Su sueño era perfecto. Corría en un hermoso jardín con cientos de flores a su alrededor. Incluso habían árboles de limones y moras, Perros corriendo y jugando. Y un hermoso atardecer se reflejaba en el cielo.

Todo era Completamente perfecto.

De no ser por el grito de su hermana, insistiendo en que se levantara. Como todas las mañanas, ella la despertaba gritando.

- ¡Astraea!, ¡Levántate! ¡Llegaremos tarde! -
Se dio la vuelta, tapándose hasta la cabeza, tratando de ignorar su chillona voz.

Jeremy pasó por la puerta de su habitación, en un estado adormilado. Estaba segura que él se estaba muriendo de sueño y se estaba esforzando mentalmente para no caer dormido. O sino escucharía nuevamente la voz de Sue hermana Elena, pero esta vez para su parte.

- Jeremy, no te duermas, te estoy viendo.

Jeremy abrió los ojos rápido, fingiendo no estar durmiéndose parado.

- Ve abajo, Caroline dejó unas galletas hechas - Jeremy asintió frotándose el ojo - Ah, y hay café con leche, al punto justo de azúcar, ¡Así que no le heches más! - gritó lo último para que Jeremy, quien bajaba las escaleras, la escuchara.

Pensó que por fin se había ido. Al fin paz nuevamente. Abrazó su almohada, tratando de recuperar el sueño y ese hermoso sueño que había tenido.

Pero una almohada se estampó contra su cara, seguido de un vaso con agua.

- ¡Elena!

- ¡Te dije que te levantarás!, Tú te la buscaste - la retó saliendo de su habitación, sin cerrar su puerta.

Se tiró a la cama mirando al techo, preguntándose si debía levantarse o saltar por la ventana y así no ir a la escuela.

. . .

Por otro lado Bonnie llevaba a su amiga rubia a la escuela en su camioneta mientras Caroline discutía con ella sobre Astraea y Stefan.

- Te lo digo enserió, hay algo entre ellos - insistía a su amiga la rubia. - Hay una tipo de conexión.

La morena iba consentrada en la ruta, intentando poder escuchar lo que su amiga decía, sin chocar.

- No lo se, Caro - decía sin despegar sus manos del volante y sus ojos de la carretera - no olvides que Astraea es la hermana de Elena y Stefan su cuñado, ¡El novio de su hermana!

- ¿Y eso qué? - decía mirándola - que sea su cuñada, no quita que no esté loco por ella.

Bonnie solo atinaba a negar con la cabeza. A veces Caroline solía confundir la amistad con las relaciones amorosas. Pero aún así quería creer que no tenía la razón. Ya que ella misma había visto con sus propios ojos como Stefan la miraba a Astraea.

- Ya lo veras, Bon, Terminaran juntos - apostaba - algo pasará y Stefan tendrá que elegir entre Elena y Astraea, Y eligiera a Astraea.

Solo son amigos, solo son amigos, no serán más que eso.

Trataba de mentalizarse lo más que podía. No quería que Elena Sufriera nuevamente, ya era suficiente con la perdida de sus padres.

. . .

Mientras tanto, Elena, Astraea y Jeremy, se dirigían a la escuela, junto a su hermana, quien conducía.

- ¿Por qué no podemos Faltar? -se quejaba Jeremy desde los asientos de atrás.

- Porque si falta uno, debemos faltar los tres, o sino nos preguntarán y diremos mentiras diferentes y se darán cuenta.

Su hermano solo se quejó y rodó los ojos. Mirando a la ventana.

El transcurso del viaje siguió con normalidad, los tres en silencio, solo escuchando la radio.

Estaban por llegar ya a la escuela, cuando vieron más autos de lo normal y camionetas de noticias estacionadas en la entrada.

- ¿Qué diablos pasó? - decía confundido Jeremy.

- No lo se.

Elena estacionó como pudo debajo de un árbol y se bajó del auto, para ir a ver lo que pasaba.

- ¡Elena! - gritó la del medio.

Ambos hermanos bajaron de auto, corriendo a donde su hermana se había ido.

