Wanda entra junto con Charles al percibir los gritos y golpes de la habitación del peliplata.

Lo primero que ve es como la rubia está rasguñando el rostro de su hermano con sus largas uñas haciendo que sangre, aun cuando Peter ya la ha soltado Madison sigue aferrando se a él queriendo lastimarlo.

El telepata los separa casi de inmediato con ayuda de la pelirroja, quién sostiene a un Peter aturdido y avergonzado por aquella situación pero honestamente, la rubia lo ha llevado a su propio límite esta vez.

—¿Qué mierda les pasa?—Charles ha perdido el buen comportamiento también, está muy molesto y quiere una explicación—. Pacen un par de niños.

—Tú hijo es un maldito Charles, ¿no ves que me quiso matar con sus propias manos?—la rubia fue la primera en hablar acusando al joven mientras se tomaba el cuello y sollozaba— ¡Está loco!

Peter la observa con una mirada furiosa y quiere abalanzarse nuevamente contra ella pero el poco raciocinio que queda en él hace que se detenga.

—Si te hubiera querido matar lo hubiese hecho Madison—responde con firmeza—. Tú eres una maldita loca que me ha estado manipulando todo este tiempo.

—No sé de qué hablas, lo único que he hecho es amarte e intentar que olvides a Logan. Solo he querido lo mejor para ti—grita.

—Quizás eran tus intenciones pero me has llevado mucho más allá, castigándome, usándome y violentándome cada vez que te dabas cuenta que no podías obligarme a amarte—dice y el rostro de la rubia lo mira con cierto temor—. Estaba bajo tu hechizo Madison, ¿crees que no me iba a dar cuenta?

—Es mentira, yo no- —niega de inmediato.

—¡Mientes!—la voz de Wanda la interrumpe de forma violenta, viéndola con sus ojos rojos llenos de molestia— ¿Crees que no me iba a dar cuenta? Intentaste hacer que mi hermano se enamorara de ti a la fuerza, bajo tu hechizo.

—¿Eso es cierto Madison? ¿Hechizaste a mi hijo?

La rubia mira al hombre de ojos azules porque sabe que quizás en esos momentos él ya lo sepa todo al leer su mente, no necesita una palabra de sus labios para saber la respuesta.

Charles se siente demasiado estúpido y mal padre al haber traído a esa jovencita que solo le ha dado problemas a su hijo, lo ha expuesto y por su culpa ha terminado lastimado nuevamente.

—Creí que merecía tus golpes como forma de castigo por mis sentimientos hacia Logan porque estaba contigo pero en el fondo algo me llamaba a él pero en realidad no era que yo quisiera estar contigo, era porque tú me estabas obligando.

Sí, se había sentido culpable las veces que estando con Madison pensaba en Logan, cuando cedía ante los besos de Lobezno estando en una relación con la rubia pero en su defensa, cuando estaba lejos de ella se sentía libre, diferente mientras que a su lado estaba atado, a pesar de que sentía algo por ella no se sentía real como con Logan. Lo ignoro al principio, pensó que quizás solo era la nostalgia de aun extrañar al mayor pero la sensación jamás se fue.

—Yo solo quería que me amaras tanto como lo amas a él pero tú te aferrabas a ese hombre—dice con disgusto—. Hice todo esto porque estaba enamorada de ti.

—Estás loca—murmura el peliplata.

—¡Basta!—Charles interrumpe con un grito, su rostro refleja molestia pero trata de guardar la compostura— Te vas a largar de aquí Madison y de la vida de mi hijo para siempre—la voz del telepata es seria, sombría y amenazadora—. Si te vuelvo a ver cerca de la ciudad, vas a conocer quien es Charles Xavier y lo que es capaz de hacer por sus hijos.

—Tú fuiste quien me trajiste aquí, en parte es tu culpa—suelta furiosa.

—Y ahora soy quien te está echando, no tientes a tu suerte Madison, no eres nadie.

—Soy la próxima suprema—declara en alto, sintiéndose poderosa.

Wanda ríe.

—¿Y te crees especial por eso?—suelta sus palabras con un tono lleno de burla, enarcando una ceja— Cariño, ¿has oído hablar de la bruja escarlata?—la rubia la mira con algo de confusión, sabe de qué habla pero no ha donde quiere llegar— Yo soy la bruja escarlata—los ojos de Wanda se iluminan, el poder se siente a su alrededor y la menor puede jurar que su corazón se ha detenido por un momento—. Ya escuchaste a mi padre, te vas a largar de aquí y no vas a volver nunca porque sí lo haces, no solo lidiaras con él, yo estaré esperándote.

(◦◦◦)

Dos días antes de la boda

Peter se mira en el espejo y admira lo bien que luce con ese traje Valentino ceñido a su cuerpo. Su cabello está perfectamente peinado aunque un par de ricitos se cuelan en su frente haciendo que se vea completamente adorable.

Definitivamente ese día en su boda va a deslumbrar, será el centro de atención no solo por lo espectacular que se ve sino por el drama que trae cargando consigo, los medios lo han investigado lo suficiente como para crearse toda una telenovela de su vida pero para ser sincero, a esas alturas ya nada le interesa.

