Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo I.

























Odiaba las clases religiosas, le resultaba estúpido tener que estar en ellas y se lamentaba por no haber tomado catequesis mucho antes, la comunión es algo que hacen los niños no los adolescentes, de haber sabido que volviendo a su pueblo natal debería cumplir con esa basura Taehyung siquiera hubiese vuelto de casa de sus abuelos en el campo.

Pero ahí estaba, en medio del enorme salón donde se dictaban, rodeado de críos en horario extra de sus clases diarias, porque sí, tanto él como su primo y la mayoría del pueblo estudiaban en la primaria y secundaria católica, un colegio religioso que constaba en un edificio enorme a un lado de la iglesia. Según sabía había sido construido hace cientos de años, incluso habían espacios donde la historia de las décadas ya pasaba factura a tal grado que se caería a pedazos con un viento fuerte, detestaba ese sitio.

A Taehyung no solo le incomodaba estar allí luciendo como un completo idiota ya adulto, también le molestaba el simple hecho de que las jodidas clases eran dictadas por el maldito párroco que en las últimas semanas se había colado en sus sueños haciéndolo convivir con un mal humor de la mierda y unas erecciones matutinas que dolían como el infierno.

Mojado, caliente, erecto, así se despertaba cada puta mañana desde que cruzó palabras con ese hombre, Taehyung no podía creer que tras solo un rato de haberlo visto hubiera memorizado sus facciones a tal punto que en sus sueños podía ver cada expresión que el tipo haría si estuviera follándoselo, enterrándose en él mientras gemía su nombre una y otra vez en...

—¿Puede responder mi pregunta, joven Kim?—La grave voz del padre Jeon le sacó de sus ensoñaciones, sus orbes se expandieron de forma descomunal con las mejillas ardiéndole y las piernas se le contrajeron apretándolas fuertemente, genial, tenía una puta erección por pensar en el hombre delante suyo y lo único que podía hacer era encogerse en su pupitre escondiéndose con la mochila su entrepierna.—, joven Kim, no tenemos toda la tarde para usted.

—¿De qué pregunta habla?—Aclarando la garganta y removiéndose en su sitio, Taehyung rehuyó la mirada pretendiendo no mantener el contacto visual con el mayor delante suyo, el mismo que golpeteaba la zurda libre con aquella extensa regla en repetidas ocasiones, quedándose apoyado en su escritorio sin quitarle los ojos de encima.
Coño, si quería ser golpeado por esa regla en el culo cuando se la...—,¿puedo ir al baño?

—Falta menos de un minuto para finalizar la clase, Kim, no creo que tenga tanta prisa si pudo aguantar su...problema hasta ahora, creo que puede soportar un poco más. —¿Problema? su existencia era un puto problema, comenzaba a pensar que el tipo era una especie de demonio incubo que se metía en los sueños de la gente o algo parecido, pues definitivamente el soñarlo de manera tan pecaminosa no podía ser normal. —Pero viendo que no puede responderme pasaré a otro de mis alumnos.

Taehyung bufó entornando los orbes, sus manos sobre la mochila que descansaba en su regazo se apretaron aún más, pretendiendo juntar sus cosas con rapidez una vez sonó el timbre indicando que podían irse con el deseo de hacerlo al incorporarse casi corriendo a la puerta del salón.

—Usted no, joven Kim, necesito hablarle un momento.— Mierda, mierda y más mierda, maldito cura y la madre que lo parió. V quería golpearse la cara contra la pared, la súplica en sus orbes por el anhelo de irse era evidente mas aún cuándo todos los demás se fueron terminando él de pie junto a la puerta apretando un poco más su bolso cubriéndole ese pequeño, gran “problemita.“— Ha estado evitándome, me gustaría saber por qué.

—¿Me ha estado buscando o algo así?digo, como para sacar esa conclusión, padre Jeon.— Coño, debía medir sus palabras cuando del tipo se trataba, era el cura del pueblo y él lo trataba como si fuera el tocapelotas bravucón de su antigua primaria.

—Algo así.— Cabrón, no pudo encontrar otra palabra más para definirlo que no fuera esa. Taehyung comenzaba a creer que el padre realmente buscaba molestarlo.—Lo cierto es qué me gusta tener la atención absoluta en cada uno de mis estudiantes, después de todo además de ser el nuevo padre del pueblo soy el director de este colegio, no me mal interpretes, Kim, pero la desobediencia me molesta bastante y ver qué cada que nos cruzamos me huyes como el Diablo a la cruz, pues...deja mucho que pensar, más cuando me estás dando la espalda.

—¿Me retuvo para eso?—Indagó en un momento de valentía al girarse, encarando al mayor pero sin apartar la mochila de su sitio, le miró con cierta molestia de ceño fruncido e indignación notable.—, no le evito, no tiene esa trascendencia en mi vida, solamente no es alguien que me agrade por esa simple razón me reservo el poco placer de verle la jodida cara.

—¿Le molesta verme?

—Me molesta que desde que apareció parece un jodido actor porno poniendo alborotadas a todas las tipas del colegio, es molesto y hasta repulsivo, me joden las personas cómo usted con aires de...grandeza.—Taehyung no dijo más en cambio pretendió retirarse del salón, tomando el picaporte entre abriendo la puerta, claro que para su sorpresa siendo preso de un sobresalto, su cuerpo se tensó cuándo Jungkook le volvió a cerrar la misma de un portazo brusco, jalándolo del brazo rudamente y prácticamente empujándolo al escritorio para arrebatarle la mochila.

—Parece, joven Kim, que no solo a las mujeres del instituto es a quienes alboroto ¿no es así?—Quería golpearlo, de hecho lo hubiera hecho de no ser porque el tipo no solo era su director sino que un hombre Dios o eso aparentaba, pues la cercanía que implementó Jeon hacia él fue jodidamente peligrosa, tanto que pronto se encontró con el más alto al frente suyo con tan poca distancia que su corazón latió fuertemente y con violencia contra su pecho, estaba sonrojado, nervioso e inmensamente intimidado.—, mírate, pequeño Taehyung ¿crees que no me di cuenta lo duro que estás? pude ver tu patética erección desde aquí mientras te removías en el pupitre. ¿En qué pensabas, mh?—Quiso maldecir, gritar, correr, sin embargo nada de esto funcionaba, no sabía si se trataba del shock por asimilar que un supuesto párroco, uno jodidamente caliente y sexy pero cura al final, le estaba hablando de esa forma tan descarada o era la impresión de sentirse vulnerable e intimidado, casi como si no valiera nada a su lado, Jeon era dominante y él débil.—, trataré de adivinar,— Mierda, mierda y más mierda, Kim no sabía que hacer cuándo la zurda del pelinegro se posó desde su pecho descendiendo peligrosamente por el abdomen casi llegando a su vientre. —cualquier muchacho de su edad, jovencito, pensaría en una chica, en cómo se follaría un bonito coño hundiéndose en el, pero viéndote de este modo tan cerca de mí,— Jungkook rió roncamente contra su oído al acercarse desvergonzado a este por mera diversión de esconderse en su cuello, Taehyung quiso morirse cuándo se sintió apresado entre la anatomía del más grande y el escritorio, presenciando el respirar caliente del adverso acelerándole el pulso y la jodida mano que ahora se posaba sin pudor en su entrepierna apretándole el bulto. ¡Jodida mierda! el maldito cura le estaba apretando la polla y el gimió como quinceañera hormonal ante esto teniendo que cubrirse la boca rápidamente con la palma abriendo mucho sus orbes. ¿Qué clase de cura era ese?— me doy cuenta, pequeño Kim, que no eres más que un jodido crio al que le gusta ser follado ¿no? te encanta la sensación de un pene clavándose en tu culo hasta hacerte venir, supongo que no eres más que un niñito necesitado.— No supo por qué, pero le gustaba esa dominación a través de la humillación, era masoquista.— Ahora dime, ¿en qué pensabas para acabar así?

Humillado, inexperto, estúpido, así se sintió en esos precisos momentos, quería no contestar y lo hubiera hecho de no ser por qué Jungkook se apartó de él esperando a través de una mirada severa el que le dijera la verdad. Vaciló, realmente pensó que sería mejor callarse no obstante una fuerza sobre si que desconoció le impidió hacerlo.

—En usted.— Jungkook no se inmutó, no hubo sorpresa en su reacción como si de algún modo ya lo supiera, Taehyung se mostró extrañado y más aún cuando el dolor invadió su zona pélvica doblándose hacia adelante en un quejido casi chillido intentando asimilar lo que pasaba. —¡¿Qué coño?!—Otro golpe más fue dado y el menor se quejó aún peor.—, ¿por qué?

Analizando lo que había pasado, Jeon Jungkook, el padre Jungkook, acababa de darle dos golpes o mejor dicho azotes con la regla que sostenía justamente en su entrepierna, el tipo le había golpeado en su dolorosa erección y mierda que le dolió.

—Van dos y serán diez, luego cinco más en tus manos. Este será tu castigo por no haber prestado atención a tu clase de hoy, también será por tener una erección delante de todos y de paso, por pensar en mí de forma pecaminosa.—Y Taehyung quiso morirse, su cuerpo se tensó sus manos se clavaron de uñas a la madera y estando listo para recibir el primer golpe aquello aún no sucedió.— Bájate los pantalones y el bóxer.

—¿Q-qué?—Balbuceó confuso, sus orbes parecían salirse de lugar, tembló incluso queriendo negarse o pensando que Jeon estaba bromeando pues después de todo ¿qué religioso hace eso? no es siquiera legal.

—Lo que escuchaste, bájate la jodida ropa, Taehyung, no tengo toda la tarde.— Había dejado de hablarle formal, de hecho lo tuteó y a Kim le pareció excitante escucharlo así.— ¡Ahora!

El menor se sobresaltó asintiendo como pudo, sus temblorosas manos acataron la orden y fue entonces que cuando se encontró de aquella manera tan expuesta, el pelinegro le examinó sin pudor volviendo a mirarlo como aquella vez en la iglesia, devorándolo con la mirada.

La regla se paseó por sus muslos desnudos con lentitud y entonces el primer golpe fue dado, fuerte, seco, un quejido emergió de su garganta mordiéndose el belfo inferior evitando emitir algún sollozo que fuera audible y se dispuso a recibir los siguientes, uno tras otro hasta llegar al número diez e inevitablemente más estúpidamente humillado se sintió cuando su cuerpo le jugó en contra y es que mientras recibía los últimos cinco azotes en sus manos, V se vió preso de los espasmos de un climax no deseado, lo habían golpeado, azotado, fue doloroso, denigrante y se había corrido como un jodido puberto robándole una carcajada burlona al mayor que le alzó el mentón con la misma regla que le golpeó.

—Manchaste mi piso, Kim, eso requiere otra sanción, pero como no tenemos mucho tiempo el día de hoy solo haremos una cosa,— Quería irse, no porqué tuviera miedo sino porque tenía el orgullo herido.— lámelo del piso,—El menor abrió sus orbes atónito mirando al pelinegro como si no le creyera ante aquello.— lo que escuchaste Taehyung, quiero que limpies el puto semen que tiraste en mi piso, hazlo.

Quería negarse, deseaba irse, pero algo en el fondo de su mente le decía que no podría retirarse, no sin antes obedecer a Jeon, puesto que de no hacerlo sería peor.

Para esas alturas ya estaba llorando, no de dolor pero si de impotencia.

Sin muchas ganas, con lágrimas aglomerándose en sus orbes dejándolas caer por sus mejillas, Kim descendió lento y tortuoso hasta terminar de rodillas, sus palmas lastimadas se apoyaron en la madera caoba del piso y pronto acercó su rostro lo suficiente hasta finalmente enseñar la lengua comenzando a lamer su propia esencia conteniendo una arcada, Jungkook por otro lado, teniendo una vista perfecta del redondo trasero de Taehyung expuesto en totalidad tras encontrarse en cuatro lamiendo el semen del piso, sonrió encantado y malicioso, dejándose llevar por el momento dándole un par de azotes en el culo que dejaron marcas rojizas de la regla hasta que finalmente el muchachito terminó con su labor.

Un quejido y otro sollozo emergieron de sus belfos cuando fue levantado mediante el jalar de su cabello, sus ropas acomodadas por el mismo párroco quién le subió los pantalones y limpiándole la cara de esas jodidas lágrimas que lo estaban calentando secretamente, le devolvió su mochila para después dejar de mirarlo y sentarse tras su escritorio otra vez como si nada pasara.

—Espero que haya aprendido la lección, Kim, en nuestra próxima clase lo quiero atento y escuchando cada cosa que diga, también espero que mantenga sus pensamientos reprimidos ¿comprendió?—Taehyung apretó la mochila contra su pecho presionando los labios, llorando en silencio, dándole la espalda y de cabeza baja sin saber qué hacer, quería irse.—, dije que si comprendió.

—S-si señor.— Señor, no mentiría, le gustó ser llamado así.

—Muy bien, entonces puede retirarse. — Siquiera había terminado la oración cuando Taehyung salió disparado de aquel salón como si quisiera esconderse bajo tierra, mientras él sonreía victorioso, con la zurda bajando casi metiéndose entre la sotana que llevaba para así apretar la dolorosa erección que ese chiquillo le había provocado y que para su desgracia debería bajar mediante masturbación imaginando que era la linda boquita que se cargaba su estudiante, la que se lo chupaba con ganas.

Porque si, Jungkook también fantaseaba con follarlo y Taehyung al huir de ahí aprendió dos cosas, la primera era que desafiar a Jeon era jugar con fuego, la segunda, que le había putamente gustado ser castigado así, aunque nunca lo diría en voz alta, al menos no por ahora.





















Bueno mis amores aquí está el primer capítulo, espero les guste esta historia tanto como a mí, aunque es intensa y solo es el comienzo, QUE COMIENZO y quiero un padre Jeon en mi vida. En fin, les amo mucho bebés.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro