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✧ 𝗖𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝘁𝘄𝗲𝗹𝘃𝗲

La mañana era soleada y con un lindo toque encantador.

Renjun y Jaemin se encontraban sentados cual niños pequeños regañados en el sofá del hogar del omega, mientras Jun les miraba seriamente en silencio y Minghao trataba de no reírse ante la cómica escena.

El alfa y omega habían llegado muy temprano por la mañana luego de su acaramelada noche, ambos en su propia burbuja e ignorando las atentas miradas de Junhui y Minghao y la feliz del pequeño Jungwon al ver al alfa. Rápidamente Junhui le pidió dulcemente al menor ir a su habitación y este asintió sin rechistarle a su tío Hui.

Cuando Junhui le pidió a Jaemin que se presentara este muy torpemente lo hizo: "¡Soy Jaemin Na, t-tengo 27 años y es un placer conocerme!" dijo nerviosamente el alfa quien se sentía pequeño ante la mirada de el mayor de los Huang.

Renjun rió avergonzado y Jaemin maldijo mentalmente y en automático sus orejas se pusieron rojas delatando su vergüenza, Minghao rió bajito nuevamente y Junhui hizo una mueca conteniendo la risa para después colocar nuevamente la misma expresión neutra.

—Así que... —Jun suspiró y fijo su mirada en Renjun—. Sales con tu jefe, mismo al cual odiabas y ahora estás enamorado... Bueno eso me-

—¡Prometo que tengo las mejores intenciones! —gritó el alfa interrumpiendo a Huang mayor, causando que todos le miraran, con Jun escaneandolo de pies a cabeza y Renjun dándole una pequeña sonrisa divertida.

Después Renjun miró nuevamente a su hermano y simplemente asintió avergonzado, mientras Jaemin tragaba en seco al ver la mirada juzgadora que le dirigía Jun, su cuñado.

—De acuerdo... Continuando con lo que iba a decir, me es sorprendente. ¿Hay alguna otra cosa que no sepa? —preguntó Junhui mientras miraba a la nueva parejita tomados de la mano, pero con la cabeza gacha.

—GeonHak me buscó...

Instantáneamente Minghao dejó de reír por lo bajó, para después mirar con preocupación a Renjun y después a su alfa. Jun por su lado se había tensado e instintivamente gruñó al escuchar el nombre del hombre que en su vida quería volver a ver.

—Jun... Él quiere ver a Jungwon.

—Ese idiota —Jun murmuró con rabia.

—¿Qué fue lo que te dijo, Renjunnie? —preguntó Minghao preocupado, mientras hacía a Junhui sentarse en el sofá y él tomaba también asiento en su regazo, tratando de calmarlo con su aroma.

—Dijo que me amaba —escuchó un gruñido proveniente de Jaemin y un bufido por parte de Junhui—. Y que por favor le permitiera ver a Jungwon porque él también tenía derecho...

Ahora los omegas escucharon gruñir a los dos alfas, en especial a Junhui quien con cuidado quitó de su regazo a Minghao y se paro del sofá.

—Renjun... Necesito que hablemos a solas... —pidió viendo de reojo a Jaemin, para después besar dulcemente los labios de su omega quien sonrió asintiendo y comprendiendo.

—Iré a preparar el desayuno —dijo Minghao mientras rápidamente se dirigía a la pequeña cocina del hogar.

—Nana —Renjun llamó a Na—. Hao tal vez necesite ayuda en la cocina..., ¿por qué no le haces compañía y lo ayudas, por favor?

Jaemin asintió sin rechistar a su omega, y rápidamente se dirigió a la cocina, no sin antes dejar un tímido beso en la mejilla de Renjun y una reverencia a Jun para prácticamente salir corriendo-huyendo de el mayor de los hermanos, quien divertido sonrió ligeramente.

Cuando finalmente ambos hermanos quedaron completamente solos un abrumador silencio se hizo presente, cosa que solo puso aún más nervioso a Renjun, quien con la mirada gacha jugaba nerviosamente con sus manitas.

—Deja de hacer pucheros —Junhui dijo con una pequeña risa, intentando aligerar el ambiente. Cosa que logró, pues Renjun sonrió yendo a refugiarse a sus brazos.

—¿Estás... molesto?

El alfa negó al principio, pero después asintió.

—Estoy molesto por la llegada de GeonHak, ese idiota... ¿Después de cinco años regresa y espera hacerse de padre?

—Yo también... Pero también tengo mucho miedo Hui, no quiero que me quite a Jungwon, y-yo —Renjun se quebró en ese momento, y Junhui no dudo en consolar a su hermano.

—GeonHak las tiene a todas de perder, no puede quitarte a Jungwon —Junhui negó rápidamente, despejando todo mal pensamiento de su hermano—. El perdió todo derecho desde hace cinco años, se deslindó de toda la paternidad al dejarte solo y a tu suerte.

Jun hizo más fuerte su abrazo a Renjun, pues este seguía llorando entre sus brazos.

—¿Estás seguro, Hui? —le preguntó con sus ojitos llorosos y nariz roja.

—Lo estoy —asintió el alfa—. Esperemos y con lo que le dijiste se haya ido y finalmente decidiera desistir de su estúpida idea, pero si sigue insistiendo creeme que le irá muy mal, iremos ante un juez y verá todo lo que espera. Yo mismo me encargaré de hundirlo.

—¿No crees que Jungwonnie tiene derecho de conocerlo...? ¿Y si me odia de grande por no permitirle ver a su otro padre? —Renjun preguntó preocupado—. Mi corazón no podría resistirlo Junhui.

—Jungwon es un niño muy inteligente, él tiene derecho, si... Pero todo está en tus manos Renjun, después de todo aún es muy pequeño y son muy pocas la veces que ha tenido realmente curiosidad por saber sobre su otro "padre" —dijo lo último entre comillas—. Jungwon te ama más que a nadie en el mundo, él jamás te odiaría.

Renjun asintió entre lágrimas, mismas que su hermano limpió suavemente con su dedo pulgar.

—Ya... No llores —pidió—. Sabes que no estás solo en esto, nos tienes a Minghao y a mi, sea cual sea tu decisión nosotros lo vamos a respetar y por supuesto que te vamos a apoyar.

—Gracias Jun, te amo —murmuró abrazando fuertemente al alfa.

—También te amo —murmuró el alfa devolviéndole el abrazo.

Así se mantuvieron por un buen rato, con Renjun sintiéndose reconfortado y seguro entre los brazos de su hermano, tal y como cuando era un pequeño niño y Junhui iba a su habitación a protegerlo de los monstruos bajo su cama.

—Hui... —llamó al alfa mientras rompía el abrazo—. ¿Qué opinas sobre mi relación con Jaemin...?

—¿Qué opino...? —Junhui murmuró—.Ya eres un adulto Renjun, sean cual sean tus decisiones yo las debo respetar y no entrometerme —Renjun asintió con un ligero puchero.

—¿No crees que fue muy rápido? —murmuró tocando suavemente marca en su cuello.

—Lo creo... Pero tu tendrás tus razones —dijo asintiendo—. Mientras seas feliz... No importa Renjun, supongo que cada persona se enamora a su ritmo y hace sus cosas también al mismo.

—La marca es temporal —explicó—. Jaemin dice que quiere hacer las cosas bien antes de darme una marca permanente...

—Ya veo... ¿Estás feliz con ello?

—Lo estoy —Renjun asintió con una pequeña sonrisa y sonrojado.

—Muy bien, mientras ustedes sean felices —dijo Jun refiriéndose a Renjun y Jungwon—. Todo estará bien, mi pequeño Ren.

Nuevamente los hermanos se hundieron en un cómodo abrazo, con un Renjun no completamente calmado pues su lobo no paraba de removerse preocupado de un lado al otro.


El alfa muy torpemente se movía por la pequeña y hogareña cocina, siendo guíado por el omega de cabellos rubios quien al final simplemente lo puso a lavar las frutas al ver que casi se cortaba con el cuchillo, realmente el alfa en su vida había tocado uno.

—Eres muy afortunado de tener a Renjunnie, es extraordinario en todo, con él no tendrás que preocuparte por ser tan mal cocinero —comentó Minghao con una pequeña risita.

—Lo lamento, se suponía que debía ayudarte —comentó el alfa completamente apenado, lavando muy bien las manzanas en el fregadero.

—Está bien, nadie nace sabiendo. Verás que con Renjunnie aprenderás —dijo amable.

—Eso espero —dijo con una amigable sonrisa—. Yo... Quisiera agradecerte por todo el apoyo que le has brindado a mi omega —habló Jaemin—. Renjun me ha platicado lo increíble que has sido y gran apoyo en su vida que le has brindado. Créeme que si necesitas algo simplemente puedes pedirlo, yo siempre estaré agradecido contigo por cuidar de él.

Minghao sonrió enternecido, sabía que no debía juzgar por completo al alfa... Pero si le llegó a caer mal en un momento ante el trato del principio a Renjun, pero eso era algo que no debía saber.

—Lo hice de corazón y porque amo mucho a la pequeña familia que hicimos, no tienes porque agradecerme —negó Minghao—. Pero si quieres hacerlo... Simplemente cuida mucho de él, Renjunnie sufrió mucho y lo único que deseo es que lo hagas completamente feliz, por favor —pidió Minghao con una brillante sonrisa plantada en su rostro.

Jaemin soltó una pequeña sonrisa timida y asintió.

—Es una promesa, desde ahora en adelante solo me encargaré de hacerlo completamente feliz —dijo y Minghao asintió satisfecho—. También estoy muy agradecido con Junhui, se que lo ama más que a nadie en el mundo.

—Es así, Junhui ama mucho a Renjunnie y Jungwonnie, se que daría todo por ellos e inclusive si lo diera a elegir entre ellos y yo... estoy seguro de que los elegiría a ellos —comentó Minghao con una pequeña risita—. Pero como yo lo amo de muchas formas e infinitamente a mi alfa y a mis dulces terróncitos de azucar, jamás lo haría elegir entre sus dos únicas familia y su omega destinado.

Jaemin asintió ante las palabras del omega y un nudo en la garganta se formó en él al recordar todo lo malo que le había hecho a su amado Renjun, realmente no merecía su amor.

Definitivamente cumpliría su promesa, el haría completamente feliz a Huang Renjun, su amado omega.

Parado ahí, con los nervios a flor de de piel, Jaemin esperaba a su hermoso omega y también a su hermoso cachorrito para recibirle en la casa de el menor, pues en estos últimos dos días había estado pensando en cómo iniciar de manera correcta su cortejo.

Por ello anunció la ruptura de su compromiso con Renjun, pues esta vez él realmente deseaba que todo fuera real, esta vez con verdadero amor de por medio, sin ningún trato entre ellos y sinceridad.

Claramente los medios no paraban de hacer especulaciones del porqué el empresario Na Jaemin había roto su compromiso de un día al otro e inesperadamente. Sin contar las infinitas llamadas que su madre y hermana le habían hecho seguramente esperando una explicación.

Claro que deseaba casarse con Renjun, realmente lo quería, pero primero debía hacer las cosas bien, de la manera correcta.

Na Renjun, sonaba tan bien.

El alfa sonrió brillante ante aquel pensamiento y finalmente sale de sus pensamientos en cuanto escucha unos pasos apresurados y observa a su hermoso omega bajando las escaleras. Este vestía unos shorts blancos cortos, los cuales se amoldaban maravillosamente en sus bronceadas y torneadas piernas. Jaemin tuvo que reprimir su deseo de tomar a Renjun y llevarlo a su habitación para perderse en el embriagador aroma de su omega que no lograba quitar de sus pensamientos y mente desde que lo conoció.

Retomó el control en cuanto el pequeño cuerpo de su amado novio se abalanzó hacia él y su rostro fue llenado de besitos. Jaemin rápidamente lo cargo y las fuertes piernas de su omega rodearon su cadera, amaba tanto esa sensación, amaba tanto a Renjun.

—¡Gruñon, te extrañé! —dijo Renjun dejando un dulce besito en los labios de su alfa.

—También te extrañé, mi manzanita dulce —respondió melosamente mientras abrazaba a su omega—. ¿Dónde está Jungwonnie? —pregunta al no ver ningún rastro del menor.

—Hui y Hao lo llevaron al cine —explica bajando de los brazos de su alfa—. Junhui descansó y Hao salió temprano del trabajo así que decidieron salir con mi pequeño.

