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chapter one.

¿Cómo es que habia llegado a esto?

La verdad no lo sé.

O en realidad si lo se, pero no queria aceptar el hecho de que en realidad lo sabia.

La verdadera pregunta sería: ¿a qué punto iba a llegar esto?.

De un momento a otro pase de ser la mujer responsable y honesta que era, a ser una mujer que estaba en la cama de otra chica, y no solo de cualquier chica, sino de una de mis alumnas, una de las más problematicas pero también la más jodidamente caliente que pude haberme topado alguna vez, Dove.

Yo sabia que no debia estar aqui, pero me era imposible, cada vez que trataba de alejarme, ella encontraba la forma de traerme de vuelta, y lastimosamente, esta tampoco era la excepción.

— Mierda Sofi... no pares.... Oh joder, no te detengas.— ahi estaba otra vez, sucumbiendo a mis bajos instintos, mientras que me encontraba encima de aquella rubia que solo seguia rogando que mis dedos siguieran follandola hasta el cansancio, creanme que trate de resistir, pero no podia hacer mucho, y más cuando aquellos gemidos e jadeos nublaban mis sentidos y hacia que la maldita excitación que sentia por ella en ese momento aumentara cada vez más.

Dios, si que necesitaba follarla hasta el cansancio, asi tal vez entenderia de una jodida vez.

— ¿Crees que acaso pararé?.— susurre de manera ronca, a la vez que mis dedos lograban golpear la parte más sensible de su coño, sacandole un pequeño grito de placer y que sus manos trataran de aferrase a mis brazos torpemente.— No lo haré, hasta que lo único que te oiga gritar sea solo mi nombre cuando te corras.—

Dicho esto, habia tomado sus piernas y la habia jalado hacia mi una vez más, agregué un dedo más aumentando su tortuoso goce, ahora mantenia tres dedos bombeando dentro de ella, su cuerpo comenzó a retorcerse y nuestras respiraciones irregulares se sincronizaban hasta que las maldiciones de Dove se volvieron presentes otra vez.

Mentiria si dijera que no disfrutaba de verla y escucharla asi.

— M-Mas... ¡Más duro, por favor! ¡Carajo Sofia! ¡Haz que me corra ya!.— exclamaba la rubia debajo mio, ahora sus manos viajaron hasta mi espalda desnuda y la arañó con fuerza, sus perfectas piernas rodearon mi cintura, y su boca estaba entreabierta, siendo un desastre de gemidos.

Trató de alzar y mover sus caderas, intentando conseguir lo que queria, pero yo no se la dejaria tan fácil, ya se ha salido bastante con la suya.

— Ni pienses que vas a desobedecerme otra vez.— sujete con más fuerza sus caderas, manteniendolas quietas como queria mientras que desaceleraba la velocidad de mis embestidas como reprimenda, oyendo un profundo gruñido de frustración salir desde lo profundo de su garganta, parecia molesta por mi acción, pero yo solo sentia satisfacción al causar tal reacción, habia conseguido sacar algo de ventaja finalmente a esto.

— S-Sofia, por favor...—

¿Por favor qué? Ni creas que voy a recompensar a una chica tan malcreada y rebelde como tú, no si no haces las cosas bien...— esta vez me detuve, dejando mis dedos quietos en su cálido y húmedo núcleo, para mayor desespero de ella, sentia como sus paredes vaginales se contraian, por lo cual era evidente que estaba al borde del climax, y si tanto lo queria, deberia ganarselo.— Por favor, se una buena chica para mi esta vez y dime que obedeceras...—

Sin embargo, no escuchaba respuesta de ella, solo algunas pequeñas quejas, hasta que algo finalmente escapó de sus labios:

— J-Jodete...—

Apreté mi mandibula, ahora mi mano que sujetaba sus caderas fue directo a su cuello como un impulso imposible de detener, aunque sin ejercer tanta presión. Si habia algo que me enfadaba más de ella, es que hiciera caso omiso a todo lo que decia.

— Di que vas a obeceder, y puede... que te de uno de los mejores putos orgasmos de toda tu vida, o no hacerlo, tú decides cariño.— susurre cerca de su rostro, manteniendo contacto visual con sus lindos ojos esmeraldas, pude sentir que nuestras bocas se tocaban nuevamente, hasta finalmente fundirse en un ardiente beso, que brevemente acabo al verme obligada a finalizarlo, no sin antes de dejar una suave mordida en su labio interior para alejarme por completo nuevamente.— Última advertencia...— murmure, estando a punto de retirar mis dedos de ella.

— ¡N-No no!.— de pronto oi la desesperación en su voz, al parecer notó lo que estaba a punto de hacer.— D-De acuerdo, o-obedeceré... pero por favor, haz que me corra.— susurró apenas audible, que me fue dificil escuchar claro.

— Lo siento, no te escuche bien cariño... deberias hablar más alto.— nuevamente amenace con sacar mis dedos en ella e interrumpir una vez más su extásis, una acción que cual detuvo sujetando mi muñeca con fuerza evitando que la apartara.

— ¡Por un demonio, follame, cojeme, lo que sea pero hazme llegar por Dios! ¡Solo haz que tenga un orgasmo tras otro joder!.— gritó esta vez siendo más clara, dejandose caer por completo nuevamente en la cama.— S-Solo haz que me corra en tus dedos...—

No pude evitar sonreir al escuchar aquello, aunque eso no evitó que sacara mis dedos de su interior, en mi cabeza ya tenia otros planes.

Buena chica, ¿viste que no era tan dificil pedirlo?.— murmuré y me acomode mejor entre sus piernas, de tal forma que nuestras feminidades chocaran entre si, provocando un leve roce entre ambas, el cual me hizo soltar un pequeño jadeo.— Ahora serás recompensada...—

Sujete mejor sus piernas, obteniendo una mejor posición para asi comenzar a mover poco a poco mis caderas contra las de ella, generando una fricción lenta para luego ir escalando de intensidad al ir más rápido, casi al punto de estar montando su coño.

M-Mas... ¡Más Sofia! ¡Mierda! ¡Estoy muy cerca!.—  hasta este punto, los gemidos de las dos eran incontrolables y complicados de detener, los de ellas eran casi suplicandome a gritos que me moviera hasta hacerla venirse, y los mios eran suaves susurros llamando su nombre a través de distintas sensaciones placenteras que estaba teniendo y que hacian que me mojara todavia aún más.

Era cierto... yo no debia estar aqui, no deberia seguir buscandola, pero aqui estaba, y no queria irme.

No cuando esto se habia vuelto una jodida adicción para mi.

~•~

Meses atrás...
Dove POV:

¡Por una mierda! Nuevamente llegaré tarde a clase.

No es que me importe mucho realmente, pero con el últimatum de mi madre de ya no recibir mi fideicomiso el mes que entra si le salgo con otra tonteria, pues no me quedaba de otra.

Si tan solo tuviera la oportunidad de comprarme una moto o un auto sin tener que escuchar tantos peros de ella, todo me seria más fácil.

— ¡Esperen!.— y ahi estaba yo, corriendo como ímbecil tratando de alcanzar el bus escolar, y para colmo recibiendo burlas de los que estaban ahi subidos viendome perseguirlos, gracias mamá, pudiste haberme evitado esa humillación si me hubieras dejado comprar una moto.

Definitivamente esto no podia empeorar.

O correción, parecia que si.

En un paso infalso que di, pronto pasé de estar corriendo a caer de bruces contra el suelo, haciendo que los libros de mis manos tuvieran el mismo destino desparramandose por la acera de manera estrepitosa, y para mi mala suerte, observando como el autobús se alejaba cada vez más.

Carajo... eso significaba un nuevo regaño del profesor Fritz.

A parte de eso me habia hecho un feo raspón en las rodillas, y todo por llevar la falda del uniforme también.

Dios, si es que me estas viendo... te odio, pero acaba con mi vida mejor de una vez.

— No se por que no me sorprende viniendo de ti...— levante rapidamente la mirada al escuchar una voz familiar, y pude divisar como la camioneta negra de mi hermana Claire se detenia a mi lado.

Genial, ¿a parte de eso tenias que mandar a mi hermana? Enserio como te detesto.

— ¿Necesitas un aventón hermanita?.— nuevamente pude escuchar su voz, mientras que hacia un rápido intento para juntar mis libros y ponerme en pie en el proceso.

— No lo necesito, gracias.— conteste de mala gana sacudiendo mi uniforme y juntando mi mochila también para tratar de avanzar nuevamente, en un intento de reprimir el ardor que sentia en las rodillas.

— ¿Segura? Aun te quedan como 5 o 6 cuadras más y por lo que dijo mamá, ya no podias darte el lujo de llegar tarde.

— Pues es mi problema, no el tuyo, puedo arreglarmelas sin tu ayuda.— dije acomodando mejor la mochila en mi hombro y manteniendo mi vista al frente. Aunque pude notar que habia puesto el auto en marcha nuevamente para tratar de alcanzarme y no perderme de vista.

— ¡Vamos Chloe, no te hagas la puta digna! ¡Te estoy ofreciendo mi ayuda!.— gritó desde la ventanilla, como si no pudiera escucharla de cerca.— No querrás que mamá se entere de que tuviste otro retardo en la clase del señor Fritz, ¿o si?.— dicho esto me detuve un poco para verla con el ceño fruncido.— Seria una lastima que ahora tus permisos para salir se acaben solo por eso, nomás digo...— comento como si nada viendome con una pequeña sonrisa.— Anda, sube.

Claro, además de tener una madre estricta me recompensas también con una hermana chantajista y manipuladora, luego no quiero que te andes quejando Dios de que me vuelva atea algun dia.

— Mierda...— maldecí a lo bajo rodando los ojos y gruñendo un poco para caminar hacia la puerta copiloto del Jeep de Claire abriendo esta para luego subir con disgusto y cerrar la puerta con fuerza.

— Tomaste la mejor decisión.— me comentó con burla, aunque su vista se desvió un poco abajo, al notar mis heridas.— ¿No vas a curarte eso primero?.

— ¿Quieres ser una buena hermana y que no te deteste por el resto del año? Entonces conduce.— la interrumpi viendola con enfado, tratando de acomodarme mejor en mi asiento.

— ¡Bien! Bien, de acuerdo... no tienes por que ser grosera.— nuevamente puso el auto en marcha.— Asi nunca conseguiras novio.—

— Ya lo dije Claire, yo no necesito de ningún novio o un imbécil en general que solo piense con el pene en vez de su cerebro.— murmure.

— Si, es cierto, lo olvide, eres más del ¿cómo lo llamas tú? ¡Ah si!... el Team de las vaginas.— rió un poco.

— Solo cierra la boca y conduce, por favor.— dije nuevamente cruzandome de brazos y apoyando mi cabeza en la ventanilla, ahora si que esperaba el trayecto fuera rapido no para llegar a tiempo, si no para no tener que oirla por el resto del dia.

~•~

Sofia POV:

¡Jodeer! Iba a llegar tarde a mi primera clase y justo en el primer dia, ¿¡Por qué rayos el despertador no sonó!?.

— Hey, relajate. — sentí un brazo en mi hombro, era el de Nicholas, mi pareja, que caminaba a mi lado por la misma dirección por el gran jardín del Instituto.— Solo fue un pequeño retraso, no es nada.—

— ¿Un pequeño retraso? Apenas si me dió tiempo de maquillarme Nick, ¿que tipo de primera impresión le estaria dando a la directora Weems?.— susurre, viendome por el pequeño espejo de mi estuche arreglando unos cabellos sueltos que habia por ahi.— Mierda... ¿Y si no soy apta para el puesto? Voy a terminarla cagando.—

— Lo eres, no por nada te mataste dia y noche para estar donde estas, y no vas a cagarla.— lo escuche decirme y en eso senti su agarre en mi muñeca suavemente haciendo que apartara mi vista del espejo y me obligara a verlo.— Creeme, no hay nadie mejor que tú para ese puesto.—

Lo observe un poco para exhalar profundamente y guardar nuevamente el estuche en mi bolso, tratando de mostrar una sonrisa que trasmitiera seguridad y para nada nerviosismo.

— Si tú lo dices.— murmuré y me acerque a dejar un corto beso en sus labios.— Suerte con tu clase de Química.—

— Tambien suerte lidiando con tus nuevos alumnos.— bromeó riendo levemente y se adelanto dejandome mi vaso de cáfe en la mano.

— Si, claro que la necesitaré.... y mucha— mire distraida el reloj de mi muñeca volviendo a avanzar a paso rápido, hasta que senti otro cuerpo sólido chocarse conmigo que al parecer provino del lado este, aquel choque hizo que derramará el café en mi camisa.

No ahora...

— ¡Lo siento, voy tarde!.— pude escuchar una voz femenina joven gritarme mientras divisaba que venia de una chica de cabellera rubia que corria apurada delante mio antes que siquiera pudiera decirle algo.

— Por un demonio, ¿por qué ahora?... No en esta semana.— dije mirando la gran mancha cáfe exparcirse por mi camisa blanca y que empapaba mi abdomen, reprimi un pequeño grito de frustración en un gruñido y abotoné mi saco sin más en un intento de ocultar la mancha desastroza y seguir con mi camino.

Tal vez si me quedaba algo de suerte, la directora no notaria mi retraso, y asi era asi, tampoco seria la burla justo en el primer dia solo por una camisa perfectamente limpia y planchada que ahora estaba arruinada.

Calma Sofia, quizás en el transcurso del día todo mejore, te irá bien.

Por favor que todo vaya bien....

~•~

Dove POV:

¡Puta madre! Jamás habia corrído tanto en mi vida, mis púlmones ardían jodidamente por la falta de oxigeno, pero finalmente pude llegar, justo tres o cinco minutos antes de que la clase empiece, si que es un nuevo récord.

Sonreí al observar el reloj encima de la pizzarra, por fin le gané a ese amargado de Fritz en algo.

Rápidamente corrí hacia el primer asiento que ví libre a lado de Sabrina, y me senté en este, quedando adelante, odiaba estar adelante, pero si estarlo era estar cerca de mis amigas, lo valía.

— ¡Hey!.— llamé su atención, haciendo que la desviara de Rowan por un momento.— ¿Sabes si ya llegó Fritz?.—

Se despidió de Rowan con un beso en la mejilla y puso su completa atención hacia mi.

— No, aún no ha llegado.— suspiré aliviada en ese instante.— Pero Rowan me estaba contando que lo vió hablar con la directora Weems, y no estaba tan contento.—

— Mierda...— hice una mueca.— De seguro debe ser por el exámen de ayer, tal vez se va a desquitar conmigo por haber reprobado otra vez, y mi madre me matará si se entera que saqué otro mal acierto con Fritz.— manifesté apoyandome en mi bútaca, ahora de nada servía haber llegado a tiempo.

— Tranquila, no creo que sea eso, aunque por si las dudas es mejor que vayas rezando.— comentó y su vista bajó a mis piernas.— ¿Qué diablos te pasó?.—

— Nada, solo fue un accidente pequeño que tuve al venir...— jalé mi falda un poco para tratar de tapar mis rodillas.— ¿Y Verónica donde está?.

— ¿Tú donde crees? Probablemente se quedó dormida... otra vez, con eso de que hubo fiesta en casa de Jordan.— mencionó sin dejar de mirar mis raspones que empezaban a cicatrizarse.— Deberias ir a la enfermeria por lo menos a que no se te infecte eso.—

— Ya dije que no es nada Brina, no es como si un simple raspón me matára, y no quiero arriesgarme a que si voy a la enfermeria ahora, el señor Fritz llegué y ya no me deje pasar como la vez pasada.—

— Bueno, lo que tu digas, solo espero que aquello no sea un problema teniendo en cuenta que tendremos deporte más tarde.— de pronto nuestra conversación se vió interrumpida, ante la llegada de la directora Weems a nuestra aula, algo que nos tomó de sorpresa a todos, incluyendome.

Era algo raro verla por aqui, al menos que fuera para algo importante, malo o urgente, rayos.

— Ahora si empieza a rezar.— escuché a la otra rubia a mi lado, esta vez tragué pesadamente, literalmente rezando a mis adentros y pidiendo que no fuera malo o que ese viejo gruñón no haya ido con la queja de mi o algo por el estilo.

— Estimado alumnado, he venido personalmente hasta aqui para darles un aviso muy importante, respecto al profesor Fritz.— Oh no...— ya que él personalmente se reusó a venir hasta aqui, me veo en la obligación de hablar por el para hacerles saber que el ya no formará parte de este plantel, debido a su ya avanzada edad, como lo indica nuestro sistema educativo, el señor Fritz ha tenido que ser obligadamente a jubilarse más pronto de lo que espetabamos.—

— ¿Ya no tendremos más a Fritz como profesor?.— oí exclamar esta vez a Thomas, seguido de la celebración que hizo la mayor parte del salón al escuchar la noticia.

Joder, si que mis plegarias fueron escuchadas esta vez...

— Alto, alto, les suplico que vuelvan a sus asientos y que guarden su emoción para después.— escuchamos la voz de la mayor nuevamente.— Y antes de que piensen que con esto que les dije nos veamos con la necesidad de cancelar hoy la clase de Literatura y Español, pues están equivocados, ya que afortunadamente llegará una nueva docente que tomará el lugar que justo ahora el señor Fritz dejó vacante.— y de pronto, las quejas volvieron, ya decía que era demasiado bueno para ser verdad...

— Apuesto a que será una anciana fea y amargada.— nuevamente escuche decir a Sabrina a mi lado, seguida por el comentario de Rowan.

— Apuesto a que ella va a ser como una versión mujer del profesor Fritz, o peor.—

— Si por alguna razón se trata de eso último, juro que me vuelo los sesos.— respondí en una mueca, preparandome para lo peor.

— Aunque es extraño, su nueva docente ya debía estar aqu...—

— ¡Aqui estoy!.— todos los de nuestro salón giró su cabeza a la misma dirección que Weems, y para sorpresa de todos, y más la mia, la mujer que habia entrado estaba lejos de ser algunas de esas cosas anteriores que habian mencionado, era una castaña alta con cabello recogido, que ni siquiera llegaba a la edad de Fritz,  vestida con un atuendo formal que concistia en un saco negro y una falda del mismo color no tan corta pero que si dejaba resaltar sus piernas. Y sus ojos avellanas, aquellos ojos avellanas, prometí jamás olvidarlos...

No puede ser...

— Disculpeme la tardanza directora Weems, enserio me apena llegar de esta manera.—  respondió esta mientras acomodaba sus gafas desacomodadas, su voz, aquel rostro, de ninguna manera podria tratarse de la misma persona, no podia tratarse de ella.

— No se preocupe señorita Daccarett, ha llegado justo a tiempo para la presentación.— y antes de que aquella castaña pudiera mencionar algo más, Weems se adelantó, atrayendola hasta quedar hasta el frente con ella.— Jovenes, quiero presentarles a su nueva profesora de Literatura y Español, la señorita Sofia Daccarett, espero que le den una cálida bienvenida y sean buenos con ella durante lo que resta del ciclo, ¿de acuerdo?.

Sofia...

— No se por que se me hace conocida... — escuche a Sabrina decir a lado mio.— Espera... ¿No era ella tu ardiente niñera de hace años atrás cuando eramos niñas?.— respondió con una sonrisa divertida.

— ¡No lo digas en voz alta!.— susurré incrédula.

— ¿Entonces era ella?.—  Dijo Rowan asombrada mirandonos para luego dar un rápido vistazo más a Sofia.— Wow, si antes era ardiente como ustedes dicen, entonces ahora es super más ardiente.— respondió con una sonrisa mientras reia junto a Sabrina.— ¿Cómo cuanto tendrá? ¿28? ¿29?.—

— Tiene 30, si mal no recuerdo era doce años mayor que yo.— respondí.— ¡Además ya callense bobas, que nos van a oir!.— respondí poniendome roja.

— ¡Señorita Blanchard, Carpenter y Hosterman!.— nuevamente oimos la voz de Weems.— ¿Interrumpo su conversación o hay algo más interesante que esto que quieran platicarle a la clase?.— agregó con seriedad, pude notar que también Sofia nos observaba, me observaba a mi, mierda.

— ¡Oh! Nada directora Weems, prosiga, no podriamos estar más que interesadas en conocer a nuestra nueva profesora.— mencionó Rowan con una sonrisa ladina a la vez que volvia a reir con Brina a lo bajo mientras negaba con gracia.

— Idiotas...— murmuré acomodandome mejor en mi asiento, mire como finalmente Sofia habia desviado su mirada sin decir nada, aunque por más me desagradara que Rowan fuera una completa pervertida idiota a veces, tenia que darle la razón en algo.

Sofia si que parecia envejecer como el vino.

Un vino excelente y delicioso.

— Bueno chicos, finalmente los dejo, y profesora Daccarett, no dude en preguntarme o en acudir a mi cualquier duda o queja que tenga, ¿esta bien?.—

— Si, por supuesto, y muchas gracias directora Weems.— dicho esto Weems procedió a despedirse una vez más y a abandonar el aula, dejandonos finalmente con Sofia a cargo.— Bueno chicos, como Weems ya lo mencionó, mi nombre es Sofia y seré su profesora por lo que resta del ciclo, cualquier cosa con la que tengan duda o requieran ayuda pues... también pueden acudir a mi, sin pena.— nos sonrió.— Dejando las formalidades de lado, ¿alguien puede hacerme el favor de decirme en que página y actividad se quedaron en el libro de su asignatura?.—

De repente cada chico y chica del salón pareció despertar o salir de su burbuja ante sus palabras por que pude notar uno que otro levantar su brazo para ofrecerse a decirle, como si con ello fueran a conseguir su atención.

— Bien, bien, uno por uno, no puedo elegirlos a todos.— una risa melodiosa provino de sus labios, acercandose al escritorio una vez más para tomarse de revisar una de las carpetas que tenia a la mano, deslizando su dedo por la hoja hasta que se detuvo un momento.— Dove.—

Me heleé en mi lugar al oir mi nombre de repente salir de sus labios, Dios, quizás ya me halla reconocido, ¿o solo fué una coincidencia que leyera mi nombre en la lista que tenia?. Su mirada se posó en mi una vez más, al igual que la mayoria de todo el salón, mientras que una pequeña sonrisa curvada aparecia en sus labios carmesís, algo que me hizo temblar, ¡Diablos! Esta mujer aún tenia efecto en mi.— ¿Tú podrias decirme en que actividad se quedaron?.—

Regresé de mi pequeño trance, trague algo de saliva al sentir mi garganta reseca y saqué mi libro de actividades torpemente de mi mochila, ¿por qué las manos me tenían que temblar ahora?.

— Página 102, en la actividad de uso de la grámatica en Español.— respondí.

— De acuerdo, ya la escucharon.— Dio un último vistazo hacia mi y dirigió su atención a la pizzarra detrás suyo.— "Bien, quiero que a partir de ahora tratemos de hablar el lenguaje de español más seguido, ¿okey? Para asi irnos familiarizando más con el idioma".

— Vaya, hasta hablando en español es ardiente.—

Rowan si que es una boba... ¡Pero joder! Tenía razón.

~•~

La campana de receso habia sonado finalmente, lo que indicaba por primera vez en la historia de esta clase que la clase de Español y Literatura habia acabado por desgracia, quíen diría que Sofia finalmente lograria lo que Fritz nunca habia hecho en años, y en un solo dia, hacer que finalmente todos, o gran parte de ellos le ponieran atención.

— ¡Bien chicos! Me temo decir que nuestra primera clase ha acabado, ya pueden salir, los veré mañana.— todos se habian levantado de sus butacas y salido por la puerta rápidamente, claro, a excepción de Sabrina y yo, que seguiamos sentadas guardando uno que otro libro en nuestra mochila.

— Rowan me invitó a comer en su mesa de la caféteria junto a Thomas, Cameron y Booboo, ¿quieres venir?.—

— Si me pagas el almuerzo esta bien.— reimos a lo bajo, levantandonos y poniendo nuestras mochilas en nuestros hombros en camino a la salida.

— ¡Oh! Dove.— me detuve en seco al escuchar la voz de Sofia llamarme nuevamente, para mi segunda sorpresa del dia y la de Sabrina que solo se me quedó viendo.— ¿Puedes quedarte un momento? Necesito hablar contigo.

Miré a Sofia, para nuevamente girar mi cabeza hacia Brina, que seguia parada en el marco de la puerta.

— Vete adelantando si quieres, yo ahora te alcanzo.— dicho esto la rubia asintió con algo de duda y se alejó, respiré profundamente con resignación y me dirigí a pasos lentos hasta quedar frente del escritorio que ahora pertenecia a Sofia.

— ¿Por qué esa cara? No estas en problemas.— respondió sin mirarme, aunque una leve sonrisa se dejo ver en sus labios.

— ¿Ah no? ¿Y por qué estoy aqui entonces?.— alce una ceja viendola.

— ¿Qué acaso no puedo poner una excusa simple para saludar a la chica a la que antiguamente fuí su niñera?.— levantó su cabeza para poder verme finalmente mientras dejaba sus gafas de lado.

— Ya me temía eso...— murmuré.— ¿Como supiste que era yo? Ha pasado... siglos desde la última vez que nos vimos.— fruncí mi ceño desconcertada.

— No exageres.— rió un poco.— aunque respondiendo a tu pregunta y siendote algo sincera, ya tenia mis sospechas, solo me bastó ver tu nombre en la lista para confirmarlas.—  se apoyó en su silla.

— Eso lo explica.— murmuré aunque me detuve a observar su camisa con detenimiento, notando la gran mancha que contrastaba en el centro de la blanca prenda.— ¿Qué te sucedió?.—

Bajó su mirada en dirección a donde yo miraba, pude alcanzar a distinguir un pequeño "carajo" salir de su boca mientras retiraba el saco de su cuerpo.

Vaya, ahora la Sofia que antes me decia que "las groserias" eran malas incluso ya las estaba diciendo, ¿qué más me podría esperar de esta mujer durante todo el tiempo en el que ha cambiado?.

— No es nada, es solo que en la mañana alguien chocó conmigo e hizo que me derramara el café encima, ¿puedes creer eso?.—

— Oh...— de pronto me quedé en silencio, un flashback de esta mañana habia vuelto a mi, haciendome recordar que habia chocado una chica momentos antes de llegar apresuradamente al salón, ahora me sentía una pelmaza al ver el pequeño desastre que habia causado.— Quizás yo tenga la culpa.— volvió a observarme con algo de confusión.— Yo fuí la que me choqué contigo y ni siquiera me paré a pedirte disculpas como se debe, lo siento.—

— Bueno, ahora viendolo de esa forma... acepto tus disculpas, asi que descuida.— dicho esto empezó a desabotonar los botones de su camisa.— Solo quisiera haber traido una camisa de respuesto para estos casos...— exhaló profundamente.

La miré una vez más, dandole un vistazo más a su camisa para observar la mia por un momento, teniendo una idea.

— Puedo prestarte la mia por hoy si quieres.— su expresión habia pasado a una asombrada esta vez.— Puedo intercambiar mi camisa con la tuya para que asi no tengas que llevar esa desagradable mancha por lo que resta del dia.—

— ¿Qué? Oh no no, gracias Dove, creo que mejor la dejo asi.—

— No, insisto.— la interrumpí, mientras desabrochaba la corbata de mi uniforme, y desabotonaba los primeros tres botones de mi camisa blanca.— además creo que somos de la misma talla y además te lo debo.—

Se lo penso por un momento, pero ya luego se rindió y accedió.

— Bien, pero solo por lo que resta del dia, juro que te la devolveré como me la entregaste.— comentó, y de un momento a otro me miro de manera extraña.— Ehm, podrias girarte para que...ya sabes....— hizo un pequeño gesto con su dedo en circulos.— Solo, date la vuelta por favor.—

— ¿Enserio?.— no pude evitar reir.— Ya no soy una niña de diez años Sofia.—

— Dove, por favor girate, no me gustaria que alguien nos viera y malinterpretara esto.— me suplicó con algo de vergüenza en su voz, mientras que procedia a seguir desabrochando los demás botones de su camisa.

— Bueno bueno, esta bien.— sonreí con gracia dandome la vuelta abriendo mi camiseta para deslizarla por mis brazos y retirarla.

De pronto hubo un silencio extraño, pero para nada incómodo. Sentía la presencia de Sofia aun a mis espaldas, siendo invadida por un impulso de curiosidad, lancé una rápida mirada por encima del hombro, intentando ser discreta para ver un poco. Casi en ese mismo instante, capté un destello de movimiento: ella también giró su cabeza, como si tratara de echar un vistazo también de manera timida sin ser notada. Nuestras miradas estuvieron a punto de encontrarse, pero ambas nos volvimos rápidamente, como si un imán invisible nos obligara a mirar en direcciones opuestas, sentí cómo el aire se cargaba de una tensión extraña que apenas pude comprender, pero que solamente habia escuchado relatar con Verónica a veces referente Sabrina y Rowan.

¿Soy yo o es que logré ver un sujetador de encaje negro?.

— Toma.— Ambas simplemente nos limitamos a pasarnos la prenda correspondiente que nos habiamos quitado a ciegas, sin mencionar nada del hecho anterior, me giré una vez más para ver como torpemente trataba de abrocharse mi camisa mientras que yo me ponia la suya sin problema alguno abotonandola, mientras que volvi a mirar la mancha sobre esta, ¿será buena idea convencerla de que me deje lavarla? Si me ofrecí a hacerle el favor, prefiero hacerselo bien.

Eso último no sonó bien, ¿verdad?.

¿Será que ya me esta afectando haber dado ese pequeño vistazo?.

— Okey.— la escuche susurrar.— Puedes girarte.— finalmente me voltié, pudiendo ver como se volvia a acomodar la falda y se fajaba la camisa con esta, y por alguna razón, su coleta desapareció e ahora tenia el cabello suelto, joder, eso si que le daba un detalle extra.

— ¿Ves? Ahora si te ves excelente sin esa horrible mancha que yo cause.— mencioné mientras volvia a ponerme la corbata al cuello amarrandola, también tratando de fajarme la camisa a la falda,  miré de nueva cuenta mis rodillas, al menos los raspones ya cicatrizaban, aunque se veia un poco peor que hace rato, ya que incluso comenzaban a tomar un color morado, mierda.

— ¿Qué te pasó ahi?.— Sofia preguntó, noté que miraba donde yo lo hice momentos antes, una leve mueca se dejo ver en su rostro, la misma que ella ponia cuando yo me solia lastimar de niña por cualquier cosa.

— Uhm.— , una vez más baje mi falda, tratando de no darle nuevamente importancia a pesar de lo que vi, y de lo que ella vió. — Fue solo un pequeño accidente de camino al colegio, me caí, nada grave realmente.— dije, aunque como lo fue con Sabrina, Sofía también parecía no estar convencida.

— Debiste ir a enfermeria, eso no se ve nada bien, ya incluso podria estar infectado.— insistió con una mirada de genuina preocupación, mientras que se enfoco por un momento en buscar dentro de su maletín.— Siéntate.—

— Sofia... —

— No te lo estoy pidiendo, siéntate ya.—  suspiré rendida y deje mi mochila en el suelo nuevamente para una vez más tomar asiento en las tantas butacas vacias que ahora habia.— Por lo que veo tu terquedad no ha cambiado.— seguido de esto se acercó a mi, agachandose a mi altura.— Incluso aun más que soy yo la que sigue curandote.— dicho esto sacó dos banditas adhesivas, ambas tenian dibujitos, puse una expresión de desagrado mientrás arrugue mi naríz.

— Dime que no me pondrás eso, eso estaba bien cuando era una mocosa.—

— ¿Qué tienes en contra de Hello Kitty ahora eh? Antes te encantaba.— rodé los ojos al escucharla decir eso y escuchar su risa para después ver como ponia las banditas delicadamente sobre mis rodillas, tratando de causarme el menos ardor posible.— ¡Listo!.— y antes que siquiera pensará que pudiera levantarme, se inclinó y, con una suma gentileza, depositó un beso en mis rodillas heridas. Me quedé sin palabras, sorprendida, sintiendo confusión, con una mezcla de calor subiendo por mis mejillas, tragué saliva al sentir sus suaves caricias con la yema de su pulgar venir después.

— Yo... debo irme ya.— Dije, rompiendo la pequeña burbuja que se habia formado para tomar mi mochila poniendomela sobre el hombro.

— Si, es verdad.— murmuró Sofia mientras se reincorporaba nuevamente sonriendo de manera tímida esta vez con un leve sonrojo en sus mejillas.— Anda, no quiero retrasarte más.—

Asentí un poco, mientras que me reincorporaba también poniendome de pie, de mis labios solo salió un "gracias" seguido de la promesa de ir a la enfermeria para ir a tratarme más tarde, estaba a punto de poner un pie fuera del marco que dividia el aula con los pasillos hasta que nuevamente pude oir su voz detrás mio.

— Y gracias otra vez, por lo de la camisa... prometo devolverte el favor.—

Giré mi cabeza una vez más, le di un último vistazo a Sofia, permitiendo que mis ojos se deslizaran discretamente sobre su figura, mientras mi mirada volvía a encontrarse con la suya, sentí cómo una sonrisa se formaba en mis labios, espontánea e inconsciente, mientras que de mis labios por fin salió una respuesta:

—No espero menos.—

¡Y FINALMENTE ESTA LISTO EL PRIMER CAPITULO DESPUÉS DE MESES DE ESPERA!

(Y uno muy largo por cierto ;-;)

Ahora si, espero que les haya gustado, y si es asi no olviden dejar su voto y comentario por si esto fue de su agrado.

Por mi parte ya finalmente les dejo con este tan esperado capitulo y nos vemos en el siguiente ✨️

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