10. ¡𝐂𝐀𝐋𝐋𝐀𝐓𝐄 𝐆𝐀𝐋𝐋𝐘!
ASTRID MIRABA A TODOS ALGO asustada, mientras veía a todos correr de un lado para otro llevando antorchas hacia la puerta temiendo lo peor, los chicos en todos estos años en el laberinto habían pasado por aquello así que se notaba su miedo en sus ojos. Astrid corrio hacia las puertas, junto al resto de los chicos.
Derrepente sintieron un sonido fuerte, haciendo que todos se asustarán. Miraron hacia sus costados y todas las puertas se empezaron a abrir alrededor del área. Empezaron a asustarse, jamás habían visto aquello en todos estos años nunca había ocurrido algo parecido.
— Oye, Chuck, quiero que vayas a la casa del consejo, y bloquees todas las puertas. — Habla Astrid mirando al pequeño tratando de protegerlo.
— Winston, ve con él — Habla Newt.
— Entendido.
— Vayan por los demás, busquen un lugar donde esconderse en el bosque. — Manda Gally.
— Minho, toma todas las armas que encuentres. — Le habla Thomas a Minho. — Nos vemos en el salón.
Minho asiente para luego correr junto a varios chicos detrás de él. Astrid buscaba con su mirada a Lucas quien no lo encontraba.
— ¿Alguien a visto a Lucas? — Pregunta Astrid preocupada, tratando de sonar lo más calmada posible.
— Debe estar cerca. No te preocupes, lo encontraremos. — Le responde uno tratando de calmarla.
— Así espero. — Contesta Astrid.
— Astrid, Teresa. Nosotros buscaremos a Alby, ¿Si? — Habla Thomas.
Las dos chicas iban a seguir a Thomas para luego escuchar a todos gritar "Penitentes" mientras corrían con las antorchas en sus manos. Astrid miro hacia el laberinto viendo salir a demasiadas bestias, haciendo su particular ruido.
— ¡TODO EL MUNDO, ESCONDASE! — Grita Astrid.
Todos empezaron a correr para luego ver qué Thomas tomaba la mano de Teresa haciendo que corriera junto a Astrid, todos escapaban de los penitentes adentrándose en dónde cultivaban trigo para poder ocultarse.
— ¡Abajo! — Exclamó Thomas mientras se agacha entre las plantas.
Los chicos que estaban junto a ellos estaban en total silencio, sintiendo los gritos de los demás que probablemente estaban siendo picados o probablemente matados por aquellas bestias. La pelirroja cerro sus ojos escuchando aquellos gritos de ayuda y no podía hacer nada, odiaba no hacer nada pero está vez dudaba de sus habilidades para poder hacer algo.
Abrió sus ojos levantando la vista viendo una tenaza de una de las bestias, su voz no salía, quería tratar de ayudar al chico que tenía en frente pero no pudo ya que aquella tenaza ya había agarrado al chico y tirado hacia arriba. Todos corrieron por entremedio de las plantas, escapando de las bestias.
Corrieron hacia donde se encontraba Alby, Astrid miraba algo asustada a todos lados. Llegaron dónde se encontraban los demás, Astrid suspiro aliviada al ver a Lucas, está corrio a abrazarlo.
— Dios mío ¿Estás bien? — Pregunta Astrid.
— Si, estoy bien, no te preocupes, cariño. — Murmura Lucas tranquilizando a su chica.
Astrid le sonrió para luego ver a Alby, quien era asujetado por Jeff y otro de los chicos. Astrid se separa de Lucas sintiendo que aquel le agarra la mano para no perderla, la chica sonrie inconsciente.
— ¿Que ocurre? — Pregunta Alby.
— Están aquí. — Responde el castaño.
— ¿Penitentes?
Astrid miro hacia donde estaban siendo atacados el resto de los chicos, trato de ir pero Thomas y Lucas no se lo permitieron, la chica miraba la escena triste, sintiendo una pequeña presión en su pecho la cuál le quitaba el aire sintiéndose débil, pero Lucas la miro unos segundos dándole un nivel de esperanza más.
Thomas agarro un cuchillo, Astrid agarrará otro cuchillo que estaba en el bolsillo de Lucas, la rubia al notar que era su cuchillo arrugó sus cejas.
— ¿Que haces con mi cuchillo? — Pregunta Astrid al ver su nombre en el.
— Lo fui a buscar cuando entraron los penitentes, lo dejaste con el resto de las armas. — Comenta Lucas.
— Con razón no te encontraba, dios pudiste haber... — Astrid no termina la frase. — Thomas, ¿Que hacemos? — Pregunta Astrid dirigiéndose a Thomas.
— ¡Corran! — dice Thomas.
Lucas aprieta la mano de Astrid mientras corrían a la par, Astrid miraba a Alby para que no le pasará nada malo, siendo detenidos por un penitente, haciendo que retrocedieran asustados. Astrid toma una de las velas que tenían en un frasco y se la tira al penitente haciendo que este se quemara soltando un gruñido.
— ¡Vámonos, rápido! — Grita Thomas mientras toma el brazo de Alby, corriendo.
Corrieron lo más rápido junto a todos, tratando de llegar a la cabaña sin ser picados o matados por el penitente. De pronto Alby se pasa a caer, haciendo que Astrid suelte la mano de Lucas tomando el brazo de Alby levantando a éste.
— ¡Alby!
— Pónganse detrás de mí. — Dice Thomas.
Thomas deja a Astrid y a los demás detrás de él, levantando su machete, pero de la nada ve que una flecha le llega al penitente, haciendo que esté retrocediera, Astrid mira enojada al penitente.
— Claro, cuando yo te di con la daga no te hizo nada. — Grita enojada la chica.
— ¡Astrid deja de reclamar y corre! — Grita Newt mientras corría.
Astrid rueda los ojos y empieza a correr tomando la mano de Lucas, corriendo a la par del mayor, mientras entraban a la cabaña.
— Entren a Alby. — Dice Thomas entrando a la cabaña, cerrando la puerta al estar todos ya dentro.
algunos chicos se encargaron de cerrar la puerta mientras que Newt caminaba hacia donde estaba Astrid quien estaba con Lucas, los dos chicos rodeaban a Astrid quien rueda los ojos.
— ¿En serio?
— Tenemos que cuidarte. — Dice Lucas.
Astrid rueda los ojos para luego tener un firme agarre en su cuchillo.
— me se cuidar...
Astrid es interrumpida por el sonido del penitente que estaba fuera del lugar. Todos estaban alerta por si necesitaban actuar.
Astrid por su parte trataba de mantener la calma, aquel ruido le recordaba a la vez en que se quedaron toda la noche en el laberinto, la vez en que murió Derek, cerro sus ojos para luego volver a abrirlos pasados unos segundos, no iba a dejar que nadie más muriera.
Todos estaban en silencio arrinconados en una pared, viendo cómo una tenaza rompe el techo haciendo que todos gritaran, la tenaza agarro un trozo de madera que sostenía parte del techo y la arranco, causando que parte del techo se caiga, todos estaban cubriéndose al ver que se empezaba a caer.
Los penitentes aprovecharon aquella situación para agarrar a uno de los chicos sintiendo el puro grito de este pidiendo ayuda, Astrid iba a ayudarlo pero justo lo agarraron. Vieron otra garra para luego ver qué Chuck iba a ser atrapado.
— ¡Chuck! — Grita Astrid.
La menor se trata de levantar pero al instante el más pequeño es sujetado por las tenazas del penitente.
— ¡Agarrenlo! — Grita Teresa.
Thomas agarra la mano del pequeño tratando de no soltarlo mientras que Astrid agarra la otra, está vez no lo soltaría, menos al pequeño. Astrid vio que Teresa igual se les unia mientras Chuck gritaba por ayuda.
— ¡No me sueltes!
— ¡Obvio que no! — Grita Astrid mientras apreta la mano de Chuck.
Alby apareció atacando al penitente con un palo mientras gritaba enojado, haciendo que la tenaza soltará al chico.
— Si estoy bien. — Se escucha decir al menor. — Gracias Alby. — le agradece.
— ¡ALBY! — Grita la peliroja.
Viendo que Alby es agarrado por las tenazas, está corre hacia el agarrando al moreno, tratando de no soltarlo, ya se prometió que cuidaría de él, así que ahora no pensaba en soltarlo.
— Asty, debes dejarme ir. — Dice Alby mientras siente que cada vez tenía menos fuerzas. — Deben sacarlos de aquí. Ponlos a salvó.
Dicho ésto la chica siente que el penitente era más fuerte soltando a Alby mirándolo una vez que el moreno es llevado por el penitente, la chica es agarrada por Lucas quien estaba cerca haciendo que no se caiga por la fuerza en que había soltado a Alby.
— ¡ALBY! ¡NO! — Grita la chica mientras trataba de soltarse de Lucas pero este tenía un firme agarre. — ¡DÉJAME!
Astrid se remueve en los brazos de Lucas soltandose del agarre saliendo de la cabaña haciendo que todos la siguieran, la pelirroja miro hacia al frente viendo todo lo que le tomo años construir quemándose, sintió un nudo en su garganta enorme.
Sus lágrimas se hicieron presentes no las iba a quitar, necesitaba soltar todo lo que estaba guardando hacenaños, necesitaba llorar y así fue, lo hizo por todos los años que tuvo que ser fuerte para que todos la vieran como alguien en quién podían asujetarse cuando estuvieran mal, pero está vez ella era la que necesitaba que alguien la asujetara para que no se caiga.
La rubia sintió que alguien la abrazaba evitando que sus piernas fallaran, sabía perfectamente de quién se trataba haciendo qué se diera vuelta ocultando su cara en su pecho, soltando todo lo que necesitaba soltar, lloraba como si no tuviera fin, pasaron los minutos mientras que sentía una fuerte paz que Lucas le transmitía, aún que toda esa paz se fue cuando sintió que alguien le había pegado a uno de los chicos.
Astrid se voltea quitándose las lágrimas viendo a Thomas en el suelo y Gally siendo retenido por varios chicos.
— ¡Todo es tu culpa! ¡Mira a tu alrededor! — Grita Gally
— ¡Atrás, Gally! ¡No es culpa de Thomas! — Alza la voz uno de los chicos.
— ¿Oyeron lo que Alby dijo? ¡Es uno de ellos!
— ¿De quienes? — Pregunta Lucas.
— ¡Es uno de ellos, y lo enviaron aquí a destruir todo y ya lo hizo! ¡Mira a tu alrededor, Thomas! ¡Mira!
Aquello termino con la paciencia de Astrid haciendo que se soltará de los brazos de Lucas para luego acercarse a Gally enojada.
— ¡YA CÁLLATE GALLY, UNA VEZ EN TU PUTA VIDA CÁLLATE! — Grita Astrid acercándose al chico quien la mira perplejo, jamás nadie había visto a Astrid tan enojada cómo aquel día. — Hasta que callas tu maldita boca, hoy perdí a demasiada gente — Empieza a hablar Astrid aún enojada. — al igual que todos aquí. — Apunta a todos los chicos sin dejar de mirar a Gally.
Astrid ya no soportaba la actitud de Gally, le tenía mucho aprecio a aquel chico, pero si actitud de éstos últimos días ya la tenían cansada.
— Pero, ¿tu me ves echándole la culpa a Thomas por haber perdido a gran parte de mis amigos? — Sigue hablando la pelirroja. — No, no le he echado la culpa por nada, porqué yo sé que Thomas ya no es uno de ellos porque lo mandaron aquí borrandole la memoria como a nosotros, así que ahora para que te quede claro. Thomas es uno de nosotros Gally, te guste o no.
Dicho ésto Astrid se separa de todos viendo que Thomas toma la aguja que traía el penitente viendo aquella.
— Tal vez tenga razón... — Murmura Thomas mirando a Teresa.
— Thomas...
— Necesito recordar Teresa.
Dicho ésto el chico se clava la aguja, sintiendo los gritos de todos incluído de Astrid quien se acerca corriendo hacia donde él, tratando de que no se durmiera, pero era en vano Thomas ya estaba cerrando sus ojos.
— Aquí estoy, Thomas. — Fue lo último que Thomas escuchó de parte de Teresa.
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