Musutafu, 2010.

La noche de Samhain era esa y todos los niños de todo el mundo se disfrazaban para pedir dulces, las casas estaban decoradas de forma espeluznante y en algunas, siguiendo la tradición celta se hallaban calabazas talladas o mejor conocidas como Jack O' Lantern.

Elaine había tallado una con sus abuelos hace algunas horas — claramente Björn se encargó de tallar el rostro que su nieta dibujo — y la misma pelirroja la encendió con sus llamas, sus abuelos aplaudieron el manejo que estaba teniendo con su singularidad, lo que la hizo más feliz.

Se encontraba sentada frente a su tocador mientras su abuela peinaba su cabello con delicadeza, ya tenía su disfraz puesto y no podía estar más feliz del resultado. El de Touya había sido enviando a su casa y pronto los Todoroki llegarían. Se le hacía un poco injusto que Shoto no viniera pero tampoco quería arruinar la diversión de los demás, porque si Enji se enteraba la noche acabaría mal.

— Te ves muy linda. — halagó su abuela, besando su frente. — Touya y tú se verán muy bien en las fotos.

— ¿Muy linda? — cuestionó, para asegurarse.

— Preciosa mi amor. — sonrió Frigg, colocando el último detalle de su disfraz.

Cuando la menor escuchó el característico sonido de su timbre, abrió los ojos con sorpresa y sin siquiera esperar a su abuela, se echó a correr escaleras abajo, teniendo que levantar su disfraz para no pisarlo y caer rodando piso abajo.

Björn fue quien recibió a los niños, asegurándole a Rei que todo iba a ser genial y que no se preocupara. La matriarca aceptó, le tenía mucho cariño y confianza a ambos mayores y no dudaba en su capacidad para cuidar de sus hijos, por lo que se fue no sin antes despedirse de todos con un beso.

Fuyumi estaba disfrazada como una bruja e incluso tenía su pequeña escoba de paja junto a ella, en su mano traía su calabaza la cual llenaría de dulces esa noche y Natsuo a su lado era un pirata con su garfio y todo. Pero Elaine no se fijó mucho en ellos cuando bajó de la escalera, pasó de largo arrastrando su vestido y yendo directamente a abrazar al mayor.

— ¡Touya! —

Ella siempre se veía hermosa a sus ojos pero esa noche de Samhain lo era aún más, la réplica del vestido de anastasia le hacía lucir como. Una verdadera princesa y obviamente una princesa tiene a su príncipe, ese era él. Touya tenía un traje a juego con el de Sunshine, con colores turquesas y amarillos, guantes blancos y zapatos negros brillantes. Los dos iban como parejita, Anastasia y Dimitri.

Sus ojos no tardaron nada en encontrarse, perdiéndose en el brillo de los orbes del otro. El fulgor de los ojos de la menor aumentaba con sólo ver a Touya, los opacos y muertos ojos del Todoroki parecían cobrar vida cuando la veía. El mundo desaparecía para ambos apenas se encontraban y sus manos se juntaban de forma inmediata.

Parecían sacados de la cajita musical que le habían regalado a Elaine, exactamente los mismos trajes y accesorios, se veían muy bien juntos.

— ¿Esa es mi nieta? — bromeó Björn, abrazando a su esposa. — Déjeme decirle, Princesa Elaine que se ve radiante esta noche de Samhain.

— Tú siempre te vez bien Tata. — contestó, haciendo una reverencia. — Pareces un verdaderos Vikingo.

Claramente el mayor no iba a desaprovechar la oportunidad para vestir sus ropas típicas junto a su esposa. Traía maquillaje en el rostro y una espada de verdad en la cintura, con sus casi dos metros de altura parecía sacado de un libro de historia.

— Muy bien, es mejor que nos vayamos antes de que se nos haga tarde.

Touya tomó la mano de la menor y dejó un beso sobre su dorso, inclinándose como si fuera un príncipe. Para muchos era ridículo que un niño de once años hiciera algo así pero él le cumpliría cualquier capricho a Elaine, incluso si el próximo Halloween ella quería disfrazarse de Barbie o algo similar. Verla feliz le hacía feliz a él y con eso le sobraba.

— Voy a volver a decirle joven princesa, que es la muchacha más linda que jamás he conocido. — dijo con tono formal, sonriendo.

