sesenta y dos
Después de unas horas estaba sentada en aquella cafetería mientras jugaba nerviosamente con mis dedos haciendo que sonara una melodia al golpearlos con la mesa
Algunas personas me tomaban fotos a lo lejos así que simplemente acomodaba mi cabello para intentar que todo saliera bien
Mi celular vibró, lo miré de reojo, era un mensaje de Rodri.
Dirigí mi mirada discretamente hacia aquel chico que se encontraba algunas mesas lejos de la mía pero mantenía su mirada atenta sobre mí.
Al principio teníamos la idea de estar juntos pero al llegar al lugar pudimos ver que muchas miradas se dirigían a mí así que antes de que pudieran hablar de que estábamos juntos decidimos entrar separados y con bastante tiempo de diferencia, si alguien se diera cuenta que estábamos en la misma cafetería podría pasar como casualidad ¿no?
Desbloqueé mi celular para ver el mensaje
"Llevamos 40 minutos acá,
¿vos decís que se le olvidó?"
"¿Cómo se le olvidaría?
ella literalmente puso la
hora para vernos"
"Demosle 10 minutos más,
si no llega nos vamos"
"Igual ya pedí algo de
comer, si no llega vos
te vas antes y después
te alcanzo para no
levantar sospechas"
Reí discretamente por la forma en que justificó que quería quedarse a comer, igual no lo culpaba aunque habíamos desayunado hace pocas horas.
La puerta de la cafetería se abrió así que por instinto dirigí mi mirada hacia ahí. Una señora venia entrando y mi instinto me dijo que era ella, Estela, pero no era como me la había imaginado. Se veía como de 40, vestía elegante y sin duda aun era bastante linda.
Como me lo imaginé se sentó en la misma mesa que yo, todavía no podía dejar de mirarla
—Perdón por la demora.— exclamó un tanto nerviosa, su tono era idéntico al de la llamada
—No se preocupe.— dije amable —Pedí un café qué ya casi me termino, si quiere puede pedir algo, yo invito.— ofrecí
Ella asintió y llamó al mesero para pedir un capuchino, yo pedí otra taza de café
—Podes ser sincera conmigo, sé que tenes una gran carrera porque estuve investigando un poco.— exclamó de repente —Sos grandiosa y estoy feliz de que me hayas elegido como manager.—
—Espere.— pedí inmediatamente —No sé si esto de halagar a sus modelos le ha funcionado mucho pero yo todavía no acepto firmar con usted, venía a ver sus propuestas para ver si podíamos trabajar juntas.—
Pensé que eso podría desanimarla al menos un poco pero pude ver como sacó una gran carpeta de su bolso y la puso sobre la mesa, abrí mis ojos sorprendida
—Miralo.— pidió emocionada
Tomé la carpeta y empecé a leer un poco, habían propuestas buenas aunque muchas no sonaban realistas así que simplemente la miré de reojo
—¿Cuantos años lleva representando modelos?.— cuestioné al ver una propuesta que en alguna ocasión Rebecca me había dicho que era mala
Vi como empezó a tensarse, sabía que mi intuición no me había fallado esta vez
—Me gusta mucho la honestidad.— hablé intentando sonar cálida —Puede decirme la verdad de las cosas, lo entenderé.—
Ella suspiró y me miró
—Vos serias mi primer representada.— confesó haciendo que mi mente estuviera bastante confundida
El presidente dijo que ella era la mejor manager que conocía, aunque ahora me quedaba más claro porque había cometido actos bastante poco profesionales como fingir que tenía una secretaria, llegar tarde y ni siquiera tener una oficina
—Pero el presidente me dijo que...— lo seguía pensando y claramente necesitaba una explicación así que ella me interrumpió
—Él solo quiso hacerme un favor, sabía que con una modelo experimentada y famosa como vos sería menos probable que fracasara en esto.— confesó, ¿valía la pena arriesgar mi carrera con sus mentiras? —No lo culpes a él, llevo tiempo mirando todo el negocio del modelaje y apenas tuve el valor para arriesgar todo e involucrarme. Le prometí que sería la mejor manager y que no me rendiría hasta conseguirlo, por eso junté todas estas propuestas para vos, me quedé horas analizándolas y por eso llegué un poco tarde...—
Era bastante información para mi cabeza así que simplemente sonreí sin saber que hacer, muchas veces para los modelos una sonrisa era la escapatoria ya que podrían causar algún efecto en los demás pero ella parecía no inmutarse
—Poneme a prueba si querés, déjame demostrarle a mi esposo que puedo hacerlo.— pidió y fue suficiente para que mi sonrisa se borrará —Siempre fui la mejor en todo lo que me propuse, te aseguro que si trabajamos juntas llevaré tu carrera más arriba de lo que la llevó tu otra manager.—
Por un momento recordé mi conversación con el presidente
—Matteo es arrogante como su madre y frío como yo pero vos de alguna manera habías ocasionado un cambio en él.— eso resonó en mi mente
Por el momento no me pareció tan arrogante pero quizás se estaba controlando solo para agradarme ¿no es así?
—¿Usted es la mamá de Matteo?.— pregunté cambiándole el tema —Sé que estamos hablando de trabajo pero necesito saberlo.—
Nuestras bebidas llegaron en ese momento, agradecí al mesero y aunque no pude tener el valor de tomar mi taza miré como ella le daba un sorbo a su capuchino
—Si.— respondió —Escuché por ahí que vos sos amiga y hasta algo más de mi hijo, no quería meter eso pero podes darme una oportunidad solo por él, pensalo.—
Los papeles se invirtieron, ahora yo era la que estaba nerviosa mientras ella dominaba la situación. En retrospectiva el panorama no era para nada bueno, la agencia que ahora ellos controlaban era la más grande del país y si quería seguir con mi carrera tenía que firmar ahí pero era casi obvio que me impondrian a la mamá de Matteo como manager.
Al parecer Matteo no había hablado con sus papás para decirles que jamás tuvimos una relación más allá de la amistad y ahora eso me ponía en una situación bastante apretada
Tenía que salir de ahí para pensarlo así que le hice una señal discreta a Rodri para que me llamara y me diera el pretexto adecuado para irme, obviamente tendría otra reunión con aquella señora pero necesitaba tener las cosas más claras
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