𝗡𝗼 𝗳𝘂𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗰𝗶𝘁𝗮.
Jamás fue una persona enamoradisa, tuvo algunas relaciones, esas mismas que poco a poco terminaban. Ya sea porque el interés se iba o porque simplemente juntos no funcionaban.
A pesar de que sus amigos le hicieran burla con lo "enamoradizo" que es, no era verdad. A la hora de escoger una posible pareja se volvía todo un calculador; no quería aventarse a la nada, dar todo de él y no recibir nada a cambio. Tenía miedo, miedo a enamorarse.
No quería salir lastimado.
Todas las mujeres con las que había salido, habían sido unas verdaderas bellezas fuera de eso no había más. Eran hermosas, inteligentes, educadas, pero, no eran lo que quería.
Lo que su corazón necesitaba.
Ahora, era extraño, este sentimiento de emoción al ver a Minho saludandolo y acercarse a él con una linda sonrisa. Era diferente y sinceramente no sabía si salir huyendo o quedarse para descubrir que demonios pasaría con Minho.
—Llegaste rápido—el omega hablo con una sonrisa.
—Vine en auto—contesto, sintiéndose nervioso. Parecía un adolescente hormonal—¿Y, que tienes pensado hacer?
—Sinceramente no lo sé, soy bueno en la cocina pero—miro hacia los lados, como si buscará algo—Ese es el problema, no sé que hacer.
—¿Un picnic?—fue lo primero que se le vino a la mente—Son lindos.
—¿Un picnic?—Minho le cuestiono, jamás había hecho uno... La idea no era del todo mala.
—Si, ya sabes, en un parque—paro de hablar al escuchar la leve pero melodiosa risa de Minho.
—Sé que son los picnics, pero, jamás he hecho uno—Hyunjin se sorprendió, ese tipo de cosas las ha hecho incontables veces, o con sus amigos o sus antiguas parejas.
—Hagamoslo, a tu mamá le va a encantar—sonrió—Puedo ayudarte a comprar lo que necesitas que no es mucho, no sé cocinar muy bien pero si puedo ayudarte en lo que me pidas.
Minho sonrió emocionado, si algo le encantaba era hacer cosas nuevas, esas que sabía su madre también amaría, asintio con la cabeza —Pues vayamos, por favor.
Ambos caminaron juntos a un centro comercial que estaba dentro de la enorme plaza. Hyunjin iba enumerando más o menos las cosas que necesitarían. Mientras Minho pensaba en el gran gasto de dinero que harían, lo valía por su madre.
Hyunjin llevaba el carrito de compras mientras Lee caminaba por los estantes agarrando las cosas que necesitaría para la comida; que tampoco haría mucha. Seria para tres personas, nada difícil.
Se volvía realmente difícil cuando iban todos sus amigos y él tenía que hacer bastante comida para todos. No se quejaba, realmente cocinar para otras personas le gustaba mucho, aunque a veces tenía que admitir que si le daba cierta... Flojera.
—¿Entonces ya te acoplaste al departamento?—preguntó metiendo al carrito algunas latas de duraznos al almíbar.
—Yap, aunque falta todavía amueblar, tenemos lo necesario, y ya conseguí trabajo—
—Que genial—respondió—Yo pensaba en irme de casa a los 18—dio una sonrisa irónica—Que bueno que jamás lo hice.
Hyunjin sonrió de forma algo falsa, si tenía entendido cuando Minho tenía esa edad aún tenía una relación con él imbécil ese. El solo imaginar que Minho se fuera con ese idiota le hizo sentir una amarga sensación en la boca. Su alfa casi gruñía totalmente disgustado.
Estúpido lobo. No le servía que se pusiera así por algo que jamás ocurrió, además ¿Cómo por?, ¿cuál era la necesidad?
—¿Algún problema?—el omega lo miro entre confundido y preocupado, algunas de sus "habilidades" que todo omega tiene despierto, él no las tiene.
Es como si fuera un beta sin serlo, pero, algunas feromonas fuertes si podía sentirlas. Cómo las de su padre, y las del idiota de su ex, ahora sabía que las de Hyunjin también eran más perceptibles para él.
—No, nada—nego el rubio, se pasó una mano por su cabello arrastrándolo hacia atrás. Minho se le quedó mirando, era atractivo, mucho.
Demasiado pensó, sintiéndose un poco nervioso volteo hacia el estante de las mermeladas; mucho más interesante que el alfa atractivo que estaba alado suyo que no parecía nada un modelo. Minho aún no se creía que ninguna compañía llegará y se lo llevará para modelar las mejores de sus ropas, no era ciego Hyunjin era muy guapo y cierta parte de él —la que no estaba acostumbrado a escuchar—le confirmaba esa información de forma casi caprichosa.
Esto de que su lobo estaba poco a poco saliendo no le gustaba. Minho era caprichoso e infantil, sus amigos lo consentían demasiado y ni hablar de su madre —aunque a veces siga pensando que el cariño que le dan no lo merece— Minho casi era como un niño al que jamás le habían negado un dulce y parecía que su tonto lobo era peor.
¿Podrían llevarse bien?
Es decir no lo conoce, sabe que estuvo ahí pero jamás fue como Felix le platicaba; eso de llamarlo y preguntarle ¿Hola que tal, crees que ese alfa no sea un imbécil? Y que ambos después de una exhaustiva plática lo confirmarán jamás sucedió.
No eran amigos, hasta ahora el único que tomaba las decisiones era él y tenía miedo que este lobo tuviera que formar parte de ellas. Tenía muchas preguntas, por ejemplo, ¿por qué ahora?
¿Qué diferencia había ahora?, ¿dónde estaba su destinado?
Una idea paso por su cabeza, miro de reojo a Hyunjin que revisaba el carrito enumerando las cosas que faltaba, nego rápidamente con la cabeza. No podía ser ¿Él?
¿O si?
No, imposible.
—¿Qué falta?—preguntó acercándose al rubio.
—La fruta y listo—dijo el chico sonriendo emocionado, le gustaba hacer este tipo de cosas y por alguna razón la emoción era más grande al saber que era el primero que prepararía Minho.
Juntos fueron a la sección de frutas y verduras. Tomaron las favoritas de la madre de Minho, cuando tuvieron todo lo necesario dentro del carrito se dirigieron a las cajas, el omega pago todo aunque Hyunjin se tuvo que morder la lengua para no decir que podía ayudar a pagar algo sabía que no lo dejaría. Salieron del centro comercial, Minho llevaba dos bolsas en cada mano, el rubio iba igual.
—Vamos, te llevo a tu casa—ambos caminaron al auto prestado de Hyunjin, dentro del auto pusieron música está vez fue Harry Styles quien se escuchaba en la bocina.
—Gracias Hyunjin—hablo el chico, adore you se escuchaba de fondo—Por acompañarme y darme la idea.
—No es nada—sonrio sin quitar la mirada de enfrente—En todo caso aún no des las gracias, aún no terminamos de hacerlo, ¿no es así?
El semáforo estaba rojo, el auto paro y Hyunjin lo miro con una sonrisa. Ambas miradas chocaron, electricidad pasando por ambos cuerpos, Minho desvío la mirada hacia enfrente sonriendo levemente, el alfa lo imitó, cuando el semáforo se puso en verde el auto avanzo. Un silencio para nada incómodo se poso en ambos, hasta que la voz divertida del omega lo rompió.
—Tendrás una tarde pesada, Hwang—
—Hay un poco de desastre en la casa, perdón por ello—el castaño abrió la puerta de su casa dejando pasar a Hyunjin quien solo repetía que no había problemas.
—¿Entonces que haré yo?—el rubio ya estaba en la cocina viendo cómo Minho iba de un lugar a otro sacando algunas cosas.
—Picar la fruta—le tendió una tabla y cuchillo, lavo la fruta y comenzó a picarla tal y como le había dicho. Mientras tanto Minho hacia algunos sandwiches, a su vez, preparaba la comida favorita de su madre.
Hyunjin se había dado cuenta que Minho preparaba comida para tres personas. ¿Invitará a su padre?, por supuesto que no, por lo que sabía ambos no se llevaban bien, el mismo omega se lo había confirmado.
"Te invitará a comer con ellos" su estúpido lobo había sugerido. Aunque la sola idea empezaba a ilusionarlo, culpaba directamente a ese animal dentro de él; si comían juntos, conocería a su madre y no estaba listo para eso.
Vaya tontería, si eran amigos podía conocer sin problemas a su mamá, entonces, ¿por qué se sentía diferente?
Después de unas tres horas platicando y escuchando música de fondo terminaron. Minho estaba verdaderamente emocionado, se podía ver en la forma en la que sus ojos brillaban incluso su olor era más dulce.
El alfa estaba tan concentrado en aquel olor que no analizo que nuevamente en su presencia lo sentía.
—¡Terminamos!—el muchacho comenzó a guardar todo en la canasta.
—Vamonos entonces, ¿a qué hora termina tu mamá de trabajar?—
—A las 6, son las 5, tenemos mucho tiempo—el chico tomo la cobija rosa que pondrían en el sueño Hyunjin tomo la canasta salieron juntos y dejaron todo en los asientos de atrás, para el alfa era lindo ver a Minho tararear canciones con una sonrisa emocionada.
No es que el chico jamás sonriera, de hecho ya que ambos grupos de habían unido era muy normal verlo y por lo general siempre reía cuando se la pasaba con sus amigos, decía cosas sin sentidos, hacia reír a sus amigos. Era divertido.
Pero, hoy se veía realmente lindo, porque era una emoción tan pura que lo hacía ver hasta cierto punto tierno.
—No te lo voy a negar, estoy emocionado—
—No me había dado cuenta—ironizo de forma divertida haciendo que Minho lo viera mal aunque sabía que esa mirada no iba en serio. Entraron al auto, está vez Hyunjin puso música 5SOS empezaron a sonar de fondo.
—¿Cuándo es tu cumpleaños?—de repente pregunto.
—20 de marzo—contesto, lo miro de reojo—¿Por?, ¿cuándo es el tuyo?
—Solo preguntaba, 25 de octubre—
—Aún falta un poco—contesto.
—Aún tienes tiempo para pensar que me regalarás—el omega le sonrió divertido haciendo que Hyunjin hiciera lo mismo.
Hablaron un poco de sus carreras mientras reían de las anécdotas tontas que tenían ya sea sobre ellos o sobre sus amigos. A los minutos llegaron al parque donde habían acordado que harían el picnic; acomodaron todo para que incluso se viera aesthetic, como en las fotos que había revisado de Pinterest.
—Sera mejor que me vaya yendo—el alfa hablo viendo su reloj.
—¿Tienes algo que hacer?—preguntó Minho curioso.
—Nop—la sonrisa del castaño se hizo más grande—¿No quieres quedarte a comer con nosotros?
—¿Ah?—lo miro entre asustado y nervioso.
—Si no tienes nada que hacer, ¿por qué no te quedas a comer?, tomalo como una recompensa por tu grandiosa ayuda—
Decir que no estaba feliz sería una mentira —Esta bien.
Mando la dirección a su madre y esperaron unos 30 minutos más hasta que una mujer de cabellos castaños oscuros, sonrisa amable, nariz recta y pequeña se presentaba ante Hyunjin.
Era Minho versión mujer, sin duda.
Sus manos sudaron, el omega la abrazo con afecto susurrando cosas que obviamente no escucho, ambos lo miraron, Lee hizo las presentaciones.
—Mamá él es Hyunjin—lo señalo—Hyunjin, mi madre.
—Mucho gusto—el alfa estrecho la mano de la omega.
—El gustó es mío—
—Ahora mami, ya que se presentaron ven a comer—los tres se sentaron en la gran cobija rosa con blanco. Minho y Hyunjin habían quedado lado a lado, la señora Lee se había dado cuenta de las miradas que se daban, aunque sabía que su hijo no era consciente de como el alfa lo miraba y de como incluso él escuchaba atentamente lo que tenía que decir.
Sorprendida, notó que el olor de su hijo era bastante perceptible, como el de un omega común. Sonrió emocionada sabiendo lo que significaba, sin embargo una pizca de miedo y tristeza se añadió a su corazón.
No quería que a su hijo le pasará lo mismo que a ella. En este mundo, ni siquiera de tu persona destinaba podías confiar.
Y eso era algo que ella no quería que su hijo sufriera.
Aquí está ajajajaj
¿Les gustó?
Si hay alguna falta de ortografía no duden en decírmelo ❤️
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