"Only bought this dress so you could take it off"

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ALESSIA ✩

Apenas nos quedaban dos días de las maravillosas vacaciones que estaba pasando con Carlos en Barcelona, y me sentía más feliz y liberada que nunca, sabía que cuando volviese a Mónaco tendría muchas cosas con las que lidiar, pero estos dos días iba simplemente a centrarme en desconectar y en Carlos.

Me remuevo en la cama cuando los rayos del sol empiezan a chocar con los cristales de la ventana, el brazo de Carlos está abrazándome firmemente por la cintura y siento su pecho pegado a mi espalda, no puedo evitar sonreír cuando me doy cuenta de esto.

Aquí pertenezco yo, no a un lugar o momento en específico, sino al lado de Carlos, no me importaba que tan difícil fuese el poder estar con el, simplemente el sentimiento era más fuerte que yo, y mi corazón se sentía más pleno cada vez que nuestras miradas chocaban o compartíamos el mismo espacio.

Mi barriga empieza a rugir un poco debido al hambre, así que hago el amago de levantarme de la cama, pero el brazo de Carlos me lo impide, quien como si se hubiese dado cuenta de que intento levantarme, me abraza más fuertemente impidiendomelo, en ese mismo instante el español empieza a balbucear medio dormido

—No te levantes—dice pegándome más a el— quédate un rato más en la cama— dice con los ojos aun cerrados

Yo me doy la vuelta en la cama para quedar frente a frente y una vez me encuentro enfrente de el, me aprieta otra vez más contra su pecho

—Buenos días — digo sonriente apartándole un pequeño mechón de la cara

Carlos al sentir mis manos rozandole, abre los ojos e instintivamente también sonríe.

—Alguien se ha levantado feliz— dice el dándome un beso en la cabeza

Siento la necesidad de abrazarle, por lo que lo hago y a la vez apoyo mi cabeza en su pecho, y el me abraza.

—Como no estarlo?— río por lo bajo— has visto las vistas con las que me he levantado?— pregunto retoricamente

—Lo sé, soy el hombre más guapo que has visto en tu vida, por eso te he robado el corazón— dice esto sorprendiéndome por lo egocéntrico que eso había sonado, yo simplemente me río a la vez que niego

—Siento decirte que me refería a las vistas de la ventana— mentira, me refería claramente a el

—Que mentirosa eres— me da un beso

Yo simplemente niego y finalmente me levanto de la cama

—Te apetece algo para desayunar?— pregunto esto dirigiéndome a la pequeña cocina de la habitación de hotel y tomando dos platos

—Mmm— hace una pausa pensativo— me parece que no eres la mejor cocinando— dice burlón

—Oye!, que ataque tan gratuito— me pongo la mano en el pecho exageradamente

El se levanta y se dirige hacía mi, arrebatandome los platos de las manos y dejando estos donde estaban anteriormente.

—Aless, mi amor, guapa, preciosa— dice intentando no sonar mala persona con lo que iba a decir a continuación— te recuerdo que hace dos días casi me intoxico con tus macarrones— dice con una sonrisa totalmente fingida

—No fue mi culpa, el horno de mi apartamento no calienta tan rápido — me excuso

El niega divertido y me toma la mano para dirigirme de nuevo a la cama, donde ambos nos sentamos al borde de esta, no sin que antes Carlos tome el teléfono que había en la mesita izquierda.

—Lo que tu digas, mi amor— me da un beso en la mejilla haciéndo que me sonroje— pero será mejor si pedimos servicio de habitaciones— dice divertido

Yo simplemente asiento, soy una horrible cocinera.

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Horas después Carlos y yo nos encontramos abrazados en el sofá viendo una película, yo estoy acurrucada en su pecho, mientras que su brazo está rodeando mi cintura, con el me siento en casa.

—Por qué te gustan tanto estas películas?— pregunta el español intrigado

—Acaso a ti no te gusta la liga de la justicia?— pregunto de vuelta

—Bueno, tampoco es como que me haya tomado el tiempo de verme las nuevas películas— dice obvio

Lo cierto es que no todo el mundo tenía el tiempo que yo tenía para ver películas, ya que literalmente mi trabajo giraba al rededor de ello

—Tu eres muy fan de la liga de la justicia?— pregunta el con curiosidad

—Si, desde pequeña he amado los comics con todo mi ser, y las películas no podían ser menos— comento con nostalgia

El solamente sonríe y me da un corto beso, y cuando el se separa de mi, yo tomo su cara entre mis manos y esta vez le beso yo, pero a diferencia de el, yo le doy un beso mucho más profundo, cuando Carlos reacciona afirma su agarre sobre mi cintura acercándome más a el, el beso es lento pero con mucho sentimiento, y por más que poco a poco voy sintiendo como me está faltando el aire, no puedo ni quiero separarme de el, y noto como el siente lo mismo.

Cuando finalmente nos separamos para tomar aire, Carlos sujeta mi cara con su mano y junta nuestras frentes, y mientras nos miramos lo único que se escuchan son nuestras respiraciones.

—Tantas ganas tenías de darme un beso?— dice burlón mientras separamos nuestras frentes— solo tenías que habérmelo pedido ya hace rato— continua

Yo solamente me río y me levanto del sofá para ir a preparar mi maleta ya que a la mañana siguiente ya nos íbamos de Barcelona, pero en el momento en el que me levanto del sofá, Carlos agarra mi muñeca y me vuelve a sentar en el sofá rodeando mi cintura nuevamente con fuerza

—Donde crees que vas?— me da un beso de nuevo

Yo me separo del beso y sonrío ante su beso

—Tenemos que preparar maletas, guapo— digo obvia— o te olvidas de que mañana ya nos vamos?—

Hago el amago de volver a levantarme, pero Carlos tenia afirmada mi cintura haciendo que yo estuviese pegada a su pecho

—Las maletas pueden esperar— el suelta un brazo de mi cintura y aparta un mechón de mi pelo detrás de mi oreja— ahora solo somos tu y yo— dice apagando la televisión a la vez que toma mi mano levantándonos del sofá

—Ah si?— pregunto burlona

El asiente y me agarra de las caderas acercándome a el peligrosamente, yo ya tenía la sensación de como íbamos a acabar esta noche.

—Si— pone su mano detrás de mi cuello y me acerca de nuevo en un beso— acaso pensabas que podías besarme de esa forma y seguir viendo la película como si nada?— dice mirándome a los ojos, una mirada llena de pasión

Yo me quedo sin habla, pero solo con verle es suficiente para que yo rodee su cuello con mis brazos y vuelva a besarle desenfrenadamente, y de un salto rodeo mis piernas al rededor de su cintura mientras Carlos me sujeta de los muslos para que no me caiga.

El camina conmigo en brazos hasta la cama, y se sienta al borde de esta conmigo sentada en sus piernas mirando hacia el.

—Me deseas?— pregunta de la nada

Yo le miro directamente a los ojos y no me lo pienso ni tres segundos cuando asiento, el al ver esto simplemente sonríe lujuriosamente y vuelve a besarme.

Me separo de sus labios para besarle en el cuello, y al sentir mis labios el se tensa echando su cabeza hacia atrás y apretandome los muslos.

—Dios Aless— dice el, rápidamente toma mi cara y me vuelve a besar en los labios

Siquiera antes de que yo pueda reaccionar, es el quien me besa esta vez en el cuello, no puedo evitar ahogar un pequeño gemido cuando siento sus labios haciendo contacto en mi cuello, yo me aprieto más contra el, y se que el lo ha notado porque de repente deja de besarme el cuello para besarme en la clavícula.

—Carlos— digo en un gemido ahogado

De repente me separo de el y me levanto de sus piernas para quitarme la camiseta y los pantalones que llevaba puestos, el español al ver esto, se levanta y hace lo mismo, ambos quedando solo en ropa interior, el me vuelve a acercar agarrando mis caderas con fuerza y nos acostamos en la cama, conmigo encima de el.

Seguimos besándonos sin pausa y cada vez siento más calor, al punto que mis mejillas están más que rojas.

De repente el nos gira, quedando yo abajo de el, por lo que rodeo mis piernas en su cintura y el me besa con mucha más pasión.

—Alessia, no tengo palabras para expresar cuanto te amo— dice Carlos entre besos

—Yo también te amo, Carlos— digo mirándole a los ojos directamente, y en ese momento ambos sonreímos.

Pasamos la noche entre besos apasionados y caricias, nuestros cuerpos rozandose, convirtiéndonos una vez más en uno solo, y con la habitación llena de nuestras respiraciones y gemídos.

Cuando terminamos, Carlos se acuesta a mi lado, ambos respirando entrecortadamente, el pone su brazo al rededor de mi cintura apretándome hacia el, y yo abrazo su torso apoyando mi cabeza en su pecho, Carlos seguidamemge me da un beso en la cabeza

—Me haces el hombre más feliz del mundo— habla una vez nuestras respiraciones ya están volviendo a la normalidad

Yo solamente sonrío y le abrazo con mas fuerza, cerrando los ojos y cayendo en un sueño profundo en los brazos del hombre al que amo después de que hayamos hecho el amor.

Nada podría ir mal de aquí en adelante, verdad?...

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NOTA DE LA AUTORA

Hola reinas, he vuelto

Que os ha parecido este capítulo?🤭

Las vacaciones de estos dos han sido tranquilitas, pero os voy adelantando que no estáis preparadas para todo lo que se viene.

Nos leemos en el próximo capítulo💓