Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

➳꙲᭄᪼⃟⃟𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍: 𝐒𝐂𝐇𝐎𝐎𝐋 𝐒𝐇𝐎𝐎𝐓𝐄𝐑.˖͓ᭃ͕᪶̋

Los días pasan, pero ahora. En lugar de dar aire a un ambiente feliz, era uno triste, tenían que cuidar del peliazul. Y eso sólo ocurrió cuando, un mes después de lo ocurrido transcurrió, había sido difícil sacarle la bala del pecho durante una cirugía. Según uno de los cirujanos que ayudó durante la operación este mismo probablemente habría entrado en un estado de coma, cosa que, lograron evitar. Pero aquel peliazul se sentía muy débil, vulnerable al respecto. Estaba las veinticuatro horas a los siete días de cada semana acostado, sin hacer nada. Recomendaron un par de medicinas a este mismo que simplemente eran tan amargas y desagradables, pero tenía que tomarlas si quería apaciguar el dolor en su pecho por la cirugía en la que se retiró la bala.

Sí comía, las tres comidas diarias del día. Pero sólo sopas, no alimentos sólidos, eso recomendaron por al menos unas tres semanas. No creyó que se le fuera a hacer tan tortuosa la recuperación, maldice no haber podido disparar a tiempo antes de que Cyclops lo hiciera. ¡Si tan solo-..! No, ya no vale la pena. Llegó tarde.

El pelirrojo con ayuda de su primo (cosa que agradecía bastante) cuidaban de el ojiazabache. Algunas veces había que volver al hospital para comprobar que todo en cuanto a su recuperación siguiera bien, el pelirrojo se carcomía la cabeza.

A cada rato le decía a el peliazul en su propia mente «lo siento». Acaba de fallar en protegerlo después de todo.

¿Sky? Ella desapareció, no volvieron a verla todavía luego de la masacre ocurrida.

Cuando el peliazul acabó por irse a dormir el pecoso sintió la mirada fulminante preocupada de su primo.

—¿Qué? —preguntó el pelirrojo con molestia y el ceño fruncido, volteó a ver a el azabache.

—Estás extraño. No sólo eso, no me dijiste que ellos seguían vivos. —le espetó cruzándose de brazos.

—Estoy bien. Y en esas entonces tú y yo apenas nos encontramos. —contraatacó para luego desviar la mirada a otro lado también cruzándose de brazos; pero en su lugar era un leve abrazo a sí mismo. Un abrazo para nada reconfortante.

—Pero te conozco lo suficiente como para decir que ni siquiera pensarías en decírmelo. ¿Mi tío Tank sabe de la situación siquiera? —preguntó aún cruzado de brazos en ese momento.

—¿Por qué te interesa tanto?

—Eres mi familia.

—¿Y?

—La única que tengo, tú y ellos. Mi único primo. Entiendes, ¿No? —dijo el azabache una vez más mientras fruncía el ceño, quería ayudar a su primo en serio.

—Jah. Está bien, si tanto insistes. —dijo rendido para luego suspirar, detestaba que la gente actuara de manera insistente con él, qué fastidioso. -no sé muy bien. Esos dos siguen vivos, los que deberían llamarse "mis suegros" contrataron a Nene y Darnell como mercenarios para acabar conmigo y llevarlo a él devuelta. -explicó, parecía un tema extenso. Pero para el pelirrojo había sido fácil de explicar con simples palabras directas, todavía maldice a esos traidores.

—Fácilmente podrían denunciarlo, no comprendo por qué tantos rodeos. —dijo, sinceramente algo impresionado por las palabras de este.

—Llamar a la policía no es una opción. —dijo el pelirrojo, cosa que, hizo bufar al azabache. Hubieran seguido la charla de no ser porque los albinos timbraron en la casa, el azabache les dio ingreso. Saludaron y empezaron a hablar con este mismo ojiazul oscuro. El pelirrojo simplemente los veía tener interacciones entre bromas, sin embargo el estrés siempre era tanto que no se permitía reír por estas mismas e introducirse en la conversación, simplemente observaba.

Qué aburrido.

Y entonces... Recuerda algo. La escuela, el instituto; ¡Ese! En el que se dio ese tiroteo que lo despidió con un desastroso trauma y una enfermedad de por vida.
El edificio ahora abandonado donde se dieron los hechos está cerca de la casa del primo del pelirrojo, exactamente a unos veinte minutos caminando.

Siente la necesidad de ir.

—... Quiero... Despejar la mente un rato y así, ya saben. Así que... Espero que no les importe que salga. —dijo riendo nerviosamente. Selever y Rasazy lo conocían lo suficiente; bastó sólo un mes para conocerlo y con facilidad podrían decir que lo pueden leer como libro abierto.

—No hay problema. —dijo el primo del pelirrojo mientras alzaba los hombros. A lo que este le sonrió, procedió a caminar hacia la puerta.

—Qué irónico, yo ya tengo que irme junto a Rasy. —dijo Selever, mientras tomaba la mano de su hermana menor y caminando a la puerta.

—¿Tenemos? —preguntó de manera analítica y dudosa, este la codeo y ella comprendió. —oh sí, tenemos. —dijo; no comprendía qué bicho acaba de picar a su hermano pero más vale que sí que valga la pena. Observaron cómo el pelirrojo salía dejándoles la puerta abierta a ellos, se despidieron de Otis y luego salieron finalmente, siendo el primo del pelirrojo el que cerró la puerta apenas los vio irse.

—Hey, no comprendo. ¿Qué ocurre? -le preguntó la albina a su hermano de manera dudosa, volteó a ver al frente para percatarse de que más adelante está el pelirrojo caminando. —¿Vamos a Stalkear a pecas o qué?

—Algo parecido. Siento que oculta algo. —dijo de manera analítica el albino.

—Pfff, ¿Qué va a ocultar? Ya sabemos que tiene esquizofrenia. Nada más, nada menos. —dijo esta misma chica mientras alzaba los hombros.

—¿Qué provocó esa esquizofrenia? A parte, seguramente tendrá más secretos, no sólo que tiene esquizofrenia, es sólo de lógica esto mismo. —preguntó una vez más sabiendo que de esa manera podría romper el argumento de su hermana.

—Oh-. —expresó ya más pensativa, el resto del camino fue en silencio.

El pelirrojo no decía nada porque sinceramente se encontraba inmerso cantando « Starcrossed » cierta canción que él escribió con su amado mucho antes del tiroteo; cuando aún eran amigos.

Pasó tras paso, la paleta de colores del mundo parece volverse más y más grisácea, más y más opaca, más y más muerta. Llegó, luego de pasar por cierto campo floreado al que él siempre iba cuando se sentía estresado, ya sea por cuestiones de escuela, problemas emocionales. Etc. Debería mostrarle ese campo a el peliazul; ya que siempre este mismo fue muy apartado de la escuela.

Llegó, se posó en frente de la escuela, se veía realmente antigua y por obvias razones en su momento fue abandonada. Los albinos vieron esa escuela.

¡Esa! El tiroteo fue anunciado en varios canales de noticias; se volvió viral. Culparon a Pico N. Grounds de ser el provocador de esta misma horrible masacre, es por eso que la escuela luego del tiroteo empezó a ser llamada "Pico's School".

—Espera. ¿Crees que él es ese Pico? —le preguntó la albina a su hermano mientras observaban a lo lejos.

—No lo sé, pero por algo está acá cuando dijo que quería ir en realidad a tomar aire fresco. Así que si fuera él no me sorprendería luego de observar esto. —dijo una vez más el albino analizando la situación, buscando una respuesta coherente para este rompecabezas.

Vieron cómo se acercaba a cierta puerta roja que era el ingreso del colegio. Cosa no relevante para él, sacó de la maleta negra una de sus UZIS y disparó a la cerradura para abrirla con facilidad. Luego dejando esta misma abierta ingresó. Lo primero que invadió sus cosas nasales fue un horrible aroma a putrefacto por los años, se veía lo desordenado que había quedado todo y sangre seca tanto por el suelo como en los casilleros que, aunque también fueran rojos también se veía que tenían de ese fluido rojo antiguo ya seco.

Comenzó a adentrarse más en la escuela, todo estaba tal y como lo recordaba durante el tiroteo, que recuerda con cada detalle mínimo, ese día había sido horrible.

Los albinos no se quedaron atrás, ingresaron tras él. El pelirrojo simplemente observaba el sitio.

De repente. Algo lo acorraló contra el casillero. Jadeó al sentir el golpe tan fuerte que se dio contra este mismo.
—«¡Oh, adivinen quién tenemos aquí!» —el pelirrojo durante el golpe contra el casillero había cerrado los ojos. Y cuando los abrió, ahí estaba ella. Cassandra.

La situación de la escuela se revive, y parece ser como si tuviera que luchar devuelta. Cerró los ojos una vez más y ahora se encuentra en cierto ambiente totalmente negro.

La UZI en su mano. Aún la tiene... Está en frente de la chica pelinegra amante de los cuchillos.

¡Oh! ¡Oh! ¡Esta escena la recuerda bien!

Acá es donde comienza a desbloquear recuerdos.

30/04/2000
Iban caminando, durante el tiroteo. El pelirrojo cargaba al de tez morena tras de que uno de los provocantes del tiroteo le hayan dado un balazo en la cabeza. No creen en la probabilidad de que sobreviva y buscar una salida de esto ya estaba volciendose tarea díficil. Por obvias razones iba junto a el peliazul mientras que los gritos de dolor tanto emocional como físico de varias personas se escuchan por el lugar. Estos gritos están acompañados del horrible ruido de balazos resonando insoportablemente por el lugar.

La asiática ya no estaba segura de poder continuar, y por eso hubo un momento en el que se detuvo y se posó en frente de sus dos acompañantes y el de tez morena inconsciente.

¿Qué ocurre, Nene? —preguntó el peliazul angustiado. Sabía que detenerse sería la perdición, una horrible perdición.

No te detengas. ¡Tenemos que continuar si de verdad queremos vivir! —le exclamó el pelirrojo, quien por dentro estaba más que aterrado por la situación.

Ese es problema, Pico. —dijo la asiática con voz entrecortada mientras lo veía a los ojos con un rostro cansado y triste. —¡Mira cómo está Darnell! ¡En vez de acercarnos a la salida de este infierno parece que nos estamos alejando! ¡¿De verdad crees que todavía hay posibilidades de salir vivos de aquí?! ¡No sólo eso, claro que no! ¡Nos estamos arriesgando demasiado! Pico... -lo llamó una última vez más la asiática. Antes de que se pusiera de rodillas. —tienes que matarme. —finalizó, esto dejó al pecoso realmente estático.

¿Q-qué? —preguntó el peliazul también realmente desconcertado mientras veía a la asiática de rodillas.

¡Pico, mátame! —exclamó una vez más, la chica había comenzado a llorar finalmente.

Lentamente el pelirrojo comenzó a levantar el arma...

Actualmente. Todo tipo de acontecimiento que tuviera que ver con él en ese tiroteo era lo más vivo que existía en su enferma cabeza,.. Irónicamente el día que ocurre el tiroteo es el día de su propio cumpleaños, es por eso que después de este mismo se negó rotundamente a dejar de celebrarlo. No, no podría permitirselo a su mismo.

Seguía recordando, volteó a ver a los pasillos ahora completamente silenciosos a los que le recorría cierta briza completamente fría.

Los recuerdos siguen viniendo.

Iban caminando, en busca de armas con las qué defenderse en lo que buscan una salida. La castaña de nombre Grace en esa entonces se rehusó a ir con ellos, y luego de negarse desapareció.
Ahora es el pecoso caminando con Nene, Darnell y Benjamín. El último mencionado sólo observaba con lágrimas en los ojos como el resto eran asesinados.
Ese maldito tiroteo sí que lo va a marcar de por vida, quizá incluso más de lo que ya lo ha marcado su padre.
Se encuentran con ese pelirrosa de ropa metalera.
¡Hey, Pico! —exclamó buscando llamar la atención del presente, los otros tres bien y podían irse a la mierda. Este mismo... Cyclops disparó, una leve manera de darle a ese pelirrojo una cucharita de su muerte. La bala rozó su mejilla, generando una herida que no tardó en comenzar a sangrar. —parece que Cassandra está enamorada de ti y por eso te dejó vivir. ¿Últimas palabras? —le preguntó, con una sonrisa arrogante y asquerosa. El pecoso pasó delicadamente su mano por debajo de la herida por donde se deslizaba la sangre.
Más no dijo nada, el hombre rodó los ojos y el peliazul nervioso se preguntaban qué harían. La azabache junto al de tez morena estaban más que nerviosos y tampoco sabían qué hacer.
Entonces, el hombre disparó. Al pecoso, pero esto fue algo de película cliché.
¡No! —exclamó el moreno, para luego atravesarse entre la bala y el pecoso para ser él el que la reciba.
Y así fue.

Suspiró, este sitio y los recuerdos le estaban poniendo mal cuerpo. Quizá no debió venir acá si no se ha medicado y sabe completamente bien que... Su medicina no está en su maleta, por ende... No la trajo. Debería devolverse, pero su sentir le pide que investigue más, sólo... Un poquito más.

Vio el que era su casillero en esa entonces, por lo que se acercó allá... Trató de recordar la contraseña y cuando estuvo a punto de ingresarla tras recordarla la puerta metálica de este cayó por lo obsoleto que estaba.

Había varias cosas,.. Libros de matemáticas, inglés etc. Un par de bocetos incluidos entre todo ese montón de polvo. Tomó estos mismos bocetos, los libros no, esos bien se pueden ir a la mierda, después de todo ya no los necesita.

Sopló un poco entre estas mismas hojas, encontrando varios dibujos en los que está junto a Nene y Darnell, o alguna que otra estupidez poco relevante plasmada en el papel.

Lo que llamó su atención, es que entre los bocetos había una carta. Una que no recordaba haber tenido en este mismo casillero antes del acontecimiento del tiroteo, dejó los bocetos de lado y abrió cuidadosamente el viejo papel.

Los susurros en su cabeza estaban siendo completamente molestos, bufó por estos mismos pero eso no le impediría leer este mismo papel.

Porque, sí, lo que estaba plasmado no sería un dibujo como lo espera sino texto, texto que llenaba la hoja completa. Una hoja con letra realmente pulcra, eso no es todo, se acaba de percatar que esta estaba acompañada por un boceto sin terminar de él mismo; un boceto hecho por el peliazul del pecoso. Este sabía bien que era del peliazul porque algunas proporciones estaban desmejoradas, sonrió al comprender que su chico a mejorado en cuanto a una de las pasiones de lo que más le gusta hacer.

Comenzó a leer.

“Hola. Huh, está más que claro de quién se trata la persona que te escribe esta carta jeje.
Espero que estés bien, sólo quería redactar algo que tengo atorado en el pecho desde que te vi; siento que estallaré si no te lo cuento.”

Leyó el inicio del texto, con delicadeza se recargó en uno de los casilleros buscando ponerse cómodo para leer esto mismo. Los albinos lo veían de manera algo expectante desde la distancia escondidos a pesar de no saber qué es lo que ese pelirrojo se encuentra leyendo.

“La carta” no está redactada como carta como tal. Sin embargo y en todo caso es un detalle de menos; algo sin importancia.

“Podríamos empezar con que... Sé que crees que soy un rarito, o piensas, sinceramente me dolió saber eso.”

Volvió a leer, y lamentablemente era verdad. El pelirrojo durante secundaria antes del tiroteo creía que aquel peliazul era un rarito de primera con un comportamiento obviamente algo particular; tímido.

Comenzó a perderse en la carta, en la que prácticamente simplemente era una confesión bien redactada y descrita de parte del peliazul. Volvió a doblar el papel como lo encontró y lo guardó en uno de los bolsillos de su oscuro suéter verde. Observó a sus alrededores.

Sinceramente, a pesar de que la carta esté llena de azúcar no es que pueda permitirse disfrutar de la lectura como se debía.

Le duele horriblemente la cabeza, tanto que cree caer inconsciente en cualquier momento. Esto junto a unos leves mareos que atacaban su vista sin piedad alguna de por medio.

Tortura.

Decidió que ya es suficiente jueguito, tiene que salir de ese asqueroso sitio que tanto lo dañó antes de que la esquizofrenia de verdad quiera sacarlo de la realidad que todos ven.

Comienza a susurrar entre súplicas para las voces que escucha en su cabeza.

—Por favor, déjenme. —pidió con voz tortuosa, buscando evadir las terribles ganas de tirarse y llorar. La enfermedad siempre lo ponía así, ugh, ¿Por qué fue tan estúpido y no la atendió en su momento? El ojiazabache se lo ha dicho muchas veces.

“Tu salud importa".

Su pie chocó con un arma en el suelo, se agachó y la tomó entre sus temblorosas manos de piel color canela sabor a caramelo.

Se percató de que solo queda una bala.

Tembló más.

«¡El bebito llora! Dale, lleva eso a tu puta cabeza y hazlo. A fin de cuentas ni siquiera a él le importarías; derramará un par de lágrimas por ti y luego te olvidará. Nada más, estorbas acá. » le susurró una de las voces, mientras que las otras coreaban esa palabra que se sabía de memoria y comenzaba a horriblemente odiar.

«Hazlo».

¿Es esta la única manera de hacer que los molestos susurros lo dejen en paz? Sí, al parecer sí.

Así que suavemente apuntó el arma a su cabeza.

¡Hola!

Perdón x tardar en este capítulo m voy a matar ahre.

Pensaba en publicar esto como regalo de navidad a más tardar el 24 o 25 de Diciembre, PEROO... Adivinen quién se enfermó feo durante esas dos fechas, se puso depresiva y ya no quiso hacer nada.

Sí, la puta de Milky ¡Olé, olé!

Ahreno. Sí, Pico se quiere matar seguramente ya ustedes están hartos de él y su enfermedad de pacotilla ahre.

Pero veía que gente no la profundizaba como lo es; una enfermedad mental, esa es otra razón del por qué hice este libro, uno en el que solo se centre en el sentir de él sobre esta enfermedad. u.u

FNF softmod porque sinceramente lo prefiero más que el original no me peguen 💔💔💔

Así que, en cierta parte el Pico x BF acá es algo un tanto secundario.

Esto debería de estarse publicando mañana; el 31 de Diciembre.

AUXILIO FELIZ NAVIDAD MIS NIÑOS LOS QUIERO MUXHO OJALÁ LES HAYAN DADO MUCHOS REGALOS <3333333

pensé en hacer un One-shot de softmod de Pico y Benja en Polonia pero no creo que de verdad alguien quiera leerlo así que 💔💔💔

Bno, just that, CHAUUUUUUU 💖💕💖💕💞💕💖💕💞💕💞💕💞💞💞💓💞💓💖💓

• MILKY.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro