
𝗖𝘂𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝗱𝗼𝘀
Minho veía los dulces que ahora estaban en su asiento. Suspiro guardandolos en su mochila, pensando por milésima vez en esos últimos días en quien podría ser la persona que tendría tal detalle con él.
Sabía que era medio lento al momento de darse cuenta de los sentimientos de las personas, pero, en verdad no pensaba en alguien fuera de sus amigos que lo pudiera hacer además pensar en ellos también era una tontería. Estaba seguro Changbin y Jeongin no gustaban de él, era absurdo pensar en ellos.
Y Hyunjin... Aunque la idea le gustaba no podía ser él.
—Minho te buscan afuera—una de sus compañeras le dijo, volteo a la puerta viendo al alfa alto y de cabellos rubios sonriéndole.
—Buenos días—dijo acercándose a él con una sonrisa emocionada. Su lobo se ponía contento siempre que veía a Hyunjin, aunque a veces no sabía como comportarse con él. No estaba acostumbrado a la atención que el rubio le daba siempre que estaban juntos.
—¿Te dejaron otros dulces?—preguntó, Minho suspiro cruzó su brazos sobre su pecho y asintio.
—¿En serio no eres tú?—lo miro inquisitivo con una ceja alzada.
—Me duele decirte que no soy yo Honnie, ¿por qué piensas que podría ser yo?
—No lo sé, tal vez me gustaba la idea de que fueras tú—solto sin pensarlo mucho, últimamente sus emociones iban y venían con el alfa. Quería que lo conociera tal y como era, no solo juntarse porque eran destinados.
Quería que hubieran más razones de por medio.
Hyunjin sonrió, una sonrisa divertida haciendo que se viera el doble de atractivo.
—Tal vez no lo soy—con sus dedos tomo el mentón del contrario, haciendo que alzara su vista y lo viera a los ojos—Pero, puedo hacer muchas más cosas para ti.
Minho dió una risita nerviosa y con la emoción surcando su cuerpo le contesto: —Demuéstralo
Hyunjin sonrió triunfal al ver el color rojo que se apoderaba de las mejillas y orejas del omega, pasando su mano ahora a la mejilla contraria tal vez de forma inconsciente Minho se dejo recostarla más en su mano. Dando pequeños masajes con sus dedos, sin dejar de ver los bonitos ojitos del chico, dejando que su olor funcionara como un afrodisíaco en todo su sistema.
—Eres muy lindo, Honnie—Minho sonrió nervioso, moviéndose un poco haciendo que el toque acabará ahí.
—Debes ir a tus clases Jinnie—dijo el castaño al recordar dónde estaban por un momento todo había sido secundario. Se había perdido tanto en las emociones que ese alfa le daba que se olvidó por completo que tenía entrar al salón porque pronto comenzaría la clase.
—Paso al rato por ti—dijo el chico, antes de que se fuera por completo, Minho con valentía y nervios sobre todo su cuerpo trato de besar la mejilla de Hyunjin, tal vez por los nervios, por su tembloroso cuerpo o tal vez porque el universo conspiraba contra él, sus labios no cayeron en el lugar donde debieron caer al contrario fue un toque fugaz en los labios ajenos.
Minho se separó sorprendió, tapando sus labios con ambas manos, viendo a un estupefacto Hyunjin que se tocó sus propios belfos con la punta de sus dedos.
—¡P-perdón!—dijo el castaño con las mejillas aún más rojas que hace un momento—Yo... que-quería besarte—entonces Hyunjin abrió sus ojos tal vez sorprendido por la confesión—¡No!, bueno si, pero era en la...
Callo cuando ahora los labios de Hyunjin se presionaron sobre los suyos. Fugaz y aún así tan placentero, enviando nuevas descargas a todo su cuerpo.
—Nos vemos al rato, Honnie—se despidió el chico, dejando un nuevo beso en su frente. Minho quedó ahí con las emociones a flor de piel, con la mirada perdida tras la espalda del alfa que lo había dejado temblando y sonriendo como un idiota.
Apenado entro al salón, se sentó en banca sacando la libreta viendo la leche y los pequeños dulces de envolturas transparentes que hoy le habían dejado. Poco le importaba quien fuera, tenía a Hyunjin a su lado y eso era lo único que le importaba ahora.
Se sonrojo aún más al sentir que el olor de Hyunjin se había impregnado más en su persona, seguramente el alfa había corrido con la misma suerte.
—Suelta la sopa, Hyunjin—la alfa sentada frente a él lo miro con los ojos entrecerrados.
—¿Cuál sopa?—preguntó aún con la sonrisa en sus labios abriendo su libro en una página al azar.
—¿Cómo que cuál?—después de unos segundos, la chica sonrió y con una mirada pícara hablo—Paso algo con Minho, ¿verdad?
Hyunjin alzó la mirada encontrándose con la sonrisa triunfal de la chica, nego con la cabeza regresando su mirada a la lectura.
—¿Lo besaste, como te dije?—indago la chica.
—En realidad él lo hizo—respondio por fin. La chica abrió sus ojos y boca en sorpresa.
—Es un chico con iniciativa, me gusta aún más—dijo con voz burlesca.
—Fue accidental, pero, aproveché para besarlo yo—Lisa pudo ver la sonrisa feliz en su amigo y los ojos llenos de ilusión, le gustaba ver a su amigo así. Antes era raro verlo tan feliz, los problemas en su casa lo ahogaban cada vez más hasta que sus sonrisas risueñas fueron desapareciendo de poco en poco. Aunque ellos como amigos lo hacían reír y tratar de ayudarlo para que él se sintiera mejor ahora con Minho todo había evolucionado a algo mejor.
Algo que Lisa temía fuera esporádico.
—Jinnie, no importa como debes decirle lo de la apuesta—el semblante feliz del alfa se torno en uno más serio, bajando la mirada—No te lo digo en forma de represalia—la chica suspiro—Solo quiero lo mejor para ambos, no quiero que salgan lastimados.
—Lo sé, Lis, estoy buscando la manera de hablarlo con él—dijo el chico incómodo.
—Sé que encontraras la manera—le sonrió—Seguró lo entenderá.
Hyunjin sonrió a medias, ¿cómo algo tan pequeño se había vuelto grande?, fue tan estúpido que ahora que pensaba en las consecuencias que traería hablar de ello con Minho no podía sentir nada más que miedo y angustia.
Con la angustia en su cuerpo camino al salón donde le tocaba su siguiente clase, viendo su celular brillar al ver la pantalla rodó los ojos con fastidio.
Su madre no entendía que no quería hablar con ella, ni con nadie que tuviera su maldito y estúpido apellido. No quería escuchar lo mismo de siempre, apagó el celular guardandolo en el bolsillo de su pantalón y con prisa se dirigió al salón, solo estaba retrasando lo inevitable.
En cualquier momento tendría que enfrentar a sus padres así como también a Minho, este último sería el más difícil.
¿Les gustó? ♥️
Espero que estén bien jiji♥️
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