⌈⁴¹⌋ 𝙎𝘾𝙊𝙇𝘿𝙄𝙉𝙂
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Su noche había consistido en estar drogada por los sedantes que los médicos le administraron — para mantenerla quieta — y dormir toda la maldita noche hasta que el sol apareció, entonces ella despertó sintiéndose terrible. Pensaba que en vez de enfrentarse a un nomu, le pasó un elefante por encima, pero no, sólo se había roto un par de costillas. Una de las enfermeras — que había entrado para cambiar su suero — le comunicó que Recovery girl vendría por el mediodía para curarla por completo y ella esperaba que fuera así, porque odiaba estar en el hospital sin hacer nada, peor aún, con la incertidumbre de saber cómo se encontraban los menores. No se podía poner peor, pero que ilusa fue, porque ahora el héroe número dos entraba por la puerta.
«Aquí vamos» Pensó.
Ya sabía por qué estaba allí — obviando el hecho de que sus dos hijos estaban internados — soltó un suspiro y le dejó pasar por completo. No se dirigieron palabra alguna, solo unas cuantas miradas de reojo. Lo sabía, ese tema seguía siendo delicado para él, hablar de Touya era un horrendo Tabú.
— ¿Cómo te sientes? — preguntó, sentándose en la silla que había a un costado de la camilla.
Todavía tenía su traje de héroe puesto, junto a unas ojeras bajo sus ojos turquesas tan similares a los de su hijo mayor. Sabía que estaba preocupado, aunque su rostro no lo demostrara realmente, ella había aprendido a leer a Enji.
— Podría estar mejor. — admitió, echando su cabello hacia atrás. — ¿Y Shoto? ¿Cómo están los pasantes?
— El más grave fue el hermano de Ingenium, sufrió una lesión en los tendones de sus brazos. Aunque negó la cirugía. — ambos se miraron, sólo estaban alargando lo inevitable. — Lo medios publicaran que fui yo quien atrapó a Stain.
— Entiendo. — murmuró. — Podrían meterse en problemas si unos pasantes sin una licencia provisoria asumieran la responsabilidad.
Elaine frotó su rostro con ambas manos, lista para hablar del secreto que más tiempo le estuvo ocultando a Enji. Sí, su romance con Touya fue un secreto que duró por un tiempo pero no demasiado. Sí, se gustaron de inmediato pero todo floreció cuando cumplió los siete años y él murió al año siguiente. Así que se podría decir que su romance infantil no fue duradero, más bien fue efímero, como su felicidad.
— ¿Desde cuándo pueden hacer eso? — humedeció sus labios, dispuesta a responder.
— Desde que nos conocimos. — confesó, jugueteando con sus dedos. — Fue un accidente.
Los puños del héroe se retraen, apretando la zona de sus muslos con fuerza. Era extremadamente doloroso recordar a su hijo, especialmente cuando tenía en cuenta de que su muerte había sido provocada por él, todo había sido una falla suya; fue irresponsable, imprudente y le echó toda la culpa a su esposa, cuando él también la tuvo.
— ¿Qué es exactamente? — se encogió de hombros, ni ella misma podía darle una respuesta a su pregunta. No sabía ni por qué ocurría, pero lo hacía.
— Lo único que sé, es que son más poderosas que mis llamas. — mordió el interior de su mejilla con nerviosismo. — Era costumbre hacerlo, se podía decir... Que era como nuestra marca personal, pensé que jamás volvería a verlas. — una pequeña sonrisa aparece en su faz. — No sabía que podías aumentar la potencia hasta volverlas azules.
— No lo hago a menudo porque me sobrecaliento. — responde, observando a Elaine. — Son capaces de cremar todo a su paso, como sucedió con él.
Elaine se mordió la lengua, una mueca opacó por completo su rostro. Suspiró una vez más, sabía que incomodaba a Endeavor hablando de ese tema, pero él fue quién preguntó.
Fueron interrumpidos por lo golpeteos en la puerta, el incómodo ambiente se despejó cuando la cabeza de Keigo se asomó por allí con una sonrisa, aunque se borró al notar la intensa mirada que le dirigía el héroe número dos, debía de disimular.
— ¿Qué haces aquí pajarraco?
— ¿No es obvio? — soltó una risa, fingiendo estar relajado.
Hawks termina de ingresar por completo, llevando junto a él un ramo de flores. Ninguno tuvo que ser muy inteligente como para saber que era para la pelirroja, se acercó a Elaine con paso seguro y una sonrisa enorme, tendiéndole las flores.
