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❝ VULTURI'S ❞
CAMINAMOS HASTA ESTAR A LA PAR DE LA PAREJA, SINTIENDO LAS MIRADAS, ADEMAS DE LAS EMOCIONES CONFUSAS DEL COBRIZO. Mire a mi sobrina verificando que este en perfecto estado, luego de ver al cobrizo quien frunció el ceño en mi dirección. No podía leer mi mente.
- Vamos chicos - Alice sonrió - Es un festival, no querrán hacer una escena
- No lo haríamos - Dijo el grandote viéndome fijamente
Detrás se escucharon unos pasos permitiéndole ver a una niña con los ojos más intimidantes que vi nunca, su aura era peor que la de los dos vampiros delante se mi, era un cero azabache con manchas de color rojo sangre. Se acercó quitando su capucha.
- Suficiente - Su voz era extremadamente demandante
- Jane - Susurró el cobrizo sintiendo miedo
Los demás movieron levemente la mirada sin poder mantener la mirada fija en la vampiro que mantenía la cabeza en alto demostrando su postura.
- Aro me envío para ver porque tardaban tanto - Miró a sus compañeros para luego ver a mi sobrina, terminando su mirada en mi, se giró empezando a irse
- Sólo hagan lo que les digan - Susurró Alice
Asenti tomando su mano para caminar juntas detrás de la vampiro, con los otros dos detrás de nosotros.
- ¿Que eres? - Preguntó el de menor estatura con un acento parecido al de Grecia
- Bruja - Respondí manteniendo mi mirada en Alice
Sabía que no podían tocarme, nada podría sucederme cuando el rey Marcus tenía favoritismo con nuestra raza. Delante, Edward se estaba poniendo una capa.
- Adelante - Jane nos dejó pasar a una escalera que parecía ser un calabozo de película, su mirada provocaba que mis pelos se pongan de punta
- No tengan miedo - Murmuró el cobrizo
- Dicelo a tús nervios - Le di una sonrisa burlona sintiendo su propio temor
- ¿Ustedes tienen miedo? - Preguntó Bella
- No - Respondimos al unísono
Escuchando una pequeña risa detrás nuestra, me gire para ver a Jane pero corrí la mirada al verla enarcar una ceja en mi dirección. Llegamos hasta una reja que corrieron mostrando un elevador.
Frunci el ceño sin poder evitarlo, tenían una fachada de la masa espantosa, daban escalofríos, ponían mi piel de gallina... Pero ojo, tenían elevador. Tuve que borrar la pequeña sonrisa que amenazaba por salir.
Al entrar al elevador, había un silencio incómodo de la pero manera. Los dos guardaespaldas estaban detrás viendo a Bella, Edward y Bella abrazados en un costado conmigo y Alice a su lado, delante estaba Jane.
Bella me miro con una pequeña sonrisa, que logró que me tenga que morder el labio para no reír, haciendo que Alice apreté mi mano ya que ella también empezaba a querer reír.
Salimos dejándome soltar un suspiro, caminamos delante de una secretaria que saludo cortésmente, pobre alma en desgracia. Bella le pregunto a Edward si era humana a lo que el respondió que si.
- Quiere ser vampiro - Se respondió a si misma su duda
- Y lo será pronto - Respondió el de acento a mi lado
- O el postre - Agregó Jane
Repito, pobre alma en desgracia. Caminamos unos pasos más hasta estar delante de una enorme puerta que parecía pesar demasiado, pero la pequeña rubia la corrió como si de una pluma tratase, dándonos paso a una enorme sala que tenía tres tronos, con los tres reyes.
Marcus a un lado, Aro en el centro, y Caius al otro lado. El juez, la voz, el ejecutor. El callado, el hablador, el sádico.
- Hermana, te enviaron a traer uno y trajiste tres - Murmuró un chico que supuse era el famoso gemelo de Jane, Alec - Y medio - Vió a Bella
- Que agradable sorpresa - Aro se levantó del trono acercándose - Bella está viva después de todo ¿No es eso maravilloso? Me encanta un final feliz - Tomó la mano de Edward - Son tan raros. la tua cantante, su sangre te atrae tanto que me provoca sed
Sus ojos daban escalofríos al igual que su voz, parecía el mismo diablo en persona. Me giré para ver a Marcus quien me sonrió como si me conociera, inclinó su cabeza a modo de saludo así que imite su acción.
- ¿Cómo soportas estar tan cerca de ella? - Preguntó el pelinegro pero su mirada se fijó en mi
- Con gran dificultad - Respondio el cobrizo en un trance
- Ya lo veo - Soltó una risa
- Aro puede leer cualquier pensamiento que eh tenido - Respondió el cobrizo a la duda mental de mi sobrina - Con sólo tocarme y ahora lo sabe todo. Acaba de una vez - Murmuró lo último sólo para el
- Y tú eres un excelente lector de almas, Edward. Aún que no puedes leer sus pensamientos - Se giró a mi - Ni los de ella, pero ella es bruja - Camino hasta estar delante de mi - ¿Por qué Bella es otro caso?
- ¿Eso porque tendría que ver conmigo? - Enarqué una ceja
- No lo sé - Sonrió para tomar mi mano - Veamos
Como si en un trance estuviera, como si una película estuviera viendo, como si un juego de realidad virtual, así me sentía.
Estaba viendo mi vida entera delante de mis ojos.
Desde el momento donde con tan solo cuatro años veía a Bella en la cuna, donde jugaba con ella en su primer año, su cumpleaños número ocho, hasta el recuerdo de su primer día de escuela en la secundaria.
- ¿Podrías dejar de culparte? - Pidió mi madre a mi lado
- No la cuide, debí cuidarla - Mire como Bella estaba a un lado con un pequeño hematoma en su brazo
- No estabas lista, no sabías que una sirena aparecería sólo porque si - Apoyo su mano en mi hombro - Si quieres cuidarla ya sabes que hacer
Me giré a ella preocupada pero en mi mente sólo estaba cuidar de mi mejor amiga, mi pequeña sobrina casi hermana.
- Hagámoslo
Los recuerdos avanzaron hasta tres días después donde estábamos en la habitación con Bella durmiendo.
- Sabes las consecuencias - Se fue de la habitación dejándome sola con Bella
Coloque velas al rededor, runas sobre la cama, sal en un círculo al rededor de ella. Para empezar a leer el hechizo.
A pesar de poder perder la vida.
- Et dabo tibi animam meam praesidii illam marcam in eius animo meo, relinquo, ut in scuto protegim eam ab casus
Los ojos carmesí dejaron que un aura roja se desprenda, desde mi frente, corazón, ojos y manos, rojas ráfagas iban directo a Bella.
El recuerdo avanzó hasta el día siguiente donde mi madre intento entrar a la mente de Bella pero no pudo, sólo logró que ella la mire extrañada.
- Bien hecho, ahora sólo tú puedes leer su mente, estoy orgullosa
Los recuerdos avanzaron hasta el día hoy, cada pensamiento, sentimiento, noches con los metamorfos, risas con Paul, cenas con Charlie, películas con Bella, todo pasó frente a mis ojos.
- Interesante
Recupere la conciencia para respirar una gran bocanada de aire, mientras volvía a mirar dentro de la sala, viendo como todos miraban en nuestra dirección.
- Melanie Higginbotham - Sonrió en grande para girarse a Marcus quien miro mis ojos con una sonrisa nostálgica - Melanie Higginbotham II, esta aquí con nosotros - Soltó una risa
- La reencarnación - Marcus sonrió cosa que extrañó a los vampiros de la sala - ¿Recuerdas tú vida pasada?
- No, sólo pequeños fragmentos - Respondi viendo como el pelinegro soltaba mi mano
- Además que es posible - Aro sonrió en grande - Que tenga un lazo con Carlise, fascinante - Se giró a Bella retrocediendo unos pasos para quedar en medio de la sala - Me encantaría saber si, el escudo de Melanie es inmune a mis dones también
Bella me miro extrañada, ella no tenía ni idea del escudo que le había puesto, Edward me miro sorprendido al saber porque no podía leer a su compañera de vida. Aro extendió su mano para que ella la tome, la cual con desconfíanza lo hizo.
Pero por las miradas atentas de los reyes, los guardaespaldas y la sorpresiva además de incrédula de Aro, no podía hacerlo.
- Interesante - Miró casi enojado a mi sobrina - No veo nada, me pregunto, veamos si es inmune a todos nuestros poderes - Sonrió para girarse a la rubia - ¿Te parece Jane?
- No - Dijimos con Edward al unísono
Corrí hasta quedar frente a Bella haciendo un escudo de aura roja dejando ver una pared transparente con un tono rojizo mientras Edward corría a pelear con Jane pero con tan solo una palabra, esa acción se interrumpió.
- Dolor - Con una diminuta sonrisa, esa palabra logró que Edward se detuviera casi siendo exorcisado
- Basta - Puse un escudo sobre Edward logrando calmarlo - Aro, Basta - El pelinegro se giró a mi sonriendo casi dejándonos escuchar sus dientes rechinar - No lo lastimen
Ver al de cabello cobrizo en el suelo casi como piedra mientras Isabella intentaba ir por el, Alice con ese rostro preocupado, me dolía. Ambos vampiros eran tan sólo adolecentes atrapados en esos cuerpos, sólo estaban aquí por un error. Mientras Bella quedó atrapada en medio.
- No hará nada su don, no podrá lastimarla, casi pierdo la vida por ese escudo, sólo estas alargando el problema - Mi respiración se volvió agitada
- Déjanos probar entonces - Pidió con falsa calma
Me giré a Bella viendo su rostro asustado al igual que su agarre a mi brazo, Alice asintió en mi dirección dándome ánimos pero Edward me miraba suplicante. Me estaba agobiando. Volví a mirar a mi sobrina para bajar los escudos.
- Confía en mi - Bese su frente abrazandola
- Esto te dolerá un poco - Murmuró Jane sonriendo pero los segundos pasaban y su aire de suficiencia bajaba, no lo estaba logrando
La risa de Aro se escuchó en eco por toda la sala haciendo que el aire que tenía retenido escape. El escudo servía de gran utilidad a pesar de que tenía ciertas dudas.
- Admirable - Me felicito, me posicione delante de Bella en modo de defensa - Es resistente a todos nosotros, así que ¿Qué haremos con ella ahora?
- Nada, esta bajo mi protección - La escondi aún más detrás de mi
- Pero sabe de nosotros, vampiros y brujas son dos cosas totalmente distintas - Me miraba como si me estuviera retando
- Ya sabes lo que tienes que hacer, Aro - Se escuchó a Marcus
- Sabe demasiado, es un peligro - Siguió Caius
El parecía meditarlo a pesar de mi mirada, pero nuevamente estaba en una situación donde no podía hacer nada. Se estaba yendo de mis manos. Cerré los ojos con fuerza a la espera de escuchar la desición de Aro.
- Félix - Abri los ojos para ver como Alec se había movido rápido quitando a Bella de mi espalda
- No - Edward la movió detrás de el empezando a correr por Félix
Alice corrió a golpear a Demetri pero el la sostuvo del cuello girandola mientras la ahorcaba. Así que corrí para hacer nuevamente un escudo delante de Bella mientras la cubría de Alec que trataba de pelear conmigo.
Edward había caído sobre Félix, pero el era el doble de su tamaño y fuerza así que logró lanzarlo lejos para luego tomarlo y lanzarlo contra el suelo, escuchando el mismo suelo quebrarse y grietas apareciendo en su rostro.
- ¡Edward! - Grité asustada al verlo quieto
Baje el escudo un segundo para enviar una bola de energía a Félix, logrando empujarlo del otro lado de la sala, rompiendo en gran parte la pared. Se levantó rápido corriendo en nuestra dirección así que levanté el escudo nuevamente, pero antes de que se acerqué, Edward se levantó para embestirlo.
La pelea entre ellos dos era a velocidad vampirica, dejándonos ver sólo pequeños fragmentos de la pelea. Hasta que en un momento Félix logró tomarlo para golpearlo contra el suelo al borde de los tronos casi rompiendo su cabeza.
- ¡Déjalo en paz!
No se cómo, ni en que forma lo logre, pero en un segundo ya estaba detrás de Félix con su cabeza en mis manos, dejando grietas formándose en su cuello.
- Con Edward, no - Estaba por sacar su cabeza cuando Alec logró empujarme al otro lado del lugar
Pude sentir cómo giraba en el aire hasta chocar con una pared, recibiendo un golpe en seco contra la fría cerámica. Escuchando el sonido de al menos dos de mis costillas quebrarse, el vampiro me levanto por el cuello dejándome sin aire.
- ¡No! ¡Por favor no! - Gritó Bella
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