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- ¿podemos hablar? - Remus entra de lo mas molesto a mi cabaña y voltee hacia atrás para ver si alguien lo había visto entrar pero ni siquiera me deja fijar la vista en otro lado cuando ya me esta tomando de los hombros. - hablo en serio Meredith.

- creo que ya estamos hablando. - moví los hombros para que me soltara y me cruce de brazos. - ¿ahora qué? 

- ¿qué fue eso de allá afuera? ¿por qué nunca le dijiste la verdad respecto a nada? ¿sabe de Cassie?

- Remus, estoy en todo mi derecho de guardarme mi vida personal ¿okay? no es algo que me encante estar contando y no me parece correcto el que Connor tenga que hundirse en mis problemas.

- ¿somos un problema?

- claro que lo eres. - empecé a molestarme y lo empujé. - claro que eres un problema para mi porque eres... eres...

- qué.

- eres un odioso.

- oh que lindo, es como regresar a Hogwarts. - dice con tono dulce pero para molestar y por ello lo vuelvo a empujar. - adelante, hazlo las veces que quieras hasta que te sientas realizada.

- ¿por qué tienes que ser tan molesto? tan insoportable y tan infantil. Las cosas cambian Remus, yo he cambiado, tu has cambiado... no tiene sentido que sigamos en este circulo vicioso donde uno de los dos esta siempre preocupado por el otro y...

- ese es el problema, Meredith. - lo miré con confusión. - te pienso todo el tiempo y eso me hace preocuparme por ti y me hace... 

- ¿te hace qué?

- no puedo expresar con palabras lo mucho que te amo y se que ese sentimiento debió haberse quedado atrás pero es evidente que no y no puedo hacer ya mucho para ocultarlo. - lo miré con la boca abierta. 

- no me amas. No digas eso ya que, realmente no lo sientes. 

- oh ¿ahora sabes mas de mis sentimientos que yo? - le puse los ojos en blanco y me voltee para irme pero me detiene tomando de mi mano. - no quiero que te vayas.

- no me voy a ir aun.

- no puedo permitirme el dejarte ir una vez mas, yo no puedo, yo... - su voz empezaba a cortarse y en ese momento, obtuvo mi interés por completo. - ¿tu no te sientes de esa manera?

- es demasiado tarde, Remus. - dije con tristeza y acaricié de su mejilla pero el no estaba listo para oír eso y solo lo veo caminar hacia el otro lado. Antes de que el decida irse, yo por igual debía decírselo. - sigo enamorada de ti, por igual.

- ¿lo haces? - el voltea a verme por fin y lo veo sonreír, eso me hizo sonreír a mi. 

- dices que Connor no sabe nada de mi vida, bueno... no me hace feliz abrirme con otras personas. Nunca me ha gustado y nunca me ha sido fácil, no hasta que te conocí. - reí nerviosa. - quiero decir, hasta que te conocí de verdad. Remus, tu eres la unica persona en el mundo que me ama y me aprecia con todos mis dramas y malos detalles y...

- el que no te guste leer... - ambos reímos ante ello. 

- ¿tu crees que al verte este fin de semana yo no iba a morirme de amor? literalmente han sido los días mas difíciles de toda mi vida.

- pudieron ser difíciles pero tenerte cerca de nuevo fue mas que grato. - se acerca a mi y coloca una mano en mi mejilla. - tenerte cerca... poder olerte... - pasa su mano ahora por mis hombros. - sentirte a mi lado... - cerré los ojos ante ello. - era algo que necesitaba y creo que no lo sabía.

- no podemos. - negué con la cabeza y me quede viendo de sus labios. - sé que suena tan fácil en nuestras mentes pero no lo es.

- ¿cuándo nos hemos ido por lo fácil y ordinario? - reí ante ello pero se interrumpe con el beso de Remus. 

No me quité ni un segundo, no negué el beso ni intenté hacerme un lado, literalmente lo dejé ser y por igual empecé a besarlo. Demonios, en serio deseaba besarlo con locura, lo he extrañado tanto que este momento era la gloria para mi. Sus manos se cierra alrededor de mi cintura y pega mi cuerpo al suyo, mientras nos besamos con desesperación. 

Sus labios encuentran su camino en mi cuello y mis manos se apoyaban en sus hombros para no tener que caer ante tan buena sensación. 

REMUS POV

Ella empieza a retirarme la camisa, a lo que yo decido ayudarle y veo como empieza a sonreír una vez que me ve pero no me encontraba dispuesto a que ella siguiera analizando si he cambiado o no y mejor me volteo para tenerla entre mis brazos y la coloco sobre la cama. Traía un vestido, uno el cual la hacía lucir tan preciosa como siempre pero que de igual manera me mataba con lo sensual que lucía y hasta dude en si prefería verlo con el o sin el. 

Bajé los tirantes con desesperación y veo como estos se rompen pero ninguno de los dos presta atención a ello y empieza a bajarse ella misma el vestido. 

- me he torturado toda la semana tratando de no imaginarte de esta manera. - dije sin poder dejar de verla pero es ella quien me toma del cuello para de nuevo acercarme a ella y bajar la cabeza. 

Me inclino y empiezo a besar del escote de su pecho, el cual me volvía loco y me hacía gemir desesperadamente, mientras acudía a mi otra mano para tomarlos con fuerza. Ella arquea la espalda ante ello y solo la escucho gemir, lo cual me hace prenderme aun mas. 

La amo, la necesito a mi lado y quiero pasar cada noche por el resto de mis días con ella. Meredith me encantaba, no solo fisicamente sino que su persona. Y así como ella se abrió conmigo como para decirme que solo conmigo puede sentir esa confianza, hablando yo de ella, yo realmente no puedo estar tan a gusto con nadie, no como cuando se trata de ella. Cada que algo bueno pasa en mi vida, deseo poder contárselo y cada que algo malo pasa, quiero pasar ese momento a su lado y ahora, ahora estaba en la gloria al tenerla entre mis brazos y de nuevo mía y solo mía.

Como dije, estando viviendo un día antes de la luna llena alteraba mis emociones demasiado, y esta no era la excepción. Estoy duro como una maldita piedra y la necesito desesperadamente. Me sentía salvaje, desesperado, deseando terriblemente todo esto y es que no recuerdo haber estado tan prendido anteriormente. Supongo que se debe a que la extrañaba, han pasado años sin verla así de excitada por mi, sin tenerla entre mis brazos y sin que ella me suplicara el que estuviera dentro de ella. Todo eso... me mataba. 

MEREDITH POV

Me acomodé a un lado suyo para bajar de sus pantalones y ropa interior, y madre mía, como extrañaba a este hombre. Estaba literalmente sonrojada de solo verlo así de duro solo por mi. Pero Remus estaba con toda la disposición del mundo de moverme a su voluntad y me vuelve a acomodar en la cama acostada, para acomodarse encima mio y sigue besando de mi cuello. De mi pecho, de mis hombros, de mis brazos... causando una sensación deliciosa en mi y haciéndome desearlo aun mas y mas. 

No lo voy a negar, en un momento llegué a pensar en lo mal que esta esto y que como no hemos aprendido de nuestros errores de siempre tener que ser un amor prohibido y como terminamos en el mismo cliché cansado. Pero no estaba para perder ni un solo minutos sin el a mi lado. Lo amaba, lo deseaba, lo necesitaba y el esta aqui para mi en estos momentos y no iba a dejarlo ir. No otra vez.

Cuando menos me doy cuenta, el ya estaba penetrándome y estaba por gemir pero me calla con un beso en la boca y nuestras lenguas se entrelazan. Sus manos recorren mis muslos y yo tan solo me abrazo de sus hombros, cuando el empieza a presionar hacia mí. Gimo, y me muevo al mismo ritmo que el, sintiendo la fricción de su creciente elección. Y me es mas fácil cerrar los ojos mientras el me besa el cuello y sigue empujando contra mi. 

Entierro mis manos en su cabello pero el me toma de las manos y me las detiene lado a lado para seguir el haciéndome suya. Su cuerpo presionado al mio y sus manos a ambos lados de mi cara. 

- eres todo lo que necesito... - respira, moviéndoselo a un ritmo dolorosamente lento dentro de mi. - y todo lo que quiero.

- te amo. - dije mientras lo besaba suavemente, siguiendo el ritmo de nuestro movimientos. - te necesitaba. - admití al igual que el. - y te deseaba. - el sonríe ante ello y solo siento como me vengo alrededor de el.

Se inclina para besarme con ternura y se deja ir por igual. Lo siguiente que se es que deja caer la cabeza a un lado mío para descansar y ambos con la respiración de lo mas agitada, descansamos viendo hacia el techo pero después nos miramos, y reímos. 

Me cubrí el rostro pero es el quien se acomoda de lado para verme y me toma de la mano para besarla. 

- ¿qué rayos vamos a hacer? - pregunté por fin mirándolo. 

- realmente no lo sé. - el levanta ambos hombros y me acaricia la mejilla. - lo único que se es que no quiero dejarte ir, Meredith.

- yo tampoco. - tomé de su mano ahora yo. - supongo que... tenemos que... - suspirar hondo. - comentárselo a nuestros amigos.

- dudo que a Sirius y a James les importe mucho. - le empujé porque se que el sabe bien a que me refiero y solo ríe. - lo sé, lo sé. - el hace una mueca.

- ¿te puedes quedar a dormir conmigo? no tiene porque saberlo nadie, podemos... podemos levantarnos temprano y te vas rápido antes de que alguien vea y...

- no tenemos que acudir a ello. Ya no más, no estamos en un momento de nuestras vidas donde nuestro amor tiene que estar en secreto y deberíamos entender eso de una vez por todas.

- a decir verdad, en estos momentos si pareciera que si. 

- okay si, digamos que ahora si. Pero ya no soy mas tu profesor y ya no somos mas un problema para nuestros seres queridos... - sonreí al ver lo decir tan tranquilo. - no tengo porque fingir mas que no estoy terriblemente enamorado de ti, quiero estar contigo abiertamente. 

- yo también lo quiero. - le di un beso. - te quiero. 

...

Al día siguiente, desperté y ya no vi mas a Remus a mi lado. Intuí que seguimos esa idea de que se despertara temprano y terminara yéndose antes de que los demás sospechen algo. Me puse mi bata encima y caminé hacia mi baño para lavarme los dientes y a cara, cuando veo que en el escritorio había toda clase de flores. Sonreí ante ello porque se que eran las flores de la parte del bosque donde estuvimos ayer comiendo, las reconocí. Las hizo un ramo y las abracé contra mi.

Obviamente después las puse en agua y salí en busca de el pero uno veía rastro. Hasta que alguien me tapa los ojos y reí ante eso.

- me gustaron mucho las flores.

- ¿cuales flores? - me voltee para ver quien era detrás mío y era Connor. - ¿te regalaron flores?

- ¿qué haces aquí? - pregunté y vi que James y Lily por igual iban saliendo de su cabaña y Sirius estaba platicando con Harry y Ginny al fondo.- creí que ya te ibas.

- si pero en fin, te vas hoy, supuse que podía esperar solo un día. - el levanta ambos hombros y se acerca para besarme pero veo a Remus pasar detrás nuestro y sabía que era momento de tener la platica. 

- ¿podemos hablar?

- um... si. - el dice y me toma de la mano. - claro ¿en tu cabaña?

- ¿te vas a quedar a desayunar? - James le pregunta y niego mil veces con la cabeza aprovechando que Connor volteo a verlo y no podía verme deseando en serio que no estuviera aquí. 

- primero platiquemos, por favor. - le dije y voltee a ver a Remus pero el no me dice nada realmente y se va a servir un poco de café. Suspiré hondo y caminé lejos de donde ellos estaban para que no escucharan.

Tengo nervios, no lo voy a negar.