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❏ | 𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐒𝐍𝐎𝐖

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𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐒𝐍𝐎𝐖

❝ Es nuestra primera nevada juntos. ❞

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Acomodó mejor la bufanda de su novio antes de bajar de la cornisa, ambos están teniendo una cita, esa tarde se pronostica la primera nevada del año. Keigo le insistió en pasar esa tarde juntos a pesar de que ella quería quedarse en la residencia para esperar a Shoto, pues en caso de aprobar el examen de hoy, oficialmente obtendrán su licencia provisional.

Aún así, aceptó salir con Hawks pues hace mucho no tenían una cita.

¿Por qué era tan importante la primera nevada? Durante la temporada de invierno que comienza a mediados de diciembre y continúa hasta finales de marzo o principios de abril, hay una fecha esperada por la gran mayoría de parejas: la primera nevada. La emoción se debe más que nada a una leyenda, se dice que al pasar la primera nevada con la pareja el amor entre ambos se volverá eterno y estarán juntos por siempre. Así mismo, algunos cuentan que sí no estás en pareja pero confiesas tus sentimientos en ese momento, serán correspondidos o tendrás un buen humor aunque te hayan rechazado.

Si es sincera, no es que no crea en ese tipo de leyendas, porque Elaine se considera una persona muy mística, no quiere arruinar los ánimos e ilusiones de su novio, pero ella ya pasó la primera nevada con alguien, hace muchos años atrás. Aún así, aceptó la propuesta y decidió cumplir su capricho porque le gustaba ver a novio feliz.

— ¿Estás bien, pichoncito? — cuestionó preocupado.

— Lo siento, me quedé pensando en la leyenda de la primera nevada. — confesó, tomando su mano. — Sabes que cuando bajemos no podemos tener acercamientos tan cercanos, ¿no? —

Suspiró.

A Keigo no le agradaba tener que ocultar su relación, pero lo hace por ella. No desea que Sunshine sea el blanco de críticas, chismes y escándalos, es consciente de que a su novia no le agrada ser el centro mediático, y aunque se muera por besarla o tomarla de la mano, va a respetar su decisión.

— Lo sé. — murmuró con pesadez, tomando el rostro de la fémina y dándole un beso. — Algún día no tendremos que escondernos. — dijo sobre sus labios, sonriendo.

— A mi no me molesta. — contestó, regalándole una sonrisa. — Me gusta la tranquilidad.

— A mi sí. — endureció la mirada. — Me gustaría poder gritarles a todos que eres mi novia.

La menor desvío la mirada, quería cambiar el tema de conversación porque nota que es algo que le afecta al rubio, no quiere comenzar una discusión allí mismo. Desde lo que pasó con su padre, Keigo insistió en revelarle al público acerca de su relación basándose en que Enji ya lo sabía, su mayor opositor era el héroe y según sus propias palabras: “Nadie podría separarlos”. Ella claramente no estuvo de acuerdo, no quería estar siendo constantemente acosada por la prensa, ni metida en chismes y farándula. Además, intentó explicarle a Hawks que dar a conocer su relación sería ponerlos en riesgo a los dos; cualquier enemigo que tuvieran haría lo que fuera por capturar a uno de ellos con tal de conseguir un trato.

— ¿Sabes por qué el invierno es mi estación favorita? — aquella pregunta distrajo al rubio, quien negó. — Eso es porque las temperaturas bajan, y puedo sentirme más fresca. Se puede decir que dejo de ser un peligro constante para las cosas flamables. — sonrió.

Aunque claro, es un arma de doble filo. Si bien la temperatura de su cuerpo baja hasta regularse y acercarse a una más normal, la cantidad de días nublados evita que los rayos del sol traspasen correctamente y por lo tanto, tiene menos energía, es más débil. Eso le provoca letargos y sueño, por lo que en épocas invernales se siente cansada y duerme muchísimo.

— Me fascina congelarme el trasero. — contestó con ironía, haciéndola reír. — Prefiero una cálida primavera. — murmuró, soltando la mano de Elaine antes de salir de su agencia.

— A mi me gusta. — bromeó, codeando. — Además, estoy muy emocionada ya que hoy es el último examen de Shoto y Bakugo, obtendrá su licencia provisional. — está feliz, eso se le nota a simple vista. — ¡Tengo que comprarles algo! —

— Vamos. — aceptó, estuvo a punto de tomar su mano pero se contuvo. — Esto es difícil. — admitió, refiriéndose a fingir ser amigos.

— Lo siento. — se disculpó en voz baja.

Los ojos ámbar del héroe la observan con pesadez pero no dice nada más, su intención no es hacerla sentir mal, pero realmente detesta tener que esconderse, es difícil. Estuvo años esperando por ella, para que se convirtiera en su novia, y ahora que la tenía para él, no podía demostrar cuánto la amaba en público debido a su profesión. Siempre pensó que su mayor obstáculo sería Endeavor, porque es más que consciente que no le agrada y aunque intente saber el porqué, no encuentra una razón lo suficientemente válida como para que lo deteste.

El único mal que ha hecho — si es que le puede llamar así — es ser “holgazán”, y querer una sociedad donde los héroes tengan más tiempo libre; para un hombre como Endeavor, eso se traduce como mediocridad, de cierta forma lo comprende porque él se ha esforzado durante años para llegar a donde está, pero no tiene la potestad de escoger el futuro de su novia, ni con quien se relaciona. Y ya se lo ha dicho antes, quiere que se aleje de Elaine porque lo considera mediocre y una mala influencia.

— ¿Qué crees que deba comprarles? — cuestionó, observando los aparadores de las tiendas. — Conozco a Shoto, pero no los gustos de Bakugo. — confesó, pensante.

— ¿No son fans de All Might? — se encogió de hombros. — Dudo que Shoto quiera algún tipo de mercancía de su padre. — comentó con ironía.

Elaine le dio un golpe en el hombro, mirándolo mal.

— Con él no. — advirtió, refiriéndose al bicolor.

— Lo siento, lo siento. — alzó las manos, dándose por vencido. — No soy bueno escogiendo regalos.

Se mordió la lengua para no terminar la frase con un: como Touya, porque sí, está molesto de no poder actuar como su novio, y de alguna u otra forma, cada que se enfada, el rostro del primogénito de los Todoroki llega a su cabeza. Se preguntó si quizá él tendría que estar escondiendo lo que siente por Elaine en público, lo duda, es posible que usen la excusa de que se criaron juntos para justificar sus acciones extremadamente cariñosas.

De solo pensarlo le dan náuseas.

— Creo que esto podría funcionar. — salió de su ensoñación gracias a la voz de su novia. — Durante mi primer año siempre me exigían mi identificación cuando estaba sin Endeavor, quizá pueden llevarlo en alguno de sus bolsillos. — Elaine sostenía un par de holders para tarjetas ID con diseños de ex símbolo de la paz.

Sin poder evitarlo, sonrió.

Todo el mal humor desapareció al ver su rostro. La pelirroja es tan dedicada y amable que siempre piensa en todo,  eso es lo que le hace sonreír, la manera en la que se preocupa tanto por los demás.

— Son perfectos. — responde, haciéndola sonreír. — Les van a encantar.

— Creo que me llevaré una de Endeavor para mí. — admitió, provocando que Keigo riera.

— Sí, yo también. — se dieron una mirada y estallaron en risas.

Mientras la fémina pagaba, él se dispuso a dar unas cuantas vueltas por el local, hay mucha mercancía de todos los héroes dentro del top diez, y aunque All Might se haya retirado, sigue siendo el más famoso de todos. Keigo toca con sus dedos el mismo peluche de Endeavor que alguna vez su madre le regaló, haciéndole recordar el pasado. Ahora todo es diferente, y es lo que quiere proteger, de todos. La liga está avanzando a pasos agigantados, y no quiere que todo por lo que ha luchado se derrumbe.

Observa a la pelirroja de reojo, pensando en ella a la vez que el rostro del villano de llamas azules aparece en su cabeza; frunce el ceño. Ha pasado meses investigando sobre él y aún no encuentra algo que lo conecte con su novia, lo que lo pone de los nervios.

— Ya podemos irnos. — la menor llegó a su lado, observando los peluches. — ¿Qué? ¿Quieres uno? — bromeó.

— Ya tengo uno. — contesta con diversión. — Mira este, ¿No me veo genial en felpa? — cuestionó, tomando un peluche suyo.

— Este es más lindo. — murmuró, tomando el juguete. — Tiene unas alitas pequeñas, son adorables. —

— En un año verás tu cara inundando la ciudad, créeme. — Elaine ladeó la cabeza, pensando. — Todos van a amarte, así como yo te amo.

— ¡Hawks! — chilló en silencio, mirando a sus alrededores. — No digas eso en público… — una suave sonrisa aparece en sus labios al notar como su rostro enrojece.

— Estoy hablando en serio. — confiesa, saliendo de la tienda. — Vas a superarme en el top, me quitarás el apodo “precoz”.

—Un horrible apodo. — contestó, él estuvo de acuerdo.

— Lo que trato de decir, es que serás un héroe asombroso.

Elaine bajó la mirada hasta él, sintiéndose mal de repente. No supo explicar o entender el sentimiento, fue extraño. El futuro que veía tan lejano cuando era una niña ahora estaba allí, frente a sus ojos, y por alguna razón, no se sentía como creyó que lo haría cuando se graduara. No la malentiendan, le gusta su trabajo, le gusta ser héroe, ama salvar vidas y hacer justicia, pero hay algo más. Algo que falta, algo que necesita, y no quiere aceptar que se trata de Touya, porque no puede darse el lujo de retroceder aún más en su proceso de sanación. Siempre se dijo que iba a recordarlo, a honrar su memoria y a cumplir su sueño juntos, pero ahora mismo su recuerdo la está frenando.

Lo ama, lo ama como nunca ha amado a nadie en su vida, pero le hace daño porque sigue sin aceptar su partida. Lleva meses asistiendo a terapia, y por un momento creyó que todo iba de maravilla, se sentía mejor, la culpa desapareció y comenzaba a abrirse a nuevas oportunidades, a nuevos amores… Pero todo se derrumbó de la nada, repitiendo el ciclo, y esta vez peor que antes.

Durante unos segundos, se le pasó por la cabeza odiarlo… Porque eso dolía menos que fingir olvidarlo. Y quiso hacerlo, por ese breve instante, quiso poder culparlo. Deseó poder darle una bofetada, gritarle, y pedirle explicaciones; quería saber en qué demonios estaba pensando cuando se escapó a Sekote y ardió hasta las cenizas.

«Ni siquiera puedo odiarte…» frunció el ceño, pasando saliva. «Porque te amo tanto… Tanto, que duele.»

















































































































La noche ya había caído cuando se disponía a volver a la academia, pasaron la tarde merendando en una linda cafetería. Ninguno de los dos habló de sus preocupaciones, y en el caso de la fémina, decidió empujar aquellos pensamientos a lo más profundo de su cabeza y dejarle el problema a la Elaine del futuro. Takumi le dijo que cuando se sintiera de esa manera, no intentará razonar o buscar respuestas, porque muchas veces no la habían y eso era exactamente lo que estaba haciendo.

Mientras caminan juntos por las calles de la ciudad, algo frío — como una gota de agua — impacta con la nariz de la fémina. Al alzar la mirada, notó que la nevada que se pronosticó para esa tarde había comenzado. Una pequeña sonrisa aparece en el rostro del héroe, quien observa como los copos de nieve se derriten alrededor de su novia, debido a su temperatura.

— Es nuestra primera nevada juntos. — murmuró, mirando el panorama con ilusión.

No eran la única pareja viendo el fenómeno climático, pues es algo que se espera durante todo el año. Así que de forma indirecta, puede decirle a los medios que la pelirroja es su novia sin confirmar o negar nada, pues todo quedará en un “supuesto”.

— Es hermoso. — respondió en voz baja, sin despegar la mirada del cielo.

— Tendremos muchos años para observar más nevadas. — buscó los ojos de la menor, hasta fundirse en ellos. — Así que espero que la leyenda sea real.

Elaine sonríe más no responde, no quiere arruinar sus ilusiones. La leyenda no es real, porque si lo fuera, la vida no se hubiera encargado de quitarle a Touya, pues su primera nevada la pasó junto a él. No fue algo planeado, simplemente estaban juntos en la habitación del varón, hasta que comenzó a nevar. Recuerda que el Todoroki le comentó sobre la leyenda, Habló de forma pausada y calmada, como si sólo existieran ellos dos en la habitación,y cuando terminó escribió sus nombres bajo un paraguas. En ese entonces no entendió lo que quiso decir, pero ahora sí lo sabía y no podía evitar sonreír al recordarlo.

Toda la paz y tranquilidad del momento se rompió en segundos, el suelo bajo sus pies comenzó a temblar como si un sismo azotara la zona. Y en pocos segundos, los gritos de los civiles se hicieron oír por todas las calles y el particular sonido del agua corriendo no se hizo esperar.

Keigo fue el primero en actuar, alzando vuelo para identificar de donde provenía el escándalo.

— ¿Un tsunami? — murmuró, sin despegar la mirada de la gran masa de agua que se acercaba hacia ellos.

Elaine abre los ojos con sorpresa, desde la posición en la que está será tratada por esa ola sino hace algo para evitarlo. Es demasiada agua, y su energía no es suficiente como para evaporarla por completo, ¿Qué demonios era eso? Nunca había visto algo similar, era común — o regular — que en fechas navideñas los crímenes aumentarán, pero lo que ve delante de sus ojos es otro nivel.

Es muchísima agua, tendría que invocar un cruel sun para evaporarla, pero es demasiado peligroso. Está rodeada de civiles y se encuentra en la zona céntrica de la ciudad, ergo, está repleto de edificios y comercios. Si usa su movimiento especial allí, con la potencia que necesita es probable que dañe colateralmente a alguien sin querer. El cambio brusco de temperatura haría estallar los cristales a su alrededor y las cañerías de gas explotarían, no tenía más remedio que enfrentarse a ellos frente a frente.

— ¡Elaine! — el grito de su novio la trae de vuelta a la realidad.

Se prepara mentalmente para lo que está a punto de hacer, el agua va hacia ella de forma veloz pero si la llamarada que está a punto de lanzar es lo suficientemente fuerte para abatir al dueño del quirk, ganará la pelea por default.

Extiende sus manos hacia al frente con los ojos fijos en los tres sujetos que montan la ola, está esperando el momento exacto para atacar, tienen que acercarse lo suficiente…

— ¡Nee-San ! — Sin poder evitarlo, volteó hacia la izquierda con el rostro inundado de sorpresa.

Shoto se posa delante de ella con rapidez —  protegiéndola — y de un sólo movimiento, alza una enorme estructura de hielo que se extiende por varios metros, congelando todo a su paso. Cuando creyó que nada podía sorprenderla más, una cadena de explosiones hizo añicos el hielo y supo que el responsable era Bakugo.

— ¿Y cuánto tiempo se necesita para ser un héroe? — cuestionó el rubio, agarrado de un poste.

— ¿Quienes son ustedes? — el mayor se levanta lentamente, molesto. — ¿Se creen héroes? —

Elaine retrocede con una sonrisa, no va a interferir en el debut de ambos menores. Ese villano es demasiado débil como para enfrentarse a ese par, por lo que decide dar un paso hacia atrás y ayudar a el ex símbolo de la paz a evacuar la zona, no sin antes acariciar el cabello de su hermano.

«Todo suyo.» murmuró, guiñandoles
un ojo.

— Robaste billeteras y bolsos, está mal quitarle las cosas a otros. — dice su hermano, levantando su diestra.

El escenario completo es congelado nuevamente, aunque el villano no va a darse por vencido y menos con unos mocosos.

— ¿Crees que este hielo me detendrá? — preguntó con sorna. — ¡No pienso rendirme! — se libera del hielo con facilidad, sin alertar mucho a los varones.

Había estado planeando dicho ataque desde hace meses, conociendo los horarios de patrullaje y buscando una zona transcurrida pero con pocos héroes, no iba a permitir que unos simples estudiantes arruinaran su plan.

— Tengo más determinación que ustedes, ¡Estoy determinado a huir! —

No fue el único que intentó escapar, pero no eran lo suficientemente rápidos como para dejar atrás a Katsuki. El rubio los acabó de un sólo golpe, provocando que todos aquellos que recibieron sus explosiones se desmayaran.

Elaine los observa desde la distancia, Keigo está junto con la misma expresión en su rostro: crítica. Ambos evalúan el desempeño de los menores, sin intervenir en lo absoluto. En caso de que las cosas se pusieran feas, iba a ir detrás de ellos pero por el momento tenían todo bajo control.

— ¡Ola de calor por aire frío! —

Sus ojos se abren al máximo, observando el movimiento estrella que planeó junto a Shoto desde hace meses. Nunca lo había puesto en acción ni siquiera durante sus entrenamientos, así que verlo en vivo y en directo le revolvió las entrañas, se sentía como una madre que veía a su hijo caminar por primera vez.

El villano se estrelló contra uno de los pilares de hielo, y cuando su hermano abre la boca, se da cuenta de su error: Elaine siempre creyó que lo que surfeaban los villanos era agua, por eso dudó en enfrentarse a ellos debido a la cantidad, pero en realidad era ácido carbónico; un ácido oxádico proveniente del dióxido de carbono que desaparece con el calor.

Es decir, con un sólo movimiento hubiese acabado con ellos sin mayores problemas, pero no, se equivocó. Y aunque suene irracional, está sumamente feliz de haberlo hecho, porque eso significa que su hermano ha sido capaz de ver más allá, algo que ella no vio. Quizá el enfrentamiento que tuvieron en ground beta le hizo enfocarse más en la química de los quirks, y en investigar más sobre el dueño.

Está orgullosa.

— ¡Shoto! ¡Bakugo! — trotó hacia ellos con una gran sonrisa, extendiendo sus brazos. — ¡Lo hicieron muy bien!  Ninguno de los dos se salvó del asfixiante abrazo que les dio la fémina, Bakugo intentó por todos los medios — como siempre — zafarse de su agarre, sin éxito.

— Joven Taiyō, es hora de volver a casa. — el símbolo de la paz interrumpió con un poco de vergüenza. — Deben tener hambre.

— Un momento. — pidió, haciéndole una seña a su novio para que le pasara las bolsas. — Tengo algo para ustedes dos. — dijo, tendiendo una caja a cada uno.

«Ni siquiera tengo que preguntar, sé que han aprobado sus exámenes con éxito. No lo dudé ni un sólo segundo, porque ustedes serán grandes héroes en el futuro, se los aseguro».

Los varones intercambian una mirada antes de  abrir la caja a la par, encontrándose con el holder de All might. El ex símbolo de la paz suelta una tos que esconde una pequeña risa, provocando que el rostro del rubio se transforme en una mezcla entre enfado y vergüenza. Shoto en cambio, es el primero en usarlo, metiendo su licencia provisional dentro y observando con una sonrisa el estampado del retirado héroe número uno.

— Gracias, nee-san. — murmuró, colgándose el obsequio en el cuello. — Lo usaré siempre.

— ¡El diseño de él es más bonito! — reclamó Katsuki, queriendo ocultar su vergüenza. — ¡Ya sé que lo quieres más a él pero no seas tan evidente, ojos de farol! —

— Tu diseño es mejor. — niega el medio albino, sin expresión.

Nunca iba a admitir frente a ella que su regalo le había gustado, porque sí, admiraba muchísimo a All Might, es su inspiración y modelo a seguir desde que es un niño. Y que Sunshine piense en él también en esos casos le calienta el pecho, porque siente esa hermandad que comparte con el Todoroki, y le da cierta envidia que tenga una hermana mayor que se preocupe tanto por él.

Así que va a atesorar ese pequeño obsequio, porque poco a poco, comienza a sentirla como si fuera su hermana también.















































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ᴄ ᴜ ʀ ɪ ᴏ s ɪ ᴅ ᴀ ᴅ ᴇ s

◎ Elaine usa constantemente mercancía de Endeavor, como llaveros, bufandas, tazas o camisetas.

◎ Nunca sintió alguna conexión emocional o parasocial con All Might, por lo que no lo considera su héroe favorito aunque le guarde respeto.

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+105 ᴠᴏᴛᴏs ʏ 180 ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀɪᴏs ᴘᴀʀᴀ ᴇʟ sɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ ᴄᴀᴘ.



















































































˙˚˓˒˙˛ʿʾ․·‧°⋆ও ──
¡ɴᴏ sᴇ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴅᴇ ᴠᴏᴛᴀʀ ʏ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀ, ɴᴏs ᴠᴇᴍᴏs ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴠɪᴇʀɴᴇs!

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