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La batalla de Mirio contra Ayato fue tan rápida como ella había previsto, estaba sentada al lado de Tamaki. Ambos estaban compartiendo una porción de Takoyaki en silencio, no porque no quisieran hablar, sino porque estaban demasiado concentrados en las peleas. Ahora mismo estaba en el estadio Nejire contra Aiko, en realidad estaba siendo una buena pelea, la azabache estaba esquivando muy bien los ataques de la peliazul.

— E-espero que no t-tenga que luchar contra Nejire. — balbucea el más bajo, solo pensar en que tendría que enfrentarse con ella, le bajaba la presión.

— Estoy seguro de que ganarías contra ella, no te preocupes Tamaki. — ella le regaló una sonrisa, calmando rápidamente al mayor.

La pelea había terminado dando como ganadora a Nejire, ambos jóvenes aplaudieron junto a los demás espectadores en el estadio. Tamaki se puso de pie con nerviosismo porque ya era su turno, lucharía contra Kaede y estaba más que nervioso. Elaine se puso de pie a la vez, dándole unas palmadas junto a palabras de aliento, sabía que lo haría bien.

— Buena suerte, Takami. — le deseó, dándole un ligero abrazo.

El más bajo sintió que iba a desmayarse de los nervios pero asintió, continúo bajando las gradas, dejando los takoyaki con la menor.

Elaine le gritó unas cuantas palabras de aliento para él, el pobre azabache se encorvo a causa de su timidez pero siguió bajando.

A pesar de que ella quería quedarse a ver la lucha de Tamaki no podía, tenía que prepararse para la suya. Su primer encuentro sería con Dai y a pesar de tener claro que ella ganaría, tenía que prepararse, por lo que fue directamente hasta la sala de espera.

Al abrir la puerta se encontró a Mirio y Nejire hablando juntos, suponía que ambos estaban esperando a su siguiente ronda. Así que no se molestó en hablar con ellos porque quería estar sola y despejarse un poco. Estaba jugando con una de las botella de agua que se encontraba sobre la mesa, pensando en lo que había ocurrido en la hora de almuerzo. Darle una oportunidad a Hawks no se veía como una mala idea pero no estaba segura si eso saldría bien, porque ella no se estaba sintiendo bien pero ese era el problema, nunca se sentía bien cuando se trataba de Touya. Sentía una espinita clavada en su corazón pero él ya estaba muerto, ¿Qué debía de hacer?

La puerta se abrió repentinamente, sacándola de su ensoñación. Era Tamaki, el cual venía con el rostro colorado de la vergüenza y el informe húmedo, debería ser a causa del quirk de Kaede. Sí él estaba allí significaba que su amiga había perdido, no por nada estaba entre los tres grandes.

— Felicidades Tamaki. — le sonrió, poniéndose de pie, era su momento de luchar.

Antes de retirarse de la sala de descanso, recibió palabras de aliento por los presentes dentro de esta. Elaine suspiró mientras agitaba sus muñecas, como si de esa forma se fuera a calmar, no sabía por qué estaba nerviosa, ya había hecho esto un par de veces, ¿Qué era lo que la tenía así?

Fue recibida por los vítores y gritos de la multitud, los silenció, no necesitaba que la desconcentraran, aunque lo único que haría sería darle un puñetazo a Dai para noquearlo, porque sabía que empujarlo fuera no serviría de nada a causa de su particularidad, se teletransportaría de igual forma y no quería alargar la pelea.

— ¡De este lado, de la clase de héroes 3-B! ¡El mago de las apariciones, Kakeru Dai! — el joven ni siquiera caminó hasta el escenario, simplemente se apareció. — ¡Del otro lado, también del 3-B! ¡La brillante y bonita, Taiyō Elaine!

El público volvió a aplaudir para ambos jóvenes, a diferencia de su compañero, la pelirroja caminó con tranquilidad hasta estar frente a él, viéndolo sin ninguna expresión. Los dos hicieron una reverencia antes de darse la espalda para caminar unos cuantos metros lejos del otro, esperando.

Elaine se cruzó de brazos, aguantando su peso en el lado izquierdo de su cuerpo. Estaba tranquila, esperando que él se digne a venir a por ella. Incluso se dio el lujo de cerrar sus ojos, no podía ver los movimientos de Dai pero si podía ver los rastros de calor que dejaba.

El pobre chico fue tomado rápidamente por la mano de Elaine, lo había tomado desde el cuello, alzándolo unos cuantos centímetros del suelo hasta que nuevamente desapareció. La pelirroja gruñó, debería de haber sido más rápida.

Volvió a concentrarse, cerrando los ojos y esperando a que volviera a sentir el rastro de calor de Dai.

— ¿Qué está haciendo? — se preguntaba el público entre murmullos.

— ¡La particularidad de Elaine le permite sentir el calor del cuerpo! ¡De esta manera puede predecir los movimientos de Dai! — responde con voz amable el director, riendo.

Antes de que pudiera seguir hablando Snipe, el sonido seco de algo cayendo al suelo dejó en silencio a la multitud. Elaine miró a su compañero que yacía en el suelo, le había dado una patada en la cara justo a tiempo. El silencio se fue transformando en aplausos y gritos de euforia, nadie podía creer que la batalla ya había acabado, ¡Era increíble!

— ¡Taiyō Elaine pasa a la segunda ronda! —

Sus ojos dorados miraron directamente hasta la cámara que la estaba enfocando, fingió una sonrisa y bajó las escaleras lentamente hasta perderse en el túnel, quería salir de allí lo más rápido posible. Por alguna extraña razón sentía que iba a vomitar, le estaba dando demasiadas vueltas a lo que dijo Hawks, debía de calmarse.

Las manos de Midoriya estaba sudando del nerviosismo, Todoroki lo citó y habían estado hablando. Estaba más que nervioso, pues el medio albino era tan inteligente que había logrado conectarlo directamente con All might, aunque no como suponía.

— Endeavor es mi padre. — Todoroki rompió el silencio primero. — Estoy seguro de que sabes que él ha estado como héroe número dos desde siempre. — murmuró. — Sí tienes algo del héroe número uno entonces... Tengo más razones para vencerte. — su rostro tranquilo y neutro ponía más nervioso al más bajo. — Mi viejo tiene un fuerte deseo de subir en el mundo. Y como héroe, él ganó un nombre aplastante con su fuerza. A causa de eso, la leyenda viviente de All Might es desagradable para él. — silencio otra vez. — Como él no pudo superar a All Might, pasó a su siguiente plan.

— ¿De qué estás hablando, Todoroki-Kun? — por fin en todo ese silencio, Midoriya se dignó a decir palabra alguna.

—¿Conoces los matrimonios de quirk? — cuestionó, logrando que el pecoso pasara saliva. Sabía lo que significaba. — Esa cosa se volvió un problema para la segunda y tercera generación luego de que los koseis aparecieran. Eligiendo a un cónyuge basado en ello, fortaleciendo tu propia particularidad y pasándola a tu hijo. Forzando a la persona a casarse. La forma antigua de pensar a causa de la falta de ética.

«No me digas que...»

— Él es un hombre con ambos, logros y dinero se ganó a los parientes de mi madre y se apoderó de su singularidad. Él está intentado lograr su propio deseo de criarme como un héroe que supere a All Might, como ya lo hizo con Elaine.— hubo una pausa.— Es tan molesto, no me convertiré en una herramienta. En mis recuerdos mi madre siempre estaba llorando, "Tu lado izquierdo es desagradable", dijo mi madre mientras me vertía agua hirviendo.— Izuku no pudo evitar que su mirada fuera directamente a la mancha rojiza que tenía el joven en el rostro.— Básicamente me metí en una pelea contigo para demostrarle lo que puedo hacer, sin usar la particularidad de mi viejo. No, lo rechazare completamente ganando el primer puesto sin usarlo.

—Todoroki-Kun... — balbuceo el contrario, sin saber exactamente qué decir.

— No tienes una idea de lo mucho que lo odio, se ha encargado de arruinarnos uno a uno, de diferente manera. — la mirada bicolor de Shoto bajó hasta sus zapatos, recordando a Elaine en el desayuno. — Elaine... Elaine es el hijo que siempre quiso. No somos hermanos de sangre pero ella ha cuidado de mí luego del accidente, quiero convertirme en un héroe capaz de protegerla y devolverle lo que ha hecho por mí, es nuestra hermana después de todo.

— ¿Por qué...? ¿Por qué haría algo así?

— ¿Hablas de adoptarla? — soltó una pequeña risa, pero era más bien sarcástica.

«Mis recuerdos son pocos y difusos, lo que más alberga en mi cabeza son los llantos de mi madre y las palizas del viejo. Ella llegó cuando yo era muy pequeño, la singularidad de Elaine va mucho más allá de controlar el fuego. Es aplastante, feroz y un arma de doble filo, peligrosa.

Era una niña, fácil de moldear y manipular, eso es lo que él quería. El viejo es egoísta, así como se adueñó del kosei de mi madre lo hizo con el de Elaine. Estoy seguro de que la convenció para ser héroe, después de todo ya no le quedaba nada a lo que aferrarse...» porque Touya está muerto, quiso agregar eso último pero no se vio capaz de pronunciar su nombre después de lo que había sucedido esa mañana.

— Perdón por gastar tu tiempo. — se disculpó, poniéndose recto, dispuesto a salir de allí pero el pecoso lo detuvo.

— ¿Por qué no está aquí? — preguntó, refiriéndose a Elaine.

— Estaba molesto y dije algo sin pensar. — admitió, soltando un suspiro. — Estoy seguro de que la hice llorar, no creo que quiera verme.

Midoriya dejó que se fuera, ya no podía detenerlo y tampoco podía convencer a Todoroki de usar su poder, pero había alguien que sí podía hacerlo...

Apretó sus puños y asintió, debía de ir a buscar a Elaine.

Cuando Elaine iba directo hacia la sala de descanso se encontró de frente con el pequeño Izuku, que chocó directamente con su pecho por venir corriendo. El más bajo sintió que se iba a desmayar, quería morirse en ese momento, la vergüenza era extrema y su rostro colorado lo demostraba.

— ¿Estás bien? — preguntó, tocando la frente del menor

El pecoso soltó un chillido digno de una fémina antes de voltearse nuevamente hacia Sunshine, temblando de los nervios. Tener a una chica tan cerca le ponía nervioso y más si esa chica era tan bonita como la Todoroki mayor. Ella seguía viendo al más bajo con preocupación, tratando de llamar su atención pero él seguía perdido en la mirada brillante de la pelirroja.

— ¿Pasó algo con Shoto? — el nombre del medio albino le hizo salir de su trance.

— ¡Sí! ¡Taiyō-Senpai! — asintió rápidamente. —

La pelirroja alentó a que el pecoso hablara, Izuku tenía cierto miedo de contar lo que Todoroki le había dicho, porque después de todo le había hablado sobre ella también, y quizás sintiera que estaba invadiendo su privacidad. Terminó contando que sabía sobre la cicatriz de Shoto, observó la reacción de la mayor y sólo se mantuvo serena. No es que su cicatriz sea un secreto, estaba segura de que el medio albino diría a todo pulmón que esa cicatriz era a causa del héroe número dos, solo para dejarlo mal. Shoto no hablaba de ella porque le recordaba a su madre y tenía miedo de ir a verla, igual que ella.

