❏ | 𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐑𝐄𝐂𝐀𝐋𝐋
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Al día siguiente de su cita con Hawks, se despertó con somnolencia, como si estuviera en un estado de letargo y se preguntara a ella misma si todo lo que vivió el día anterior había sido real, ¿Ahora era novia del héroe número tres? Todavía no podía asimilarlo del todo, parecía estar en shock o en el caso más grave, en negación. Las palabras de la carta que el villano escribió para ella seguían rondando por su cabeza, pero ella jamás se arrepentía de las decisiones que tomaba y Elaine estaba segura que escoger a Keigo, fue lo mejor que pudo hacer.
Cuando aceptó ser su novia evaluó todos los pros y contras, siendo el más sólido el hecho de que pertenecían al mismo bando y que en ningún momento tendrán que enfrentarse. Además, eso también aseguraba su salud mental. Ya que, aunque ella también tuviera sentimientos por Dabi, escogerlo a él era fallarle a todos aquellos que pusieron su fe sobre ella, y atentar contra su propia salud mental teniendo que elegir bandos, cuestionando sus valores e ir en contra de sus principios.
Elaine fregó sus ojos suavemente mientras se despedía de su cama, la alarma había sonado por segunda vez y sus deberes no podían esperar. Al revisar las notificaciones de su teléfono, notó que el mensaje que le había enviado a Mirio estaba marcado como leído, su ceño se frunció un poco ya que el rubio no era de esa clase de personas que no respondía pero aún así, no insistió más.
Ella simplemente continuó con su rutina como de costumbre.
— Buenos días, papá. — saludó, arreglándose el cabello frente al espejo que envolvía las paredes del ascensor.
— Buen día. — contestó de vuelta, dándole una mirada de reojo. — ¿Ya te enteraste de las noticias? —
— Aún no. — confesó, terminando de acomodar su cabello.
— El rescate fue un éxito, te dije que no debías de preocuparte. — el rostro de la más baja se iluminó, estaba tan feliz. — Aunque muchos héroes fueron heridos de gravedad en la batalla, tus compañeros se encuentran bien.
— ¿Me dices esto por qué…? — cuestionó, dudando de él. — ¿Me estás dando permiso para ver a Eri? — el mayor suspiró, pero acabó asintiendo.
Endeavor podría ser un hombre frío y seco la mayor parte del tiempo, es tosco, arisco, no tiene filtro y suele ser brutalmente honesto. Esto no significa que no se preocupe genuinamente por sus hijos. Por supuesto que lo hace, por todos y cada uno de ellos. Entonces, ver a Elaine tan angustiada con el tema de Eri no le sentó nada bien. Y sí podía alegrar el día de su retoño, lo haría, permitiendo que fuera a visitar a la niña al hospital si eso la dejaba más tranquila.
— No te permití participar en el rescate, pero puedes verla si es lo que quieres. — murmuró, apretando cariñosamente uno de sus hombros. — Así también aprovechas de visitar a sus amigos.
— ¡Gracias, papá! — chilló, abrazando fugazmente al más alto antes de salir del elevador.
No tuvo que cambiarse antes de salir ya que no llevaba su traje de héroe, se supone que sus patrullas comenzarían después del almuerzo, así que tenía bastante tiempo todavía ya que apenas eran las ocho de la mañana.
Usó al chófer de su padre para que la llevará hasta el hospital, no sin antes enviarle un mensaje a Mirio, preguntándole si estaba allí ya que realmente no tenía noticia alguna de él o de lo que había pasado el día de ayer. Tampoco sabía quién estaba internado de gravedad y quien estaba ileso, así que durante el camino al hospital estuvo revisando las noticias más recientes en su teléfono.
A pesar de leer en línea que todo el operativo había sido un éxito, ella no confío en lo absoluto en las palabras escritas por la prensa. Había experimentado de primera mano lo que era la tergiversación de información, no se fiaba mucho de lo que salía en Internet.
«No contesta» murmuró para ella misma, mientras bajaba del coche. Su amigo no respondía el teléfono, estaba comenzando a preocuparse.
