🦋Capítulo 18-Padre🦋
Pasaron tres meses desde que me fui a vivir con Jackson. Él lucía cada vez más pálido, pero tenía un buen médico y una enfermera que lo cuidaban para darle sus medicinas. Yo por mi lado, me la pasaba revisando el sitio web de "Golden Busan" para ver sucesos que involucraban a Jimin. No es un secreto que me enamoré de él hasta lo más profundo, no lo olvidé y me era muy difícil hacerlo. Si él no me hubiera engañado todo sería distinto, me habría refugiado en sus brazos luego de aquel suceso y tal vez hubiera sanado más rápido.
Me quedé dormido viendo su fotografía, era tan apuesto como la última vez que lo miré. Maldito mentiroso.
Mientras dormía tuve mi sueño recurrente en el que un par de manos tocan mi cuerpo, sueño en el que el terrible olor a podrido que provenía de los dientes de mi agresor se cuela por mi nariz y la sensación de ser penetrado se apodera de mi alma. Desperté en un grito en medio de la oscuridad. Con el corazón a punto de salirse del pecho y con mis manos temblando. Abracé la almohada lanzando un grito ahogado, después me hice bolita, llorando, maldiciendo, quejándome. ¿Cuando pararía este sentimiento tan terrible? Casi amanecía, los rayos del sol comenzaban a colarse por la ventana y comprendí que estuve prácticamente toda la madrugada llorando.
Me puse de pie, quería agua para tranquilizarme, fui a la cocina. Me serví agua fría, sin hielos y después de beber un vaso completo sentí unas ganas terribles de vomitar.
Me fui disparado al baño pero no alcancé a llegar, así que vomité a medio pasillo. Al parecer mi madre escuchó mis quejidos porque corrió a socorrerme. Ella me ayudó a limpiarme, le habló a una chica de la limpieza para que limpiara el piso, después me ayudó a sentarme porque también estaba mareado.
—Te cayó mal la cena, cariño —dijo acariciándome la cabeza.
—No se, es raro —dije recostándome en el sofá.
Desde ese día comenzaron unos terribles dolores de cabeza, tan fuertes que me era imposible salir a la luz del sol. Por eso, Jackson le pidió al médico que me revisara.
Aparentemente no tenía ninguna afección, pero el doctor sugirió revisar mi vientre para descartar un embarazo, cosa que me pareció estúpida pero no imposible.
Mi corazón comenzó a latir rápido cuando el médico indicó que la razón de mis males era el par de sacos en mi estómago. ¡Iba a ser padre! Eso de ser doncel era cada vez más cierto para mí.
Mi madre se puso contenta al igual que Jackson y yo lloré amargamente porque tenía dos posibilidades. La primera era que el padre podría ser Park Jimin, mi ex novio que me engañó en su viaje de negocios, y la segunda era que el posible padre pudiera ser el asqueroso hombre que abusó de mí aquella noche lluviosa.
—No quiero ser padre —dije—. Quiero abortar.
—¿Qué dices? —Era Yoongi, él acababa de entrar a la habitación. Ese día llegó de visita a la mansión—. ¿Estás embarazado?
Hice contacto visual con él, no pude contenerme más porque él era el único que sabía lo que había pasado. Sabía lo que pasó con Jimin y lo que pasó con ese sujeto. Él de inmediato entendió la razón de mi tristeza y fue a abrazarme. No me aparté, tampoco sentí miedo, ni asco cuando sus brazos rodearon mi cuerpo. Con Yoongi me sentía en paz, tal vez porque mi cerebro no lo detectaba como una amenaza porque estuvo a mi lado esa terrible noche, sirviéndome te, dándome ibuprofeno y contándome chistes para que dejara de llorar.
—¿Pueden dejarnos solos? —preguntó.
En seguida todos salieron y yo lloré hasta quedarme dormido mientras era consolado por mi mejor amigo. Cuando desperté, él estaba acariciando mi cabello y haciendo un sonidito extraño con la boca. ¿Trataba de arrullarme? ¿Min Yoongi arrullándome?
—Yoongi...
—¿Escuché bien? —preguntó y asentí.
—Soy un doncel, eso ya te lo había contado y hoy se ha hecho más tangible esa realidad para mí.
—¿Y el padre es Jimin?
—No lo sé, por eso quiero abortar. —Volví a llorar—. Si el padre es Jimin puedo manejarlo pero si resulta ser el tipo de aquella noche... Yoongi tú viste cómo... Tú viste como me lastimó.
—Si no estás listo para ser padre y si tienes miedo de descubrir que el padre es... Bueno, si no quieres yo te apoyo e iremos juntos a realizar el aborto. Pero si quieres tener a tu bebé...
—Bebés, son dos —lo interrumpí.
—¡Premio doble! —dijo bromeando y sonreí.
—Si quieres tener a tus bebés, yo seré el primero en apoyarte.
—¿Me ayudarás a cambiar pañales y todo eso? —pregunté medio riendo, medio llorando.
—Te ayudaría a parir si fuera necesario.
Quería creer que los bebés eran de Jimin, mi corazón me lo decía a gritos pero la vida es un laberinto de percepciones y realidades, donde cada paso que damos está guiado por nuestra comprensión de lo que creemos que es cierto. Pero, ¿qué tan confiable es esta brújula moral que llevamos dentro? A menudo, nos encontramos en encrucijadas, debatiendo si seguir el camino marcado por otros o forjar nuestro propio sendero con las piedras de nuestras experiencias y convicciones.
«¿Y si el padre es mi violador?», pensaba.ñ
—Yoongi. —Apreté los puños.
—¿Mmm?
—Si los niños son del hombre que me lastimó puedo darlos en adopción. ¿Cierto?
—Sí. Puedo decirle a mi nuevo jefe que me ayude a buscar los mejores orfanatos de Seúl.
—¿Nuevo jefe?
—A eso vine, renuncié a Golden Busan.
—¿Por qué renunciaste? Ese era tu trabajo soñado.
—Lo hice por ti. —Sonrió y asintió—. Pero tranquilo que encontré un bufete medianamente grande en el que pienso poner todo mi empeño.
—Jackson es dueño de una empresa que transporta textiles. Ven a trabajar conmigo, él piensa heredarme todo.
—Jungkook, primero vamos a concentrarnos en el embarazo, el trabajo después. —Asentí con la cabeza—. ¿Y bien... Vas a tenerlos?
Me quedé en silencio un par de segundos, después llevé ambas manos a mi vientre. ¿Ser padre? ¿Llevar en mi vientre a mis hijos? ¿Se me podría dar esa oportunidad después? ¿Y si son de Jimin? ¿Y si termino amándolos? Ellos... Merecen vivir. ¿No?
—Lo haré, seré padre.
No voy a decir que mi embarazo fue hermoso, porque fue muy triste. Me aterraba el contacto físico, también las hormonas provocaban que llorara casi todos los días e incluso le llegué a marcar a Jimin en varias ocasiones pero finalizaba la llamada después de escuchar su voz. Tenía una tremenda urgencia de estar con él, pero no lo haría, Jimin no merecía estar conmigo en estos momentos. ¿O sí?
Tenía nueve meses de gestación cuando estuve a punto de ir a Golden Busan, pero me detuve sacudiendo la cabeza y sentándome en la jardinera. Además salir en este estado era peligroso porque si me veían se darían cuenta de inmediato de que soy un doncel.
Me pesaba muchísimo el vientre, así que me quedé dormido en la banca del jardín hasta que me despertó el flash de la cámara d celular de Yoongi. Él aprovechaba todo momento para atesorar recuerdos y yo disfrutaba que lo hiciera.
—Dentro de dos días es tu cesárea y sigues de arriba para abajo. Es momento de cuidarte y cuidar de tus bebés.
—Yoongi, ya tengo sus nombres.
—Quedamos en que no les pondrías nombres hasta que supieras si son de Jimin porque si resultan ser de... Bueno, si resulta que no son hijos de Jimin los darás en adopción.
—Siento en mi corazón que Jimin es su padre.
—Jeon, Jeon... —Negó con la cabeza—. ¿Cuáles son los nombres?
—Chin-Mae y Chun-Hee.
Se quedó en silencio viéndome a los ojos, después acarició mi vientre con ternura.
—¿Verdad y justicia? Que bonitos significados.
—Sí, y los registraré como padre soltero. No pienso buscar a Jimin, seguramente ya ha realizado su vida sin mí y no quiero importunar.
—Jungkook, no creo que sea lo correcto. Digo, si Jimin es el padre merece saberlo y hacerse responsable también.
—No. —Endurecí la quijada—. No lo merece.
—Los niños sí merecen tener a sus dos padres cerca.
—Tendrán suficiente conmigo, Yoongi.
—Bien, como tú digas.
El día de la cirugía llegó rápido. Aunque estaba nervioso logré pasar de ese trago amargo junto a mi madre, Yoongi y Jackson. Aunque este último no fue al hospital porque estaba muy débil, incluso ya utilizaba silla de ruedas. Cuando escuché el llanto de los mellizos por primera vez supe que quería protegerlos con todas mis fuerzas y cuando los miré no me quedaron dudas. Ellos eran hijos de mi gran amor Park Jimin.
No hice prueba de ADN porque no tenía contacto con mi ex, pero mi corazón lo sabía. Además era imposible engañar a la vista porque uno de ellos era idéntico a Jimin, mientras que el otro se parecía bastante a mí.
No sé si aquel día fue a causa de la anestesia o de mi mente trastornada pero imaginaba a Jimin a mi lado, lo imaginaba sosteniendo a los bebés, lo imaginaba mirándolos en los cuneros. Yo deseaba que estuviera presente porque después de todo fueron producto de nuestro amor.
Todavía mareado, le pedí a una enfermera mi teléfono y lo hice. Marqué el número de Park Jimin. Este me contestó de inmediato.
—¿Quién eres? Siempre llamas y quiero saber qué mierda quieres. ¡Habla cobarde! —Su voz, a pesar de sonar irritada me invadió de calma.
—Soy yo —dije en un hilo de voz.
—¿Jungkook? ¿Eres Jeon Jungkook? —podía escuchar su asombro del otro lado de la bocina.
—Ajá.
—Te estuve buscando, fui a tu casa. ¿Te mudaste? ¿Dónde vives ahora?
—Jimin —dije y se hizo un silencio entre las dos líneas—. ¿Cómo estás?
—Bien, de lujo, de maravilla. ¿Y tú?
—¿Tienes condones? Porque yo no tengo y no quiero que me culpes por contraer alguna enfermedad. —Se escuchó a lo lejos. Esa voz, yo la conocía bien. ¿Cómo olvidarla? Si el dueño de esa petulante voz me humilló el primer día de trabajo en Golden Busan. Era Kim Taehyung.
—Supongo que sí estás de maravilla —dije con la cólera a punto de explotar de mi cuerpo—. Disfruta tu noche con Taehyung.
Al decir eso finalicé la llamada. ¿Por qué fui tan estúpido? ¿Por qué le llamé por teléfono? ¿Por qué me expuse de esa manera? ¿Por qué expuse de esa manera a mis niños? ¡Oh ya sé! Fue porque por un momento. Por un segundo creí que Park Jimin merecía estar al tanto de este asunto, que quizás le emocionaría saber que es padre.
—Mis hijos tienen suficiente conmigo, tengo suficientes huevos como para necesitar de alguien más.
Lo decía en serio, y sería el mejor padre nunca antes visto.
[Fotografía tomada por Min Yoongi]
[Fotografía tomada por Jungkook]
[Jungkook imaginando a Jimin a su lado]
¿FIN?
No olvides leer el epílogo.
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