— ¡Tú eres el más guapo! —  chilló en respuesta, abrazándolo. — ¡Odín puede quedarse con su Valhalla porque yo no quiero otra cosa que estar contigo!

Su abuelo llegó a ahogarse con sus palabras, porque hablar en el nombre de su Dios era demasiado para ella, estaba a punto de regañarla por comparar el Valhalla con un lugar como ese pero la mirada suave de su esposa lo detuvo.

«No es una mentira, mira cómo se expresa» eso fue lo que le susurró Frigg. Notando que los ojos brillantes de su niega resplandecían de amor por el más alto.

— Odín te va a castigar si dices eso boba. — carcajeo el pelirrojo, arreglando la corona de Elaine. — Aunque por mí, Odín puede quedarse con su reino completo porque yo te quiero a ti. — murmuró, dejando un beso sobre su frente.

Soltó un suspiro, le gustaba muchísimo Touya y si fuera por ella lo demostraría siempre pero no era tan fácil como ir y decirle a Endeavor que le gustaba su hijo mayor. Había pensado en cómo sería su reacción y según había hablado con el pelirrojo, muy buena no sería así que lo que sea que tuvieran, era secreto.

Eran aproximadamente las diez de la noche y sus calabazas estaban a punto de ser llenadas y llevaban riéndose desde hace unos minutos. Fuyumi era elevada por Björn simulando que volaba con su escoba y Natsuo no quiso quedarse atrás, así que ahora había un grupo de niños queriendo ser elevado por el abuelo de la pelirroja.

— ¡Es muy alto! — reía la albina, simulando volar con su escoba.

— ¡Es mi turno! — se quejaba Natsuo.

Elaine veía a los demás sonriente, sus ojos resplandecientes en esa noche llamaban mucho la atención y su vestido igualmente brillaba gracias a la luz de la luna. Se veía preciosa y eso nadie lo negaba.

La mirada turquesa de Touya perforó el alma de un chico de su edad o menor, el cual estaba mirando mucho a su chica, la miraba con una cara de bobo impresionante y su paciencia no era infinita con ese tipo de cosas.

— ¿Qué tanto la miras? — preguntó, tratando de sonar normal.

— Es muy bonita... — murmuró sin despegar la mirada de ella. — Brilla mucho, como un sol. — volteó a verle. — ¿Eres su hermano? Me gustaría conocerla.

Apretó los puños sin decir palabra alguna y antes de que le diera el tiempo para decir algo, Elaine le había rodeado con sus brazos, riendo a carcajadas y señalando a Natsuo.

— Es muy divertido, vamos a intentarlo. —sonrió, tirando de él hasta que se dio cuenta del muchacho rubio a su lado. — Oh, hola. — saludó risueña.

— Hola...— balbuceó el otro. — ¿Cómo tu nombre se llama? — Touya se tragó una risa al oír la estupidez que había dicho, al parecer sus nervios le habían ido en contra. — Digo, ¿Tú nombre es tan bonito como tu cara?

Su rostro relajado cambió rápidamente a uno más hostil en menos de un segundo, nadie se iba a meter entre ellos dos, menos un niño baboso.

— Oye, deja de coquetear con ella.

— ¿Qué es coquetear? — preguntó Elaine con inocencia.

— Sólo le hacía un cumplido, tu hermana es muy linda. — rascó su nuca, avergonzado.

— No somos hermanos. — interrumpió la menor, pegando su rostro al pecho del pelirrojo. — Touya y yo vamos a ser los mejores héroes del mundo y luego nos vamos a casar, a tener dos hijos y una casa enorme con un perro.

El chiquillo rápidamente se sonroja de la vergüenza, Elaine había sido demasiado específica y detallada con la visión al futuro que veía con el pelirrojo, se disculpó rápidamente por lo que había dicho y prácticamente corrió de vuelta con sus padres queriendo que la tierra lo tragara, ¡Había dicho que era linda frente al novio de esa niña! Quería morirse de la vergüenza.

—  ¿Quieres tener un perro? — preguntó luego de un silencio el mayor.

— ¡Sí! Y se va a llamar Fenrir. — afirma contenta, sin vergüenza de haber dicho aquello.

Touya soltó un suspiro que en realidad era una risa disimulada, Elaine le provocaba mucha ternura y a veces esa ternura le hacían querer reír porque terminaba avergonzándolo sin quererlo.

— Quiero oír más sobre eso... — admitió, tomando su mano para caminar hasta donde sus abuelos.