—Oh —dice Na decepcionado—. Yo realmente quería verlo, ¡le compre algo! —comenta con ojitos brillantes—. Hace unos días vi unos carritos de colección, y rápidamente pensé en Wonnie y hoy recién me llegaron por paqueteria a mi oficina —explica con un ligero puchero en sus labios.

Renjun simplemente sonríe con adoración, realmente le hacía muy feliz que su alfa quisiera mucho a su gran amor, su pequeño Jungwon.

—Estoy segurisimo de que le gustaran. Nana, ¿te quedas hoy? —pregunta y el alfa asiente con una sonrisa—. Perfecto, cuando llegue del cine podrás darle tu hermoso regalo.

—¿Estás seguro de que le gustara mi regalo? —pregunta Jaemin preocupado, cosa que solo enternecio al omega.

—Le encantará, estoy muy seguro Nana.

Aseguró abrazado dulcemente a su alfa, quien feliz le devolvió el abrazo.

—También viene hoy porque planee una cena en casa de mis padres —cuenta con un ligero nerviosismo—. Quería que fueramos los tres, pero creo que ya no se podrá.

—Siempre habrá otros días, Nana —le dice—. Podemos ir a cenar con tus padres pues es muy probable que mi cuñado y hermano lleven a nuestro pequeño a cenar después del cine, pero mañana podemos ir a almorzar con tus padres los tres y pasar tiempo juntos, ¿Qué te parece?

Renjun propone con entusiasmo sin notar la inmensa felicidad que causó en Jaemin al escuchar la palabra nuestro pequeño. Su lobo aullo de felicidad, mientras que nuevamente un sentimiento hermosamente cálido se instalaba en su pecho.

—¡Me parece, perfecto mi amor! —Jaemin asiente sin ocultar su felicidad—. Mañana mismo también podremos llevar a nuestro pequeño al parque de diversiones, ¡se que ama mucho ese lugar!

Renjun nuevamente asiente con una brillante sonrisa, para después nuevamente besar dulcemente al alfa.

Después de un pequeña sesión de mimos y besitos, Renjun finalmente procedió a ir arreglarse para ir a cenar con sus suegros. Al estar listo y después de ser elogiado por Jaemin, ambos finalmente tomaron marcha hacia la mansión de los Na.

Cuando finalmente llegaron, Renjun bajó del auto con notable nerviosismo pues sabía que para esta hora sus suegros sabrían sobre la inesperada ruptura de su compromiso. El omega sabía muy bien sobre el tema, pues Jaemin se había encargado de explicarle sus razones y Renjun lo entendió perfectamente pues también quería hacer las cosas de manera correcta. No quería seguir engañando a sus suegros, mismos quienes le brindaron un inmenso cariño sin dudarlo y al instante de conocerlo.

Al entrar al lujoso lugar, nuevamente es la elegante recepción quien los recibe. Jaemin toma su mano y al llegar a la sala se encuentran con los padres de Jaemin en una acaramelada sesión de amor y mimos, Renjun sonríe enternecido, pero Na hace un sonido de quejido cosa que hace notar sus presencias.

—¡Renjun, querido! —la hermosa mujer corre a abrazarlo con una linda sonrisa de oreja a oreja—. Te eché mucho de menos, cariño.

—¡Yo también la extrañé! —sonríe Renjun al ver el dulce puchero de su suegra—. ¡Jungwonnie también la extraña, ya quiere verla!

—¡Mi pequeño! —sonríe la mujer—. También lo extraño demasiado, recién le compré unas hermosas ropitas cuando fui de compras al centro comercial —comenta recordando—. ¿Por qué no está aquí?

—Fue al cine con mi hermano y cuñado y por ello no pudo venir hoy a cenar con ustedes —explica—. ¡Prometo traerlo mañana a almorzar!

—Yo encantada, me encargaré de hacer la comida favorita de mi nieto —dice ya comenzando a planear el almuerzo en su cabeza, pero después mira a su hijo y frunce el ceño recordando—. Cierto, tenemos que hablar, con los dos.

Habla seriamente, y el omega y alfa jóvenes se miran preocupados entre si. El señor Na interrumpió por un momento el repentino tenso momento y los invitó a sentarse no sin antes saludar adecuadamente a la parejita joven.

Cual niños pequeños, Renjun y Jaemin miraban como pequeños cachorritos regañados por la señora Na.

Era el momento de contar todo.

—Mamá yo-

—Silencio —la bella mujer interrumpe a Jaemin—. Antes que nada... ¿Por qué no me respondías el teléfono, jovencito? ¿Sabes lo enormemente preocupada que me tenías al no tener noticias de ti?

—Lo sien-

—No Na Jaemin, yo necesito explicaciones hijo. No suelo meterme en tu vida privada pero realmente me encuentro preocupada, ¿Peleraron? ¿Por qué rompieron el compromiso?

—Mamá... ¿Prometes no enojarte tanto conmigo? —pregunta el alfa en un común puchero en sus labios.

—¿Qué le hiciste a mi pequeño Renjunnie? —pregunta rápidamente.

—Solo, por favor escuchame... —miró también a su padre—. Escuchenme...

La mujer asiente y tan pronto empieza a escuchar el relato del inicio de la relación de Jaemin y Renjun su cara de preocupación pasa poco a poco a una de enfado e incredulidad. Sin contar el rostro inexpresivo de su padre, quien no paraba de miralo de muy mala manera durante todo su relato.

—Me estas diciendo que... ¿Te aprovechaste de un pobre padre desesperado que daría hasta su propia vida por su pequeño hijo? —la mujer se para furiosa de su asiento completamente decepcionada de su hijo—. ¿¡Cómo pudiste ser capaz de eso Jaemin!?

—Perdóname madre —dice arrepentido—. Y-yo me comporte como un idiota ¡Yo lo sé!, Pero temía perder la empresa y luego la mentira se hizo más grande al encariñarte con Renjun y Jungwony yo... ¿Estás molesta, verdad?

—¡Por supuesto que lo estoy! —la mujer dice, pero después relaja un poco su semblante al ver que su marido la tomo del hombro tranquilizadola.

—Yo realmente me siento muy decepcionado de ti hijo —habla finalmente el padre del alfa—. Quiero entender tus razones par hacerlo, pero realmente me es muy decepcionante el hecho de que te hayas aprovechado de este noble omega ante su desesperación como padre.

El señor Na mira a Renjun e inmediatamente le hace una reverencia completamente apenado y disculpándose. Renjun inmediatamente lo detine, pero el señor Na niega y finalmente se retira de la sala no queriendo ver a su hijo pues realmente se encontraba muy decepcionado.

Renjun observa con dolor los ojitos llorosos de su alfa, este miraba cual niño pequeño regañado en dirección donde su padre se había marchado. Soltó un pucherito y tomó la mano de Jaemin, quien le miró al instante con también un puchero en sus labios.

—Señora Na —Renjun finalmente habla, y tratando de arreglar lo sucedido pues veía la mirada de desesperación y tristeza de su alfa—.Yo sé que lo que Jaemin hizo fue algo realmente malo, y no, no lo trato de justificar pero de igual manera yo acepte el trato y también le mentí...

—No tenías otra opción, cariño —la señora Na niega mientras le tomaba de las manos y él soltaba la de Jaemin—. No habías conseguido un buen trabajo, cuando finalmente tienes uno sabes que debías hacer tu mayor esfuerzo para conservarlo porque querías darle una mejor vida a tu amado hijo, no contabas con que tu jefe sería un completo idiota que lo único que haría es molestarte, de pronto haces una hermosa promesa a tu pequeño y sabes que si la rompes podrías romperle su dulce corazoncito y entonces en tu desespero y por el gran amor que le tienes a tu hijo aceptas un tonto trato que el gran idiota de tu jefe te propone al no ver otra salida.

Renjun asiente apenado, pues sabía que nada de lo anterior era una mentira y Jaemin nuevamente se maldice a sí mismo por sus acciones, nuevamente quedandole recalcado que él no merecía a su mazanita.

—Señora... yo ya perdone a Jaemin —explica suavemente—. Y... Créame que realmente no todo fue tan malo porque gracias a eso los conocí a ustedes, a mi nueva familia la cual me acogió y me brindó un hermoso amor tanto a mi, tanto como a mi hijo —sonrió—. Sé que las acciones de su hijo no fueron buenas, pero después de todo... Ambos estamos enamorados y Jaemin, creame que él ahora está haciendo las cosas de la manera correcta.

—¡Por eso cancelé la boda! —explica el alfa acercándose a su madre para tomar su mano y dejar un beso en el dorso de su mano, cosa que hizo sonreír ligeramente a la omega pero aún así retomó su postura anterior—. Quiero hacer las cosas bien, claro que estoy enamorado de Renjun, estoy completamente rendido a sus pies y mi lobo lo supo desde el primer instante, aunque yo me haya tomado mucho tiempo en aceptarlo... Nada me haría más feliz que casarme con Renjun, pero madre... Quiero que esta vez se haga porque Renjunnie lo desee, quiero estar con el sin ninguna mentira y tratos de por medio.

La hermosa omega los observa por varios segundos, pensado y analizando por completo lo sucedido y explicado. Cuando finalmente tiene la mente en blanco, le sonríe a la joven pareja que parecía que por poco se tiraban a llorar cual niños pequeños.

—Renjunnie... ¿Estás seguro que quieres estar con mi tonto hijo? ¿No está obligado a nada, verdad? Sabes que si ocurre algo me encargaré yo misma que Na Jaemin no se te acerque —la mujer mira seriamente al omega.

—Mamá no-

—Silencio —le calla—. Estoy hablando con Renjun —nuevamente la omega le dirigió su atención a Huang.

Este se acercó a ella y le abrazó fuertemente.

—Le prometo que estoy completamente enamorado de su hijo y que no estoy aceptando estar con él por obligación —le aseguró—. Me siento muy agradecido por contar con su apoyo, creanme que me siento realmente feliz por tenerla, pero realmente quiero a su hijo y créame que se está esforzando mucho por remediar el pasado.

Al romper el abrazo la omega siente finalmente con una brillante sonrisa a Renjun. Para después proceder a mirar con los ojos entrecerrados a su hijo.

—Y tú Na —le apuntó—. Realmente espero que muevas mar, tierra y cielo por arreglar por completo todo lo malo que le hiciste a tu omega, y también espero que le des un digno cortejo —Jaemin asiente frenéticamente ante las palabras de su madre—. De acuerdo... Ahora si, ven a los brazos de mami.

Y Jaemin cual niño contento corrió a refugiarse en los brazos de su madre, mientras que Renjun miraba la escena feliz y aliviado de que todo saliera bien.

—Sobre papá...

—No te preocupes —la señora Na consuela a Jaemin—. Sabes como es papá con las injusticias... Tu hermana es omega, yo lo soy y ha visto muchos casos donde los jefes abusan de su poder con sus empleados especialmente omegas. Se sintió decepcionado al saber que hiciste algo que el había criticado por mucho, sabes sobre las campañas que tiene papá encontra de los abusos hacia los omegas, en especial por los empleados que han sufrido infinidad de abusos por sus jefes alfas.

—Lo decepcioné...

—Hablaré con él, cariño —la omega dijo segura—. Le explicaré todo muy bien, ¿si? —Jaemin asintió—. De acuerdo... Ahora si, pasemos a cenar.

La cena al principio había sido incómoda, pero la señora Na no dudo en aprovechar que su esposo se encontraba con la preja presente para hablar con él y tratar de arreglar las cosas. Poco a poco el señor fue quitando su enojo y finalmente accedió pidiéndole un abrazo a su hijo quien rápidamente fue corriendo a los brazos de su padre, feliz de que este ya no siguiera enojado con él.

Claro que su padre no había parado de aclararle que debía hacer mucho para arreglar todo lo malo que le hizo pasar a Renjun y por supuesto que Jaemin sintió sin dudar pues sabía que sus padres tenían razón.

Al final la cena había salido mejor de lo que esperaba y felizmente al lado de su amado omega se dirigieron a casa.

¿Qué haría para reparar todo el daño que causó en su omega? Realmente no lo sabía... Y ¿Qué haría para darle un cortejo digno a su amado? Tampoco tenía respuesta para eso, pero para lo que si tenía una es que si Renjun le pidiera el mismo cielo, él se lo daría.

No había nada en este mundo que Na Jaemin no le daría a Renjun, su dulce manzanita.

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