⸙ 𝐄𝐩𝐢́𝐥𝐨𝐠𝐨
𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨
La ceremonia de entierro de la familia del Duque fue triste y sombría. Al ser quien era el luto se sintió en todos lados.
Era una desgracia. Una total desgracia. Toda una familia perdida.
Efectivamente y como irónicamente el mismo Duque mencionó en vida, mucha gente había muerto ese año.
Era muy doloroso
[•••]
Efectivamente eso atrasó todos los planes que también se tenían respecto al fin del grupo, tenían que respetar ese luto. Ordenar sus propias emociones.
Eran muchas cosas que procesar. Muchas cosas que pensar para Thomas y para Lauren.
Mucho en lo que actuar pensando, no en el odio y rencor del momento. Porque muy bien se podía mandar a ese malnacido a la horca solo porque sí, pero eso significaría problemas, y tenían que ver la forma de hacerlo pagar sin riesgos para ellos.
Lauren había llorado varias noches de dolor e impotencia. Y claramente al compartir el tema junto a Frizzy y Dylan, ellos también se sentían terribles, por si la perdida de aquella familia no hubiese sido suficiente.
Frizzy había trabajado en esa casa, había conocido a sus jefes, habían sido buenos con ella. Y ahora simplemente se habían ido.
Y era su culpa.
Lo odiaba. Con todo su ser.
[•••]
Thomas no había podido consolarse a sí mismo ni a Lauren un par de veces.
Toda la culpa no la tenía Alex, ni los Durrié Noveau. Pero era él el que se había ganado una gran cantidad de odio. Se lo merecía, iba a pagar por ser un malnacido. Por estar metido donde se había metido, por sus idioteces y maldades.
El no era el máximo líder de aquel grupo y mucho menos el más peligroso. Pero sí con quien tenían deudas pendientes. Por un nivel de maldad que había hecho tanto daño.
Que había permanecido tan oculto. Hasta que al fin la verdad se había sabido. Había sido desgarradora, había vencido al Duque y a su familia. Pero no podía vencer a Lauren ni a Thomas ni a Frizzy, ni a Dylan.
No podían permitirlo, no podían.
Aquella perdida repentina había dolido como nunca antes.
[•••]
Pero todo fue cobrando cierto sentido, cuando al fin aquella Reunión pudo darse. Y tal vez ese atrasar hizo que sus miembros tengan más tiempo en pensar un plan.
Junto a aquel plan de captura de las ocho familias. Había surgido una idea.
El baile de Navidad.
[•••]
El gran Marqués de Cork propuso el plan de emboscada. El castillo ocultó información de que ya sabían quienes eran. Esas familias eran muy adineradas, de alcurnia, al baile de navidad asistía mucha gente. Invitarlos no era problema.
Más bien favorecía, porque pensarían que no se sospecha de ellos. Y en el mismo baile, podían hacer que permanezcan juntos, y en ese momento capturarlos.
Era un plan técnicamente perfecto.
Todos parecían de acuerdo.
Menos Thomas.
Él estaba aterrado y se negaba de manera rotunda.
No quería que la familia Douglas pise el castillo. Si Alex se había atrevido a abusar de la hermana de Harry y no importarle la muerte del mismo y de esa familia. No quería ni que mirase a Lauren, con ella había tenido problemas, a ella podía hacerle algo.
No había forma de probar que Alex había abusado de la señorita Gemma, pero cuando el príncipe dijo su preocupación. Nadie lo cuestionó, y dijeron que de hecho, para que sea más justo podían capturar a Alex y condenarlo por la muerte de la familia entera de los Steele, por haberla provocado por lo que le hizo a Gemma.
Nadie hablaba de Harry, por lo cerrada que era mucha gente por eso, pero si le ponían otros cargos a Alex, eso iba a contar en cierta parte por lo que habían hecho con Louis y Harry, ese plan malvado de encubrimiento. Tal vez era un poco más grande de lo que parecía, y por eso Alex era su nuevo objetivo. Lauren quería verlo a la cara, vengarse de él.
Era su culpa lo del Duque, era su culpa lo de Gemma, era su culpa los suicidios. La muerte sería una salida fácil para él, tenía que pudrirse y lamentar lo que había hecho hasta que no pueda llorar más.
El plan tenía que podían usar a Lauren para distraer al muchacho. Y que para el príncipe no se preocupe el sería el primero que capturen. Funcionaba, si el príncipe tenía sus razones para condenarlo, lo atrapaban primero, le creían.
Era su príncipe, y si el decía que junto al Duque habían descubierto que Alex Douglas abusó de Gemma Steele, y que eso acumulado a lo de la pobre familia provocó los suicidios. No mentía.
Claramente el odio se dispersó por todos los miembros del consejo y por el Rey mismo. El gran Duque era un maravilloso amigo, pero su vida había terminado convirtiéndose en una desgracia que no merecía. Su pérdida fue muy dolorosa, para el consejo, para el Rey. Más porque el suicidios es una de las razones de muerte que más duelen en el mundo. Más porque en caso del Duque se había disparado en la boca atravesando la bala su cerebro. Estaba completamente desesperado y devastado, ver a su hija muerta fue que explotó con todo. Su hija estaba embarazada, producto de un abuso, del que nadie había podido hablar, por más de ser quienes eran, y por el mismo tema de los Durrié Noveau, con quienes también tenían problema. Todo parecía haber ido en contra de esa pobre familia, y simplemente no habían podido más.
En rebelión y antorchas el mismo consejo podía levantarse en contra de esa familia. Si tan solo no fuera porque tenían que ser lo más discretos posible.
El príncipe obviamente tuvo que aguantarse hablar de la relación que había con Louis y Harry. Podían dejar de apoyarlo en ese instante y decir que en realidad Alex había hecho algo bueno. Tenía el apoyo del consejo en condenarlo por los suicidios, por el abuso. No podía desperdiciar eso, porque también servía para aprovechar cobrar lo que pasó con sus amigos.
Pero querían usar a Lauren de carnada, solo lo habían puesto con palabras bonitas. Y no quería eso.
[•••]
Lauren también creían que era lo correcto. Podía arriesgarse. También tenía miedo, pero tener a todas esas familias y a Alex sobre todo era muy importante.
Thomas seguía aterrado.
Pero tenían que tomar una decisión, o era el baile de navidad o lo iban a tener que atrasar por más tiempo. Y eso también era peligroso.
La pareja estaba en desacuerdo. Pero tenían que hablarlo. Bastante pronto, ya se acercaba Diciembre. En la misma oficina de Thomas.
[•••]
—No puedo arriesgar a mi prometida de esa forma. Lauren no puedo, esta vez en verdad, no estoy de acuerdo. —Pidió Thomas en esa discusión. Ambos estaban de pie.
—Pero no podemos hacer otra cosa, sería muy tarde. El consejo sabe que todo esto puede terminar, en nuestro caso, tener a Alex significa todo. Por el Duque, por Louis y por Harry. —Insistió Lauren. —Por Gemma ¿Qué hay si Alex termina haciéndole lo mismo a otra chica? Si hay más suicidios por culpa suya. Quien sabe si no fue él quien mató a su padre. Si su familia quería rendirse, y él no, con tal de seguir ahí y poder usarlo en contra de la hermana del joven Harry. Se termina el asunto con los Durrié Noveau y nosotros nos encargamos de que Alex no vuelva a hacerle eso a nadie más ¿Quien sabe y si no regresó de Irlanda porque abusó de otra persona?
—Es por eso que me muero de miedo. —Respondió Thomas. —Si en esta hipótesis fue capaz de matar a su padre por conseguir su propósito de abusar de una chica. No importarle que dos personas vayan a morir y acelerar su ejecución, engañando a su familia también, solo porque lo acusaron por algo que sabe que es repudiable. No quiero saber que pasa si te ve. Yo sé que vamos a estar rodeados de gente. Pero es un riesgo muy grande Lauren. No quiero pasar por eso. —Explicó.
También tenía mucha razón. Pero era su única oportunidad. De solucionarlo ese mismo año, para que al próximo ya no tengan esa preocupación. Para que al próximo puedan tener algo de paz, con Alex encerrado. Con toda esa gente ya dejando libre de preocupación a todo el Reino.
Esas desgracias habían pasado muy rápido. Pero habían pasado en el tiempo que las cosas se estaban solucionando, tenían que aprovechar eso. Tenían que hacerlo. Lauren iba a estar bien.
Podían hacer un plan, podía engañar a Alex, ser ella la de la emboscada, todos iban a estar ahí. No podía pasarle nada. También le tenía mucho miedo, pero si no se enfrentaban no iban a poder conseguir lo que deseaban nunca.
Entendía perfectamente el miedo de Thomas. Pero habían bastantes razones para que el mismo se disipe.
El plan del baile de navidad que incluía a Lauren era bueno. Solo había que hacerlo bien, que tener confianza. Se lo pidió.
[•••]
—Yo no voy a soportar que algo te pasara. Lauren, entiéndeme por favor. Tengo mucho miedo—Dijo el joven casi al borde de las lágrimas con la mirada baja.
Lauren se acercó a Thomas comprensivamente acunando su rostro y haciendo que la mire a los ojos. —Yo te entiendo. En verdad, y créeme que también tengo miedo. —Le dijo con sinceridad. —Ese hombre fue capaz de abofetearme, de ofrecerme dinero para que me acueste con él. Pero debemos enfrentar eso, antes de que sea tarde. —Explicó. —Antes de que se lo haga a alguien más. Antes de que destruya una familia de nuevo. Si culpables de todo este dolor queremos encontrar, es él. —Le dijo. —No va a pasarme nada, te acompaño a hablar con el consejo, hacemos algo bien planeado. Estaré bien.
—¿Cómo me aseguras eso? ¿Qué hago yo si te lleva de repente y abusa de ti sin que nadie sepa? Este lugar es inmenso, él debe estar acostumbrado a hacer eso. —Se desesperó. —Puede incluso matarte. Y aunque a él lo sometan a las peores torturas en vida, nada me devolvería el hecho de que te fuiste, y que yo estuve de acuerdo. Intenté irme de este mundo una vez, y si algo te pasa me voy contigo. No puedo con esto. —Casi se echó a llorar.
[•••]
—No digas eso. —Lauren se pegó más a él acariciando su rostro para limpiar un par de lágrimas que se habían resbalado por su rostro, se encogió un poco como un niño pequeño. —Precisamente lo que queremos es hacer que eso no pase. Tenerlo desde antes lo soluciona. —Dijo pero no podía con aquel miedo y terror de Thomas también lo entendía. —Mira, que te parece si para el baile de navidad hacemos todo el plan como se ha dicho pero yo me quedo en la habitación sin salir. —Accedió, le dolía mucho verlo llorar. Él siempre le hacia caso y estaba a sus pies en todo. No podía ser así solamente. —Simplemente pueden decirle a Alex que yo lo busco en algún pasillo y cuando vaya solo habrán guardias, tendrán a su familia y a las otras. Y no me verá ni tampoco se acercará. No me pasará nada. —Aseguró. Y sintió que el joven se fue calmando un poco. —Todo estará bien, y habremos conseguido lo que quisimos, cumplido con la fe del Duque, de su familia, haber vengado a Louis. —aún limpió las lágrimas del muchacho con delicadeza por sus mejillas, el mismo fue disipando su miedo y terror.
Escuchó a Lauren, no le parecía un mal plan, tal vez sí podían llegar a un acuerdo. Se quedó pensando. —Pero vamos a tener que hablar con el consejo y hacer que sea seguro que todos vendrán. No sé, agregar un detalle para asegurar que vengan, en caso de los Douglas serías tú. —Se volvió a preocupar. —Sólo quiero que tú estés segura, al igual que todos los que viven aquí. Yo también sé las ganas que tú debes tener de tenerlo frente a frente para encararlo. Pero que suceda eso en el baile de navidad puede ser muy peligroso. Y me da mucho miedo. —Su voz tembló de nuevo. —Si ese día vas a quedarte por seguridad en tu habitación ¿Puedes prometerme que a pesar de lo molesta que puedas estar no te arriesgaras en salir?
Lauren asintió. —Te lo prometo. —Dijo con sinceridad, lo último que quisiera era verlo mal. Y Thomas también tenía razón.
Thomas asintió y ambos aun quedaron cerca, Thomas aun miraba al piso algo encogido y asustado. —Está bien.
Habían llegado a un acuerdo.
Lauren paso una última vez sus dedos por debajo de los ojos del joven. —Me alegro. —Susurró Lauren. —Traes los ojitos todos hinchados. —Dijo dulcemente, no se reconoció a sí misma un momento. Thomas se sorbio la nariz. —Mírame un momento. —Le pidió y Thomas obedeció. —Ya llegamos a un acuerdo, ya está ¿Lo ves? Al final nuestras discusiones más largas no son más de diez minutos. —Se acercó a darle un abrazo, al ser más pequeña su cabeza llegaba a su pecho, el muchacho correspondió al contacto. Y esbozo una pequeña sonrisa de tranquilidad.
Estuvo en aquel abrazo un tiempo, acariciando la espalda del joven. Luego se separó. Y quedó bastante cerca de su prometido, con ambas narices rozando un poco cuando Lauren levantó la cabeza. —Todo va estar bien. —Le dijo y tomaron sus manos. —Vamos a estar bien. —Se refirió a todo en general, pero también a los dos.
—Vamos a estar bien. —Confirmó Thomas en un suspiro asintiendo, y entrelazando dedos con Lauren.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro