❪ ♡ ❫┋『 Capítulo 42 』
—¿Estás nervioso?
Pregunto Choi mirando al menor el cual estaba sentado en el sofá jugando con sus manos; él ya estaba en la casa de su madre y ya era hora de conocer a su media hermana.
Mordió su labio inferior suavemente con muchos nervios. Suspiro hondo tratando de mantener la calma. Realmente estaba nervioso, era la primera vez que vería a su hermana y no sabía cómo se lo tomaría.
—Un poco...
—Tranquilo, ya le hable de ti y me dijo que quería conocerte.
—Ow~, está bien.
Suspiro un poco más aliviado pero aún con los nerviosos presentes; unos pocos minutos pasaron y al fin bajo la tan esperada persona.
—Oh, ¿Tú eres Jungkook, verdad?
Pregunto la bella joven mirándolo de reojo de abajo arriba cuando este se levanto para recibirla con la reverencia.
—Es un gusto, Jungkook, yo soy Choi young.
Sonrió sin mostrar sus dientes extendiendo su mano a él. Sin dudarlo tanto tomo su mano haciendo una pequeña reverencia. Ella solo sonrió unos pocos segundos.
Siendo sinceros a ella realmente no le agradaba la idea, el por qué, bueno, ella hasta donde sabia era hija única: ella es una niña mimada, consentida que todo lo que quieren le dan, y no es así por su madre sino por su padre. Es muy celosa y ahora con la llegada de Jungkook sabía bien que la atención de su amada madre sería dirigida a él y eso no lo permitiría.
—¡Ow! -miro su teléfono y luego a los dos chicos- disculpen, debo ir al trabajo a arreglar unas cosas. Young, enséñale su cuarto y la casa, y por favor, tratalo bien -ordeno.
—No te preocupes, mamá, ve —le sonrió sin aún mostrar sus dientes.
—Bien. Jungkook, siéntete como en tu casa -le dedicó una bella sonrisa.
—Gracias... Madre —dijo dudoso lo último.
La señora Choi sin perder más tiempo agarro su bolso, abrigo y las llaves de su auto saliendo de la gran casa al instante quedándose los dos solos.
—Ven.
Le ordenó sin más y con los brazos cruzados comenzó a caminar para hacerlo recorrer la casa de arriba abajo; paso de estar "animada" a estar totalmente seria. Estando en ese estado lo hacia poner más nervioso, sentía que, aunque no lo mirase, lo estaba fulminando con la mirada.
—Esto... ¿Puedes contarme algo de ti y del lugar?
Pregunto de la nada como para romper el hielo y la incomodidad del ambiente en general. Y aunque esperaba una buena respuesta de su contrario al final nada fue así.
—Mira, Jeon Jungkook, te dejaré claro solo una cosa –dijo una vez estando cara a cara del anterior mencionado- yo no te quiero aquí, no quiero tu presencia en esta casa, no te quiero junto a MI familia, no quiero que nada cambie por culpa tuya, ¿Te quedó claro?
Esbozo empujando su hombro con un dedo alzando una ceja con mucho enojo.
Jungkook, ni tan siquiera podía pronunciar una sola palabra ya que habia quedado en shock ante tal actitud. Le pareció irritante o muy desagradable que tenga esa actitud cuando apenas y se conocieron.
-¡Ah! -se dió la vuelta ante de irse a su habitación- ojito con decirle algo a mi madre o te las verás conmigo.
Y sin más que decir se adentro a su habitación con un "SPLASH" azotando la puerta de la misma. Desconcertado, con los ojos como platos, tontamente agarro la manija de la puerta de su habitación y se adentro cerrándola a su paso.
—¿Será qué de verdad es su hija? Es una odiosa y no se parece en nada a la señora Choi.
Se dijo así mismo como queja mientras recostaba su cuerpo sobre la suavidad de la gran cama que allí se encontraba.
Entre pequeños suspiros alzó su mano junto con su celular observando la imágen de fondo que tenía al encenderlo.
—Idiota...
Murmuró abultando su labio mientras cerraba poco a poco sus ojitos debido al cansancio y también no deseaba levantarse por culpa de aquella mocosa, y sí era y es una mocosa porque al fin de cuenta JK es mucho más grande que ella.
No paso mucho hasta quedar totalmente dormido.
—¿Ya te atendio? —pregunto curioso el rubio opaco observando detenidamente a su amigo el cual estaba con su celular.
—No, aún no -dijo algo decepcionado- hay veces que me costa y otras que me lleva directo al buzón de voz.
—¿Y entonces como harás para que te atienda?
—No lo sé, no lo sé, ya no me lo preguntes.
Dijo estresado desordenando su cabello con ambas manos mientras miraba su celular y el fondo de pantalla del mismo.
—¡Ya sé! -exclamo
—¿Qué? -pregunto atento a su respuesta.
—Me iré a Estados Unidos.
—?Qué? ¿Estás loco? —lo miro sorprendido colocandose frente de él.
—Sí, sí estoy loco, pero por ese mocoso al cual lastimé por mis acciones y decisiones. Necesito verlo y al menos tratar de arreglar las cosas con él...
—Taehuyng...
Su amigo suspiro hondo al ver tan decidido a su mejor amigo. Bueno, ya no había porqué oponerse a ese romance, ya nada los ataba, por lo que ahora más que nunca decía apoyarlo.
—Bien, yo te ayudaré —dijo con una gran sonrisa y una mano en su hombro.
—?De verdad? ¿En verdad lo harás?
—Claro que sí, somos como hermanos, Tae-nie -lo abrazo- pero, si no quieres que tus padres de enteren tendremos que conseguir todo el dinero posible para ello.
—Sí sí, yo tengo ahorrado bastante de mi trabajo.
—Bien, entonces yo te traeré del mío para tus gastos allá.
—Pero...
—¡Shhh! Nada de peros. Yo te sacaré el boleto.
—Vale vale. Una cosa más...
—Dime.
—Se lo dirás a mis padres, pero cuando yo ya esté allá. Te mandaré un mensaje y ahí de lo dices, ¿Sí?
—Esta bien, sí lo haré.
—Entonces, ya comencemos esto.
Exclamó decidido a ir por todas. Lo que si debía ser discreto ya que debía sacar sus ahorros, hacer sus maletas, ver para cuando le dan el boleto para irse entre otras cosas, lo que quiere decir que eso tardará un poco, unos pocos días.
Pero, aún cuando tenía que hacer todo lo anterior dicho aún era perseverante en sus llamadas al menor, cosa que parecía por fin a ver funcionado.
La insistencia valió la pena al fin. En una fría repleta de estrellas en Corea habia hecho acto de presencia, mientras que en Estados Unidos hacia frio, las nubes eran casi negras y la lluvia abunda.
『 Llamada entrante: Kim Taehyung. 』
—¿Qué quieres? —pregunto el menor al instante de responder sin gana alguna.
—¿Por qué tan brusco? No te he hecho nada malo.
—¿No? ¿Entonces llamarme cada dos por tres tampoco es "nada malo? —suspiro— en fin, olvídalo, estufa ocupado así que voy a cortar.
—¡Espera! —exclamo del otro lado deteniendo al menor justo cuando esté estaba por apreciar el botón para cortar la llamada.
—¿Qué?
—Perdóname, en verdad te amo, jungkook...
—Ya es tarde para arrepentirse, Taehyung. Ten algo de orgullo y déjame ir.
—No puedo hacerlo, no ahora.
—¡Suficiente! —exclamó un tanto exaltado y el con el corazón siéndolo oprimido— ¡No me importa si tú me amas, yo a ti ya no te amo, ya entiéndelo, Kim!
—¡No puedo hacerlo! ¡Te amo y eso no lo cambiará nadie!
—¡Adiós!
Sin poder dejarlo seguir el menor cortó la llamada llevando su celular al pecho mientras tapaba su boca y poco a poco caía apoyado en el ventanal de su habitación.
—¿Por qué me haces esto? ¿Por qué sigues insistiendo? Deja de hacerlo... Deja de hacerlo... No eras idiota... Por favor...
Murmuró dejando caer su celular en la alfombra agarrando con ambas manos su cabello, con la cabeza baja y las lágrimas brotando sin parar, así como la lluvia.
-Si tan solo no me hubiese enamorado de ti ahora no estaría aquí... Idiota, idiota, idiota, idiota...
Se reclamo a sí mismo dándose la cuenta y chocando su cabeza al vidrio aún en el suelo. Se sentía perdido en sus pensamientos y hundido en sus pensamientos.
¿Cómo olvidar ese amor de niños? ¿Cómo dejar de lado esos bellos recuerdos juntos? ¿Cómo abandonar todo lo que pasó con ese primer y verdadero amor?
Aquellas eran las incógnitas de Jungkook. Sí, quizá tenía una disputa con su hermana menor a causa de sus celos y la falta de costumbre de tener a "alguien" más a su lado. Sí, quizá se lleve bien con su madre y el esposo de esta. Sí, puede que se note que está feliz o cómodo, pero esa no es la realidad, no es su realidad.
Quizá pueda fingir una de las mejores actuaciones, pero por dentro todo esta roto. Extraña a las personas que lo criaron con tanto amor, sus padres. Extraña a su mejor amigo. Extraña hablar con Jinyoung y Jimin. Extraña a su hermano. Extraña a su cachorra, extraña Corea, y aunque no le gusta aceptarlo, también extraña con locura a ese chico de cabellos rubios y de sonrisa cuadrada que con solo una mirada le ponía los pelos de punta, a ese chico que con un solo beso lo estremecía, a ese chico que amo y ama, porque sí, aquel sentimiento no ha cambiado aún cuando el tiempo paso ya.
Y esto también va para Taehyung, el cual con desespero llama y llama solo para pedir perdón y decirle cuanto lo ama en los mensajes de voz. Aún cuando es ignorado no se da por vencido, ama con locura, ama con el cuerpo, alma y corazón, y no esta dispuesta a rendirse, no ahora que lo hay nada que los até como una "familia". Él está dispuesto a pedir perdón mil veces si es necesario con tal de dejar ver qué sus palabras son honestas.
Para bien o para mal, ese día llegará.
Los días pasan rápidamente como agua cayendo del peñasco más alto. En su estancia allí, aunque tenía conocimiento del lenguaje, le costo bastante adaptarse al lugar y a sus costumbres, algo que me fue bastante difícil y para colmo su hermana no ayudaba más que para burlarse cada que tenía la oportunidad de hacerlo.
—Bueno ya, ¿No te parece que es suficiente?
Esbozo con el ceño fruncido y cruzado de brazos mientras la mirada y sus amigos también lo hacían.
—¿Qué? —se quejo, hizo su cabello hacia atrás rodando los ojos— ¿Tú me quieres mandar a mí? —pregunto sarcásticamente.
—No te estoy mandando, te lo estoy ordenando.
—Pero tú, ¿quién te crees que eres? —exclamo alto.
—Otro integrante de la familia, y aunque no te guste es una realidad, así que empieza a comportarte.
—Tú-...
—Oye, Choi, creo que él tiene razón, ya te estas pasando de la ralla de lo "gracioso" -esbozo con preocupación una de sus amigas.
—Pero...
—Concuerdo con ella, ya es suficiente, desde que llegó no lo has dejando en paz o acaso dime, ¿A ti también te gustaría que te tratarán así? —la miro y esta desvío su mirada- eso suponía.
—Choi, sabes que te queremos mucho, pero tampoco los podemos dar el "lujo" de tan solo observar como destruyes todo lo que él hace. Él no te hizo nada como para que lo trates de tal manera.
—¡Claro que lo hizo!
—¿Qué? ¿Qué hice? —pregunto Jungkook mirándola fijamente ya alterandolo su actitud.
—¡A me madre! ¡Desde que llegaste mi madre no hace más que prestarte atención y a mí me deja de lado como si ya no le importara en lo absoluto! ¡Te odio, te has robado a mi familia!
Al terminar de decir aquello entre lágrimas, en un intento por salir se topo con su madre, la cual habia estado allí viendo y escuchando lo que hablaban hace varios minutos atrás.
—Señora Choi —dijeron en un mismo coro los amigos de Young.
—Young, espérame en la sala. Jungkook, acompáñame.
Ordenó. Con una mueca y levantándose del suelo se dirigió a la sala a esperar el llamado de su madre despidiéndose a su paso de sus amigos, lo cuales al ver la situación optaron por irse para que estén más tranquilos.
Por otro lado, Jungkook, sin poner un pero la siguió hasta llegar a su despacho. Una vez dentro cerro la puerta y se sentó en uno de los sofá que allí se encontraban.
—Antes de que digas algo, yo escuché y observé todo, por lo que no tienes que preocuparte.
—Entonces si ya sabe, ¿Por qué me llamo aquí con usted?
—Porque debo pedirte una disculpa en nombre de mi hija.
—Pero...
—Sé que ella es una mimada, pude llegar a ser insoportable y celosa, pero solo quiero que entiendas que ella es así porque en ella puse todo lo que quería poner en ti —suspiro— ella no sabe tu historia, te juzga y molesta porque cree que llegaste para robarle a su madre. Yo sé que no es así, pero ella aún no lo comprende...
—Usted es muy buena —sonrió dando un pequeño suspiro- pero no se preocupe por ello, pronto me iré de aquí.
—¿Ah? ¿Por qué?
—Porque, verá, aunque usted es mi madre biológica y en todo este tiempo compartido que tuvimos me ayudó mucho para conocerla un poco más al igual que a su familia, siendo totalmente franco con usted, siento mucho la ausencia de mis padres... Sé que he vivido en una mentira todo este tiempo, pero ellos, ella no fue capaz de decirme la verdad por miedo a perderme. Aunque con ellos he vivido feliz y sin ningún problema, varios años de mi vida estuve sufriendo por una persona que hasta hace poco me enteré que no era realmente mi familia, y cuando lo hice ya era tarde... Me sentí nostálgico, ansioso y confundido cuando me enteré, no sabía qué hacer o cómo reaccionar... Y después usted, paso de ser mi jefa a mi madre y eso me dejo en shock... -suspiro- creo que ya es suficiente, además su hija me odia, no me quiere ver ni en figurita..
Ella le escucho con suma atención sin distraerse, solo lo miraba y escuchaba atentamente. Sabía como se sentía, claro, después de todo ella lo abandonó y aún ella siendo su madre biológica sabe bien que su verdadera familia no es ella, no.
—Entiendo -sonrió no tan animada sin mostrar sus dientes- lamento por todo lo que has pasado por mi culpa, quizá si hubiese tenido el valor para salir adelante contigo tú no estarías así, quizá estarías con esa persona que tanto ambas e irrumpe en tus sueños, y quizá también me hubieses dicho "mamá" en vez de "usted" ¿No? -sorbió su nariz.
—Yo...
—¿Sabes? Cuando quede embarazada mi familia me dejó de lado, creí que les importaba y que me apoyarían cuando se los dijera, pero lo único que hicieron fue agarrar mi maleta, meterme toda mi ropa ahí y echarme de la casa sin piedad. No les importaba yo, solo les importaba su estatus social en el que vivían que por "cumpla mía" se arruinaría. Creí que por lo menos mi madre se preocuparía por mí, pero no y de mi hermana ni hablar. Todos me dejaron de lado. Tuve que buscar refugió en la casa de mi mejor amiga la cual me recibió con los brazos abiertos aún sin saber porque estaba así. Recuerdo que cuando se lo conté quedó sorprendida pero aún así me ayudó junto con su madre. Ambas me dieron un hogar y me aconsejaron sobre los cuidados para el bebé, para ti, pero siendo honesta, yo apenas era una niña, ni siquiera sabia como tomar un autobús, como manejar correctamente el dinero, no sabía cocinar, limpiar, no sabía las calles para ir a comprar, no sabía lavar ni la ropa, sabiendo todo esto, ¿Crees que tenía la capacidad de criar a un bebé siendo que ni yo me podía cuidar? -rió de rabia e impotencia al recordar aquello- tenía miedo, sé que tenía el apoyo de mi mejor amiga y si madre, pero ese apoyo no era lo mismo, yo necesitaba el de mi familia, el de mi novio el cual al enterarse me dejo y a los dos días ya lo vi con otra, irónico, ¿No? -rió nuevamente- por momentos quise tenerte, pero al ver mi situación no podía, así que tome la dolorosa opción de darte en adopción dejándote en frente de una capilla. Te ame, de verdad te ame cuando estabas en mi vientre y la primera vez que te vi, te ame, pero no podía darte la vida que merecías -sollozo- después de que te deje trabaje hasta el punto del desmayo, ya no quería estar ahí, así que cuando tuve el dinero suficiente me fui del país. Trabaje hasta el punto de ya no poder levantarme de la cama. Varios años pase así hasta que conocí al que ahora es mi esposo y padre de Young...
Jungkook la escucho con total atención incluso en sus pequeñas pausas. Él no sabia que había sufrido tanto y mucho menos que ella aún cuando no podía darle lo que merecía lo amaba.
—Lo siento... Lamento haberte abandonando, Jungkook. Sé que aunque soy tu madre, ese papel ya no es mío y que alguien más lo tiene con méritos... Cuando te propuse traerte aquí fue porque quería recuperar todo ese tiempo perdido, ingenuamente creí eso, pero por lo que veo y me has dicho, tú no te sientes cómodo aquí, conmigo y que deseas con desespero volver a los brazos de tu familia, tú verdadera famili–...
Antes de que ella pudiera terminar de hablar fue interrumpida por el menor el cual al instante y sin pensarlo dos veces la abrazo entre sollozos de ambos.
—Perdón... Perdóname, no sabía que te sentías de esa esa manera... Fui muy desconsiderado de mi parte mi comportamiento, no tuve en cuanta sus sentimientos... Lo siento... Mamá...
Sus ojos de cristalizaron quedando anonadado por su acción y palabra, pero al escuchar aquella última palabra sonrió entre lágrimas al fin abrazándolo, correspondiendo a este.
—Hijo, está bien, está bien...
Esbozo con calidez sobando su espalda. Aquella era una escena hermosa, al fin la tensión se había ido de ellos dos, pero el momento no duró mucho ya que la puerta del despacho habia sido abierta abructamente dejando ver a la causante de semejante acto.
—¡Perdón!
Exclamó arrodillándose haciéndose una bolita en el suelo pidiendo perdón una y otra vez. Ella no se quedó de brazos cruzados, quería saber de qué tanto hablaban, por lo que sin hacer ruido se acercó a la puerta logrando escuchar todo, hasta lo más mínimo que se habian dicho.
Por la abertura donde la lleve iba pudo observar aquella escena que la hizo caer en llanto y hacer tal acción.
—¡Perdón! —exclamo nuevamente— yo no sabía por todo lo que habías pasado mamá, no sabía que amabas a mi hermano, no sabía que él sufría tanto... Todo este tiempo que estuvo aquí me esforzaba por hacerle la vida imposible, verlo sonreír me daba coraje, verlo a tu lado, ver como se llevaban... Yo creía que por él me dejarías de lado... Lo siento, lo siento mucho...
La señora Choi y Jungkook se miraron sorprendidos por tal confesión, pero a los pocos minutos ambos se sonrieron acercándose a ella. Ambos colocaron una mano en su espalda, la levantaron y miraron.
—Está bien, no debes pedirme disculpas, tú no lo sabías, así que no debes porqué preocuparte.
—Así es, hija, no es necesario pedir perdón.
Con sus ojitos cristalizados los observo y den perder tiempo los abrazo a ambos entre llantos.
—Mamá, hermano... Gracias...
Murmuró. Ambos mencionados inconscientemente sonrieron sintiendo los tres un gran alivio en sus corazones. Solo era necesario hablar para arreglar todo.
Después de unos largos minutos, ya calmados, los tres se encontraban en la cocina, tomando una deliciosa taza de chocolate caliente con un pastel de chocolate hecho por la señora Choi.
—Hijo -hablo cortando el silencio que habia, que para nada era incómodo, sino tranquilo y relajado.
—¿Sí?
—Le he pensando bien... Si deseas volver a Corea con tus padres te puedo sacar un boleto para que vayas...
—Pero...
—No quiero que te sientas con la obligación de quedarte si no quieres.
—Yo... ¿Podría pensarlo un poco?
—Claro, con calma -le sonrió.
Aquello le tomo por sorpresa, y es que aún cuando ya sabe lo que realmente sucedió, sí quería estar un poco más con ellas, pero a su vez sentía que debía volver al lugar donde pertenece.
Estados unidos le parecía un lugar hermoso, tenía conocimiento en el idioma, ya conocía varios lugares de ahí, pero no era lo mismo. Ellas podrán ser su familia por sangre, pero no son su familia ordinaria, esa familia que lo vio crecer y que de seguro ahora mismo lo están extrañando, principalmente su madre.
Por el momento no tenía la cabeza para tomar una decisión, pero en su corazón sabía que debía esperar solo un poco más, de cierta manera sabía que algo pasaría, algo que lo haría querer volver sin dudarlo un segundo.
Al cabo de los días de conseguir todo lo que necesitaba el día anhelado había llegado al fin. Ya con su maleta y bolso de mano encima junto con su boleto a la mano ansioso esperaba sentando a que su vuelo al fin llegue.
Con nerviosismo jugaba con sus dedos observando la pantalla que daba los horarios de salida, entrada y cancelación de los vuelos programados.
—Tranquilo, Taehyung, todo irá bien.
Esbozo su amigo tratando de calmarlo y aunque le fue difícil al cabo de unos pocos minutos lo logro, pero no por mucho tiempo.
—Ya es la hora.
Dijo al escuchar la voz de una mujer decir que solo faltaban cinco minutos para que el avión saliera así todos los pasajeros vayan haciendo la fila para abordar.
—¿Y qué harás una vez allí?
Pregunto atento a su respuesta del otro lado de la barra mientras esperaba abordar el avión con ansiedad y con los nervios de punta.
—La verdad, no lo sé...
—¿Cómo que no lo sabes?
—Es que... No lo sé, yo solo tenía planeado ir y después nada más —rió tontamente.
—¡Idiota! —exclamo dándole un pequeño golpe en la cabeza.
—Oye, ¿Por qué hiciste eso? —se quejo sobando su cabeza.
—Porque te lo mereces. Yo creí que mínimo tenías un plan cuando llegarás, es decir, ¿Cómo vas a hacer para encontrarlo? ¿Dónde te quedarás? ¿Qué harás? Y ahora me sales que ni tan siquiera tienes un plan —bufo molesto.
—Lo siento, es que la decisión la tomé en el mismo momento que se me cruzó por la cabeza. Pero no te preocupes, aunque no sé cómo haré para encontrarlo ya tengo un lugar donde quedarme.
—¿Lo dices en serio? -lo miro dudoso y con los brazos cruzados.
—Sí, ya no te preocupes.
Antes de que su querido amigo dijera algo más la voz que daba aviso a los pasajeros de los distintos vuelos se hizo presente nuevamente, ahora avisando que el vuelo a Estados Unidos partirá en cinco minutos.
Dando un ligero suspiro miro a Jimin con una pequeña sonrisa sin mostrar sus dientes acercándose a él para abrazarlo. Jimin nunca había visto a Taehyung tan decidido.
Al separarse ambos se miraron para luego chocar sus frentes.
—Taehyung, solo prométeme que volverás sano y salvó.
—Lo prometo, igual no pienso dejarte así de fácil —rió provocando lo mismo en su contrario.
—Tonto -susurró- te amo.
—Yo también te amo —murmuró dejando un pequeño beso en su frente— Adiós.
Lentamente soltaron sus manos. Jimin se quedó donde estaba observando como su mejor amigo desaparecía de su campo visual.
—Espero que al menos tú consigas estar con esa persona que roba tus suspiros...
Susurró para sí mismo caminando a las afueras del aeropuerto. Tomo un taxi y se fue del lugar.
Taehyung ya en la fila le dió su boleto a la joven que allí se encontraba. Agarro bien su bolso de mano y a pasos algo lentos se fue adentrando hasta llegar a la puerta del avión.
Aunque trabaja con su padre él quería ganar lo mismo que el resto de sus colegas, por esa misma razón con sus ahorros compro un boleto de segunda clase.
Ya sentado en su lugar del lado de la ventana espero pacientemente a su partida. Estaba tan nervioso que comenzó a morder sus uñas. Los minutos pasaron y al fin el momento tan anhelado llego. La azafata dió aviso a colocarse los cinturones para dar inicio al despegue del avión.
«Tranquilo Taehyung, todo saldrá bien...»
Suspiro hondo. Los nervios, la ansiedad y las dudas a cada minuto de volvían mayores, tanto así fue que al darle tantas vueltas de un momento a otro de quedó completamente dormido.
Las horas pasaron y cuando menos se dió cuenta ya habia llegado a su destino; con su maleta y bolos encima se propuso salir del aeropuerto en busca de un taxi para poder ir al lugar donde se hospedaría. Con algo de dificultad logro comunicarse con el conductor el cual lo llevaría a dicho lugar.
Aunque ya habia estudiado inglés anteriormente al no usarlo mucho ni como práctica habia olvidado algunas de sus palabras y pronunciaciones, aunque aquello no le fue impedimento alguno.
Horas más tarde yacia en su pequeño departamento, sentando en su cama con un mapa en la misma.
—Ash, esto será complicado.
Susurró para sí mismo mordiendo el lápiz que tenía mientras que con la otra mano rascaba su cabeza.
No habia un plan, en verdad no existía tan cosa. Taehyung solo fue allí por impulso en un intento desesperado por volver con esa persona que desde un inicio había robado su corazón.
Algunos días ya habían pasado desde la partida de Taehyung a Estados Unidos. Su familia ya comenzaba a preguntarse dónde es que estaba ya que él es de llamar mucho a sus padres para saber como estos estaban así como también de ir los fines de semana a visitarlos, pero en ese fin de semana ni tan siquiera habia mandado un solo mensaje.
Para todos era raro ya que sabían como era él, por lo que después de pensarlo mucho terminaron en Jimin, su mejor amigo y único confidente.
Sus padres y tíos lo habían llamado para que fuera a la casa y como fue previsto por Taehyung, la razón estaba más que clara.
Ese mismo día que el señor Kim lo llamo en la tarde Jimin, después de la universidad, fue para su casa. Ya ahí los recibieron amablemente, como siempre, pero en esta ocasión algo ansiosos.
—Ya sé la razón de esta inesperada invitación, así que sin más comenzaré —los miro a todos— Taehyung se fue a Estados Unidos con la esperanza de encontrar a jungkook.
—¿Qué? ¿Por qué mi hijo haría eso? —pregunto confundido el señor Kim.
—Verá, señor Kim... —trarto de hablar pero antes de poder soltar una sola palabra fue detenido por la señora Jeon.
—Ellos se gustan —dijo sin más.
—¡¿Qué?!
Exclamo sorprendido. Sí sabía de lo bien que se llevaron en su infancia y lo distante que se habían vuelto cuando crecieron, pero nunca imagino que fuera eso.
Aunque dejando eso de lado, la más sorprendida con dicha confesión fue la señora Kang. Ella no sabía nada, seguía con la idea que ellos son familia y para ella esa relación incestuosa no sería apta.
—Pero, ellos son primos, ¿No? —pregunto anonadada— el incesto no es aceptable por ningún motivo -dejo ver su molestia.
—En realidad no lo son —esbozo tranquilamente la señora Jeon— ellos son primos por medio de los papeles de adopción, no por sangre.
—Entonces...
—Ellos son libres. Ellos no se gustan de ahora, ese amor ha estado en ellos desde hace años atrás, pero por culpa mía de no decirles la verdad, ambos tuvieron que callar ese amor que se sentían...
—Cariño... —el señor Jeon se acercó y sutilmente acarició su mano para animarla a continuar.
—Hermano, ambos sabíamos que en algún momento se iban a enterar, solo que nunca creí que ambos se irán —suspiro.
—Taehyung habrá sufrido mucho...
—Así es, al igual que jungkook. No es fácil ocultar un amor tan grande como el de ellos por tantos años. Y mira lo que sucedió por no decirle la verdad antes, quizás ambos ahora estarían aquí y no allá, sufriendo con un corazón roto.
Jimin los miro atentamente escuchando cada una de sus palabras. Sabía bien lo que ellos sentían.
—Pero... No es su culpa. Señores Jeon, ustedes le dieron un hogar a jungkook. Señor Kim, usted le dió todo el amor que necesitaba Taehyung. Han sido unos buenos padres, el que ellos se hayan enamorado y hayan ocultado ese amor por tantos años no es culpa suya. El amor y el corazón son difíciles de manejar, nada de lo que está pasando es a causa de sus "mentiras" con respecto a la adopción.
—Pero, Jimin... —intento hablar la señora Jeon.
—Señores Jeon, señores Kim —los miro a todos— lo único importante ahora es que ustedes como padres acepten el amor que ellos se tienen y por el que han luchado a escondidas, nada más. Por favor, es lo único que les pido, acepten ese amor por el que hoy sus hijos, sus amados hijos están luchando. Han cometido errores por creer que son de la familia. Han metido la pata más de una vez. Se han decepcionado. Se han querido rendir en muchas ocasiones. Han renunciado en más de una ocasión y así mismo han vuelto. Se han derrumbado en llanto. Se han embriagado hasta el desmayo, hasta no poder ponerse de pie por si mismos. Han sufrido ocultando del mundo su amor... Soy el mejor amigo de Taehyung, y Yugyeom el menor amigo de Jungkook, y créanme cuando les digo que solo nosotros dos sabemos por todo el pesar que han vivido... —sozollante sorbió su nariz. Sus palabras realmente estaban en su más puro explendor— ellos se aman, nunca lo duden. Si algún día llegasen a volver, no los juzguen, solo acepten su amor y sigan amandolos como hasta ahora lo están haciendo, ellos ya no merecen más sufrimiento del que están viviendo ahora mismo...
Aquellas palabras fueron tan sinceras, tan puras que sin darse cuenta sus lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas hasta caer en sus ropas. Jimin pudo manejar bien la situación, tanto así que los adultos quedaron anonadados por su confección. Él realmente los conoce bien.
Los presentes secaron sus lágrimas aceptando las palabras del menor allí presente. No porque se amen significa que dejarán de amarlos, claro que no. El amor que ellos sienten por sus hijos es y siempre será infinito sin importar las adversidades.
—Creo que está bien de mi parte decirte, gracias, en nombre de todos. Jimin, gracias, a pesar de ser aún bastante joven pudiste manejar bien esto, me alegra, pero más me alegra es que conozcas y hayas apoyado incondicionalmente a nuestros hijos. No tengo palabras, solo decirte gracias, muchas gracias.
Esbozo la señora Jeon tomando sus manos con una pequeña sonrisa en sus labios.
—No es necesario agradecer. Yo debería agradecerles por escucharme.
Sonrió dulcemente mirándola a ella y luego a los demás; su corazón después de aquella confesión se sintió un poco más tranquilo. Sentía paz y tranquilidad al poder ayudar a esos dos tontos locamente enamorados, aunque no pudiera decir lo mismo de su situación.
『 Llamada entrante: Jimin-nie 💛 』
—Hola, Tae-nie, ¿Necesitabas algo?
—¿Cómo sabías que necesitaba algo? —rió.
—Porque estos últimos días solo me has estado llamando para que te dé información, para eso iba contigo y ya esta —rió sutilmente.
—La verdad sí. Bueno, en fin, ¿Recuerdas cómo es que te dije que de llama la directora de la empresa Click?
—Oww, espera... -murmuró pensativo- ah~ ya recuerdo, se llama Choi Enma, ¿Por qué?
—Es que no lo recordaba. Mi tía me habia dicho que la señora Choi, es decir, Choi Enma es la madre de jungkook y aquí es muy conocido su nombre, por eso te llamaba, quería asegurarme.
—Oww... ¡Espera! —exclamo sorprendido— ¿Entonces Jungkook es hijo de una multimillonaria? ¡Wow!
—¿Es multimillonaria?
—Sí, hombre. Ahora lo recuerde, Choi Enma es una de las mujeres más importantes e influyentes en el mercado, ya sea dentro o fuera de su mismo país, no hay persona que no haya escuchado hablar de ella.
—Oww, no lo sabía -dijo sorprendido.
—Taehyung, ¿Dónde vives? ¿Bajo una roca? —le pregunto con claro sarcasmo.
—Va va, lo siento, no lo sabía.
—Ok ok. ¿Eso era todo?
—Así es, gracias Mochi.
—De nada bear Tae-nie.
Ambos ríeron sutilmente colgando la llamada unos muy pocos minutos después.
Aún con con una sonrisa en sus labios comenzó a acomodar su bolso para mañana. Allí ya era de noche por lo que debía preparar sus cosas y salir en busca de esa personita.
Ya con el pijama puesto y un largo camisón de lana puesto salió al balcón de la casa donde se hospedaba. Una señora mayor le habia alquilado el lugar por unos días; agarro su abrigo bien y dando un pequeño resoplido se pudo ver su aire esfumarse.
La noche era fría, casi azotadora, pero a su vez hermosa. Estaba despejado y las estrellas resplandecían cual hermosa luciérnaga. Suspiro pensativo apoyándose en el barandal del balcón tan solo observando aquel bello cielo, el cual le recordó a la vez en la que ambos habían entregado sus cuerpos por primera vez.
Aunque él no era el único que en dicha noche fría estaba fuera. Del otro lado estaba jungkook, afuera del gran patio sentando en una reposera envuelto en una colcha no tan grande.
Entre pequeños resoplidos observaba como el aire que salía de su boca se esfumaba con la brida fría que acompañaba la noche.
La luna resplandecían, el perfecto cielo azul, la fría brisa que acariciaba su rostro hasta dejarlo frío y las destellantes estrellas, algunas fugaces, le recordaron la vez que se entrego a su primer amor. Recordo la vez que salieron a beber y llegaron borrachos a casa, así como también recordó las noches de pasión o las conversaciones de madrugada que tenían.
A ambos recordar todo aquello les comenzó a dar afecto cuando sintieron que las lágrimas poco a poco recorrían sus mejillas.
«... Idiota...»
Murmurarón secando sus lágrimas; Taehyung después de unos pocos minutos volvió a la habitación a recostarse en su cama. Pero por otro lado, Jungkook se quedó unas horas más fuera.
—¿Por qué aún sigues aquí? Te vas a enfermar -hablo su hermana acercándose a él y sentándose en la otra reposera.
—Ow, solo estaba pensando...
—¿Pensando en esa persona llamada Taehyung?
—¿Ah? —la miro totalmente sorprendido— ¿Cómo sabes de él?
—Bueno... —rió nerviosa— ¿Recuerdas la vez que perdiste tu celular? Bueno, ese día lo revise y sin querer apreté en mensajería cuando casi se me cae, ahí leí de un tal Yugyeom que Taehyung había estado preguntando mucho por ti, por ello te pregunte si en él estabas pensando.
—Ow, ya entiendo... Bueno...
—Antes de que sigas —le interrumpió- dejo decirte otra cosa -casco su cabello tontamente— me agarró bastante curiosidad así que leí un poco más de tú conversación y...
—¿Y?
—Y, para asegurarme, ¿A ti te gustas los chicos?
—Así que era eso —sonrió ladino— sí, me gustan los chicos.
—Entonces, ¿Eso quiere decir que ese Taehyung es tu pareja? Es que por los mensajes pareciera que se han peleado muy feo, pero no entiendo algo... —hizo un "ish" con su boca algo pensativa y curiosa.
—¿Qué es?
—¿Él que es? Es decir, ¿Él fue tu primo o te pareja?
—Ambas.
—¡¿Qué?! -exclamo sorprendida mirándolo.
—Él es mi primo legalmente, así como también fue mi pareja.
Y desde ese punto Jungkook comenzó a contarle como fue su "historia de amor" hasta ese momento. Como la veía tan interesa y curiosa por saber de él y su amor "prohibido", simplemente se lo contó. Aunque eso no quiere decir que él haya olvidado que esta le había revisado su celular.
Unas cuantas horas pasaron y sin darse cuenta el sol ya estaba saliendo. Se habían pasado toda la noche hablando hasta la madrugada cuando el sol ya salía dando un hermoso amanecer algo segador.
—Ow, entiendo, así que en otras palabras su historia de amor es complicada —suspiro.
—Sí, si lo pones así sí —ahora suspiro él entrelazando sus dedos mientras miraba la salida del sol.
—Pero, ¿Tú aún lo amas? Claro, dejando de lado que esta con otra persona a causa de que cree que son primos —desvió su mirada a él mirándole intrigada.
—Quisiera decir que no, pero realmente es un sí. Aunque quiera olvidarlo él es mi único y más puro primer amor. Ambos hemos pasado por muchas cosas, pero él ya esta con alguien más, yo estoy aquí con mi familia y es lo único que importa ahora.
—¿Y si él volviese a aparecer? ¿Qué harías?
—Me pregunto todavía, ¿Por qué estás tan interesada en mi vida amorosa? —pregunto ahora mirándola fijamente arqueando una ceja.
—Curiosidad, hermanito.
Rió mostrando sus manos con una pequeña sonrisa mostrando sus dientes.
—Bueno bueno, ya es suficiente. En otra ocasión me contarás de ti, ahora mínimo debemos ir a dormir un rato.
—Ow, es verdad —bostezo estirando sus brazos— me iré primero, nos vemos en unas horas.
Le sonrió adentrandose para luego salir de la habitación de su hermano para ir a la suya y acostarse por un rato.
Jungkook, por otro lado tardo unos minutos ya que se puso a pensar en las preguntas que Young le habia planteado.
¿Qué haría si él por alguna razón volviera?
Esa pregunta rondaba su cabeza. Sacudió su cabello con brusquedad. Sin perder más tiempo se adentro a su habitación. Él estaba en el balcón. Se colocó el pijama y adentro a su cálida cama quedando literalmente dormido al instante.
Ya no quería darle más vueltas al asunto.
Cuando realmente te encuentras ocupado los días pasan volando, así como los fines de semana, cierras los ojos y estas con que nuevamente es lunes.
Algo así le pasa a Taehyung, el cual todos los días sin rendirse trata de encontrar a jungkook, pero con cada día no conseguía nada. Aunque aquello lo desilucionaba un poco no se daba por vencido, ya no lo haría.
Pero un día frío y templando al fin paso lo que tanto anhelaba.
Soplando sus manos a causa del frío entro a una cafetería que allí se encontraba. Necesitaba recuperar fuerzas, estar en un lugar calentito, y qué mejor que una cafetería que casualmente estaba cerca.
Luego de pedir su orden con la mirada busco un lugar libre, para su sorpresa el único lugar libre era en una mesa de dos cerca de la ventana. Con rapidez se fue hasta allí, saco su abrigo, lo doblo y lo coloco en el respaldo de la silla para luego sentarse y con ambas manos agarrar su taza soplando está una vez ya estaba cómodo.
Suspiro hondo de manera sutil absorto en sus pensamientos sin darse cuenta que yacia alguien sentado en su misma mesa frente suyo.
Lentamente alzó su mirada hacia aquella persona quedando sorprendido por quien era. Como ya había visto fotografías de ella fácilmente sabía de quien se trataba.
—¿Oww, usted...?
—Ah, lo siento, no hay otro lugar y como no me escuchabas me senté aquí —inclinó su cabeza haciendo una reverencia.
—No no, está bien —dijo algo nervioso bajando su taza.
—¿Tú no eres de aquí, verdad? —pregunto curiosa.
—No,no lo soy. Soy coreano, vine aquí de paso.
—Ow~, ya veo —sonrió sutilmente sin mostrar sus dientes.
—¿Pue-puedo hacerle una pregunta?
—Si tu pregunta es saber si soy Choi Enma, fundadora de la empresa Click, estas en lo correcto, soy ella, un gusto —esbozo bebiendo un sorbo de su té cerrando un poco sus ojos.
—Yo...
—No te preocupes, todos quedan igual con la primera impresión —rió suavemente.
—No, no es eso señora Choi... —murmuró bajando su cabeza mientras agarraba su taza de café— es que...
—¿Es qué...?
—¿Puedo preguntarle algo?
—Claro, solo pregunta —le sonrió amablemente. El chico le parecía familia, pero no sabia de dónde o por qué.
Taehyung, algo dudoso jugando con sus dedos no sabía por dónde iniciar, por lo que después de pocos segundos se armó de valor y directamente pregunto lo que hacia tiempo necesitaba saber.
—Por casualidad, ¿Usted no conoce a alguien llamado jungkook, Jeon JungKook? ¿Un chico maso menos de mi altura, con mechas verdes en las puntas, de tez blanca, ojos marrones y una pequeña cicatriz en su mejillas?
La señora Choi quedó algo pensativa, no entendía bien cómo es que aquel chico totalmente desconocido conocía tan bien a su hijo, tanto como para decir lo de su pequeña cicatriz en su mejilla.
—Sé que estará confundida. Déjeme me presento, yo soy Kim Taehyung, el "primo" de jungkook -hizo una reverencia con la cabeza ante ella.
—Espera... —lo miro bien— ¿Tú eres el Taehyung del que mi hija le habla a jungkook?
—Espere usted, ¿Eso quiere decir que sabe de quién hablo?
Ambos, el menor y su mayor se miraron mutuamente creando un pequeño contando visual.
Desde aquel preciso momento ambos comenzaron una larga, MUY larga, conversación en donde Taehyung le mostraba la foto de JK para asegurarse. Por curiosidad de ella esté le comienza a contar un poquito de su historia.
Así como ella, al joven que parecía curioso por saber, le comenzó a contar un poco de su verdad y explicarle lo que realmente pasaba con Jungkook, porque según lo que ella vio en aquel muchacho, no era nada más que amor y preocupación.
—¿De verdad?
—Claro —sonrió cubriendo su boca con un pequeño puño— aún recuerdo cuando en lo "prohibido" salíamos a escondidas en las noches, usualmente eran noches muy frías y súper estrelladas.
—Perfecto.
—Correcto —ambos rieron— cuando salíamos, como a ambos nos gusta la fotografía, de vez en cuanto hacíamos una sesión de fotos o también solíamos sacarnos muchas fotos juntos, mi cámara esta repleta, aunque...
—¿Aunque...? —inclino su cabeza al ver que este bajo su mirada a su bebida.
—Cuando todo acabo sentí un fuerte dolor en mi pecho, aún cuando estaba con mis amigos, las personas que me querían, sentía ese dolor aquí, dentro de mí... Sentía que por las que corriera tras él seguía cayendo al suelo. Sentía que estaba en un lugar oscuro, tirado en el suelo mientras las lágrimas simplemente salían de mis ojos... Es imposible dejar de amarlo...
Sus ojitos se cristalizaron e inevitablemente lágrimas cayeron.
Ella, su mayor, se dió cuenta cuando observo que en sus manos una gotas de agua recorrían la misma dejándolas caer en aquella mesa cristalina.
—Lo siento... Es que...
—Está bien.
Con delicadeza acercó su mano a él hasta llevarla a su mentón y alzar este. Con una pequeña sonrisa de labios cerrados limpio sus lágrimas con sus pulgares.
—Sé que lo amas, por la forma en la que hablas de él, por como cuentas tus anécdotas, de la calidez, amor y ternura que lo recuerdas. No te disculpes conmigo. Jungkook, así como tú, han pasado por muchas cosas y aunque tomaron decisiones que no les beneficio a ninguno de los dos, lo hicieron porque creyeron que era lo correcto al ser ustedes "familia", así que ya, no te atormentes más. Tú solo has hecho lo que creías estaba bien, lo has recapacitado y ahora solo quieres recuperar a esa persona...
—Señora Choi...
—Ya. Yo te ayudaré, ok? Pero ya deja esas lágrimas que si no me pongo a llorar yo también.
Bromeó sorviendo su nariz pero con una sonrisa.
Taehyung secó sus lágrimas, también con una sonrisa, mientras asentía con la cabeza a la propuesta dada.
—Escucha. Dejemos que los días pasen, yo estaré algo ocupada en la preparación de la fiesta para mi hija, usaremos ese día para que tú y Jungkook se puedan encontrar, ¿Sí?
—Sí... Pero, ¿Su hija se molestará?
—No, para nada. Igual de lo diré, es que ella tampoco le gusta ver a su hermano así.
—¿Cómo así? —curioso la miro.
—Bueno, es que estos días ha estado algo decaído y casi no sale de su habitación o la casa en general, y tengo la sospecha que es por su familia adoptaba y tú.
—Yo...
—Tranquilo, no pienses en eso, eso es algo que de puede solucionar. Ahora solo concéntrate en nuestro plan.
Este asintio varias veces aún algo pensativo pero aún así escuchando el plan de la mujer.
Ay, madres. La señora Choi Enma vale la pena, no hay duda.
Las horas pasaron y la noche se hizo presente. Literalmente pasaron todo el día allí, en esa cafetería hablando de casi todo.
De allí ambos se fueron con un gran alivio y muchas ansias de que aquel día llegará.
Por un lado estaba Taehyung, él se sentía tan aliviado y a la vez tan ansioso de que ese día llegue así tener la oportunidad clara de decirle todo tal cual paso, tal cual él creyó y el por qué de sus decisiones.
Y por otro lado estaba la señora Choi, que aunque también estaba algo ansiosa y emocionada, otra parte de ella se sentía nostálgica, y no, no era por ayudar a su hijo y a la persona que ama a estar juntos, sino porque al final sabía que él se iría de su lado. Estaba preparado para ello desde aquel día que le confesó como se sentía, pero aún así no podía evitar sentirse de esa manera.
Y como se habia dicho, los días pasaron casi volando. En un abrir y cerrar de ojos aquel día habia llegado al fin.
La señora Choi estuvo ocupada con los preparativos para la fiesta de su hija, llendo de un lado a otro, aunque recibiendo la ayuda de Taehyung en ese proceso.
Ambos iban de un lado a otro organizando el gran día.
Aunque Jungkook intento fingir que todo estaba bien, realmente no era así y eso se hizo notorio cuando las horas pasaron y la noche nuevamente llegó, así como su hermana la cual estaba eufórica.
Las luces de colores se hicieron presenté en el gran salón de la casa Choi: la música fuerte, las personas hablando entre sí, bailando, comiendo y bebiendo, todos se la estaban pasando de maravilla, principalmente la invitada de honor, Young.
Pero las horas pasaban y Taehyung aún no podía encontrar a Jungkook ni con la mirada. Los nervios se apoderan de él y no en el buen sentido.
Y en ese mismo momento en otro lugar estaba Jungkook, en su habitación siendo persuadido por su madre para que vaya a festejar junto con su hermana la cual, también, le estaba esperando con ansias.
—Pero...
—Vamos, Jungkook, te prometo que no te arrepentirás~, ¿Sí?
—Está bien... —suspiro— me cambio y bajo.
—Ok, te estaremos esperando.
Esta beso sutilmente su mejilla con una sonrisa. Jungkook cerro la puerta mientras escuchaba lo fuerte que estaba la música. Suspiro y directamente fue al armario a sacar algo de ropa ya que literalmente se lo había pasado todo el día en pijama.
Del armario saco un pantalón de vestir negro tiro–alto y una camisa blanca no tan ajustada que colocó dentro del pantalón. Por último de colocó unos tenis negros, peino su cabello con los dedos y sin más bajo observando todo a su alrededor.
Aunque ese ambiente no era realmente el suyo solo lo hacia por su madre y hermana.
—Taehyung, ve al patio trasero —ordeno mirándolo.
—Pero, ese no era el plan... —confundido la miro.
—Lo sé, es que afuera hay unas bebidas y quiero que las traigas, please~? —le sonrió mientras alargaba la última palabra.
—Ok ok, ya voy.
Vencido dejo su puesto y dirigió a la puerta trasera en busca de las bebidas.
Con una gran sonrisa de acercó a su hijo colocando una mano en su hombro.
—Me alegra que hayas bajado.
—No es nada, lo hago por ella —le sonrió al ver a su hermana tan feliz con sus amigas.
—Ae ve muy feliz —sonrió— ¡Oh! Ya lo estaba olvidando.
—¿Sí?
—Hijo, ¿Puedes ir a traerme las bebidas que están en el patio trasero?
—Ow~, claro, ya voy.
Aquella sonrisa que se pinto en su rostro eran tan, pero TAN: "me siento orgullosa de mi plan"
El plan original era que Taehyung estaría cuidando la mesa de las bebidas, para luego cuando Jungkook al fin bajara de su habitación, esta se encargaría de llevarlo hacia él. Obvio que ambos iban a estar sorprendidos, pero al final de iba a notar la intención: Jungkook saldría corriendo del lugar y Taehyung iría por tras de él hasta que ambos quedarán solos en un lugar y así poder hablar.
Pero Choi no quiso eso, evidentemente, echándole una trampa a ambos. Literalmente ella los siguió y...
—¿Tae-taehyung...?
Anonadado lo observo fuera de la casa sintiendo un fuerte latir en su pequeño que no lo dejo estar.
—¿Ah?
Ante tal mención y tan reconocible voz este se dió la vuelta al instante, dejando de ver el hermoso cielo estrellado para observar a la persona que lo llamo.
—Jungkook... Yo...
El mencionado sin decir una sola palabra pego media vuelta dirigiendo se a la puerta con intenciones de irse, pero grande fue su sorpresa cuando al girar esta la misma no abría.
La causa de ello fue justamente su madre, la cual al seguirlo cerro la puerta con llave para que este, justamente, no huyera.
—Espera, Jungkook.
Intento acercarse a él tratando de tomar su mano que estaba en la manija de la puerta.
—Ni se te ocurra tocarme.
Ordenó sacando su mano al ver la de su contrario alejándose rápidamente de él.
-¿Qué haces aquí? ¿Quién te dejo entrar? ¿Por qué y cómo me encontraste?
—Jungkook, cálmate. Solo quiero hablar contigo.
—No tienes nada que hablar conmigo.
—Por favor.
—¡No! —exclamo alejándose aún más de él hasta chocar con el gran árbol del patio.
—¡Jeon JungKook! ¡No vine de tan lejos para esto!
—En ese caso NUNCA hubieras venido! ¡Yo no te quiero aquí! —trato de alejarse pero ya no pudo— ¡No te acerques... más...!
Suspiró inaudible al sentir la mano de su mayor en su cintura y su frente contra la suya.
Aquel olor, aquella sensación que este le brindaba, ese cosquilleo en el estómago, ese latir tan fuerte de su corazón, creyó que nunca volvería a sentir lo mismo, pero estaba muy equivocado.
—Taehyung... Por favor...
Susurró. Su contrario posando un dedo en sus labios lo cayo. Ambos sentían sus respiraciones agitarse sin razón aparente para ellos.
—Sabes que esto no solo lo estoy sintiendo yo, Jungkook... Por favor... —suplico rozando su nariz con la suya.
—Taehyung...
—Te amo.
—No me hagas esto Taehyung...
—Si no soy aún correspondido a tu amor, no me correspondas en esto.
—Espera, ¿Qu–...?
Sus palabras fueron interrumpidas por el fuerte agarre que sintió en su cintura así como también al sentir la mano de su contrario en su nuca acercándolo a sus labios.
Y aunque al inicio quise resistirse al final no pudo: aquellos labios finos se apoderaron de los suyos, como siempre lo hacían. El hormigueo en su interior, esas sensaciones y emociones que de ambos renacían entre las cenizas, esos recuerdos que una vez quisieron olvidar. Aunque quisieran, no podían hacerlo.
Aquel beso era tan necesitado que aunque el tiempo paso, pareciera que solo fue ayer cuando se besaron por última vez.
—Tae-taehyung... Espe–... Espera...
Hablo entre besos tratando de separarse un poco de él. Colocó ambas manos en el rostro de su contrario y lo alejo unos momentos.
—¿Podemos... Podemos hablar?
Pregunto entre pequeños besos que le daba su contrario y que no podía evitar no corresponder.
—Podemos hablar, pero dime antes... ¿Aún no me quieres aquí?
—Solo vamos a hablar. Ven.
Lo tomo de la mano y lo llevo hasta una banca que allí se encontraba. Jungkook de sentó de un lado haciendo que Taehyung del otro quedando cara a cara.
—Yo... —fue interrumpido rápidamente.
—Antes de que digas una sola palabra debo pedirte perdón...
—¿Taehyung?
—Lo siento... Lamento todo lo que paso, lamento haberte dejado por Bogun, es que para ese entonces creía que éramos familia y ya estaba perdiendo toda fe en nuestra relación... Cuando te distancias te de mí me puse como loco, ya no prestaba atención a mi trabajo, a los estudios, no sabía si estabas bien o mal y más encima el idiota de Bogun se la pasaba encima mío agobiando me la vida... —sorbio su nariz— al final tuve una discusión con Bogun, me enoje tanto por sus palabras referidas a ti y a lo que sentía por ti que al final me llene de valor y le termine... Ya no quería seguir con esa farsa...
—Yo...
—Solo escucha —tomo sus manos mirándolo a los ojos y continúo— después de aquello tuve una recaída a causa del estrés y estuve hospitalizado tres días. Cuando desperté no sabía ni dónde estaba parado. Cuando ya estaba más conciente empecé a hablar con Jimin, él me dijo que tú te habías ido a Estados Unidos, aquí, porque Yugyeom se lo dijo —rió idiota— ese día al salir quise ir, pero ya te había ido así que me puse a beber como su no hubiera un mañana, tome hasta el punto de que Jimin me tuvo que llevar ven su espalda a casa.
Jungkook rio sutilmente sin querer pintando una sonrisa en sus labios por simple inercia.
—Claro, ríete de mí y de mis desgracia.
—Ya ya, lo siento... Es que nunca creí que te pusieras así.
—Ya no podía guardarlo, Jungkook, era mucho.
—¿Y cómo te enteraste que no somos familia por sangre?
—Tu madre, tu madre adoptiva. Ella me lo confeso cuando fui a verla para preguntarle por ti. Ella me dijo que nosotros no éramos familia por sangre y que sabia de nuestros sentimientos, desde que éramos unos niños, ella lo sabía. También me contó su historia... En verdad es una mujer que a pesar de no ser tu madre biológica te ama como si lo fueras.
—Es que mamá es así, y en el fondo me alegra que ella haya sido la que te lo confesara.
—La verdad sí...
—Pero Taehyung...
—Jeon Jungkook, he venido aquí sin nada, sin conocer a nadie, sin un plan de como encontrarte. Jimin me ayudó a investigar y de pura casualidad conocí a tu madre, la cual amablemente me ayudó a que esto pasará.
—Espera, ¿Eso quiere decir que ella también planeo esto? ¿Qué estemos los dos solos?
—Sí, y gracias a ella he podido decirte eso...
—Pero...
—Por favor, solo acepta mi corazón otra vez... Sé que hice mal pero lo hizo pensando que era lo mejor y lo correcto para ambos, yo no sabía la verdad y recién me entero de ella cuando ya no estabas en Corea... Yo te amo y no puedo dejar de amarte porque así lo quiera.
Taehyung se arrodilló frente a Jungkook sin soltar sus manos mientras lo miraba directamente a los ojos.
—Somos libres para estar juntos, ya no nos debemos preocupar por nada más que no sea nuestros amor. Yo sé que aún no me haz olvidado del todo y menos con ese beso.
—Pero, ¿Y Bogun?
—Ya te dije, termine con él, él se fue y ya no se interpondrá entre nosotros.
—Yo... Necesito digerir todo esto... Lo siento, pero no tengo una respuesta para ti ahora.
—Entiendo...
Tomando un ligero resoplido se levantó soltando sus manos con la mirada al suelo por unos instantes.
—Debo irme, solo venía para poder decirte esto y como ya esta, me voy...
—Eres un tonto.
Susurró alto para que su contrario escuchará mientras lo miraba irse a quien sabe dónde.
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—Espero les haya gustado ❤️
—Denle a la ★ (estrellita) de abajo ^^
—Bye~❤️
(Este capítulo me salió súper largo.
Hay exactamente 9301 palabras >•<).
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