No ha pensado mucho su decisión de apresurar su boda, todo ha sido tan rápido que a veces resulta abrumador para él pero ya no hay vuelta atrás mientras más rápido sea todo y acabe con ese asunto pronto, mejor.

Quentin y él van a casarse y es lo único que importa, al menos eso quiere creer. Piensa que con un matrimonio puede ignorar todo lo que ha vivido y arreglar sus problemas con facilidad.

Involucrarse por completo en su apresurada boda ha hecho que no tome en cuenta lo que Wade y Andrew han tenido, irónico porque eso mismo es lo que lo ha empujado a aceptar algo que no sabe si lo quiere de verdad.

Quizás unir su vida con Quentin es lo que siempre quiso, quizás ese era su destino después de todo y ahora la vida vuelve a poner eso en su camino, está tomando el curso que debió haber sido desde un principio.

Mentiras. Escucha a subconsciente porque sabe que extraña al mercenario, él es a quien ama y sabe que le ha dolido en el más fondo de su ser su traición pero no piensa admitirlo y no quiere enfrentarlo. No se siente preparado.

Limpia una lágrima rebelde que sale de su ojo y sonríe ante su reflejo pero su sonrisa dura unos pocos segundos al ver detrás de él un rostro conocido haciendo que su piel se vuela aún más pálida de lo que ya es.

—¿Qué haces aquí?—frunce el ceño, girando casi de inmediato.

—No puedo permitir que hagas esta locura.

Peter no puede creer que Wade lo haya encontrado y mucho menos que tenga el descaro de presentarse ahí, ¿como si quiera tiene la decencia de hacerlo?

—Vete o llamaré a seguridad y te juro que armaré un escándalo—amenaza con un nudo en su garganta.

—¿La misma seguridad que está tirada en el piso? ¿O los que están casi moribundos afuera porque no querían dejarme entrar?—enarca una ceja, desafiándolo.

El castaño abre la boca, indignado y nervioso.

Su mirada vaga por toda la habitación y solo ve de reojo a la chica que está asesorándolo totalmente asustada, detrás de la puerta.

—Gritaré entonces y te acusaré de que quieres secuestrarme, es fácil que me crean después de todo eres un mercenario—suelta con disgusto en su voz—. Un delincuente.

La mueca en el rostro del más bajo al decir aquello hace que el corazón del mayor se apriete por un momento pero, en el fondo sabe que Peter solo está buscando alguna manera de herirlo, hacerlo sentir tal como él se siente en ese momento, no piensa hacerle caso a sus palabras.

—¿Y no quieres eso?—murmura con un tono de voz que a Peter le eriza la piel— ¿No deseas dejar todo esto?—Wade camina hacia él con lentitud mientras el castaño retrocede sin saber que hacer— Hazlo, grita—murmura—. Hazle saber a todos que estoy aquí por ti, porque no pude evitar quedarme de brazos cruzados viendo como el hombre que amo se está por casar con alguien más.

El más bajo choca con la pared mientras los ojos de Wade se posan en los suyos.

—Eso no es cierto, ya no sé quién eres Wade—le sostiene la mirada, intentando parecer fuerte, que puede con él y con todos los sentimientos que carga en ese momento—. Y tú tampoco sabes quién soy yo, ni lo que quiero.

El mercenario lo toma de la cintura mientras pega su cuerpo al del castaño.

—Te quiero a ti—afirma el mayor sin despegar su intensa mirada—. No hay nadie a quien quiera más en mi vida que a ti Peter, nadie podría acercarse a la forma en la que te necesito—la cercanía es casi tan íntima, que hace temblar al más bajo, teme no poder controlarse—. No te case Peter, no lo hagas por favor—susurra contra sus labios.

Los ojos de Wade denotan lo mal que la está pasando en esos momentos, en realidad, desde que Peter lo vio, pudo notar lo mal que lucía, tan jodido y demacrado.

Está sufriendo.

Aun así, no piensa creer en sus palabras, no es tan débil como piensa Wade, su orgullo puede mucho más con él, no piensa soltar todo tan fácilmente no puede olvidarlo. Lo ha intentado, ha querido dejar de pensar en los sentimientos del mercenario por su hermano en el pasado pero simplemente no se puede sacar de la cabeza que quizás solo lo esté usando como un remplazo al amor que no pudo tener tiempo atrás.

—¿Qué? ¿Acaso te duele que otro Rogers Stark te rechace?—suelta, intentando demostrar que no le pone nervioso la cercanía entre ambos, quiere hacerse el fuerte frente a él y herirlo mencionando su pasado— Perdiste a Andrew hace años y me perdiste a mi ahora.

—Déjame explicarte las cosas Peter—suplica.

—Creo que escuche lo suficiente.

—No, no es verdad entre Andrew y yo no existe nada más que un recuerdo. Ese día tú no escuchaste la conversación completa, nosotros...

—Escuche lo suficiente—lo corta abruptamente—. Lo necesario para saber todo lo que me ocultaste.

—Peter...

—Puede que quizás no haya nada en estos momentos pero existió Wade, tú lo amabas—dice con voz rota y aunque intenta hacerse el fuerte, las lágrimas no tardan en salir— Los dos lo hacían—solloza, recordando las palabras de ambos—. ¿Por qué no lo dijiste antes?

—Porque fui un idiota. Yo no creí...

—¿No creías tener algo serio conmigo?

El mercenario calla, sabe que la situación está muy jodida, cualquier cosa que pueda decir en ese momento puede mandar todo al carajo, no quiere lastimar más a Peter, no lo merece pero tampoco quiere dejar de intentar.

No quiere perderlo.

—No creí que te volverías alguien tan importante casi como el aire que respiro, eres el amor de mi vida Peter Rogers Stark—susurra con la voz rota—. Mi vida ha estado tan jodida desde siempre, nunca he podido ser completamente feliz y llegas tú dándome una pequeña esperanza.

—Me voy a casar en dos días Wade y tú ya no puedes evitar que esto pase—ignora las palabras del mercenario, no quiere seguir con esa conversación porque si lo hace, sabe que podría caer ante sus brazos.

—No escondas tus emociones Peter, no finjas ante mí, no le mientas a Quentin. Tú no lo amas—afirma con brusquedad mientras lo toma fuertemente de los brazos, está desesperado.

—Tú no sabes nada de mis sentimientos—gruñe mientras un par de lágrimas rebeldes resbalan por sus mejillas—. Quiero que te largues de mi vida Wade, para siempre.

—No lo haré Peter, voy a insistir, estaré en la iglesia y volveré a recordarte lo mucho que te amo, me pondré de rodillas frente a todos si es necesario.

—Será inútil, solamente te humillarás porque tendrás la misma respuesta que te doy ahora—la mirada del castaño es poco expresiva en esos momentos, luce tan frio pero Wade lo conoce perfectamente, sabe que no es cierto lo que está diciendo, el orgullo está hablando por él, está dejando que gane—. Vete, no quiero verte nunca más en mi vida, mentiroso.

Wade se estremece al escuchar como lo llama en esos momentos, es la palabra perfecta que lo define, sobretodo porque aún sigue ocultándole algo que sabe que puede terminar de hundir lo poco que queda entre ellos pero que si no lo hace en esos momentos y sigue guardándolo, Peter terminara de odiarlo completamente por seguir con ese juego de secretos.

Cierra los ojos y suelta un suspiro, su agarre se ha aflojado haciendo que el menor se zafé por completo y camine lejos de él tomando de inmediato sus cosas para huir lo más pronto posible de ahí.

—Hay algo que tienes que saber—su voz tiembla, los dedos le hormiguean debido al nerviosismo y está seguro que su corazón se puede parar en cualquier momento.

—¿Qué? ¿Más secretos? ¿Ahora me vas a decir que también te tiraste a Tobey? O déjame adivinar, ¿Andrew te confeso que todavía te ama? ¿O que quizás tuvo un hijo tuyo y lo abortó porque no era lo suficiente como tú? —la mirada del mercenario cambia con respecto a lo último, la risa irónica de Peter se corta casi de inmediato al interpretar lo que dicen los ojos de Wade y como el silencio se ha vuelto pesado— ¿Estuvo embarazo?

—Peter...—el mayor trata de hablar mientras camina hacia él.

—¡No me toques!—alza sus brazos y retrocede casi de inmediato— Te hice una pregunta—murmura despacio, tratando de ser cauteloso como si de esa manera la respuesta fuera a ser menos dolorosa.

—Lo estuvo—responde.

El castaño cierra los ojos por un momento, intentando no vomitar ahí mismo. Siente un nudo en su estómago mientras un mareo lo azota haciendo que se tambalee un poco, las náuseas lo han atacado al escuchar la respuesta.

Se siente totalmente asqueado.

A esas alturas las lágrimas en sus mejillas son abundantes, se siente tan lastimado que no quiere escuchar más, quiere largarse de ahí lo más pronto posible.

—¿Lo aborto? ¿Lo dio en adopción?

No quiere saberlo, está seguro que no quiere saber nada más sobre ello pero su parte impulsiva decide actuar por él lanzando las dudas que se le han formado en ese instante.

Wade está cansado de darle vueltas al asunto, solo quiere terminar con todo esto, no espera a que Peter procese del todo la información que le ha dado, porque su boca decide actuar primero cortando abruptamente las preguntas del castaño.

—Helen es mi hija Peter—suelta.

La mirada llena de decepción y dolor que le da Peter es algo que Wade está seguro jamás podrá olvida, se clava en su corazón y se siente el ser más despreciable del universo por dañar de tal manera al hombre que ama, sabe que todo está perdido.

Él ha perdido, no ha podido salvarlos.

*****

Mil años tarde, lo sé pero últimamente he perdido las ganas de escribir y de leer no siento la misma emoción que antes y honestamente eso me pone triste porque es una de las cosas que más disfruto.

BTW, solo un capítulo para el final y él epilogo.

Una cosa, no habrá final alternativo como lo he hecho con historias anteriores, me gustan los finales realistas y a veces no todo es "felices por siempre."

Gracias por las que siguen aquí y me han esperado.

Xoxo,
L🥀.