[08]
<< Lo quiero, lo quiero, lo quiero >>, la punta del lápiz se quebró, Kotaro lo levantó, ojeandolo, curioso.
—Bajalo —ordenó de inmediato su psicólogo.
Una sonrisa pícara se formó en los labios de Kotaro, su trastorno le impedía sentir felicidad genuina o alguna otra emoción, sin embargo, sabía que aquella sonrisa lograba asustar a los enfermeros y psicólogos de aquel centro psiquiátrico.
—Se ha roto —dijo.
El enfermero le quitó el lápiz de las manos sin ninguna gentileza y fue por otro. Kotaro observaba y analizaba sus pasos con suma atención, no fue hasta que su psicólogo se distrajo que pudo tomar aquello que tanto quería. Querer las cosas no estaba mal, el problema de Kotaro era que, cuando quería algo, se obsesionaba y lo obtenía por cualquier medio.
Kotaro bufó y el psicólogo volvió. Él le entregó otro lápiz perfectamente afilado, una jugada bastante atrevida, pero Kotaro nunca se había hecho daño a sí mismo o había intentado herir a alguien más así que el psicólogo era más flexible con él.
Kotaro estaba aburrido, fue así hasta que recordó la vez que cierta mujer había perdido el control, afirmando que su hijo muerto la había visitado, y él lo había disfrutado como nadie. Él sonrió, dejó de escribir y se quedó viendo sus palabras.
—Obsesionarte con algo fue la razón por la que volviste —dijo su psicólogo al ver lo que había escrito—. No cometas ese mismo error de nuevo.
—No estoy obsesionado.
—¿De verdad? —levantó una ceja.
El muchacho asintió. Solía fingir emociones cuando se encontraba frente a él, así, no permanecería en aquel lugar por mucho tiempo. Mentir era algo que se le daba bien.
—Te dejaré irte, pero nuestras sesiones serán una vez cada ocho días a partir de la próxima semana —dijo el hombre.
El azabache sonrió con felicidad, luego, se despidió del psicólogo. Al cruzar la puerta, su sonrisa se borró mientras caminaba hacia la salida de psiquiátrico, Kotaro gozaba de la vista, sobre todo de ver como los enfermeros derribaban a los pacientes que enloquecían.
Antes de salir, el joven dio un paseo por la cafetería. Solía buscar café antes de irse siempre iba a aquel lugar.
—Oh, Honma —una voz femenina lo llamó.
El mencionado dio una vuelta de cientochenta grados y encaró a la albina que se encontraba frente a él, con quien solía estar cada vez que se encontraban, sin embargo, aquel día ella iba acompañada.
—Buenas tardes —dijo el azabache, observando a los dos albinos y al chico de cabello bicolor.
—Kotaro viene frecuentemente, antes era un paciente de aquí pero ahora solo viene a citas con su psicólogo —le explicó la chica a sus acompañantes—. ¿Como a has estado? ¿Como se encontra Akane?
El muchacho se encogió de hombros:—Bien, nada nuevo —respondió—. ¿Ellos son tus hermanos menores?
—Si, el alto es Natsuo y el que tiene cara de amargado es Shoto —el chico le dio un vistazo a ambos—. ¿Vas saliendo de tu consulta?
—Si, ya me iba.
—Oye, una pregunta ¿por qué estás aquí? —preguntó el más alto—. Sin ofender al resto, pero, te ves relativamente normal.
—No tengo sentimientos, no puedo sentir empatía —respondió sin vacilar.
—Oh, lo siento.
—¿Por qué? —preguntó el azabache—. Es una pregunta que cualquier persona haría.
—Hablo de tu situación, debe ser difícil.
—En lo absoluto —respondió—. En fin, creo que el área de la señora Rei ya debería estar abierta a visitas, deberían apresurarse.
Natsuo y Fuyumi parecieron caer en cuenta de aquello.
—Cierto, hasta luego, fue un placer conocerte.
—Hasta pronto, Kotaro.
Ambos albino comenzaron a caminar lejos del chico, sin embargo, el bicolor se detuvo un momento a mirar al azabache. Sus miradas se cruzaron por un largo lapso.
La mirada de ambos era fría, sin embargo, Kotaro no reflejaba respeto en su mirada, en cambio, la oscuridad de esta, a pesar de que sus ojos no estaban carentes de brillo eran algo curioso para Shoto. La apatía en el era más que evidente.
El azabache sonrió y luego ambos se dieron la espalda.
Hello, espero les haya gustado el capítulo, no olviden dejarme su voto y sus comentarios.
Quiero recordar que, evidentemente, esta historia no sigue el arco actual de My hero, por ende ¡alerta spoiler! La clase A ya está en 2do año y Tomura aún no obtiene el AFO y todo ese desmadre no ha pasado.
Bueno, gracias por leer.
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