— ¡He pensado en todo! — asiente rápidamente con su cabeza. — Nana dice que una mujer precavida vale por dos y yo tengo todo planeado.

«Cuando yo entre a UA tú ya habrás salido y posiblemente debutado como héroe profesional pero no va a importar. Haré las pasantías con el viejo y entonces estaremos mucho tiempo juntos.

Me ayudarás con los exámenes finales y materias que no entienda, pasaré más tiempo en tu casa, ¡Me luciré en el festival deportivo y ganaré así como tú!

Te llevaré a mi graduación y juntos seremos la mejor pareja de héroes, saldremos en televisión bajo la agencia de Endeavor. Luego nos vamos a independizar y formaremos nuestra propia agencia, con todo el dinero que ahorremos nos compraremos una casa como la de mis abuelos y vamos a adoptar a un Husky siberiano que se llamará Fenrir.

Nana dijo que Freyja es quien trae a tus hijos así que habrá que pedírselos a ella, aunque pienso que sí o sí tendrán el cabello color rojo pero los ojos pueden variar...»

La escuchó divagar hablando sobre su futuro juntos por varios minutos más, no podía borrar la sonrisa que tenía en su rostro al imaginarse todo aquello con Elaine. Sabía que no era tan sencillo como ella lo planteaba en sus ideas pero era normal, tenía siete años y no veía más allá de lo que sabía.

— Eso suena genial. — dijo una vez terminó de hablar, sonriente.

— Luego nos vamos a casar. —decretó, segurísima de sus palabras.

— ¿Deberíamos? — pregunta de forma juguetona.

— ¡Claro que sí! — chilla ofendida. - Las personas que se aman se casan y viven felices por siempre.

- Entonces viviremos felices por siempre. — asegura, acariciando la mano de Elaine con cariño.

Sunshine ni siquiera se preocupó, creía completamente en lo que decía Touya, y si él decía que vivirían felices por siempre no lo dudaba. Creía fielmente que lo suyo era real y que serían como sus abuelos, que a pesar de los años ellos seguirán juntos y enamorados, con hijos o incluso nietos. Todos vivirían felices, incluyendo a Enji y Rei, todo era felicidad y alegría dentro de su cabeza, ni un solo pensamiento negativo cruzaba en su mente.

Quizás por eso no se preocupó de lo que podía llegar a pasar si Touya no estaba.

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ᴄ ᴜ ʀ ɪ ᴏ s ɪ ᴅ ᴀ ᴅ ᴇ s

➥ Hawks suele dar vuelos nocturnos con Elaine cuando está en las residencias, se escapa con ella luego de la cena.

➥ Ya se acostumbró a los ataques sorpresa de Enji cada que coquetea descaradamente con Elaine.

➥ La frase "Odín puede quedarse con su Valhalla porque yo no quiero otra cosa que estar contigo", viene de una leyenda nórdica. En donde el Rey Valdemar le tenía un inmeso amor a su hija Tove, que terminó muriendo por enfermedad. Pero era tanto su amor y cariño por ella que se negaba a enterrarla y la mandó a embalsamar para llevarla con él a todos lados.

La leyenda cuenta que uno de los sirvientes del rey le robó el anillo a la pequeña Tove y rápidamente fue ganándose la simpatía de Valdemar, incluso cenando en la misma mesa, considerándolo su igual. El esclavo se sintió culpable y decidido a enmendar su error, lanzó el anillo al lago que se encontraba en el bosque de Garre. Esto hizo que el rey se obsesionara de tal manera con el lugar que no quería vivir en otro sitio que no fueran las aguas del lago, y levantó allí mismo un pequeño castillo que comunicaba a tierra con un puente.

Era tan grande su admiración por el lugar que dijo: "Odín puede quedarse con su Valhalla, porque nada se compara con la belleza de este lugar", desatando la ira del Dios, quien lo condenó a vivir después de la muerte en ese lugar. Y se dice, que en las noches de luna llena se puede oír al rey pasar con sus jinetes a caballo mientras cazan.

Es por esta razón que Björn se escandalizó cuando oyó a su nieta pronunciar esas palabras.

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˙˚˓˒˙˛ʿʾ․·‧°⋆ও ──
¡ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ ʏ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀ, ɴᴏs ᴠᴇᴍᴏs ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴠɪᴇʀɴᴇs!