CAPÍTULO 27: EVOLUCIÓN
—— EVOLUCIÓN ——
Elara miró con atención las barras. Hacía mucho tiempo que no practicaba, y por una vez, en mucho tiempo, había decidido afrontar aquel miedo que por años la había acosado. Sin dudarlo ni un solo segundo, la mujer lobo se preparó y haciendo un salto comenzó a balancearse. Cuando ya consiguió la velocidad que necesitaba cambió de barra mientras hacía un giro, por primera vez en mucho tiempo todo su mundo se redujo a aquello. Volvía a ser una chica de catorce años que se preparaba para las competiciones, que se esforzaba para ganar y poder demostrar algo que, aún, no llegaba a comprender.
—¡Elara!— El grito de Alexander provocó que la morena se asustara y, en el salto, no llegara agarrarse, lo que provocó que cayera, pero gracias a la colchoneta y a sus reflejos apenas se hizo daño.
—¿Estás loco? ¿Cuántas veces te he dicho que no hagas algo así?— Su hermana le miró preocupada mientras se cruzaba de brazos.
—No deberías de hacer cosas así, menos estando en el estado en el que estás.— La recordó Alexander haciendo sonreír a su hermana.
—No te preocupes. ¿Desde cuándo pongo en peligro yo a alguien?— Le sonrió Elara.
—¿Es que te pasa algo?— Preguntó en ese momento Brett.
—A mi no. A Alexander tal vez sí.— Habló Elara mirando a su hermano pequeño con una expresión asesina.
—No sabía que estaba aquí.— Se defendió el brujo.
—¿Qué está pasando?— Preguntó Brett confundido, pero antes de que alguno de los mellizos pudiera responder, Alexander desapareció llevándose un gruñido por parte de su hermana. —¿Estás bien?— Volvió a preguntar el rubio con confusión.
—Sí, estoy bien, Brett. Pero debes de guardarme un secreto. Nadie puede enterarse, ni tan siquiera Lori o Satomi.— Aseguró su prima con seriedad.
—¿Por qué iba a decirla algo a Satomi?— Preguntó confundido el hombre lobo.
—Es tu Alfa...— Murmuró Elara con obviedad.
—Era. He hablado con ella y la he dicho que quiero abandonar su manada, se que es una decisión peligrosa, porque los Omega no sobreviven solos, pero espero ser un Omega por poco tiempo. Quiero ser parte de tu manada, Lara. Si me dejas.— Sonrió el hombre lobo haciendo que su prima le devolviera la sonrisa.
—Por supuesto que puedes ser parte de la manada Brett. Pero tienes que guardarme un secreto, por qué se que no vas a parar hasta saberlo.— Brett asintió dándola la razón a Elara, para después esperar a que hablara. —Estoy embarazada.— Confesó haciendo que Brett abriera los ojos sorprendido.
—Eso no me lo esperaba. Espera, ¿como que estás embarazada?— Elara sonrió al ver el ataque de ansiedad que le había dado.
—¿Te tengo que explicar cómo se queda embarazada una mujer?— Preguntó Elara riéndose.
—No, tonta. El proceso le conozco. Lo que quiero decir, es que, ¿no se te ocurrió algo para evitarlo? Por qué lo tuyo es masoquismo. ¿No hubiera sido mejor esperar o que fuera en otro momento que no con una lista de muerte?— Ambos rieron mientras se sentaban el uno frente al otro.
—Y lo evitaba pero parece ser que a alguien se le ocurrió cambiar mi píldora de mujer lobo por una normal.— Puntualizó Elara con fastidió. —Pero el caso, nadie puede enterarse. Es un secreto que solo saben Lydia y Alex, así que como se lo cuentes a alguien te juro que cobraré tu precio de la lista.— Le amenazó Elara haciendo que el hombre lobo tragara saliva con dificultad, al ser consciente de que su prima era capaz de hacer algo así.
—¿Nadie más lo sabe? ¿Ni Derek?— Elara volvió a poner una mueca de cansancio y de aburrimiento.
—No, no lo sabe. Y no lo va a saber, todavía. Voy a esperar a que todo se calme. Lo último que quiero es que se sepa que hay una mujer lobo embarazada por la que piden treinta millones.— Brett rió al escucharla.
—Bueno, pues cuentas conmigo para ocultar el secreto y cuidar del bebé.— Dictó el rubio sonriendo.
—Gracias. Y cambiando de tema, ¿por qué has abandonado a Satomi? Es decir, llevas siendo parte de su manada desde siempre.— Brett bajó la cabeza y miró a su prima.
—Simplemente sentí que debía de hacerlo. No se por que, fue un impulso. Pero eres mi familia, al igual que lo es Lori y, aunque tengas a muchos que te protegen, nadie sabe lo que es ser el Beskyttende.— Elara bajó la cabeza mientras comenzaba a jugar con su anillo. —He leído todos los diarios de mi abuelo, todas sus anotaciones, todas sus explicaciones. Le conozco perfectamente, se por lo que estás pasando y, aunque tienes una manada, a veces se necesita a alguien que no te juzgue.— Brett miró a su prima con certeza.
—Estuve leyendo los diarios de Dorotea, Brett. Creo que es posible que estés comenzando con tu lado de vidente. Según la abuela, los hombres no son como las mujeres, no tienen las visiones directamente, sino que son impulsos. Tal vez ese impulso por tu parte de ser miembro de mi manada haya sido inducido por ello.— Explicó la mujer lobo haciendo que Brett le mirara sorprendido.
—¿Estoy convirtiéndome en vidente?— Preguntó incrédulo, al mismo tiempo que su expresión era de miedo y de alivio. —¿Pero como lo controlo?— Brett miró a su prima confundida.
—No lo controlas, Brett. Te dejas llevar por ello.— Explicó Elara con tranquilidad.
—Pero tú tuviste que usar el collar para controlarlo.— Replicó el nuevo Beta haciendo que la mujer lobo pusiera en blanco sus ojos.
—Por que las visiones me hacían vomitar sangre y aparecía con heridas.— Respondió con obviedad. —El collar no me enseñó a controlarlo, simplemente me ayudó a que mis dos lados coexistieran. Yo no nací siendo una mujer lobo, Brett. Fui mordida. Tu, en cambio, naciste siéndolo, llevas toda la vida con esos dos lados. Ambos han nacido juntos y han sabido coexistir. Esa es la diferencia.— Explico Elara haciendo que Brett la mirase confundido.
—Pensé que ambos eran aptos para estar en un mismo cuerpo.— Dijo mientras Elara ponía una expresión de duda.
—Creeme que no fue nada agradable tener ambos lados. Un lado sin control y otro siendo el Beskyttende. Créeme que fue sangriento y doloroso. Pero ser vidente no está tan mal, ver la muerte me ayuda a saber que ha pasado. Pero nuestros lados van a ser diferentes, tu no verás la muerte, sino que sentirás fuertes e incontrolables impulsos. No es tan difícil como crees, y menos estando yo para ayudarte.— Brett sonrió mientras Elara se ponía de pies. —Hay que empezar.— Sentenció haciendo que el Beta la mirara confundido.
Elara camino por el viejo gimnasio hasta llegar a un pasillo oscuro y prácticamente abandonado por el tiempo. Brett siguió a su prima sin saber muy bien a donde iba, solamente sabía que podría, siempre, confiar en ella. Y ese sentimiento no sabía si era debido a su nueva naturaleza o si por qué ella no le había dado motivos contrarios para no tener confianza.
Finalmente ambos llegaron hasta una especie de vestuario, la mujer lobo se acercó a una de las taquillas y de ella saco un pequeño cuaderno, que le tendió a Brett.
—¿Qué quieres que haga con él?— Preguntó confundido mientras le abría encontrándose con líneas verticales y horizontales que terminaron convirtiéndose en palabras.
—Si consigues ver lo que esas líneas ocultan, será una afirmación de lo que pasa. Es un diario que escribió la abuela, explica cómo ayudar a los hombres de nuestra familia.— Explico Elara con completa tranquilidad, lo que hizo que Brett la mirase completamente sorprendido y agradecido.
—Si te consuela veo en vez de símbolos, palabras.— Admitió haciendo que Elara le mirase con un poco de sorpresa.
—Oficialmente eres un vidente, Brett. El cuaderno te enseñará lo que yo no puedo enseñarte. Al menos, tu lado de vidente no va a ser tan complicado de controlar.— Aseguró Elara mientras se cruzaba de brazos. —La abuela explica que la única forma que existe para que tengas una especie de control, es no dejarte llevar por esos impulsos.
—Lo dice como si fuera así de simple y de fácil. Y puedo asegurar que no lo es.— Afirmó Brett soltando un gruñido de frustración.
—Aprenderas, Brett. Es algo que nos viene dado. Si aprendiste el control, aprenderás esto.— Afirmó la mujer lobo dedicándole una sonrisa que rápidamente su primo la devolvió.
★★★
¿Amo a Brett?
Sí, lo hago. Y me moría de ganas de publicar este capítulo porque es uno de los pocos que se enteraran. Como dije, antes de que se llegue a enterar Derek, lo hacen 5 personas. Han aparecido 3, faltan dos. ¿Quienes creéis que serán los dos restantes?
Bueno, realmente no es un capítulo muy importante, ni tampoco voy a explotar el lado de vidente de Brett, pero quería mostrarlo. No se, dejar el dato de que está ahí.
Realmente, cada vez queda menos para que todo termine. Y realmente estoy llorando internamente. Bueno, advierto de que no voy a matar a nadie más, salvo a aquellos que mueren en la serie (a excepción de Brett) Con Søren será algo diferente.
Pero estoy cada vez más emocionada, porque os voy a hacer sufrir en algunos capítulos. Y garantizó que va a haber drama hasta en el último capítulo de esta historia.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥
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