Astrid estaba mirando la pared, ya se
habían apagado las luces mientras que ella seguía despierta. No podía pegar el ojo, cada vez que los trataba de cerrar su mente la llevaba a unas horas atrás sintiéndose la persona más horrible del mundo por no hacer nada.

Solamente se dedicó a mirar a la nada.

Siente que alguien se levanta, haciendo que Astrid se de vuelta con cuidado para ver a Thomas lavandose la cara. Está lo mira un momento, sabía que Thomas también le había afectado la perdida de Chuck tanto o quizás peor que a ella.

Unos minutos más tarde Astrid estaba mirando el techo, cuando de pronto escucha un sonido proveniente de alguna rendija.

— Oye. — Se escucha hablar a alguien en un susurro.

Astrid no lo tomo en cuenta pero sintió que Thomas quien era el único despierto aparte de la rubia, se mueve en su cama viendo había abajo.

— Oye, aquí abajo.

— ¿Que haces? — Se escucha los murmullos de Thomas.

— Ven. Sígueme.

— ¿Qué? — Dice Thomas confundido.

Él chico se levanta de su cama, poniéndose de estómago al suelo para luego empezar a gatear por debajo de su cama entrando al ducto. Astrid al ver que desaparece el castaño, se levanta de su cama buscando respuestas así que camina hacia la litera de Thomas y ve como el chico desaparece por los ductos. Déjando a Astrid con cierta duda en su cabeza.

[...]

— Alice; Barry; Walt; Edgar; Samanta. — Empieza a hablar Janson mientras dicta los nombres de los chicos.

— ¿Sabes? A veces me estresa la voz de ese hombre. — Murmura Astrid hacia Jackson quién estaba junto a la pelirroja.

el chico se rió ante el comentario.

— somos dos, rojita. — dice Jackson.

Astrid al escuchar aquel apodo, hace que su mente divage unos segundos, suspirando al sentir la mirada de Newt sobre ella, al escuchar el apodo.

—

Quiero saber que hay detrás de esa puerta. — Murmura Thomas.

— Aron. — sigue nombrando el jefe del lugar.

— Dices que estaban cubiertos. — Dice Astrid.

Thomas al llegar a la habitación la noche anterior luego de ver lo que le tenía que mostrar uno de los otros chicos que estaba en el comedor, les contó todo a sus amigos.

— No sabes que viste. Pudo ser cualquier cosa. — Murmura Newt mirando al chico.

— No, se lo que ví. Eran cuerpos. — Murmura Thomas.

— Sally.

— Aris dice que llevan nuevos cada noche.

— ¿Quien diablos es Aris? — Pregunta Minho.

— Henry.

Thomas apunta hacia donde estaba el chico con capucha mirando su comida como el día anterior respondiendo la pregunta de Minho.

— Tim.

— bueno por último no fue esquizofrenia lo que tienes. — murmura Astrid haciendo que Thomas la mire mal.

— Ya, me convenciste. — Minho comenta.

— Y por último, pero no menos importante, David. — Unos pocos aplauden. — Gracias por su atención. Que disfruten su noche.

— Hasta no estar seguros, debemos ser discretos. — Empieza a decir Newt — e intentar no llamar la atención, ¿De acuerdo?

Thomas de la nada se levanta de la mesa sin prestar atención a nada, Astrid al ver esto deja su cuchara encima del plato mirando con atención a Thomas.

— ¿Que mierda está haciendo? — Pregunta Astrid.

— Creo que está llamando la atención. — Habla Sartén.

— Y así fue como Thomas no escucho nada de lo que Newt decía. — Dice Astrid mientras suspira.

Los chicos miraban que Thomas estaba tratando de salir por aquella puerta. Pero antes de que pudiera hacer algo es detenido por un guardía haciéndolo retroceder.

— Momento. A ti no te llamaron. — Le dice con voz firme uno de los guardias.

