—— DESEOS DE VENGANZA ——

Al escuchar a su padre decir aquel nombre la rabia recorrió cada fibra de su cuerpo. Solo quería matarla, quería hacerla sufrir el mismo grado que lo había hecho ella con aquellas víctimas y su familia. En aquellos momentos, lo único que Elara quería hacer era vengarse, desatar toda la furia que estaba en su cuerpo. E iba a hacerlo.

La morena salió del hospital, sabía que no podía contar con la ayuda de nadie de su entorno, ninguno de ellos sería capaz de enfrentar a Jennifer, ninguno, tendría el poder suficiente si ella terminaba los sacrificios, por eso, y aunque para Elara era traicionar a todos, debía de aliarse con el enemigo. Su padre estaba apunto de morir, personas inocentes estaban haciéndolo, ¿quién sería el siguiente?

Ella llegó hasta una vieja nave industrial, donde vio una espiral hecha con garras, el olor de Deucalion era fuerte, sabía que él estaba ahí o que había estado recientemente.

—Sabía que ibas a acabar viniendo, Elara.— La Beta le miró con seriedad.

—Creo que los dos tenemos un enemigo en común, y lo mejor, para ambos, es acabar con él.— Deucalion sonrió al escucharla.

—¿Y dime? ¿A tu Alfa le parece bien la traición que vas a hacer?— Elara se removió incomoda al escucharlo.

—Mi padre va a morir por su culpa, sinceramente la traición es lo último en lo que debo de preocuparme, Deucalion.— Habló Elara haciéndole sonreír.

—Se que el Darach vendrá a por mí, soy a quien más tiene miedo. Pero tú también eres su objetivo, la última del linaje de los Miles, la única y última descendiente de los primeros druidas que a su vez es el Beskyttende.— Deucalion caminó por el lugar divertido. —Me parece curioso que todos creyeran que venía en busca de Derek, de Alexander o de Scott. Yo nunca dije que venía en busca de un Alfa verdadero.— Elara le miró confundida. —Desde el momento en el que supe que Heather Miles había muerto seguí la pista de su hija, la última de un gran dinastía y la hija de un Argent. Te busqué porque quería que fueras parte de la manada, como druida. Pero me alegró más saber que estabas destinada a volverte un Alfa verdadero, no uno cualquiera, sino el Alfa de la muerte. Algo realmente único y terrorífico.— Elara tragó saliva con dificultad. —Sabía que terminarías viniendo a mi, porque se que odias los secretos o que te oculten cosas, por eso supe que acabarías cediendo en cuanto supieras la verdad. Te tienen miedo, Elara. Temen lo que hay en tu interior, y tu también tienes miedo de ello.

—Yo jamás he dicho que tenga miedo de ser lo que soy, Deucalion.— Habló Elara con frialdad mientras sentía el dolor de Derek, algo estaba pasando.

—No, no lo has dicho. Pero lo piensas, lo sientes. Ellos han hecho que tengas miedo de ti misma. ¿Esta mal tener el poder para proteger a quienes quieres? Ellos no lo ven así, estoy seguro que creen que tienes maldad, odio, resentimiento y ganas de venganza en tu interior, por lo que viviste hace trece años. ¿Realmente ellos te conocen? Es algo triste de replantearse, sentir esa clase de traición, sobretodo siendo tu, la que más ha sacrificado por ellos. ¿Te lo han agradecido?— Elara bajó la cabeza.

—No.— Susurró.

—Por mucho que exista la conexión, por mucho que haya una marca, nada se compara al poder que albergas en tu interior. Y es bueno saber que llevas ese anillo, pero la pregunta, Elara, es ¿estás lista para ayudarme a luchar contra ellos, contra tu manada, tu familia y tus amigos?— Elara alzó la cabeza con seguridad y miró a Deucalion.

***

Alexander se apoyó en un árbol tomando aire, mientras su hermana le miraba preocupada. Hacer magia negra no era algo sencillo para él, y menos si era con el fin de tener que salvar y perder a uno de sus padres. Pero debían de hacerlo, se sentían responsables de todo lo que estaba pasando.

—Lara, no puedo hacerlo.— Su hermana sonrió de lado, mientras se acercaba a él y le daba el collar de su madre.

—Eres fuerte, Alexander. No por ser mi hermano, no por ser un brujo, sino porque así eres. Papá nos ha pedido que salvemos a mamá, y eso es lo que debemos de hacer, debemos de salvarla y debemos de matar a Jennifer.— El rubio asintió mientras agarraba con fuerza las manos de su hermana.

—Lara, lo que has hecho...— Ella bajó la cabeza avergonzada. —Se que lo haces para poder detener los sacrificios y para que Deucalion no use a Scott y maté a Derek, pero le estás traicionando. Estas dando la espalda a tu manada, a tu novio. Tu no eres así.— Elara se soltó de su agarré.

—Confía en mí, ¿sí? Solo te pido que confíes en mí y no le cuentes a nadie lo que voy a hacer.— Alexander miró a su hermana confundido.

—Esta bien, Lara. Te daré un voto de confianza.— Dijo Alexander con confianza.

