
012
🥀: Un niño misterioso.
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📍NOCHE EN LA ALDEA DALLMALY
Meliodas no tardó mucho en unirse al abrazo entre Annabeth y Ban, quienes se abrazaban con tanta hermandad y fraternidad, la cual se podía visualizar a kilómetros. Luego de ver que Meliodas también se unió, de igual modo lo integraron y lo abrazaron con amistad. Diane tampoco tardó mucho en unirse, cargó al trío entre sus brazos, y los apegó a su mejilla con ternura y amistad. Al fin ya cuatro de los pecados se encontraban juntos, tenían que disfrutar del momento.
Los demás presentes los observaban con ternura y bastante contentos, ya que los pecados lograban transmitir aquella felicidad a todos.
Unos momentos después, Diane los dejo en el suelo a regañadientes, ya que ya era hora de comer y debían de terminar con aquel abrazo.
— Bien Elizabeth, te presentaré a Ban, el pecado de la avaricia. — Le anunció el rubio desde su asiento a la princesa, quien se encontraba en la cama.
El zorro aclaró su garganta, y preparó su mejor y más coqueta voz.
— Hola~ Mucho gusto, linda. — Canturreó coqueto para la princesa, recibiendo un pellizco juguetón por parte de Annabeth.
Luego la risa de esta misma fémina se escuchó.
— ¿Y esa ropa que? — Le cuestionó luego de la risa, con una sonrisa divertida ante los pedazos de tela que su acompañante traía.
— ¿Qué? ¿Hablas de esto? — Cuestionó, mostrando falsa incredulidad después de entender que se estaba burlando de sus vestimentas. — No quería estar desnudo frente tuyo o de la princesa.
— ¿No tenias otra cosa? — Siguió Annabeth divertida.
— La encontré por ahí... — Le respondió con aquella sonrisa que le caracteriza.— Ah, y por cierto, hace mucho que no te veo, Diane. — Se dirigió ahora a la gigante.
Visiblemente, Diane rodó los ojos con desagrado y cansancio.
— Yo estaría feliz de no verte después de cien años, exactamente. —Respondió con el ceño fruncido.
— Ay, y bien que me abrazabas junto a los capitanes — Ban sonrió, encarandola.
— ¡Claro que nunca quise hacer eso! — Exclamó Diane a la defensiva.
— Lamento no saludarlo cordialmente, señor Ban. — Está vez se disculpo la princesa.
— No se necesitan formalidades, princesa. Aquí los cinco somos muy buenos amigos. — Ban le dirigió una reverencia.
— Querrás decir seis.
— ¿Qué dice capitán? Aquí solo somos cinco. — Respondió Avaricia con confusión observando a su amigo.
— ¡No tonto! ¡Somos seis!
— Ah, ¿Quien dijo eso? — Se cuestionó Ban, mientras observaba todo el lugar.
Hasta que observó a un cerdo, quien era el que estaba hablando.
— ¡Un cerdo que habla! — Estaba visiblemente sorprendido. — ¿O es que King se obtuvo esa forma? Ay, seguramente te hechizaron, ¿No es así?. — Río.
— Claro que no, parece que King esta muerto. — Contestó Meliodas riendo.
—¿Ya terminaron? —Llamó la atención el doctor con una sonrisa.— Vengan a comer ya, que la comida ya se enfría.
Rápidamente todos corrieron hacia la mesa, menos la princesa, ya que ella se encontraba en cama.
Los tres pecados de estatura humana se sentaron juntos en la mesa; la fémina en medio y los hombres a sus lados. Pero tristemente la gigante no podía sentarse junto a ellos por su gran estatura.
Annabeth levantó la mirada para observar a su amiga gigante, Diane. Ya que la porbrecita se encontraba de pie atrás de ellos, observando cómo todos tomaban asiento.
— Diane, lamento mucho que no puedas sentarte con nosotros. Pero si gustas, me voy junto a ti para cenar juntas... — Habló y sugirió Annabeth hacia su amiga.
Diane negó.
— Me alegra comer con todos ustedes así, Annabeth. — Agradeció la gigante. — No te preocupes por mi, así estoy cómoda.
Y de ese modo transcurrió el tiempo, en el cual los pecados y los demás pasaban tiempo de caridad, diversión y sobre todo, amistad. En donde Diane le daba de comer a Annabeth, se encargaba de llevarle la comida hacia la boca, como si se tratara de una niña pequeña. Y Ban jugaba con Meliodas, cada quien pasaba tiempo junto a sus mejores amigos.
Pero sobre todo, todos comían y disfrutaban de la deliciosa comida.
Un dicho decía; "La comida une a las personas, porque todos comparten ese amor por la comida." y ese dicho fue creado por el conocido cerdo, Hawk.
