15 - 03 - 2000

Philadelphia. U.S.A.

“

- Buen día, cara mia - saludé a ____, quien acababa de entrar al diner

- Oh... Buenos días, Aidan... - contestó, bajando la mirada

- ¿Que deseas pedir, hoy?  - ignoré la manera vaga en la cual trataba de perder mi mirada - Ya se, Muffin con chispas de chocolate y Cappuccino - sin esperar respuesta, me apresuré en prepararlos”

Miré mis manos mientras metía el café dentro al filtro de esa Moka, pensando entre mi mismo, ¿Que me detenía de disfrutar los placeres del infierno con ella, tomando una taza de aquel fuego líquido?

Tenía todo el tiempo de hacerlo, Michelle me esperaba frente al pequeño museo de la ciudad exactamente a las 11:25 a.m., aún me quedaba el tiempo de media hora.

“ - Tu, siempre sin azúcar, ¿Cierto? - la respuesta ya la sabía, pero preferí que lo notara, mientras le estiraba la taza sobre la mesa.

- ¿Te sentarás aquí? - dijo, tal vez confundida, triste, irritada, tal vez, no lo sé

- Me sentaré aquí... - hablé, fingiendo pensarlo - Sí... Lo haré - Y eso hice ”

Todo, en ella, era de una perfección impenetrable, la fuerza de sus palabras, el sweater pesado que vestía con insistencia sin importar el nuevo calor, el mismo perfume de siempre, los labios pintados de un color que jamás había visto.

¿Ya había dicho que en en su cuello desnudo había un par de lunares similares a los de mi mejilla?, ¿Que aún creía amarla desesperadamente?, ¿Que solamente tenemos, y amamos tener, 19 años?

Miré el reloj en su muñeca derecha, interrumpiendo nuestra plática para preguntar el horario

“ - Son las once cincuenta - su sorpresa fue bastante, pero la mía fue invalorable - Hemos estado aquí mucho tiempo... - mi boca aún semi abierta no emitía algún sonido - ¿Todo bien?”

Lo que se empeñaba a mantenerme mudo ante esa pregunta era la sensación alucinada, culpable, pero al mismo tiempo, apetecible, de vacilar sobre la orilla de una armonía y un fulgor no mundanos

Y yo esperaba que mi corazón marchitara, algún día, por lo que le estaba por hacer a Michelle, Mon Chère.

“ - Claro... - me aclaré la voz - Me preguntaba si... Querías salir a caminar un poco - sonreí - Ya sabes, hemos estado sentados mucho tiempo.

- Sí... - asintió con una sonrisa ultraterrena - Sí.”

From: Aidan Gallagher
About: ____ Mariano.