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Una vez que JungWon corrió hacia lo que parecía ser una casa bastante amplia frente a la playa, se detuvo en el portón y observó cómo todos se acercaban. Cuando SungHoon llegó ante él, se apartó para dejarlo pasar y entró a la gran casa como si fuera suya, buscando dónde esconderse.

—¿Y JungWon? —preguntó RiKi al llegar a la entrada.

—Parece que fue en busca de un baño. —comentó SungHoon riendo. —Adelante. Perdón por aguantarnos todos esos minutos de puro mimos.

RiKi hizo una mueca al recordar todo lo que sufrió en ese auto.

—Como disculpa, quiero la mejor habitación de aquí. —pidió el rubio.

—¿Si te vas a quedar a dormir? —cuestionó SungHoon mientras entraba los bolsos de él y Sunoo.

El rubio sonrió y asintió.

—Si JungWon se queda, sí.

SungHoon levantó una ceja curioso y rió. RiKi entró del todo a la gran casa y se sorprendió al ver lo elegante, espaciosa y bonita que era. Además, tenía un segundo piso que, asumió, albergaba las habitaciones.

Avanzó un poco más y se tropezó con alguien. Bajó la mirada rápidamente y se encontró con los ojos brillantes de JungWon. Su corazón dio un vuelco al notar que estaban tan cerca.

—Wonnie, ¿estás bien? —habló el rubio llevando sus manos a los hombros del castaño.

JungWon abrió la boca para decir algo, pero su corazón se aceleró ante el inesperado toque del rubio, dejándolo sin palabras. Se lo quedó mirando unos segundos y luego se apartó de golpe.

—Ah, yo... Sí, sí. Estoy bien. Solo necesitaba un baño. —se rascó la nuca nervioso. —¿Entraron todos ya?

RiKi negó con una sonrisa.

—Siguen afuera. —se quitó los bolsos de la espalda y le extendió el de JungWon. —Ten, se me olvidó dártelo.

—Ah, sí. Gracias. —respondió el castaño nervioso y bajó la mirada una vez que agarró su bolso.

—JungWon... Yo, quiero preguntarte algo... —se acercó un poco más el rubio al castaño, haciendo que este levantara la mirada. —Huhm..., ¿Te quedarás hoy?

«Dios, ¿por qué se me acerca así?»

JungWon ladeó la cabeza y se lamió los labios tratando de ignorar sus latidos, fingiendo que no estaba nervioso frente al rubio.

—Po-por lo que veo, sí... —tartamudeó el castaño. —No sé cómo regresarme solo...

RiKi asintió sonriente e inclinó su rostro, acercándolo más al del castaño.

—¿Puedo dormir contigo? —cuestionó el rubio, haciendo que las mejillas del castaño se sonrojaran y este se apartara de golpe, tapándose el rostro.

«¡¿QUÉ DIJO?!»

«MIERDA, NO. MIS MEJILLAS.»

«Maldita sea, Riki.»

—¡RiKi! —regañó el castaño, haciendo que el rubio riera. —Dijiste que me ibas a dar mi espacio, no me lo estás dando.

—Oh, lo siento. —dijo en tono burlón. —Solo quería asegurarme de tener alguna habitación para dormir esta noche, y entendí que solo hay tres.

—Ah... —rió nervioso JungWon. —Ya veo... —se rascó la nuca y siguió dando pasos hacia atrás, provocando que RiKi se diera cuenta y comenzara a acercarse.

—¿Qué? Solo hablaba de dormir... No es que nunca lo hayamos hecho. Siempre dormíamos juntos, más cuando hacíamos pijamadas. —una sonrisa maliciosa se formó en los labios del rubio al notar el nerviosismo del castaño. Estaba decidido a molestarlo.

—¡Sí! Dormir. Obviamente, yo sé que siempre hacíamos eso. Pero no sé, pensé que íbamos a dormir con Sunoo... —se excusó JungWon.

—¿Sunoo? Él va a dormir con SungHoon. —respondió el rubio, avanzando más rápido hacia el castaño.

—Ah, no sabía... —rió nerviosamente, y su espalda chocó contra una de las paredes de la casa. Abrió los ojos al darse cuenta de que RiKi estaba aún más cerca de él.

«Alguien sáquenme de aquí.»

«¿POR QUÉ HACE TANTO CALOR?»

«Qué alto es... »

El rubio se lamió los labios y recorrió con sus ojos el cuerpo tímido del castaño, acercándose más a él. Era la primera vez que tenían a JungWon tan tímido frente a él, y eso lo estaba disfrutando.

—Entonces... —inclinó su cabeza nuevamente para acercar su rostro al del castaño. —¿Dormirás conmigo?

JungWon se lo quedó mirando unos segundos, queriendo apartarse o decirle algo, pero sintió nuevamente las manos del rubio posarse en sus hombros. Pero esta vez no se quedaron ahí. RiKi deslizó sus manos lentamente hacia las mejillas del castaño y se acercó un poco más, sintiendo cómo sus respiraciones se entrelazaban con más cercanía.

—Wonnie... —susurró el rubio, dejando al castaño sin palabras, sintiendo cómo todo su cuerpo se tensaba y su corazón golpeaba fuertemente sus costillas.

—¡JungWon! —el llamado de HeeSeung hizo que JungWon volviera a sus sentidos y empujara a RiKi hacia atrás, provocando que este se golpeara la pierna con una mesa.

—Ah, mierda... —se quejó el rubio, agarrándose la pierna.

—Lo-lo siento, RiKi... —dijo el castaño nervioso y asustado por lo que había provocado.

HeeSeung no tardó en aparecer en el campo visual del castaño, algo confundido por la escena del rubio quejándose por un dolor y el castaño asustado.

—¿Qué pasó? —cuestionó el pelinegro.

Sunoo se acercó a HeeSeung y frunció el ceño al ver a RiKi adolorido.

—¿Y ahora qué? —este avanzó hacia el rubio y el castaño. —¡¿Por qué carajos estás sangrando, RiKi?!

JungWon se asustó ante las palabras de Sunoo y bajó la mirada hacia la pierna del rubio para encontrarse con una cortada de la cual brotaba sangre.

«Ay, mierda.»

—¡SungHoon! —gritó Sunoo. —¿Tienes botiquín?

SungHoon, junto con Jay y Jake, aparecieron en la sala.

—¿Botiquín? ¿Por qué? —cuestionó SungHoon acercándose.

—¿Por qué está sangrando, RiKi? —la voz de Jake se hizo presente entre todos, mientras se acercaba a RiKi.

RiKi soltó una risita adolorida y miró a JungWon, quien negó con la cabeza esperando que no dijera nada.

—Solo me tropecé. —respondió el rubio. —Por andar de curioso. —dijo mirando a JungWon con una pequeña sonrisa.

El castaño apartó la mirada y se apartó un poco del lugar.

—Sí, hay un botiquín. —anunció SungHoon y se giró para buscarlo por la casa.

—Ayuden a levantar a Nishimura. —pidió Jay. —Siéntenlo en un mueble, yo lo curaré.

Las miradas de los presentes se posaron en Jay.

—¿Qué eres? ¿Médico? —habló HeeSeung.

Jay rodó los ojos y sonrió sarcásticamente.

—Te recuerdo que soy yo quien te cura los raspones que te das cuando juegas, Lee HeeSeung. —comentó Jay.

HeeSeung rió y se acercó un poco a Jake, aprovechando la situación. Posó su mano en la cadera del rubio, atrayéndolo un poco hacia él, esperando que nadie se diera cuenta, y se acercó al oído de este.

—Quédate a dormir. —pidió. —Déjame estar contigo solamente estos días.

Jake lo miró, sintiendo cómo su cuerpo reaccionaba al inesperado acercamiento del pelinegro. Este carraspeó y se alejó de HeeSeung.

—Te veías bien a gusto hablando con JungWon, no entiendo por qué quieres quedar conmigo. —susurró este.

HeeSeung ladeó la cabeza, tratando de entender por qué le decía eso. ¿Qué tenía que ver JungWon?

—HeeSeung, de verdad, déjame tranquilo. —le dijo el rubio, para luego alejarse un poco más.

El pelinegro sonrió de lado al darse cuenta de que Jake había pillado la conversación por mensaje que había tenido con JungWon. Esa actitud fría e indiferente solamente era una pequeña escena de celos, o eso quería creer HeeSeung.

—Ya veo... —volvió a acercarse al rubio. —Igualmente, no tienes dónde huir estos días.... —se acercó por detrás de él y acercó sus labios a la oreja de Jake. —Vas a compartir habitación conmigo.

Jake abrió los ojos sorprendido y se apartó de golpe, mirando a todos lados, esperando que nadie se haya dado cuenta de lo que hacía HeeSeung. El rubio se giró y le agarró la muñeca al pelinegro, para arrastrarlo a otro lugar de la casa. Una vez que encontró un lugar, le soltó la mano.

—¿Qué quieres, HeeSeung? ¿Te es divertido jugar con dos personas a la vez? —se cruzó de brazos el rubio.

—Yo no estoy jugando con nadie, en primer lugar, y en segundo lugar, no hay dos personas. Solamente estás tú. —le dijo. —¿Por qué quieres que finja que nada pasó lo de esa noche? ¿Hice algo mal? —se acercó un poco más.

—Me confundes, ¿sí? —espetó Jake, bajando la mirada. —Es muy extraño que después de tanto tiempo ahora me estés... Correspondiendo.

HeeSeung soltó una risita y posó su mano debajo de la barbilla del rubio, para levantarla y hacer que lo mirara.

—Jake... —susurró acercándose más a él. —Tengo tanto que decirte, pero si solo me dejaras... Demostrártelo... —HeeSeung inclinó su rostro para acercar sus labios a los del rubio, pero Jake puso su mano en la boca de HeeSeung, bloqueándole el acceso.

—No te pases de listo conmigo, HeeSeung. —le susurró. —Necesito aclarar qué es lo que siento. —dijo y soltó un suspiro. —RiKi también es importante para mí.

HeeSeung apartó la mano de Jake de sus labios y dio unos pasos hacia atrás.

—Entiendo... —y aquellas palabras sonaron tristes. —Voy a terminar de sacar mi mochila y la de Jay. —comentó, pasando por su lado, haciendo que Jake se mordiera el labio inferior, nervioso por lo que había dicho.

Y era cierto, estaba confundido también. Tal vez quería dejarse molestar por HeeSeung, pero cada vez que volteaba, estaba RiKi. Su corazón aún se movía estando cerca de él, y eso era algo que dolía también, porque sabía que así como su corazón se movía por él, el de Riki solo reaccionaba con JungWon, y era algo que lo carcomía.

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Nota: Holis, sé que estaba perdida pero tenía muchas tareas de la universidad. Aproveché y les hice este capítulo más larguito.

Espero que les haya gustado<3