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❝ SALVAR A EDWARD ❞
SALÍ AL JARDÍN ESCUCHANDO COMO BELLA LE PIDIÓ A ALICE QUE NO SE VAYA NUEVAMENTE. En la parte trasera de la casa, me senté sobre el césped, viendo las estrellas y tratando de calmar mi cuerpo tenso.
- Esperaba poder conocerte de otra manera - Murmuró sentándose a mi lado
- Yo esperaba que seas más amable - Me giré a ella viendo como se sintió un poco mal
- Lo siento, sólo que los perr... metamorfos - Se corrigió ante mi mirada - No son de nuestro agrado
- Lo sé, enemigos naturales - Levante la vista nuevamente a las estrellas - Pero eso no significa que puedan faltarse el respeto
- Lo siento - Se disculpó nuevamente
- ¿Qué harás? Viniste a ver que no se haya suicidado pero ¿Luego? - Sentía su mirada en mi perfil - La dejaron en un estado depresivo, no comía, no dormía, tampoco iba a la escuela, sólo estaba sentada como si fuera un fantasma
- No lo sabía - Murmuró casi inaudible - No queríamos lastimarla, Edward aún menos
- Pero lo hicieron - Mire sus ojos dorados - Lastimaron a mi persona favorita, la cambiaron y lo peor es que no puedo hacer nada para recuperarla
Bajó la mirada dejándome sentir su tristeza, confusión, culpa, mientras jugaba con sus manos. No quería hacerla sentir mal, sólo que sepa que no todo fue color de rosa como ellos esperaban que suceda. Pase con un poco de duda mi brazo por su espalda logrando que ella me mire con una pequeña sonrisa.
- Eres alguien aún mejor que en mis visiones - Me apoyó su cabeza en mi hombro
- ¿Me viste venir? - Acaricie su espalda
La pequeña hadita parecía ser alguien energética, su aura me lo decía, pero era una alma amable, eso me gustaba. Tenía cierto sentimiento que me empezaba a dar confianza, parecía una pequeña niña.
- Si, y serás una gran Ma... Amiga - Se corrigió algo nerviosa haciéndome tener curiosidad
- ¿Qué ocultas hadita del bosque? - Pregunté divertida haciéndole soltar una risa
- Ya lo verás - Me sonrió emocionada
- ¿Eso significa que volverán con tú familia?
Recordé la vez que entre en la mente de Bella, podía recordar algunos nombres o apariencias, la que más resaltaba a mi parecer era la del patriarca. En el cual no me ponía a pensar desde ese día. A mi mente se vino la imagen del doctor rubio, era un... hombre apuesto.
- Eso espero - Bajo la mirada - Debería convencer a...
Su mirada se perdió en algún punto del bosque, me recordó a cuando Bella me contó sobre la vez que vió por primera vez cuando Alice entraba en trance y tenía una visión.
- ¿Alice que ves? - Pregunté ante su mirada preocupada
- Edward - Se levantó de un saltó - Ven, ¡Rápido!
Me levanté rápido para ir dentro de la casa, siguiendo el aura de mi sobrina hasta la cocina donde la pude ver tratando de hablar con el metamorfo.
- Bella - Entre con la vampiro detrás
- Bella, es Edward - Dijo la vampiro un poco más ansiosa - Piensa que estas muerta, Rosalie le dijo porque vine - Se giró a Jacob
- ¿Por qué? ¿Por qué no me dejaste hablar con el? ¿Por qué? - Le gritó acercándose, la tome del brazo, no quería que lo abofetee como la vez que abofeteó a Paul
- No preguntó por ti - Tenía la mandíbula apretada, podía sentir su cuerpo hervir
Alice y yo nos habíamos perdido algo importante en nuestra charla en el jardín, de eso estaba segura. Aleje a mi sobrina de Jacob al verlo empezar a transpirar, se podría transformar dentro de la cocina.
- ¡Bella! - Llamo Alice logrando que la miremos - Fue con los Vulturis - Miró a mi sobrina con una mirada de pánico
- El también quiere morir - Susurre sorprendida entendiendo a la vampiro, pero Bella me escucho así que empezó a respirar entrecortada
No estaba para nada contenta con esto, Eduardo podía ser un imbécil pero seguía siendo una persona suicida que se iba a matar por un error. La culpa iba a caer en Bella quien entraría de nuevo en su burbuja depresiva.
Eran dos depresivos con complejo suicida. Tal para cual.
Pero me negué a que ella se mate una vez, no podía dejar que el chico muera por una injusticia, un error. Así que prepare un bolso con ropa para Bella y otro para mi. Debería salvar al vampiro. Alice uso su super velocidad para subirse al auto, mientras yo metía los bolsos en el maletero.
Todo escuchando la discusión de Bella y Jacob.
- Jacob - Lo llame viendo como el me veía suplicante - Esto ya no es tú asunto, si yo pude dejar ir a Isabella, tú puedes dejar ir tú amor por ella - El negó reacio a la idea de perderla
No le di más vueltas así que subí al asiento de copiloto esperando a que Bella suba. Alice me dió una mirada agradecida así que le di una pequeña sonrisa.
- Tengo dieciocho años - Abrió la puerta trasera - Soy libre de irme y Melanie le explicó que nos iríamos a visitar a una amiga suya
Eso era cierto, no iba a dejar a Charlie preocupado con nuestra desaparición cuando el estaba mal por la muerte de uno de sus mejores amigos. Así que le di la excusa de que quería irme a visitar una amiga con Bella y le daríamos espacio para que se concentre en el funeral y Sue Clearwater.
- Por favor, sólo quédate - Rogó - Por mi
Me dolía verlo de esa manera, pero eran desiciones de mi sobrina, así que sólo me quedaba apoyarla en ello. No podía forzarla a amarlo. Baje la mirada sin poder ver al pobre lobo.
- Tengo que irme - Murmuró haciendo que el retroceda
- Te lo suplico, Bella
- Lo lamento, Jacob
Se retiró sintiendo su corazón partirse, dejándome con un sabor amargo en la boca al poder sentir sus emociones. Alice me dió un apretón en la mano que devolví.
- Arranca - Pedí a lo que ella asintió
Fueron horas de viaje hasta el aeropuerto de Seattle, luego otro par de horas en el vuelo a Volterra. Todo fue con Isabella muriendo de la ansiedad mientras yo trataba de calmarla y a la vampiro que trataba de sacar charla así no sea tan tenso el viaje.
El auto lo conducía yo a gran velocidad, Alice dijo que ella no quería hacerlo por miedo a que tenga una visión mientras manejaba, así que me tocó el volante. El cual conducía a gran velocidad sin importarme cuantas multas debería de recibir.
- Supongo que no rentaron este auto - Murmuró mi sobrina
- Imaginamos que no te opondriamos a que lo robaramos - Contestó la hadita con una pequeña sonrisa mirándome
Si. Por más que mi moral no este de acuerdo, ayude a Alice a robar el auto. Si la manada estuviera conmigo, Sam me regañaria en tres idiomas diferentes.
- Hoy no - Suspiró sosteniendose, pudimos ver como Alice perdía la mirada a un lado del camino - ¿Que?
- ¿Qué ves, pequeña hadita? - Pregunté esquivando un auto
- Lo rechazaron - Dijo viendo al frente, mi sobrina pregunto que significaba eso - Va a dar un espectáculo, mostrándose a los humanos - Nos dió una mirada
- Si que es terco - Gruñi - ¿Cuando?
- Esperará al medio dia con el sol en su punto más alto - Me miró alterada
- Tía, tienes que apresurarte - Me pidió de misma manera que su amiga
- Allí está Volterra - Vi como se podía apreciar la ciudad - Bella, abrochate el cinturón - Ella asintió - Si ese depresivo hace que lo maten, le pediré a Aro que me deje hacerlo a mi misma
Acelere aún más pasando los autos mientras iba al máximo. Sabía que Alice no sufriría si un accidente pasaba, pero mejor ser precavidos con mi sobrina. En la entrada de la ciudad Maldije múltiples veces a las personas y las estrechas calles. Era complicado pasar entre esas paredes ajustadas sin rayar el auto, si fuera mi motocicleta ya estaría llorando por haberle manchado la pintura.
- ¡Muevanse! - Tocaba la bocina demasiadas veces - ¡No quiero atropeyarlos! - Llegamos a un lugar donde había un montón de gente con capuchas rojas amontonadas
- ¿Por qué visten de rojo? Preguntó ansiosa empezando a tirar de su cabello
- Es por el festival de San Marco - Respondí bajando la velocidad por el bloqueo de paso
- Conmemoran la expulsión de los vampiros de la ciudad - Veía preocupada mi sobrina, estaba empezando a tener un ataque de pánico
- El escenario perfecto - Agregue, el día estaba preciso para que decapiten a Edward por mostrarse - Los Vulturis no permitirán que se muestre a los humanos
Sabía sobre la alta clase de los vampiros, los Vulturi eran la ley en el mundo vampirico, tenían gran rencor por los hijos de la luna gracias a Caius, amistades con ciertas brujas por Marcus.
- Faltan cinco minutos - Se presionaba la frente
- Lo sé, Bella, respira - Pidió la hadita
Llegamos hasta un punto donde la policía nos frenó, en este punto es donde me deberían de poner las veinte o más multas que no se como pagaré.
- Baja - Le dije a Bella a lo que ella asintió
- Eres la única a la que no sentirá llegar, Bella - Dijo la hadita hablando con ella pero lo ignore para girarme a la ventana con una sonrisa inocente al ver a los oficiales tocar la ventanilla
- ¿A donde voy? - Preguntó alterada
- ¡Al pie de la torre del reloj, de prisa!
Cerró la puerta dejando que ella se siente correctamente, nos tocaría lidiar con los oficiales hasta que podamos ir con ella. Me miro algo asustada así que le di una diminuta sonrisa que se borró al escuchar otro toque del policía.
Baje la ventanilla con una mueca mientras el apuesto oficial nos miraba buscando una respuesta. Alice estaba con anteojos y un pañuelo tapándose de sol, evitando la mirada del oficial.
- buongiorno poliziotto - Sonreí forzada
- Devono scendere dalla macchina - Pidió serio
- Haz algo - Me pidió
- ¿Qué quieres que haga? - Me giré a ella estresada - ¿Quieres que lo manipule y se baje los pantalones o qué?
Ella inclinó la cabeza con una sonrisa obvia haciéndome rodar los ojos, me gire nuevamente al oficial para poner mis ojos en carmesí.
- Perdonami - Me disculpe para poner mi mano en su mejilla y enviar una ráfaga a su mente
Sus ojos se pusieron de mismo color mientras me miraba hipnotizado, Alice se mordió el labio viendo confusa mi acción.
- No que se baje los pantalones necesariamente - Respondió
- ¿Y qué hago? - Bufe
- Dile que nos deje ir - Asenti girandome al oficial quien miraba nuestra conversación atento
- Puoi andare, lo dimenticherò - Alejé mi mano para sonreír con autosuficiencia y girarme victoriosa a la vampiro
- Bien, vamos más adelante
Nos bajamos corriendo del auto cuando lo estacionamos lo más cerca de la torre del reloj, pero ver tantas capuchas rojas me confundía, aún así Alice me tomaba de la mano mientras seguía el olor de Bella.
- Alice - Señale la puerta de la torre
- Bien
Caminamos hasta la puerta donde ella me frenó, podía sentir la presencia de varias personas del otro lado, sus auras me provocaban escalofríos. Eran de el color más negro e impuro. Me miró dudosa pero yo le guiñe un ojo empezando a usar mi valentía para entrar.
- ¿Puedes abrir eso? - Señale la puerta de época antigua
- Me ofende que lo preguntes - sonrió empujando con fuerza la puerta para verme victoriosa
- Pareces mi hija - Reí al ver como disfrutaba cada victoria que hacía y su sonrisa de autosuficiencia
- No estoy muy lejos de serlo - Entró dejándome confusa pero la seguí
Entramos a la gran sala dejándome ver la escena mientras Alice se quitaba su disfraz. Bella estaba abrazada un chico de cabello cobrizo que supe diferenciar como Edward. Pero el estaba mucho más apagado que en sus recuerdos dejándome un peso en el pecho. Parecía Bella en su depresión. Ahora me daba pena haberlo juzgado.
Detrás de los enamorados estaban dos vampiros que creo recordar eran de la guardia Vulturi, uno era de gran estatura mientras el otro era más bajo. Sus ojos carmesí parecían ser iguales a los míos. La diferencia era que los suyos eran demoníacos, capaces de provocar pesadillas hasta en los padres.
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