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▬▬▬ 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐎𝐑𝐒 𝐈𝐍 𝐋𝐎𝐕𝐄

𝐈. "𝐿𝑙𝑒𝑔𝑎𝑑𝑎 𝑎𝑙 𝑙𝑎𝑏𝑒𝑟𝑖𝑛𝑡𝑜"

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      𝐒us ojos se abrieron, pero algo no le dejaba ver. Trataba con todas sus fuerzas, pero no podía. Eso la desesperaba tanto que no se había dado cuenta de que estaba gritando con desesperación, haciendo que el chico en inconsciencia a su lado se despertara sobresaltado. Ante el ruido que había provocado el chico, sus oídos comenzaron a trabajar más rápido que de costumbre, recordandole que tal vez no podía ver, pero si oír.

Después de unos segundos su vista dejó de ser borrosa y empezó a distinguir nuevamente los colores. Ahora podía ver en donde se encontraba, pero eso no mejoraba para su desesperación.

Lo que parecía ser un elevador, empezaba a moverse, provocando que su estómago se revolviera y su respiración falle. La luz roja de la caja, se prendía y apagaba, para después prenderse nuevamente. Eso hacía que sintiera ganas de vomitar todo lo que en su estómago estuviera almacenado.

El lugar era sofocante y con un espacio bastante reducido. Esto generó que ambas personas en él, no tuvieran su espacio personal. Lo que llevó a que la única chica en el ascensor, reaccionara bastante mal ante la presencia del del chico con pecas. Ya que él se había acercado a ésta, para ver cómo estaba, pero ella no se lo tomó muy bien y sacó de su bolsillo un cuchillo, apuntando al contrario, a la defensiva.

  — ¿Quién eres y por qué estoy aquí? — Sin bajar el arma, la chica ordenó saber.

  —Tranquila, no era mi intención asustarte, ni mucho menos molestarte. Solo quería ver que estuvieras bien.

El chico pegó su espalda con una de las paredes del elevador, tratando de alejarse lo más posible de la chica.

  —Sigues sin responder a mí pregunta— dijo la chica, sin expresión alguna en su cara.

   El sonido de algo chocar contra la caja, asustó a ambos jóvenes. Parecía que habían llegado a su destino, dado que la luz que antes era roja y cambiaba, se había vuelo verde y quieta. Ambos se miraron extrañados. Seguido a ésto las puertas se abrieron, dejando entrar la luz de afuera, pegandoles en la cara. El chico asustado se acercó hasta la única persona que conocía hasta ahora dentro del elevador. Para ella no fue molestia, ya que estaba igual de asustada que él, pero su cuerpo no temblaba, a diferencia del otro.

Para susto suyo, la cara de un chico, de cejas pobladas, apareció en su campo visual.

  —Día uno, Novatos — Dijo mirándolos fijamente a ambos.

  El chico parecía asombrado por la presencia femenina, pero actuaba como si no lo hiciera.

  — ¿Qué ves, Gally? — Se escuchó la voz de un chico preguntar.

  —¿Qué pasó, se hizo en los pantalones?

  Varias risas se empezaron a escuchar ante tal chiste. Excepto por los dos chicos que miraban extrañados al chico de cabello corto, que estaba a unos metros de ellos. No sabían quién era, siquiera sabían sus propios nombres.

En un abrir y cerrar de ojos estaban ambas espaldas sobre el verdoso césped. Teniendo miradas sobre ellos. Algunos comenzaron a decir comentarios como:

—¿Una chica?

—¿Acaso son parejita qué están tomados de la mano?

Entonces ahí ambos jóvenes se dieron cuenta de que sus manos estaban entrelazadas. La única chica entre tantos chicos, comenzó a ver a su alrededor, dándose cuenta de que los rodeaban grandes muros de piedra. Su respiración volvió a fallarle, al sentir que estaba atrapada. Hizo lo primero que a su mente se le ocurrió en ese momento; Correr.

  Empujó a un chico de cabello rubio que estaba obstruyendo su paso y comenzó a correr con todas las fuerzas que podía proporcionar su cuerpo. No se dio cuenta que el otro chico la seguía detrás suyo, ya que estaba demasiado concentrada en llegar a donde había una abertura entre dos muros, y como si su mente le indicara que esa era su única salida.

Faltaba poco para llegar a su meta, pero el ruido de un golpe seco, la hizo distraer, provocando que perdiera el equilibrio y cayera en el húmedo pasto. Intentó volver a levantarse, pero unas risas a lo lejos, volvieron a desviar su atención.

  El chico que había estado junto a ella en el ascensor y del que había tomado su mano sin darse cuenta, ahora miraba confundido a sus costados. La de cabello castaño se acercó a él al ver como los otros se reían mayormente de él.

  — Vamos, levántate — le tendió la mano para ayudarlo a levantarse.

  El contrario tomó su mano sin pensarlo dos veces. Mientras que las risas dejaron de oirse, cambiando a silbidos y algunos bufidos. Después de que se terminó de levantar, soltaron sus manos rápido, con un rubor en sus mejillas. 

Un chico alto, se acercó a ellos y los llevó a ambos a un lugar que parecía ser un pozo, en donde los tiró y cerró una puerta de mimbre.

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★ 𝐸𝑠𝑡𝑜 𝑓𝑢𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑒𝑙 𝑐𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑑𝑒 ℎ𝑜𝑦, 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑒𝑠 ℎ𝑎𝑦𝑎 𝑔𝑢𝑠𝑡𝑎𝑑𝑜 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜, 𝑑𝑒𝑗𝑒𝑛 𝑠𝑢𝑠 𝑜𝑝𝑖𝑛𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑒𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠.

   ★𝑌 𝑠𝑖 𝑣𝑒𝑛 𝑎𝑙𝑔𝑢́𝑛 𝑒𝑟𝑟𝑜𝑟 𝑜𝑟𝑡𝑜𝑔𝑟𝑎́𝑓𝑖𝑐𝑜, 𝑡𝑒𝑥𝑡𝑢𝑎𝑙 𝑢 𝑛𝑎𝑟𝑟𝑎𝑡𝑖𝑣𝑜 𝑚𝑒 𝑙𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑛 𝑎𝑣𝑖𝑠𝑎𝑟 𝑒𝑛 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠, 𝑎𝑠𝑖́ 𝑠𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑡𝑒𝑛𝑒𝑟 𝑒𝑛 𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑒𝑟𝑟𝑜𝑟 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑜𝑠.

★ ¡𝐺𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑒𝑒𝑟 𝑒𝑠𝑡𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎!

  ★¡𝑉𝑜𝑡𝑒𝑛 𝑠𝑖 𝑙𝑒𝑠 𝑔𝑢𝑠𝑡𝑜́! (no sean lectores fantasmas)

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