Tampoco reaccionó mal cuando le explicó que ya sabía que no eran hermanos biológicos, ella creyó que ya era lógico, porque no compartían ni siquiera el mismo apellido pero dejó ese comentario sarcástico para después.

— He intentado muchas veces lo que me estás pidiendo, Izuku. — contestó, algo apenada. — Shoto nunca ha querido usar su lado izquierdo a pesar de tenerme a mí como referente, su odio es tan fuerte que no le deja ver más allá.

Izuku asintió lentamente, comprendiendo lo que ella trataba de decirle, aun así no perdía nada con intentar una vez más, debía de aceptarse a como diese lugar.

— Aunque la forma más fácil de provocar a Shoto es haciéndole creer que no es apto.— comentó, sonriendo. — Lo que más quiere es convertirse en un buen héroe, ataca con eso. — Midoriya le miró con ilusión y asintió. — Confío en ti Izuku.

— ¿Puedo preguntar algo más? — la pelirroja lo volteó a ver y afirmó. — ¿Por qué quiere ser héroe?

Elaine se quedó en silencio un momento, aplastó los labios haciendo una fina línea y finalmente soltó el aire que estaba reteniendo, Midoriya estaba listo para disculparse porque parecía haber tocado un tema íntimo, pero ella se le adelantó.

«Cuando era una niña tuve un accidente con mi singularidad, algo que no quiero contar. Era inestable y me salía de control con cualquier emoción fuerte, decidieron llevarme con el héroe número dos para ser entrenada.

Mi meta era poder controlar mi singularidad y vivir de manera tranquila como cualquier civil, quería ser criminóloga, me llamaba la atención el área de la justicia.

Conocí a alguien, alguien muy importante para mí hasta el día de hoy. Su singularidad era muy poderosa para su cuerpo y se lastimaba de forma constante pero, él nunca se rindió y entrenaba sin descanso para ser mejor, porque quería ser un héroe genial. Supongo que su determinación me inspiró a mí a ser mejor y esforzarme tanto como él, luego me vi a mí misma queriendo estar a su lado para siempre y supe que tenía que volverme fuerte también.

Le prometí que juntos seríamos los mejores héroes del mundo, estaríamos bajo la agencia de Endeavor hasta que pudiéramos abrir una propia. En fin, que dije muchos sueños utópicos de niña pequeña, por eso estoy aquí... Aunque él no esté, no voy a romper mi promesa.»

— Eso es admirable... — las palabras de Midoriya le hicieron sonreír. — Abandonar todo para cumplir con una promesa de niños, ¡Taiyō-Senpai usted es tan noble! — el chico parecía querer echarse a llorar por lo contado. — ¿Qué sucedió con él?

— Murió cuando tenía ocho. — contestó, borrando la sonrisa del menor. — No te atrevas a disculparte, no lo sabías y no es tu culpa. — le calmó, notando como el pecoso se sentía mal.

A pesar de la sonrisa que le mostraba la mayor, tenía el presentimiento de que le dolía bastante hablar sobre el chico de su infancia. Midoriya admiró la fuerza que tenía, el cómo a pesar de todo estaba siguiendo adelante. Esa era una clara diferencia entre ella y Shoto, mientras uno sentía resentimiento y odio, Elaine parecía más concentrada en querer olvidar todo. Tan diferentes como iguales, los Todoroki eran peculiares.

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ᴄ ᴜ ʀ ɪ ᴏ s ɪ ᴅ ᴀ ᴅ ᴇ s

➥ La forma que tenía Elaine de pedir un beso era cerrar sus ojos y esperar que Touya se acercara.

➥ Muchas veces tuvo que taparle la boca al Todoroki para que dejara de reírse de su forma de pedir besos.

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˙˚˓˒˙˛ʿʾ․·‧°⋆ও ──
¡ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ ʏ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀ, ɴᴏs ᴠᴇᴍᴏs ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴠɪᴇʀɴᴇs!