01
PREPARATIVOS PARA LA BODA
—LA INFANCIA no es desde que se nace hasta cierta edad y a cierta edad el niño ha crecido atrás y deja cosas infantiles. La infancia es el reino en que nadie muere.
Mire a Izzie que hablaba mientras me mostraba algunos preparativos que Alice le había escogido para la boda. Suspiré alzando las cejas al oírla.
—La infancia no es inmadurez —Le aclaré y ella inclinó su cabeza dándome la razón —Yo soy inmadura pero no soy infantil.
—fuiste infantil al ignorar a los Cullen cuando llegaron —abrí la boca indignada al oír a Allison que estaba sentada en el suelo —fuiste infantil al ignorar a tú madre cuando descubriste la verdad. Eso es algo que hacen los niños. O eso es lo que creo yo —se aclaró. Lo entendía, todos tenemos puntos de vista diferentes.
—Ser infantil es ser como Scott Lang, pero él no es inmaduro —la interrumpí sintiendo los jamones de mí cabello, Marina estaba haciéndome dos trenzas cosidas —y no fui infantil, fui... No, necesitaba mí tiempo ¡Ya lo remedie! Hablé con mamá por teléfono, aclaramos las cosas, ya estamos todos felices.
—ni tanto —Marina murmuró e Izzie la señaló dándole la razón.
—Los Cullen no están felices —Mi hermana habló con una pequeña sonrisa burlona —Te... Eso con Carlisle y luego procediste a simplemente hablarle, como si nada, pero al resto les hablas y hasta ahí. No los besaste, abrazarte, a penas y dejas que se pongan a tú lado.
—fue un avance, al menos ahora no están moribundos, era deprimente —Allison se levantó para dejar la revista sobre la mesa.
—Escupes tanta crueldad como saliva —Me quejé, Marina terminó de peinarme.
—cruda verdad —se defendió encogiéndome de hombros —y sé que las sanguijuelas me están escuchando.
—Es porque estás hablando mal de todos nosotros en nuestra casa —Alice entró sonriendo. La miramos al segundo.
—No estoy hablando mal de nadie —Allison se llevó un mano al pecho fingiendo estar ofendida —Me indignas.
—Decirnos sanguijuelas es insulto —Se defendió la de corte pixie antes de obligar a mí hermana a levantarse —Pero no te juzgamos, las pulgas puedes afectar tú cerebro.
—Paul no tiene pulgas —Allison se acercó a Marina y las dos tomaron sus abrigos —Ademas, estás discriminando la raza de Leona.
—“raza” suena a perro —La mire molesta. Marina rió por lo bajo.
—chihuahuas gigantes, lobos, son la misma cosa —Se encogió de hombros y estiró su mano, Marina le chocó los cinco por lo bajo.
—vayanse ya —Rodee los ojos y ambas pelirrojas se acercaron a besar mis mejillas. El gruñido de Alice las hizo sonreír.
—Le diremos a Paul que no hueles a muerto, las vemos en la boda, suerte Izzie —Se despidió veloz Allison mientras Marina iba a abrazar a mí hermana.
Vimos como ambas pelirrojas salían lentamente hasta escuchar el sonido de la camioneta. Me levanté suspirando y mí hermana extendió su mano. Las dos salimos detrás de Alice hasta el patio donde obligó a Izzie a ponerse unos tacones blancos con llamativas flores de brillo.
—si te caes me río —Aclare sentándome sobre la barandilla.
—no me voy a- —Izzie se defendió pero al dar el primer paso casi trastabilla, solté la carcajada.
—ahm, solo tienes que ablandarlos —Alice trató de reconfortarla.
—los he estado ablandando, por tres días —Izzie se quejó sonriendo —¿Puedo ir descalza?
—¡No, absolutamente no! —se enojó notablemente y sonreí.
—No se notará, el vestido tapara sus pies —Apoye a mí hermana —Sería una tortura visual verla tratando de no caerse en el camino al altar.
—Tú amor incondicional de hermana me inspira tanto —Se escuchó el comentario de Edward en algún punto de la casa y rodee los ojos.
—pienso que es demasiado ¿No? El traje, los tacones... Todo esto —Izzie no escuchó a su esposo por su oído mortal.
Escuché unas hojas crujir y voltee la vista al patio, todo estaba llenándose de decoraciones blancas, mesas blancas, flores blancas e incluso algunos árboles estaban con decorados blancos. Carlisle y Jasper pasaron cargando bancos en sus hombros y ambos me vieron, yo solo mire a Izzie escuchando sus suspiros innecesarios.
—no, es justo lo necesario —Negó Alice —la boda será perfecta.
—Perfectamente torturadora para Izzie —Aclaré viendo cómo mí hermana volvía a tratar de caminar.
—¿Dónde los pongo? —Emmett pasó con un gigantesco tronco, detrás suyo, Rosalie iba igual.
—a los lados del pasillo —Hice una mueca al oír a Alice. No había pasillo.
—¿Cuál? —Rosalie preguntó igual que yo.
—¿Nadie tiene imaginación? —se quejó la vidente bajando las escaleras para ir a darle indicaciones.
—que miedo da —susurre, Izzie resopló una risa —ya quítate los tacones, me hago cargo si se enoja la mini bestia —señalé a Alice. Mí hermana sonrió aliviada poniéndose sus zapatillas.
—¡Leona! —Alice apareció al segundo y aplané los labios. Alice terminó por chillar y miró a Izzie que reía —solo... Vete a casa y descansa bien, es una orden y hazme caso a mí, no a Leona.
—Okey... —Izzie le dió un corto abrazo y se giró a mí —¿Vienes?
—no, Leona debe ayudar —negó de antemano Alice y solté un quejido echando mí cabeza hacia atrás —vete, Bella. A dormir.
—Ya entendí —se fue dándome una mirada de disculpa.
Alice se agachó a levantar los tacones de mí hermana mientras Izzie se iba a la parte delantera dónde estaba estacionada la vieja camioneta anaranjada. Tendría que ir a casa, donde Charlie la estaría esperando, después de las invitaciones que enviamos, Charlie estaba algo feliz y triste al mismo tiempo. Cada oportunidad que tenía, la usaba para hacer dudar a Izzie de Edward, yo lo apoyaba.
—Que buena cuñada —Edward apareció a mí lado, leyendo mis pensamientos.
—te aseguro de que ya le di a Izzie una señal secreta para que me la haga y escapamos de la boda —lo mire con burla y él rió bajando la cabeza.
—Hoy le daré un ultimátum para arrepentirse a tiempo —Aclaró y lo mire curiosa.
—Como si tuviera otra oportunidad para no casarse contigo, tenemos a los Volturi esos en la nuca ¿No? —Puse una expresión sería, Edward dio una vuelta sobre sus talones haciéndome sonreír un poco.
—ibamos charlando bien —Se quejó y salte de la barandilla —¿Vas a ayudar?
—¿Si te das cuenta de que tengo un elfo mirándonos asesinamente desde allí, no? —señale a Alice que estaba debajo de las escaleras.
—No te dejarán cargar nada pesado —Edward se encogió de hombros y los dos bajamos las escaleras.
—no, solo moverá las flores —Alice le dió la razón, estaban más sobreprotectores después de mis huesos rotos —y tú, ve a terminar configurar su luna de miel.
Me aleje de Edward, fui con Alice a mover las flores escuchando sus indicaciones. Cuando alcé la cabeza, pude ver a Emmett moviendo unos troncos, como cargaba las cosas como si fuesen una pluma lo hacía ver atractivo.
—¿No te dije que durmieras?
Reí al escuchar a Alice regañar a Izzie, estábamos preparándola para la boda. Mire mis manos inquietas, ya había recibido el mensaje de papá dónde me avisaba que mamá había llegado al rededor de media noche. No la había visto desde que llegué a Forks.
—Lo siento, una pesadilla —se disculpó mí hermana.
—¡Adivino! —Termine de ponerme perfume y mire a Izzie —fue por el ultimátum de Edward.
—¿Te dijo que iba a espantarme para que no me case con él? —alzó las cejas y sonreí inocente —Lo convenciste para que me espante y no me case con él.
—la idea fue suya, no mía —me señalé defendiendome —¿Fue muy cruel?
—No, fue... Cómo una historia de terror, pero le agregó mas drama y detalles para asustarme —Aclaró negando, Alice la movió para maquillarla bien —pero no lo consiguió. Supongo que la pesadilla fue por nervios de novia.
—cierto que te estás por casar, Odin, estás tan grande —Fingí llorar pero Izzie solo negó —Te casaste antes que yo, quien lo diría. Phill siempre tuvo razón.
—No te casaste antes porque te esforzaste en evitar a los que querían casarse contigo —Rosalie entró a la habitación y reí sarcástica dándome la vuelta —¿Quieres una mano en el peinado? —se dirigió a Alice.
—Mira —Rose se puso detrás de Izzie —tapate los oídos, Leona —Volví reír irónica —no me ofende tú eleccion de novio.
—solo... Mí total falta de respeto por la mortalidad —acertó Izzie.
—se te pegan las respuestas de Leona pero aja, exacto —Rosalie aclaró sonriendole por el espejo —ademas, no nos queda de otra, seremos familia por muchas razones —me miró y sonreí.
—¡Bodas! Pueden unir a todos —Alice lad abrazó. Extendió su brazo hacia mí y las tres me vieron.
Gruñí por lo bajo y arrastre los pies pero me acerque, abrazando a las dos vampiros y escuchando la risa de Izzie. De verdad, volver a abrazarlas después de tanto tiempo había hecho a mí lobuno corazón palpitar con fuerzas. Se sentía como un viejo sentimiento envolviendome dentro de la caja de un viejo recuerdo. Una sensación bonita.
—¿Leona? ¿Bella? —escuchamos la voz de René y me aleje de las tres escuchando el chillido emocionado de Alice por mí demostración cariñosa a ellas.
—¡Aquí, mamá! —grite retrocediendo. Mamá no tardó en asomarse por la puerta y casi gritó de emoción.
—¡Oh, por Dios, te ves hermosa, ay cariño! —exclamó eufórica viendo a Izzie, llevando sus manos a sus ojos —Ay, mí maquillaje... —Alice rápido sacó un pañuelo —Gracias.
Mamá me vio y extendió sus brazos, sonreí antes de abrazarla con fuerza. Queriendo evitar llorar, siendo que había extrañado a mí mamá.
—Estas hirviendo, enorme y hermosa... —Mamá se alejó tocando mis brazos —ay, deja, mamá emocionada es una mamá sobreprotectora y aburrida. Te ves preciosa también Leo —Se giró antes de gritar —¡Charlie, ven acá!
Menos mal que había preferido ignorar mis síntomas de metamorfosis, la alegría de la boda de Izzie era una gran distracción. Papá apareció en la puerta dudoso de entrar, pero accedió y entró en un genial traje, era extraño verlo sin el uniforme. Compartimos una mirada incrédula con Izzie. Silve a modo de piropo.
—Ya sé, me veo sexy —Papá habló con egocentrismo haciéndome reír. Izzie incluso se llevó las manos a la boca riendo.
—demasiado —Alagué abrazando a papá. Él le dio una cajita a mamá.
—queremos que tengas algo azul —Mamá la abrió mostrando una peineta.
—y algo viejo, a parte de tú madre —bromeó papá haciéndome carcajear. Mamá resopló.
—Gracioso —me golpeó en el brazo —no te rías.
—era de la abuela Swan —Papá le dijo a Izzie cuando lo tomó.
—pero añadimos los zafiros —le siguió mamá.
—es hermoso, gracias, vaya... —se lo dió a Alice y se sentó para que se lo ponga —muchisimas gracias.
—tú primera joya de familia —Mamá sollozó —pasara a tú hija, y a su hija... —Baje la mirada al oírla.
—Si, no la agobiemos con hijos —frené riendo forzada, Izzie se levantó queriendo abrazar a mamá pero Alice la detuvo.
—no, no estropearas mí obra de arte.
—Alice... —la miré entrecerrando los ojos.
—¿Qué? —se defendió inocente.
—no, tiene razón —mamá tomó mí mano. Reímos un poco mientras Alice retrocedia al armario.
—¿Lista? ¡Es hora de vestido! —sacó el gran atuendo blanco y empuje ligeramente a papá —¿Quiere verlo, René?
—¡Quiero verlo!
—Agradece que yo jamás vestiré uno —le susurré y el fingió rezar.
—lo agradezco.
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