—— RASMUS VANG ——

A diferencia del resto de familias, la de Elara estaba formada de toda clase de personas. Desde Kiernan, siendo un padre sobreprotector en la mayoría de asuntos que llegaba a enterarse y que involucraban a su hija, hasta Minerva, la cual, a pesar de preocuparse por sus hijos les daba esa libertad y confianza que otros padres serían incapaces de dar.

Pero a pesar de esas diferencias, Elara sabía que podía confiar plenamente en su familia, a excepción de Gerard y Kate, pero no solo lo hacía con ellos, sino en todo su entorno, inclusive Rasmus y Freya. A pesar de su reciente llegada, la mujer lobo tenía esa sensación de que ellos no iban a hacerla daño. Nunca había sabido de donde venía esa confianza por su parte hacia los demás, lo único que sabía era que ellos no harían nada contra ella o el resto y, eso, era motivo suficiente.

Pero desde la aparición de Heather, todo parecía haberse complicado en la vida de Elara al mismo tiempo que todo se solucionaba. Søren había desaparecido, cosa que podía ser bueno y malo al mismo tiempo; la lista había disminuido con la muerte de varios de sus integrantes y con la introducción y la eliminación de otros; y, sin duda, lo que no había cambiado nada, eran los progresos de Elara en relación con su rugido.

Cualquier esfuerzo por su parte, como las anteriores veces, había resultado ser nulo. Lo que provocaba el aumento de irritabilidad en relación con ese asunto, y con cualquier otro en general.

—Si sigues gruñendo así voy a llegar a pensar que tienes la rabia, Lara.— Puntualizó Derek con diversión al mismo tiempo que la morena le lanzaba una mirada asesina.

—Gruño porque me duele.— Se defendió la morena mientras se tocaba el cuello al mismo tiempo que notaba la presencia de alguien más. Sin pensarlo, la morena sacó un cuchillo que llevaba escondido, asustando al pelinegro, el cual retrocedió mientras se percataba de que pasaba algo. El hecho de estar perdiendo sus habilidades de hombre lobo le frustraba bastante, sobretodo en momentos como ese.

—No es necesario que uses el cuchillo.— Habló Rasmus saliendo de entre las sombras acompañado de Freya. La cual, con un simple chasquido de sus dedos, hizo desaparecer a Derek. Llevándose un gruñido por parte de la Alfa.

—¿Era necesario?— Preguntó Elara mientras se cruzaba de brazos.

—Para que pueda hablar contigo, sí.— Respondió Rasmus al mismo instante en el que Freya desaparecía.

—Quieres que mate a tu hermano, el cual quiere matarme a mí y al mismo tiempo no ha dado señales de vida desde que tú y Freya habéis aparecido. Cosa que agradezco, en parte.— Puntualizó Elara haciendo que Rasmus sonriera al darse cuenta de que la chica era bastante directa.

—Quiero que le salves, Elara. Matar a alguien requiere de valor, valor que se que posees. Pero, es de valientes dar segundas oportunidades.— Al escucharle, Elara le miró desconfiada.

—Se dar segundas oportunidades, pero también tengo en cuenta el daño que me hayan hecho.— Rasmus asintió, dándola la razón respecto a su opinión.

—¿Le darías una segunda oportunidad a Søren sabiendo su historia?— Elara se quedó en silencio. —Creeme que yo no lo haría, pero... él es mi hermano. Con quien me he criado, quién me protegió, a mi y a mi manada, quién sacrificó su felicidad por la mía, y al mismo tiempo quién perdió a su familia. Por mucho caos que haya hecho, él solo era un hombre que no llegó a entender lo que pasaba, alguien que creía que no tenía a nadie en quien apoyarse.— Rasmus suspiró mientras se acercaba a Elara para después sentarse sobre una mesa. —Lo que te diferencia de tus antecesores es la presencia de una manada, de unos Betas, de una unión. No eres como Søren, al igual que Alexander no es como Freya, ni Scott es como yo. Sois diferentes, a vuestra manera, por supuesto, pero sois fuertes juntos, sois una manada en la que hacéis lo imposible por el resto.— Elara bajó la mirada recordando el momento en el que Stiles fue poseído por el Nogitsune.

—Una manada que se enfadó cuando oculté que mi hermano había sido poseído por su alter ego.— Sonrió ella. —Scott y Alexander no se diferencian tanto de vosotros, Scott es sobreprotector, como tú; y Alex quiere aprender magia, es por lo que vive, como Freya.— Aseguró Elara sorprendiendo al primer Alfa verdadero por sus observaciones.

—Y tu te pareces a Søren, no te das por vencida tan fácilmente. Desde la noche en la que fuiste mordida, al igual que Alexander y Scott, Freya y yo hemos estado pendientes de vuestros actos. Cada adversario que habéis tenido os ha hecho, no solo más fuertes, sino también os ha unido.— Elara le miró confundida. Ella no creía que todo lo que había pasado desde que Scott y Alexander habían sido mordidos, les habían unido. Simplemente se habían ayudado a sobrevivir, cada uno a su manera.

—Que me digas que me parezco a quien quiere matarme no ayuda mucho, Rasmus.— Puntualizó Elara con obviedad.

—Posees algo que no he visto desde Søren. Compasión.— La mujer frunció el ceño al escucharle. —La compasión no siempre es algo fácil, hay momentos que requiere de valor.

—¿Qué quieres decirme con eso?— Preguntó Elara extrañada.

—No te pido que mates a Søren, sino que le recuerdes quién era. Él no era así, era todo lo contrario. Era como tú. Y las circunstancias le transformaron, quiero recuperar a mi hermano, como tú conseguiste recuperar al tuyo.— Habló Rasmus justamente cuando Scott aparecía.

—¿Tú sabías de esta encerrona, Scott?— Preguntó Elara cruzándose de brazos.

—Freya me citó aquí, Lara.— Comentó él mientras miraba a su antepasado.

—Quiero hablar con ambos.— Les anunció Rasmus con seriedad. —Søren no actúa como Freya o como yo, actúa de otra forma. Posee cuerpos. Jamás le veréis atacar con su verdadera apariencia, e irá a por alguno de los dos.— Les informó el ojiazul con certeza.

—¿Y con su apariencia de lobo?— Preguntó Elara mientras comenzaba a jugar con su collar.

—Sí, atacaría. Pero es arriesgado. Sobretodo cuando ni tú misma tienes el control de esa misma transformación. La transformación en su máximo esplendor, de un Beskyttende, no es igual a la de un hombre lobo normal. Esa transformación, no solo lleva la práctica de aprender a transformarse y a destransformarse, sino también tienes que aprender a tener el control de tu lado animal.— Explicó Rasmus haciendo que Scott y ella intercambiarán una mirada en señal de que esa idea quedaba descartada.

—¿Alguna idea?— Preguntó Scott con temor al saber del peligro que Søren suponía.

—No os separeis, en especial vosotros dos. Sois fuertes por separado, tenerlo eso siempre claro. Pero juntos... Sois las criaturas más poderosas que pueden existir, no solo por la fuerza que tenéis por ser quiénes sois, sino por la fuerza que vuestra manada os proporciona.— Rasmus miró a Scott sonriendo, el cuál bajo la cabeza.

—No siempre estaremos juntos.— Le recordó Elara. —Aunque seamos los Alfas de una manada, aunque a ojos de lo sobrenatural seamos hermanos, también tenemos el derecho de hacer una vida y una historia al margen de ser hombres lobo.— Habló esta vez Elara.

—Juntos o no seguimos siendo una manada.— Habló Scott con certeza. —Lo fuimos desde el momento en el que recibimos la mordida. Por eso Peter quería que os matáramos, por eso te atacó de aquella forma. Desde que Stiles y tú nos habéis ayudado, hemos sido una manada.— Añadió Scott con certeza haciendo sonreír a Elara y a Rasmus, ya que, finalmente, estaba hablando como un Alfa. —¿Por qué sonreís?— Preguntó confundido el moreno.

—Al fin hablas como un Alfa, Scotty.— Sonrió Elara orgullosa.

—Sois Alfas, esa es vuestra ventaja sobre mí y sobre mi hermano. Puede que Søren tenga más poder y más fuerza que yo, pero eso es relativo. Buscará la forma de encontrar vuestros puntos débiles, para atacaros a partir de ellos. No sólo son vuestros puntos débiles, también son los que os hacen fuertes.— Les explicó Rasmus al mismo tiempo que Elara bajaba la cabeza pensativa. Ella no opinaba igual, su punto débil, el cual era su manada, jamás podría hacerla fuerte. Que alguno de ellos saliera herido no la ayudaría a ser más fuerte, la ayudaría a despertar ese lado oscuro que solo le mostró al alter ego de Alexander. Un lado oscuro que no quería que volviera a despertar.

★★★

Sin duda amo a Rasmus, no se si he conseguido que se parezca a Scott o no (aunque mi objetivo era que se le pareciera) pero estoy satisfecha y orgullosa del resultado.

Este no es un capítulo importante, pero si un detonante para el final.

Pero lo interesante e importante es lo que va a pasar en el próximo capítulo, porque puedo aseguraros de que vais a matarme y, creo que posteriormente, a quererme. Pero el próximo capítulo será no solo decisivo e importante, sino el desencadenante de lo que sucederá en el resto de la historia, dando inicio a otra parte de la trama.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