***

Elara entró en la habitación de su madre observando que Minerva estaba completamente dormida, suspiró mientras su expresión se llenaba de tristeza. No podía creer lo que iba a hacer. Sabía que lo que estaba haciendo era algo que ni ella misma se perdonaría, pero ellos eran sus padres y Jennifer debía de pagar, debía de pagar todas aquellas muertes.

—Lara.— La aludida levantó la cabeza al escuchar la voz de Logan. Se acercó a él y ambos salieron de la habitación.

—Gracias por venir.— Sonrió ella.

—A ti por pedirme ayuda. Se lo que tengo que hacer.— Elara suspiró. —Haces bien en luchar.— Elara le miró confundida. —Cuando somos niños no entendemos nada, pero cuando crecemos... Luchas por la familia, por los amigos, por un bien mayor. Ahí es cuando te das cuenta que ya no eres un niño, cuando entiendes que hay problemas más grandes en el mundo.— Logan suspiró. —No dejaré que tu padre muera, Lara. Eres mi mejor amiga, aunque hayamos estado doce años separados. No mereces sufrir la perdida de otro padre, nadie se merece eso.— Elara bajó la cabeza, justamente cuando escuchaba un sonoro gritó que hirió, de gravedad, sus oídos.

***

Cuando Elara abrió los ojos vio a Alexander y a Logan, los dos la miraban confundidos. La Beta se puso de pies con ayuda de ambos mientras que con dificultad detectaba el olor de Jennifer.

—Alex, hay que ir al garaje. Ahora.— El rubio asintió y se transportó con su hermana al sótano, donde vieron como Jennifer amenazaba a todos. En un rápido movimiento Elara la agarró del cuello mientras la elevaba del suelo y la mostraba sus ojos dorados.

—Lara.— Stiles y Scott llamaron a sus amigos.

—No te metas ahora, Stiles.— Habló Alexander observando a Derek inconsciente en el suelo.

—Te lo diré con claridad y una sola vez, Jennifer. Si mi padre, si Tyler, muere, te juro que deberás de huir hasta el maldito infierno para que no te maté, porque como muera te juro que haré honor a la sangre de cazador que corre por mis venas. Si alguien, acaba muerto, te aconsejo que huyas y te escondas de mí, porque nada ni nadie me detendrá.— Elara soltó a Jennifer. —Busca una cura para mí padre, tienes un día. Sino, sabrás lo que realmente significa que sea el Beskyttende.— Alexander y Stiles miraron perplejos a Elara, aquella no era su amiga. Podía sonar como ella, podía verse como ella, pero no era ella. No era Elara. En ese instante, Jennifer aprovechó para crear una especie de sonido que hirió los oídos de todos, permitiéndose huir.

—Elara tiene a mi madre, y al padre de Stiles.— Habló Scott mirando a su amiga. El Beta se acercó a ella justamente cuando Deucalion aparecía.

—Chicos.— Les llamó Stiles.

—No tenemos opción, Stiles.— Respondió Scott mientras agarraba con fuerza la mano de su mejor amiga.

—Siempre hay otra solución.— Elara negó.

—No está vez, Stilinski. Mis padres se mueren, los dos, vuestros padres están en peligro.— Elara miró de reojo a Derek, mientras miraba su anillo. —Todos están en peligro.— Aseguró mientras los dos caminaban hacia Deucalion.

***

Derek se despertó y miró a Stiles y a Alexander, los cuales no tenían buenas caras.

—¿Que ha pasado?— Preguntó el Alfa confundido.

—Tuviste la opción de hacer bien las cosas, y ahora mi hermana y Scott se han unido a Deucalion para evitar lo que ella quiere desatar.— Al escuchar aquello, Derek sintió como una daga, llamada traición, se clavaba en su pecho.

—¿Porque la has dejado?— Preguntó Derek refiriéndose a Elara. El hecho de que Scott se hubiera unido a él no le importaba tanto, como lo de su novia.

—Porque Lara solo quiere evitar que alguien más muera, sabe lo que Deucalion le hará hacer a Scott. ¿Quieres ayudar? No hagas nada. Has hecho suficiente, como todos.— Alexander se puso de pies y desapareció, dejando allí a Derek y a Stiles.

Alexander estaba frustrado con todos. Todos, de alguna forma, eran responsables de la decisión que Elara había tomado, porque ninguno de ellos había creído sus advertencias de peligro, estaban ocupados con los Alfas que no eran capaces de darse cuenta que el verdadero objetivo de ellos, no era ni Derek, ni Alexander ni Scott, siempre había sido Elara. Y ahora, no iban a poder hacer nada para detenerlo.

★★★

Amo que mis personajes traicionen en esta parte. Quienes leyeron Narah entenderán.

Pero ahora sí, Lara no lo hace por Jennifer, lo hace con el propósito de que nadie muera. En especial Derek. Pero también hay que entenderla, lo que les pasa a Tyler y a Minerva la sobrepasa, toda la situación lo hace, lo que provoca que ella no sepa, del todo, como reaccionar.

Pero también se explicará porque Elara está reaccionando así, no os preocupéis.

Mañana se viene lo intenso y espero que os guste.

Y ya queda menos para que los capítulos relacionados con la temporada 3a terminen, y os aseguro que tras lo que pase en el capítulo de mañana, estoy segura que en el capítulo de pasado os gustará su final.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