta. El pelinegro sintió un torbellino de emociones: celos, inseguridad y una profunda curiosidad que no podía ignorar.

──¿Tener relaciones?──preguntó Jack, casi en un susurro.──¿Te refieres al sexo?

Lanier asintió, su mirada era seria pero llena de una mezcla de curiosidad y una especie de vulnerabilidad. Jack parecía evaluar la situación, comprendiendo que Lanier necesitaba saber más sobre su pasado, y estaba dispuesto a responder.

──Sí, supongo que sí──respondió Jack, sus palabras reflejando una experiencia pasada que parecía haber sido tanto un placer como un peso.

Lanier se sintió extraño. Sabía que su propia experiencia en ese ámbito era limitada: había tenido experiencias en tres ocasiones, dos de las cuales habían sido mínimas con Andrew, y la tercera había sido un intento fallido. La discrepancia entre su experiencia y la de Jack lo hizo sentir un poco inseguro.

──Era marinero. Tenía muchas mujeres detrás. Y además, tengo veintiocho años──explicó Jack, acercándose un paso más hacia Lanier. Su voz tenía una mezcla de nostalgia y resignación.

Lanier sintió un nudo en el estómago al pensar en el pasado de Jack, y el hecho de que Jack había tenido tantas experiencias lo hizo cuestionar su propio lugar en la vida de Jack.

──¿Y... con hombres?──preguntó, tratando de cambiar el tema pero sin poder evitar su curiosidad.

Jack levantó una ceja y, con una sonrisa traviesa, respondió

──Jamás lo he intentado. ¿Por qué? ¿Quieres intentarlo?

Lanier se quedó sorprendido por la pregunta, aunque la sonrisa en el rostro de Jack parecía ser más una broma que una invitación seria. Sin embargo, la confianza de Lanier creció al escuchar que Jack no había tenido experiencias previas con hombres.

Una sonrisa confiada se posó en los labios de Lanier, sabiendo que, en ese aspecto, él tenía más experiencia que Jack.

──Ya lo he hecho──contestó Lanier, con una mirada que ahora estaba llena de una mezcla de desafío y seguridad.

Jack suspiró y miró hacia otro lado por un momento, como si estuviera procesando la información. Luego volvió a mirar a Lanier, su expresión era una mezcla de sorpresa y reflexión.

──¿Sabes, Lanier?──dijo Jack finalmente, su voz suave y reflexiva.──Es curioso cómo las cosas funcionan. A veces pensamos que conocemos a alguien, pero luego descubrimos que hay mucho más por aprender.

Lanier asintió, sintiendo un peso levantarse ligeramente de sus hombros. Aunque la conversación había comenzado con inquietudes y curiosidades, al final, había servido para acercarlos un poco más, en medio de la confusión y la sinceridad.

──... La gente nunca nos va a aceptar──habló Jack luego de unos pequeños segundos de silencio, mirando al frente con una expresión que parecía estar en conflicto consigo mismo.

Lanier lo miró, tratando de entender el peso de sus palabras. La tensión en el aire se hizo más palpable, y Lanier sintió un peso en el pecho, como si esas palabras resonaran con las inquietudes que él también había estado sintiendo.

Ahí iba de nuevo. Jack podía hacer que su día fuera el mejor de todos con su sonrisa y su presencia despreocupada, pero también tenía el poder de arruinarlo con unas simples palabras. Lanier se preguntó si Jack realmente entendía el impacto que sus pensamientos y comentarios tenían sobre él.

──No deberías preocuparte por eso──dijo Lanier, intentando darle un giro positivo a la conversación.──No necesitamos la aprobación del mundo. Lo importante es lo que tenemos.

Jack lo miró, con una mezcla de sorpresa y duda en sus ojos. El pelinegro podía ver que el rubio estaba luchando con sus propios temores, y eso le rompía el corazón.

──Es más fácil decirlo que hacerlo──respondió Jack, con un tono que reflejaba su inseguridad.──Tu familia nunca me aceptará, somos chicos y... para los demás esto no está bien.

Las palabras de Jack colgaron en el aire, cargadas de una verdad que ambos sabían, pero que Lanier no quería admitir. Un silencio incómodo cayó entre los dos. Lanier miraba al suelo, procesando lo que Jack acababa de decir. Sabía que había algo de razón en esas palabras. Su familia, sus circunstancias, la sociedad en la que vivían... todo parecía estar en contra de lo que ellos tenían. Pero para Lanier, nada de eso importaba.

A pesar de todo, quería luchar por ellos.

El rubio lo miró con tristeza, y luego negó lentamente, como si intentara ahogar el conflicto interno que lo estaba atormentando. Jack parecía más vulnerable en ese momento de lo que Lanier lo había visto en mucho tiempo. La fortaleza y la confianza que siempre parecían rodear a Jack se estaban desmoronando poco a poco.

──Debo entrar pero... Te veo luego──dijo Jack, rompiendo el silencio de una manera casi desesperada, como si necesitara huir antes de que el peso de sus palabras lo aplastara.

Lanier alzó la vista rápidamente, con una sensación de pérdida momentánea al ver que Jack estaba a punto de alejarse. No quería que se fuera así, no cuando las cosas quedaban sin resolver. Pero, al mismo tiempo, entendía que Jack necesitaba espacio para procesar sus pensamientos.

El rubio se dio media vuelta, las manos en los bolsillos y la cabeza baja, y comenzó a caminar hacia la puerta. Lanier lo vio alejarse, y una mezcla de frustración y tristeza lo invadió.

El pelinegro se quedó ahí, viendo cómo Jack desaparecía, mientras una sensación de vacío lo envolvía. Las palabras de Jack resonaban en su mente, y aunque sabía que la batalla por aceptarse a sí mismos y por luchar contra los prejuicios del mundo no sería fácil, también sabía que no podía rendirse. No cuando había tanto en juego.

Finalmente, después de unos minutos que se sintieron como horas, Lanier se permitió respirar profundamente.

( . . . )

Lanier estaba sentado en la sala de su casa, concentrado en un libro de medicina que había estado estudiando con dedicación. El sonido de pasos lo sacó de su lectura cuando su padre entró en la habitación. Sin decir palabra, el hombre mayor se acomodó en su sillón favorito, observando a su hijo en silencio.

Lanier levantó la vista y dejó el libro a un lado, percibiendo la tensión en el ambiente. Algo no estaba bien.

──¿Sucede algo, padre?──preguntó con cautela, mientras su mirada buscaba respuestas en el rostro del mayor.

El hombre asintió lentamente, su expresión seria y determinada. Cada palabra que pronunció pesó en el aire.

──Sí, sucede algo, algo grande──respondió su padre con voz firme.──Necesito que dejes de comportarte como un niño y le prestes más atención a tu futura esposa.

Lanier se quedó en silencio, mordiéndose la lengua mientras su padre continuaba.

──Olimpia está muy encantada contigo──dijo el mayor, como si la vida de Lanier ya estuviera escrita.──Me gusta que te estés tomando esto de ser cirujano tan en serio, pero si vas a dejarla a ella de lado, prefiero que abandones esto de una vez.

Las palabras eran duras, pero no lo prepararon para lo que su padre diría después.

──Supe lo que hizo ese... cirujano de quinta en la cena del otro día. Olimpia me lo dijo. No me gusta cómo es y no quiero que te siga enseñando cosas que ya deberías saber. Por eso, te alejarás de él──declaró con firmeza.

El corazón de Lanier se detuvo por un segundo. Las palabras de su padre eran claras: quería que se alejara de Jack. No importaba lo que significara para él, no importaban los sentimientos que estaba comenzando a comprender con más claridad cada día. Su padre veía en Jack una amenaza, alguien que lo apartaría del camino que había trazado para su hijo, y no iba a permitirlo.

Lanier lo miró sorprendido, pero sobre todo, enojado. La idea de cortar a Jack de su vida encendía una furia dentro de él que nunca había sentido hacia su padre. Pero al mismo tiempo, sabía que su rabia no podría cambiar nada. Al menos, no en ese momento.

──Padre...──empezó Lanier, controlando la intensidad de su voz──Jack no es lo que piensas.

Su padre lo interrumpió con un gesto de la mano, como si no quisiera oír más sobre el tema.

──Basta, Lanier──dijo con dureza──, sabes lo que tienes que hacer. No quiero más excusas.

Lanier apretó los puños, sintiendo cómo las palabras se atoraban en su garganta. ¿Cómo podía explicarle a su padre lo que sentía por Jack, cuando ni siquiera él mismo estaba seguro de cómo definirlo?

──Jack es un buen cirujano...──intentó argumentar, pero su padre lo cortó nuevamente.

──No estoy hablando de su habilidad para cortar cuerpos, Lanier──dijo fríamente──. Estoy hablando de ti, de tu futuro, de lo que realmente importa. Y Jack no es parte de eso.

Lanier sintió un golpe en el estómago. Aquellas palabras eran un recordatorio brutal de que, a los ojos de su padre, su vida ya estaba decidida. Y Jack... Jack no tenía cabida en ella.

El pelinegro respiró hondo, tratando de controlar el temblor en su voz.

──Entiendo, padre──dijo al final, aunque la verdad era que no entendía nada. No entendía cómo algo tan simple como el amor podía ser tan complicado, ni cómo la vida que estaba construyendo podía derrumbarse tan fácilmente por una expectativa ajena.

Su padre lo observó por un momento más, luego asintió con satisfacción, como si la conversación hubiera llegado a su conclusión lógica.

──Me alegra que lo entiendas──dijo, levantándose de su sillón──. Espero que tomes la decisión correcta.

Con eso, el hombre mayor salió de la habitación, dejando a Lanier solo, con el peso de lo que acababa de escuchar aplastándolo. Sabía que nada en su vida sería igual después de aquella conversación.

Lanier volvió a sentarse, mirando el libro de medicina que había estado leyendo. Pero las palabras en la página ya no tenían sentido. Todo lo que podía pensar era en Jack, y en cómo cada vez se hacía más difícil imaginar un futuro sin él.

BUENASS, AQUÍ LES TRAIGO EL CAP 18, hemos avanzado bastante, me encanta.

Bien, quería decirles que he hecho otro fanfic sobre Jack que les podría interesar, se llama "Partners in crime" pueden encontrarlo en mi perfil, pronto subiré el primer cap ❤❤

En fin
Les deseo un buen día, una buena noche o una buena tarde, dependiendo de dónde estén. ¡Cuídense mucho, manténganse hidratados y recuerden que los quiero un montón! ❤❤

Nos vemos en el próximo capítulo, y no olviden seguirme en TikTok por si les gustaría ver algunos edits de Lanier y Spoilers de lo que podría avecinarse

TikTok: _itsjosxs

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