Se acercaron hasta el montón de gente. Que miraba preocupada a algo. Dirigió su mirada allí y quedó atónita.

Enfermeros dirigían una camilla hacia la ambulancia, tratando alejar a las personas. Que miraban curiosas quien era.

Pero eso no fue nada.

Dos hombres cerraban una bolsa, donde había un cuerpo cubierto de sangre y con los ojos abiertos. Era inexplicable Su expresión de terror. Parecía que había visto algo tan aterrador que se quedó congelada.

Se llevó su mano a la boca, estaba sorprendida en todos los aspectos posibles. Pobre chica, ¿quién había sido capaz de hacer eso? .

Elena buscó su mirada, encontrándose con la mirada de sorpresa que tenía.

- creo que es mejor irnos. De todas formas no creo que tengamos clases hoy.

Elena posó una mano en su espalda alta, alejando a su cuerpo de aquella escena.

Caminando nuevamente a la camioneta, hubo un silencio incómodo.

Elena arrancó la camioneta y condujo hasta un lugar. Que Astraea conocía ya de memoria el recorrido.

Al llegar Jeremy la miró confundido, buscando explicación de por qué estaban frente a La Casa De Huéspedes Salvatore. En vez de estar en su casa.

A lo que Astraea solo levantó los brazos sin tener explicación alguna. Y bajó del auto con la emoción recorriendo su sangre.

Con Elena caminaron hasta la entrada, mientras Jeremy iba detrás de ellas. Elena fue la primera en tocar el timbre, esperando impaciente.

La puerta se abrió dejando ver a un Stefan con una toalla atada en la cintura y el abdomen descubierto.

- Chicas... Aah, no sabia que vendrían... - dijo sorprendido tomando con fuerza su toalla. - por favor, pasen.

Se hizo a un lado dejándonos pasar. Se impreciono al ver a Jeremy, ya que antes no lo había visto. A lo que Jeremy sonrió dándose cuenta del detalle. ya qué no lo había visto por estar mirando a sus hermanas.

- Stefan yo nec-

Stefan no la dejó terminar.

- Si, Elena, solo dame un momento, me cambio y ya te escucho - subió las escaleras casi corriendo.

A los segundos volvió ya cambiado y peinado. Nos hizo que nos sentemos. Luego él se sentó en uno de los sillones, justo al lado mío.

Me miró en forma de saludo. A lo que yo lo mire también, susurrando un "hola". Que ni Elena ni Jeremy oyeron.

- ¿Entonces, Elena?, ¿Qué pasó?

Elena miró a Jeremy en modo de suplica. Él entendió de inmediato y se levantó, yendo a afuera, para no oír lo que decían.

Una vez Jeremy se fue Elena habló.

- Ha habido un asesinato en la escuela, es por eso que vinimos aquí - comenzó a contar.

Stefan la miró frunciendo el ceño, y luego me miró a mi, a lo que asentí a su mirada dudosa.

- Lo hubieses visto, fue horrible. Toda cubierta de sangre y lastimada -recordé negando con la cabeza tratando de olvidar esa horrible sensación.

- ¿Saben quién fue? -preguntó Stefan mirando a Elena.

- No, por eso vinimos contigo... Tal vez, no lo sé... Fue...

Stefan no la dejó terminar al darse cuenta de lo que insinuaba.

- ¿Damon?, no, él estuvo desde ayer conmigo, recién se fue, a llevar a lavar su auto - dijo - además estos días no se ha estado alimentando y si lo hace es muy cauteloso.

Elena se tiró hacia atrás rendida.

-Entonces no se quién puedo haber sido.

-Ni yo, pero si de algo estoy seguro... Es que esto no me da buena espina.

- Menos - concorde.

La cara de Elena se fue iluminó de asombro. Poniéndose de pie habló.

- ¿No crees que haya otro vampiro?... ¿Verdad?

Stefan se encogió de hombros, sin saber que responder.

- Bueno, ya hubo uno, por qué no puede que haya otro- dijo rendido.

A lo que Elena se llevó una mano a la frente, pensando en lo peor. Ahora estaban nuevamente en peligro ella y su familia.