— Me preocupé mucho cuando te vi por las noticias, pichoncito. — sus cejas se alzan, desviando sus ojos hasta su padre, ¿Había salido en televisión?
— Alguien nos grabó enfrentando al nomu, se hizo viral. — Elaine sostuvo el puente de su nariz, odiaba aparecer en televisión. — Tus abuelos me llamaron apenas se emitió, Fuyumi y Natsuo también estuvieron por aquí antes de volver a casa. Has tenido preocupado a muchos.
— Lamento haberlos preocupado. — se disculpó, aceptando el ramo que le ofrecía Hawks. — Gracias por venir, Keigo. — le regaló una sonrisa, logrando contagiar al rubio.
— Tendremos que posponer nuestra cena, una pena. — con un beso fugaz en la frente de la pelirroja se despidió, corriendo hasta la ventana más cercana antes de que Endeavor le pillara.
El rubio salió rápidamente por la ventana, esquivando con maestría la bola de fuego que el héroe le había lanzado, por estarle coqueteando a su hija frente a él, que no le gustaba nada. Si no había aceptado la relación entre su primogénito y Elaine, ¿Qué le hacía pensar a ese pájaro que le dejaría a la pelirroja? Primero tendría que enfrentarse a él.
— Maldito pajarraco. — gruñó, apretando los puños.
Sunshine ignoró las contantes quejas y gruñidos del mayor, se llevó las flores a la nariz para olerlas, le había traído rosas azules. Le gustaban mucho, de alguna u otra forma le seguía recordando a Touya, pero hubiese sido peor si le regalaba girasoles. Por alguna razón no se sentiría bien si Hawks comenzaba a actuar como él para ganarse su afecto, le gustaba Keigo como era y él no debía de imitar al difunto Todoroki. Así que no le sentaría bien recibir girasoles de su parte, no cuando era la marca personal de Touya.
Su recuperación luego de haber sido besada por Recovery girl — y dormir como cinco horas — trajo consigo un buen humor para Elaine. Aunque todavía no había ido a visitar a Shoto, por lo que se calzó las pantuflas que tenía bajo la camilla. Tenía que hablar una cuantas cosas con ese joven imprudente, no estaba colérica como lo había estado ayer en la noche pero aún así sentía que debía de darle un sermón por poner su vida en riesgo a causa de su imprudencia.
No sabía si debía pedir permiso o no para salir de su habitación, pero no era como si se fuera a escapar. Volteó ligeramente hacia la mesita de noche, notando rápidamente su como su flor favorita estaba situada dentro de un florero. Se enderezó, tomando la nota que tenía pegada en el tallo de la flor.
No decía nada, nuevamente tenía una carita feliz pintada junto a una estrella. Se le hizo extraño que recibiera lo mismo que la vez que acabo en enfermería por el festival deportivo, tal vez iría a recepción a preguntar por quién se lo había dejado.
— Disculpa, ¿Sabes en que habitación se hospeda Todoroki Shoto? — la enfermera se detuvo a verla, recorriendo su figura de pies a cabeza y notando que traía la ropa del hospital.
— ¿Ya la monitorearon, señorita Todoroki? — quizo rodar los ojos, el viejo la había vuelto a asignar con su apellido.
— Claro, me siento estupenda.— mintió rápidamente, no quería perder el tiempo en un monitoreo de rutina, para que luego le dijeran que estaba todo en orden.
— El joven Todoroki se hospeda con sus compañeros, deben de estar despiertos y un poco aburridos.— le comenta, guiandola por los pasillos.— Su padre ha venido más temprano con un par de oficiales.
— Estoy enterada, gracias. — respondió con cortesía. — Oh, tengo una duda. — recordó.— Alguien ha dejado un girasol en mi habitación, ¿Sabe algo sobre eso?
— Déjeme revisar.— murmuró, tomando la tablilla que tenía en mano, acomodando las fichas.— Las únicas personas que tiene acceso a su habitación son familiares directos... — leyó por sobre sus gafas.— El joven Hawks, su padre y sus hermanos han entrado a verla por la madrugada pero no se informa sobre una visita después de las doce.
Elaine ladea la cabeza, pensando en la posibilidad de que Natsuo o Fuyumi le dejaran el girasol. Era muy poco probable porque el albino estudiaba y Fuyumi trabaja, ninguno de los dos habría podido ir y venir en tan poco tiempo. No se le hacía lógico que fuera obra de Keigo, menos de Enji. De nuevo estaba en un callejón sin salidas, la primera vez — en el festival deportivo — lo dejó pasar, porque podría haber sido de cualquiera. Pero ahora no, además, ¿Por qué una estrella?
Tocó la puerta un par de veces luego de que la enfermera la dejara frente a la habitación de los chicos, recibió una respuesta positiva desde dentro, por lo que ingresó. Los adolescentes no se esperaban la visita de Elaine, así que el primero en levantarse para hacer una reverencia fue Iida.
— Me alegra ver que estén bien. — rompe el hielo, acercándose al trío.— Me enteré de lo que sucedió en la mañana, se metieron en líos.
A la vez, como si estuvieran coordinados bajaron la cabeza, en signo de arrepentimiento. Elaine resopló, acercándose hasta el medio de la habitación y colocando sus manos como jarras, la situación se le hacia un poco divertida. Parecía la madre de un trío de niños busca problemas que la llamaban a dirección para hablar sobre la conducta de los críos.
— ¿Tú estás bien, Nee-san? — cuestionó con preocupación.
— Estoy muy bien, nada alarmante.— sonrió, acercándose hasta Shoto, él pensó que le daría un abrazo pero le acertó un golpe en la frente con su dedo pulgar e índice. Para los otros dos, el golpe no debería de doler, pero sí lo hizo, porque utilizó su fuerza. — ¿Sabes lo asustada que me tenías anoche, Todoroki Shoto? — preguntó seriamente, frunciendo el ceño.— ¿Qué pasaba por tu cabeza cuando decidiste ir sólo a enfrentarte con Stain? Tienes el teléfono para algo, maldita sea.
El trío se queda en silencio sin saber que responder exactamente, porque después de todo tenía razón. Habían sido imprudentes y no habían pensado claro en las consecuencias que traerían sus actos, si no fuese por la intervención del jefe de la policía de Hosu, los hubieran expulsado o negado a la licencia, porque habían faltado a las normas.
Ahora Elaine repitió el mismo proceso con Izuku, el cual se quejó al sentir el "inocente" golpe que le dio la mayor, no sabía como Todoroki lo había soportado sin quejarse. Continuo con Iida, el cual recibió el golpe sin quejarse, era como una forma de asumir la responsabilidad de sus actos.
— ¡Lamento muchísimo mi imprudencia! ¡Por favor, discúlpeme Todoroki-senpai! — por poco el joven tocaba el piso con su cabeza, algo que hizo reír a la más alta.
— Lo lamento, Todoroki-senpai.— le siguió Midoriya, rascando su nuca.
— Perdón, Nee-san.— agregó, bajando la cabeza.
— No vale la pena que los siga regañando por algo que ya pasó.— sus ojos se posan en los menores, sonriente.— Pero espero que hayan aprendido la lección, no seré tan considerada si hay una próxima vez. — advirtió de forma pasivo-agresiva.
— ¡Sí! — responden al unísono.
Quizá era cosa suya o de su imaginación, pero notaba a Shoto mucho más abierto y cómodo de compartir con sus compañeros. Tal vez con este incedente se abriera más a la gente y dejará de comer con ella en los almuerzos, no es que le molestara — en lo absoluto — pero ella quería que Shoto tuviera amigos en quienes pudiera confiar y viceversa. Alguien que estuviera con él, Midoriya parecía ser una buena opción, el chico era como un bollito, suave y adorable.
Las pasantías habían acabado, lo que significava volver a clases normales — para los de primer año — porque Elaine seguía teniendo sus clases de siempre. Aunque ese día lunes, después de que la captura del asesino de héroes fuera emitida por televisión nacional, recibió más atención dentro de la secundaria.
Mentiría si dijera que no estaba acostumbrada a los cuchicheos, pero ahora eran mil veces peor. Sabía que no decían cosas malas — más bien — hablaban sobre su lucha con el nomu, y el como ella y Endeavor habían creado un "movimiento especial". De nuevo no tenía nada, ese "movimiento" — si se le podría llamar así — llevaba existiendo desde hace trece años, en lo único que le daba la razón, es que era especial. Porque lo era, las flamas violetas eran su recuerdo constante de su unión con Touya, así que sí, eran muy especiales.
Tampoco le pasó por alto el hecho de que se había visto a los Villanos que habían atacabo USJ en la escena de los nomus, pero la televisión parecía ignorar este hecho y centrarse en Stain. Como toda cosa que se hacía popular, cada hora había más y más información sobre el asesino de héroes. Su ideología, edad, nombre, identidad, qué lo llevó a tener una vida delictiva, todo.
Era un problema si te ponías a reflexionar, el discurso lleno de una falsa labia podría provocar un aumento en la villania, impulsados por personas que siguieran su ideología, era algo que tenía alarmada a Elaine.
— ¡Estuviste genial en Hosu, Taiyō-Chan! —
— ¡Sí! ¡Acabaste con esa bestia de inmediato! ¡Endeavor también estuvo increíble!
Esos y más halagos recibió cuando entró a su salón, resopló. No es que odiara recibir buenas palabras — porque a todos les gusta recibir halagos — era el hecho de no dejar el tema, ya habían pasado unos días desde aquello y seguían hablando de su "movimiento especial", prefería que Enji de llevará toda la atención con la captura de Stain, pero para sus compañeros ella parecía ser más importante.
— ¿Estás bien, Taiyō-Chan? — alzó la mirada para ver a Mirio, él parecía ser más consciente de su debate mental. — Quisimos ir a verte al hospital pero nos negaron la entrada, ¿No es así, Tamaki?
— S-sí. — el chico enrojeció inmediatamente al sentir la mirada dorada en él.— D-dijeron que solo f-familiares directos.
— Lamento haberlos preocupado.— inclina levemente su cabeza, sonriendo.— ¿Ustedes fueron quienes dejaron el girasol?
Ambos chicos se miran, como si se preguntaran telepáticamente si uno de los dos lo había hecho, a la vez, niegan. Elaine agradeció en voz baja, yendo a sentarse a su sitio cuando Midnight entró al salón anunciando que los exámenes finales se venían encima.
«Necesito vacaciones» pensó, apoyándose en el pupitre.
A diferencia de los de primer año, ellos sólo tenían un examen final a términos del primer semestre, este era escrito. Los exámenes prácticos no eran de tanta ayuda cuando estabas a meses de graduate. Además, no contaban con tantos maestros como para ocuparse de los seis cursos de héroes presentes en UA, por lo que se enfocaban en los novatos.
Supo que iba a tener que romperse la cabeza estudiando cuando mencionó la geometría en matemáticas, no había comenzado la semana de exámenes y ya se estaba estresando. Trató de escuchar atentamente a Midnight, pero era hasta imposible si tenía la cabeza en otro lugar.
No le gustaba tener que darle tantas vueltas a un asunto, pero el tema del girasol ya se le estaba haciendo raro. Lo único que le alegraba la semana, es que tenía una sesión el miércoles con Takumki. No podía explicar lo bien que se sentía luego de salir de su oficina, era como nacer de nuevo.
También tenía el tema de Kaede rondado por su cabeza, ni siquiera un mensaje le había enviado, nada. No sabía cómo reaccionar a ese tema, después de todo se suponía que eran amigas, y aunque estuviera molesta... Debían de apoyarse, ¿no?
«3 mensajes no leídos de Bird Brain ♡»
Pasaré por ti a final de clases
Me debes una comida;)
Te quiero ♡
Un suspiro se escapó de sus labios, sonrió levemente. Al menos Hawks siempre estaba ahí cuando lo necesitaba, quizá salir con él la distraería un poco. El héroe siempre parecía sacarle una sonrisa en cualquier momento, ese era el don que tenía Keigo.
— ¿No piensas salir a receso? — la voz de su maestra la sacó de su ensoñación. — ¿Te sientes bien?
— Lo siento, sí.— se disculpó, poniéndose de pie con confusión. — No es nada Midnight-sensei, sólo estaba pensando.
— Sí eso es todo, puedes salir.— contesta, sonriendo. — Espero que obtengas buenos resultados este año también, Elaine.
— Claro que sí, prometo no bajar mi promedio.
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ᴄ ᴜ ʀ ɪ ᴏ s ɪ ᴅ ᴀ ᴅ ᴇ s
➥ A Touya le gusta mucho el Tofu pero a Elaine no, de hecho lo detesta.
➥ Aún así, el primer platillo que supo preparar fue Mapo Tofu, uno de los favoritos de Touya.
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+110 ᴠᴏᴛᴏs ʏ 110 ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀɪᴏs ᴘᴀʀᴀ ᴇʟ sɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ ᴄᴀᴘ.
˙˚˓˒˙˛ʿʾ․·‧°⋆ও ──
¡ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ ʏ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀ, ɴᴏs ᴠᴇᴍᴏs ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴠɪᴇʀɴᴇs!
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