— Lo sé, solo un momento. — Thomas trata de salir por aquella puerta por dónde iban los demás chicos siendo detenido una vez más por aquel guardia.

— Es un área restringida. — Inquiere.

— Solo quiero ver a mi amiga, ¿Me permiten pasar?

El guardia al ver la actitud de Thomas pone un dedo en su pecho apuntandolo.

— Vuelve a tu silla.

Thomas se resigna dando media vuelta caminando hacia los chicos para luego de unos segundos correr tratando de entrar nuevamente, pero los guardias lo retuvieron por tercera vez. Los chicos al ver esto se levantan rapidamente de sus sillas y corren a ayudar a Thomas.

— ¡Oye! ¡Atrás!

— ¿Cuál es tu problema? — Grita Thomas, mientras que empuja al guardia.

— ¡Atrás!

Los chicos toman a Thomas echándolo hacia atrás tratando de retenerlo.

— ¿Por qué no puedo verla? — Cuestiona gritando.

— ¡Controlen a su amigo!

De pronto llega de forma rápida Janson, deteniéndo la pelea mientras que aparta a los chicos y a los guardias.

— ¿Que pasa aquí? — Alza la voz el jefe. — Thomas. Creí que teníamos confianza. — Habla dirigiéndose al chico. — Sabes que todos aquí estamos del mismo lado.

— ¿confianza? eso ni en un millón de años se podría tener en un solo día. — murmura Astrid rodando sus ojos.

— ¿En serio? — Cuestiona Thomas ignorando a Astrid.

El hombre la pensó un momento, Astrid sentía que aquello no estaba del todo bien, había algo que no le cuadraba de todo ésto.

— Llévenlos a sus literas. — Dice al final el hombre.

[...]

Todos fueron prácticamente empujados a la habitación, Astrid no tardó mucho en entrar mirando mal al guardia que la estaba empujando para que entrará. Se escuchó que la puerta se cerraba haciendo que todos se mirarán a Thomas.

— ¿Que fue todo eso?

— ¿Creíste que te dejarían pasar? — Pregunta Astrid cruzandose de brazos.

— No, claro que no. — Thomas saca de su bolsillo una tarjeta que le robó al guardia haciendo que todos se sorprendieran. — Voy a averiguar que hay del otro lado de esa puerta.

— Claro. — Murmura Newt.

— Newt, ocultan algo, ¿Si? No son quienes dicen ser. — Thomas empezaba a caminar.

— ¡No, Thomas, eso no lo sabes! — Newt lo empieza a seguir haciendo que Thomas se detuviera. — Solo sabemos que nos rescataron de CRUEL. Nos dieron ropa nueva, comida, una cama. Muchos no teníamos eso en mucho tiempo.

— Si pero...

Thomas es interrumpido por Newt.

— Algunos muchos más tiempo que otros.

Sienten que una lata sale de debajo de la cama de Thomas viendo que Aris sale de debajo de la cama.

— Hola Thomas.

— Está bien y yo pensando que el grupito era raro. — Murmura Astrid mirando a Aris.

— La tienes, ¿Verdad?

— Si, vamos. — Thomas le muestra la llave. — Bien, quizá tengan razón. Quizá este paranoico. — Habla mientras se agachaba metiéndose debajo de la cama. — Pero tengo que asegurarme. Solo cubranme. Volveré lo antes posible. — Asegura Thomas metiendose en el ducto.

Astrid miro como Thomas se iba para luego negar teniendo un mal presentimiento sobre aquello. Para luego suspirar yendo hacia la cama de Newt tirandose en ella.

— Oye Newt, cambiando de tema. ¿Me regalas tu cama? Yo te doy la mía. — Habla Astrid llamando la atención de todos haciendo que Newt se riera.

— ¿Es en serio? — Habla Newt mientras se acerca a la cama.

— ¿Qué? Solo quería alivianar la tensión, además ahora estoy mejor. — Dice la chica sonriendo un poco.

— Creo que eso es bueno. — comenta Minho.

Astrid y los demás se la pasaron hablando, Astrid necesitaba eso, poder hablar con su familia un momento más, no lo que podía ocurrir en estos días.

[...]

Aris sacó la rendija del ducto mientras que Thomas bajaba al pasillo con cuidado de no hacer ruido. Inspeccionaron de que no hubiera nadie para así poner la tarjeta en el sensor haciendo que la puerta se abra. Entraron a un especie de laberinto que había, viendo por una ventana a unos mounstros en unos postes llenos con agua.

Entraron a otro de los pasillos, viendo cuerpos colgados conectados a cables, Thomas miro sorprendido todo aquello, mirando cada cuerpo que había en el lugar viendo que le extraían un especie de líquido proveniente de la sangre.

Thomas miro hacia una chica parecida a Teresa. — ¿Teresa? — Dice mientras se acerca a la niña aparentando su cabello de la cara corroborando que no era ella.

— Es Rachel. — comenta Aris con un tono un poco triste. — Se la llevaron la primera noche. Le dije que estaría bien.

Sintieron que alguien abría la puerta haciendo que se escondieran detrás de los postes, entraron dos hombres al laboratorio.

— ¿En serio es tan urgente? — Cuestiona Janson caminando.

— Fue muy específica señor. Pidió hablar con usted personalmente.

— Cómo si no tuviera bastante que hacer.

— Paciencia. Hay algo de interferencia a causa de la tormenta.

— Anda. Está bien. Haz la conexión. — dice Janson.

El otro hombre proyecta a la misma mujer rubia que antes habían visto muerta, pero ahora está viva y proyectada en aquella pantalla.

— Buenas noches, Dra. Paige. Que gusto verla de nuevo. Aún que admito... que no esperaba tener noticias suyas tan pronto.

Thomas escuchaba todo sin poder creerlo.

ella estaba respirando y viva, no como la había visto en el video hace un día.

— Cambio de planes, Janson. Llegaré un poco antes de lo esperado. Mañana a primera hora.

— Será un placer recibirla. Creo que la complacerá cuánto hemos avanzado. Cómo puede ver, los primeros resultados son muy prometedores. Lo que sea que les haya hecho allá, está funcionando.

La mujer mira las cosas que Janson le está mostrando desde la pantalla. Mientras que Thomas escucha atento a todo.

— No lo suficiente. Ya tengo la aprobación del consejo. Quiero a los demás sujetos sedados... y listos para la cosecha para cuando llegué.

— Dra. Paige, lo hacemos lo más rápido posible. Aún hacemos pruebas...

— Pruebe algo más rápido. Hasta que pueda garantía su seguridad, este es el mejor plan.

— Señora, la seguridad es mi trabajo. Estamos completamente aislados. Le aseguro... que los bienes están a salvó.

— ¿Ya encontraron al brazo derecho?

— Aún no. Los seguimos hasta las montañas.

— Así que siguen activos. Y ya atacaron dos de nuestras instalaciones. Quieres a estos chicos tantos como nosotros, y no puedo... no tolerare darme el lujo de perder a más. No ahora que estoy tan cerca de la cura. Si no puedes hacerte cargo, encontraré a alguien que sí.

— No será necesario. Sugiero comenzar por los recién llegados.

— Solo hazlo.

Dicho ésto Janson se dió media vuelta decidido a hacer lo que tenía que hacer, para luego darse media vuelta al ver que la mujer le vuelve a hablar.

— Janson. No quiero que ella sienta dolor. — termina de hablar la mujer mirando al hombre.

¿ella? ¿a quien se referían? se preguntaba Thomas mientras seguía escuchando a Janson hablar.

— No sentirán nada, lo juro.

Les asegura para luego caminar por el pasillo del laboratorio, decidido a todo. Thomas estaba más que asustado por aquello tenía que salvarlos a todos, sea como sea.