Ya casi al finalizar, casi todos quedaron borrachos, o bueno, solamente se trataba de Ban.
— Oye Ban, ya deja de tomar mucho. — Regañó la gigante mientras le observaba.
— Desearía que todos los días fueran así de felices... — Escuchó la gigante murmurar la princesa.— Pero creo que falta mucho para eso.
— Oye princesa. — Le llamó Diane — Ya no me interesa seguir peleando contigo. Para ser honesta, hoy fuiste muy valiente.
— ¡¿ Y-yo?! ¡Pero yo no hice nada!
— Tienes un gran poder, el cual está en tu interior, y es la amabilidad que tienes, con ella motivas mi corazón y el de Annabeth. — Siguió diciendo.
— Señorita Diane...
— Oye, princesa, ¿Podría llamarte sólo "Elizabeth"? — Cuestionó con inocencia.
— ¡Si!
En cielo podía comenzar a visualizarse estrellas fugaces, esto ocasionaba un hermoso paisaje en el cielo de la noche. Todos alzaron la vista para contemplar tan lindo espectáculo.
— ¡Papá! ¡Mira el cielo!
— Cuando estrellas fugaces crucen el cielo en forma de cruz, Britania atravesará su momento más oscuro. Es prueba plasmada entre años ancestrales y invoca una guerra entre la luz y las penumbras de la oscuridad. — Relató y explicó el doctor. — Britania pasará por un momento catastrófico...
📍MEDIO DÍA EN
"EL SOMBRERO DE EL
JABALÍ"
Ya todos se encontraban despiertos al ver los rayos del sol. Los dos capitanes se encontraban comiendo en una mesa, aunque también el cerdo se encontraba ahí, de mal tercio claramente. Aquella comida era su desayuno-almuerzo, ya que ya era demasiado tarde, era medio día.
— Oye, Hawk, ¿Por qué me atas tan fuerte? — Preguntó el de baja estatura con inocencia, mientras llevaba una cuchara de comida hacia su boca.
— No hables con la boca llena, Meliodas. — Regaño la castaña mientras jugaba con su comida, la cual comía por obligación, no por hambre o por degustarla.
— ¡¿Porque crees que te ató, cerdo?! — Gritó como siempre el cerdo.
— ¡Ya te lo había dicho, cerdito! Ellos son pareja, dales su privacidad. —Respondió la gigante desde la ventana de afuera.
— Creo que sería mucho mejor organizar nuestro próximo viaje, y cambiar de tema. — Sugirió Annabeth, alzando una ceja, en forma de interrogación.
— ¡Bien! Nuestra siguiente parada será la Necropolis, dicen que han visto a King por ahí. — Obedeció Meliodas a Annabeth, cambiando inmediatamente de tema.
— ¿No habías dicho que ese gordito estaba muerto, capitán? — Preguntó irónicamente Ban con notable resaca, llegando al lugar donde sus demás compañeros se encontraban.
— Es la única pista que tenemos, debemos de seguirla. — Respondió Meliodas.
— Si es la ciudad de los muertos, ¿Debe estar embrujada, no? — Un Hawk asustado se hizo presente.
— Es obvio Hawk. Dicen que King está muerto, claramente debe de estar en la ciudad de los muertos. — Respondió Annabeth al cerdito, desde la cocina, ya que se había encargado de arrojar la comida a la basura. Se había cansado de obligarse a si misma a comérsela.
Regresó con los demás, como si nada hubiese pasado, mientras se limpiaba las manos de los restos de migajas de pan,
Por otro lado, Meliodas la observó indignado luego de haber visto que tiró toda su comida a la basura. Él se había encargado de comprar todos los ingredientes, e incluso fue el encargado de haberlos cocinado. Claramente era indignación fingida, no podría enojarse con ella.
📍LA NECROPOLIS.
— ¡Al fin hemos llegado! — Exclamó Meliodas con emoción.
— Siendo honesta, que lugar más feo. — Murmuró Annabeth con desagrado, mientras su mirada escaneaba todo el lugar.
— ¿Cómo pueden llamar "capital" a este basurero de lugar? — Habló también el cerdo.
— Necesitamos dinero y clientela para la taberna, no importa como sea el lugar. — Dijo Meliodas con entusiasmo encogiéndose de hombros. — ¡Es hora de abrir la taberna!
— Dudo que hayan habitantes por aquí... — Susurró Annabeth para si misma.
— Ay, Annabeth, no seas tan pesimista. — Le regaño Meliodas con diversión, a lo que que Annabeth le dedico una sonrisa divertida.
— ¡Voy a repartir los papeles para cada uno! — Les dijo el rubio a sus compañeros. — Diane, tu serás la encargada de llamar la atención de las personas.
— ¡Si, cualquier cosa por usted y Annabeth!
— Elizabeth, tu me ayudaras siendo la mesera, lo normal. ¿Qué te parece?
— ¡Claro! ¡Lo haré!
— Y por último, Ban y Annabeth, usted-
Muy tarde se percató que las últimas dos personas ya no se encontraban en su sitio, habían huido.
— Se escaparon. — Murmuró con su carita clásica de siempre.
📍ALEJADO A UNOS
2 KILÓMETROS.
Annabeth siguió a Ban al verlo salir de la taberna, solo. Realmente no deseaba que su mejor amigo ocasionara algún tipo de problema que los involucrara, así que, siendo el lobo más metiche del mundo, lo siguió sin importarle cualquier cosa.
Como si se tratara de un lobo intentando cazar a un zorro. Lo seguía con precisión y... Desconfianza.
Ban era conocido por hacer cosas que no eran bien vistas, como por ejemplo; robar, coquetear con cualquier ser femenino que se le cruzara por el camino, meterse en cosas donde no lo llamaban, o simplemente ser Ban: o sea, todo un desastre.
— ¿Qué tipo de lugar es este? —Hablaba Ban solo, con si mismo.
Por otro lado, Annabeth interpretó mal aquella pregunta, había pensado que Ban le había hablado a ella, y que por lo tanto, ya se había percatado de su presencia ahechándolo. Así que un sonido raro se escapó de sus labios:
algo así como un tipo de chillido entre decepcionado y enojado, había sonado tal como un sonido de animal raro.
Y Ban no paso desaparecido aquel sonido. Reconocía la voz de Annabeth a kilómetros, así que rápidamente supo que se trataba de su mejor amiga, acechándolo.
— Awww, Annie, ¿Me estas siguiendo? ¿No puedes vivir sin mi, no es así? —Le cuestionó directamente, con diversión — Ya se que no puedes separarte de mi ni por dos minutos~
Annabeth dio un suspiro pesado y se enfadó con si misma, fue idiota, nunca hubiese llegado a hacer este tipo de falla en una misión real. Así que salió de su escondite y se hizo presente.
— ¿Lo siento? — Se disculpo la chica con diversión, riéndose de si misma.
— Annie, ¿Sabes que seguir a alguien sin su permiso, es de muy mala educación? — Le preguntó con diversión. — Si querías pasar más tiempo conmigo, me tuviste que haber dicho.
— ¿Pasar tiempo contigo? Pero si sólo quería escapar de Meliodas. — Bromeó, acercándose a acariciarle suavemente su espalda — No, bromeo. Solo quería ver que hacías, no quiero que hagas algún tipo de estupidez.
— Auch, me dueles Annie.
Mientras conversaban y caminaban, a lejos la fémina observó a un niño castaño, quien la observaba atento. Ella frunció los ojos para poder verlo mucho mejor, y efectivamente, se trataba de un niño.
O tal vez sólo la apariencia de un niño...
— Ban... —Lo llamó suavemente mientras mantenía su vista en aqudl niño.
— ¿Qué pasa, linda?
— Olvídalo. Iré a ver algo, vuelvo en unos minutos. — Le avisó.
— Está bien, ve, ¡Cuídate!
Annabeth salió disparada para lograr alcanzar al niño, el cual al verla correr hacia su dirección, de igual modo comenzó a correr y a alejarse de ella, no quería que lo atrapara. Aquella velocidad del niño no era normal, por lo que las sospechas de Annabeth se hacían más evidentes cada vez más.
Era un hada, o algo parecido, ya que no corría, si no que volaba, a una gran velocidad. Y evidentemente no se trababa de un niño, era alguien mayor.
La castaña aumento más su velocidad al ver que el hada le llevaba gran ventaja, pero no tardó mucho en alcanzarlo, ya que logró tomarlo rápidamente de la capucha.
Lo tomó con fuerza, lo que ocasionó que ambos cayeran con fuerza al duro suelo, rodando tal como ruedas de carros.
Al caer definitivamente al suelo y terminar de rodar, Annabeth se encargó de quedar en una posición que le ayudara a inmovilizarlo, mantenerlo quieto y evitar que escapara. Lo tomo de las muñecas y quedó encima de su cuerpo.
— ¿Quién eres? — Le cuestionó con brusquedad, apretando sus muñecas.
— Me ofendes, ¿No me recuerdas? —Le contestó de la misma forma mientras la observaba con una ceja alzada, pero no tardó mucho en fruncirla.
— No conozco a algún mocoso igual a ti.
—Soy King, Annabeth.
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🥀: — NOTA DE AUTORA:
ola ola, qué les pareció este cap?
amo amo mucho a king 😭😭😭 niño mas precioso, hermoso, lindote y perfecto
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