Grande fue su sorpresa al encontrarse con Aizawa-sensei apenas puso un pie dentro de la sala de emergencias, ambos se quedaron observando en silencio durante unos segundos, Sunvely sintió que había sido pillas in fraganti ya que nunca le pidió permiso a la escuela para estar allí. Su profesor se acercó a ella con su usual mueca de cansancio, aunque ahora sus ojeras eran más evidentes y en sus manos traía una taza de café.
Una sonrisa nerviosa se extendió sobre el rostro de Elaine, estaba jodida.
— Elaine. — le llamó, sosteniendo el puente su nariz, estaba cansado. — ¿Qué haces aquí? ¿Quién te dijo dónde estaban? — preguntó, refiriéndose a los internos.
— Buen día, Aizawa-sensei. — saludo, haciendo una reverencia con la cabeza. — Endeavor me ha dicho lo que pasó, me dio permiso para venir a visitar a mis amigos.
El de cabello azabache suelta un suspiro, cansado.
— No es correcto que sepas lo que sucedió, se supone que era secreto. — negó con su cabeza. — Pero no puedo prohibirte ver a Mirio, aunque, ya lo sabes, ¿No? —
— ¿Algo le ocurrió a Mirio? — la preocupación ocupó cada célula en su interior, disparando rápidamente su adrenalina. — Aizawa-sensei… —
— Ha perdido su Quirk. — contestó para la sorpresa de la menor, quién no podía creerlo. — Supongo que sabías sobre las balas borra singularidades, ¿verdad? — ella asiente rápidamente. — Fue alcanzado por una cuando estaba protegiendo a Eri, es un caso lamentable.
«Eso te deja a ti con el puesto número uno de ahora en adelante, aunque eso no es lo más importante.»
— Me alegra que estés aquí, Elaine. — admite el varón, confundiendo a la pelirroja. — Mirio va a necesitar mucho apoyo, una de las víctimas fatales de la pelea de ayer fue su maestro, Sir Nighteye.
La noticia le cae como un balde de agua fría, no podía ser posible, ¿Sir Nighteye muerto? Nunca tuvo el placer de hablar con él a profundidad pero sabía por boca de Mirio que lo quería muchísimo, él había sido la única persona que vio el futuro prometedor que tenía el rubio, el único héroe qué creyó en él y en su poder. Por supuesto que estaría devastado por su pérdida, Elaine no pudo evitar sentirse horrible, si Enji muriera… No podría soportarlo.
El rubio debería de estar destrozado.
— Arrestaron a los miembros de la organización Shie Hassaikai, pero su líder, Chisaki Kai, logró escapar. — El sonido de la televisión a su lado, llamó la atención de ambos. — Tras un ataque de la liga de villanos. Durante este altercado falleció el héroe Snatch y varios policías resultaron heridos a manos del villano Dabi, perteneciente a la liga de villanos. —
Estaba tan concentrada observando la foto que enseñaban del héroe, que se sorprendió de mala manera al oír que él había sido responsable de la muerte de aquel héroe, eso revuelve su estómago. Elaine se preguntó cómo ese hombre podía decir amarla, cuando iba en contra de todos sus valores y principios.
Esa mañana confirmó que había hecho lo correcto, escoger a Hawks fue lo mejor.
— No tienes que sentirte responsable por nada de esto. — murmura Erased, soltando un suspiro. — Los estudiantes volverán a la escuela pero Togata se quedará aquí para examinarlo mejor, el resto está recuperado gracias a Recovery girl.
— Comprendo. — asintió suavemente, bajando la mirada. — Iré a visitar a Mirio ahora.
No esperó respuesta alguna y se dirigió a recepción, en su cabeza no dejaba de resonar la voz del periodista narrando la noticia. El día de ayer ese villano le estaba confesando su amor como un enamorado y hoy, asesinaba a sangre fría a uno de sus colegas, ¿Realmente la amaba? ¿Por qué lo hacía? Él odiaba a los héroes, por eso era un villano, ¿Qué le hacía diferente a todos sus compañeros? No lo podía entender, era totalmente contradictorio y un pésimo cliché: "El villano enamorado del héroe", ¡Eso nunca acaba bien!
«Durante unos instantes, pensé que podrías abandonar tu bando y luchar por mí» confesó en voz baja, siguiendo las indicaciones que le dio la recepcionista para encontrar la habitación de Mirio.
— Soy Elaine, voy a entrar. — advirtió después de tocar la puerta.
— ¡Hola, Taiyō-Chan! — saludó el varón con una gran sonrisa, poniéndose de pie de un salto.
Tenía el cuerpo vendado casi por completo, dejando libres sus manos, pies y cabeza. Al parecer había sido una pelea muy dura y ella lo notó, Elaine cerró la puerta detrás de sí, acercándose hasta donde estaba su amiga y sentándose en el taburete frente a la camilla.
— ¡Buenos días, Elaine! — él parecía tan enérgico como siempre pero si ella no lo conociera bien, pensaría que nada ha pasado.
— Puedes dejar de fingir, Mirio. — musito, soltando un suspiro mientras entrelaza sus manos. — Me enteré de la noticia, ¿Cómo te sientes? —
— ¿Cómo debería sentirme? — preguntó en voz alta, borrando su sonrisa de golpe. — Perdí mi don y a mi maestro, no debería ni poder sonreír.
— No he dicho eso. — murmuró, acariciando con cariño el cabello dorado de su amigo. — Cada uno vive el duelo como puede, no es necesario que estés triste o que llores si no quieres hacerlo.
— Por eso lo hago. — dijo. — Sonriamos. Una sociedad sin ánimos, ni humor no tendrá un futuro resplandeciente. — repitió suavemente, sintiéndose mejor al tener a la joven allí. — Por eso no voy a llorar más, me convertiré en un gran héroe… Y si me ve desanimado, Eri también sufrirá.
Las palabras de Mirio calaron en lo profundo de ella, y a pesar de que retenía las lágrimas, estás jamás bajaron. Él tenía razón, una sociedad sin ánimos ni humor, no tendrá un futuro resplandeciente… No debía de llorar más, debía de sonreír tal y cómo él lo hacía.
— Está bien, lo haremos juntos, ¿si? — cuestionó, apretando el agarre qué tenía sobre las manos del varón.
— ¡Claro que sí, Elaine! — contestó con su característica sonrisa, alegre.
Los siguientes treinta minutos pasaron volando, entre charlas y risas la fémina se terminó enterando de todo lo que había pasado el día anterior. Mirio le contó con lujo de detalle lo genial que había estado Tamaki, y ella no pudo evitar sentirse celosa de ver ese lado del varón, ver al más bajo comportándose tan seriamente era un lujo, todos sabían que Amajiki sería un héroe espectacular, independiente de su timidez y ansiedad social.
También tocaron el tema de la menor, Elaine estuvo muy preocupada por Eri y no pudo esconder su creciente curiosidad por saber cómo se encontraba la infante. Al parecer todo estaba bien con ella pero la menor estaría en revisión por algún tiempo, por lo que aún no pueden verla y que no saben qué sucederá con ella ya que no tiene parientes que puedan hacerse cargo de ella.
— De todas formas, Aizawa-sensei habló conmigo ayer. — comentó. — Me explicó un poco sobre el don de Eri, si aprende a controlarlo bien, le pediré que pruebe a devolverme el mío… Y si no funciona, no importa. — aquello hizo sonreír a la pelirroja, quien negó suavemente. — Probaré más cosas para volver a ser el de antes, tendré que dejar la UA hasta recuperar mi don, pero estoy bien.
«Tengo la profecía de Sir Nighteye, así que sonriamos».
Esa misma tarde después de cumplir su patrullaje, pidió permiso a Enji para visitar a sus abuelos ya que hace más de un mes que no los veía. Por supuesto que se mantenían comunicados a través de las redes sociales pero no es lo mismo y si era sincera, Elaine los echaba mucho de menos. Nunca había estado tanto tiempo sin verlos o saber de ellos y fue por eso que Endeavor le permitió visitarlos.
Gracias a las cartas que semanalmente intercambiaba con su hermano menor, sabían que estaban en medio de una mudanza por lo que estaba bastante tranquila y esperaba no tener que encontrarse con sus padres, menos a esas horas de la tarde. Aún con esa primicia estaba bien, Takumi le había estado enseñando ejercicios y técnicas para sobrellevar la ansiedad y los ataques que venían con esta, le estaban sirviendo bastante bien.
Técnicas como los ejercicios de relajación de Jacobson o la técnica "5-4-3-2-1", se habían vuelto su mejor aliado cuando el ataque de ansiedad se avecinaba. Con cada día que pasaba, creía que estaba más cerca de cumplir su objetivo y dejar atrás el pánico y las náuseas que le invadían cada que pensaba en sus progenitores.
Elaine frena su andar al notar que la música se ha detenido, por unos instantes revisa si no apretó por error el airpod y por eso se ha pausado, pero descarta esa posibilidad al notar que lo que ha interrumpido su concierto mental es una llamada.
«Número desconocido» es lo que lee en la pantalla, lo mira fijamente unos segundos antes de responder, desconectando sus auriculares y pegándose el teléfono al oído.
— ¿Hola? —
Silencio.
Nada se oye a través de la línea, sólo una suave respiración apenas audible.
La pelirroja vuelve a mirar la pantalla, tratando de reconocer el número pero no lo hace, ignora de quién es. Quizá fue un error y alguien le marcó por accidente, esas cosas pasan.
Se encogió de hombros.
Cuando estaba a punto de colgar, una risita muy particular llamó su atención. Ella, creyendo que escuchó mal, vuelve a llevarse el teléfono al oído y entonces sucede, alguien le responde:
— Me siento algo triste. — murmuró, sonando algo burlón. — No has venido a ver a Touya, ¿Te has olvidado de él ahora que tienes novio? —
«Dabi» su boca se abre y cierra varias veces, está inerte, sin palabras, no sabe qué decir, ¿Cómo ha logrado conseguir su número de teléfono? Pensar en ello le provoca un escalofrío, después de la noticia que vio esa mañana, nada era igual.
Y no iba a permitir que metiera a Touya en esto.
— ¡¿Quién te crees que eres?! — gritó, molesta. — ¿Piensas que puedes hacer como que nada pasó y que voy a caer en tus encantos sólo por unas cuantas mentiras endulzadas? — preguntó, refiriéndose a la carta del día anterior. — ¡No te metas en donde no te incumbe! ¡Si no he podido ver a Touya, es culpa tuya! ¡No quiero encontrarme contigo! —
Una carcajada se oyó a través de la línea.
— No son mentiras. — respondió Dabi, riendo suavemente. — La que ha estado mintiendo mucho es otra persona… — aquello le llegó directamente a su orgullo, Elaine flaqueo. —
— ¿Qué es lo que quieres de mí? — el llanto se acumula en su garganta pero no quiere darle la satisfacción de oírle llorar. — ¿Este era tu plan desde el inicio? ¿Jugar con mis sentimientos? —
El varón suelta un largo y cansado suspiro, dándose cuenta de que su mujer está a nada de largarse a llorar. No le gusta, odia que Elaine llore y se siente culpable al ser la causa de su malestar pero es egoísta, y quiere poder tenerle cerca o al menos, oír su voz.
— Todo. — admitió, su tono de voz se suavizó, queriendo tranquilizar a la fémina. — Claro que no, nunca haría nada para lastimarte, Elaine.
Es sincero, ambos lo saben. Él jamás haría algo que pudiera dañar a Elaine pero no va a dejar a un lado su venganza, aún sabiendo que puede salir herida colateralmente.
— ¡Pero me lastimas! — chilló, sorbiendo su nariz. — No entiendo porqué te gusto, somos de mundos totalmente distintos, ¡Deberías odiarme! —
— Yo nunca podría odiarte. — la menor sonríe levemente, todo era muy irónico. — Podría darte mil razones por las cuales me gustas pero eso sería exponerme, ¿Lo entiendes, bonita? —
— No quiero jugar a esto. — dijo, poniendo límites. — No quiero ser el gato que persigue al ratón, no llegaremos a nada, lo sabes, ¿no es así? —
Silencio.
Claro que lo sabe pero no puede evitar ser débil ante ella, desde que volvieron a encontrarse hace meses atrás no hace nada más que pensar en ella. El beso que compartieron en aquella habitación de hospital le persigue y sueña con ese momento, quiere volver a verle, quiere tenerla entre sus brazos y volver a oírle decir cuanto lo ama.
Quiere al menos tener algo a lo que aferrarse antes de que la guerra estalle.
— Sí fuera diferente… ¿Me hubieras escogido a mí? — La fémina pasa saliva, no quiere responder. — Elaine…—
— Sí. — no había duda en su voz, eso le dio más confianza a Touya, todavía tenía una oportunidad. — Pero no lo es. — cortó de forma seca. — Yo ya escogí, Dabi.
«Así que, por favor, olvídate de mí»
Aunque quiera permanecer firme con su respuesta, su voz tiembla ligeramente. Él ya lo ha notado y no piensa dejarla ir u olvidarse de ella sólo porque se lo pidió, ya había cometido el error de dejarle ir sin antes haber luchado y no volvería a cometer ese error dos veces. Incluso si Elaine le llegará a odiar, le contaría la verdad — toda la verdad — y aunque sabe que lo que hizo no tiene perdón, sólo desea tenerla a su lado una vez más, consciente de que él es Touya; quiere verla a los ojos sin necesidad de una estúpida máscara y decirle cuánto le ha echado de menos, decirle lo mucho que la ama y que nunca ha dejado de hacerlo.
— Sólo recuerda lo que te dije en el hospital. — fue lo último que pronunció antes de cortar la llamada.
Elaine sentía que se estaba perdiendo algo, que la anestesia le había provocado grandes lagunas en torno a sus recuerdos de ese día. Sabe que besó al villano debido a que le confirmaron que su sueño no fue una alucinación, pero cada que hablaba con Dabi, le decía exactamente lo mismo: “Recuerda lo que te dije en el hospital”, pero ella no lo hace, en sus memorias sólo está la pequeña plática qué tuvieron antes del beso que se dieron pero luego de eso, estaba borroso.
Decidió bloquear el número para evitar que él volviera a contactarla, no quiere relacionarse con el varón, no es bueno para ella ni su salud mental.
Acabó enviándole un mensaje a sus abuelos, diciéndoles que volverá a la residencia ya que ha tenido un percance con Dabi y no quiere arriesgarse a que sepa donde vive — en caso de que la esté viendo a la distancia — y que ya encontrarán otra oportunidad para verse.
Tata ♡
Lo entendemos, cariño.
6:13 pm.
No tienes que preocuparte por nosotros.
6:13 pm.
Nosotros también te extrañamos mucho. Cuídate demasiado, cielo.
6:14 pm.
Los amo mucho!!!
6:14 pm.
No puedo esperar para verlos!! ㅠ.ㅠ
6:15 pm.
Y nosotros a ti.
6:15 pm.
Elaine vuelve a mirar su teléfono, afligida. No entiende porqué la vida se enfoca en hacerle daño, no comprende porqué cuando todo parece ir de maravilla, algo se interpone entre ella y su felicidad. Quiere pensar que todos esos obstáculos sólo son para hacerla más fuerte pero, ¿cuánto más debe sufrir? ¿Cuál es el límite? No quiere seguir viviendo de esa manera.
«¿Por qué juegan con mi telar de esta manera, nornas?» se quejó en voz baja, retomando su camino.
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ᴄ ᴜ ʀ ɪ ᴏ s ɪ ᴅ ᴀ ᴅ ᴇ s
◎ Lo que tiene tatuado Dabi en su brazo sano es: "ᛖᛚᚨᛁᚾᛖ" que literalmente es el nombre de Elaine en Futhark o rúnico. Si tomamos el significado de cada runa por separado, el nombre de Elaine estaría comformado por ᛖ (Ehwaz) suerte, ᛚ (Lagu) océano, ᚨ (Ansuz) Dioses, ᛁ (Ice) hielo y ᚾ (Nyedis) noche.
◎ Esto tiene un significado muy importante, ya que los antiguos pueblos germánicos las tallaban en objetos como espadas, barcos o amuletos, dependiendo de la propiedad que le quisiera dar. Dabi, al tatuarse su nombre en Futhark considera a Elaine como su amuleto de buena suerte.
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+100 ᴠᴏᴛᴏs ʏ 180 ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀɪᴏs ᴘᴀʀᴀ ᴇʟ sɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ ᴄᴀᴘ.
˙˚˓˒˙˛ʿʾ․·‧°⋆ও ──
¡ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ ʏ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀ, ɴᴏs ᴠᴇᴍᴏs ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴠɪᴇʀɴᴇs!
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