➹ Cap. 30
Nikol mantuvo la cabeza apoyada en el pecho de Elijah, descansando en silencio después de su romántico encuentro con él. Tenía los ojos cerrados; sin embargo, seguía despierta, al igual que Elijah.
─ Creo que debemos detener ésto ─ dijo Elijah, acariciando su hombro.
─ ¿Por qué? ─ cuestionó Nikol, confundida al escucharlo decir ésto.
─ Nuestros hermanos sospechan. Kol incluso me siguió hoy cuando salí de casa. Afortunadamente, me di cuenta de lo que hacía y fui a otra parte del Barrio Francés por un rato hasta que se aburrió y se fue. Por eso llegué tarde aquí ─ aclaró Elijah.
Nikol suspiró y abrió los ojos al escuchar sus palabras. Sabía que tarde o temprano sucedería. Miró a Elijah y deslizó su mano sobre su pecho desnudo.
─ Entonces ya no volveremos aquí ─ dictaminó Nikol, no se podían arriesgar a qué algunos de ellos los encontrarán juntos.
Aunque a ella no le importaba hablar con sus hermanos sobre su relación con Elijah, él quería esperar un poco más antes de hacerlo.
─ Así es ─ respondió Elijah, sujetándola de la cintura y hundiendo con suavidad sus dedos en su piel ─ pero ya tengo otro lugar.
─ ¿De verdad? ─ preguntó Nikol, mirándolo sorprendida al escucharlo.
Elijah asintió. El lugar al que se refería lo había comprado para los tres: ellos dos y su hija, Hope. Nadie más.
─ Si ─ contestó Elijah.
─ ¿Y cómo es? ─ quiso saber Nikol.
─ Como a ti te gusta ─ respondió él.
La original sonrió y lo besó al escuchar su respuesta. Elijah no tardó en responder a sus besos, sujetándola con firmeza de la cintura.
─ Mi hombre ideal ─ susurró Nikol.
Con un movimiento rápido, Elijah la puso debajo de él y comenzó a besar y morder su cuello. Nikol jadeó y sonrió, encantada. Le fascinaba sentir los labios del original sobre su piel, ya fuera besándola o mordiéndola para tomar su sangre.
─ Te amo ─ dijo Elijah.
Nikol mordió su labio inferior al escucharlo. Tomó su rostro entre las manos y lo besó con firmeza. Sus palabras hicieron que su corazón se llenará de amor. En ese momento, se sintió como una adolescente enamorada por primera vez.
─ Y yo a ti ─ murmuró la original.
Elijah sonrió y le separó las piernas. No se puso un condón, ya que le resultaba incómodo, aunque últimamente lo usaba en cada encuentro para evitar otro embarazo milagroso. Nikol no quería más hijos, y ese día también lo había usado. Sin embargo, en esa ocasión, Elijah no quiso ponérselo. Dudaba mucho que Nikol pudiera quedar embarazada de nuevo; después de todo, la naturaleza no cometería el mismo error dos veces.
─ El condón… ─ jadeó Nikol al notar su ausencia.
─ No pasará nada ─ aseguró Elijah.
─ Si quedo embarazada, será la última vez que te dejo tocarme ─ advirtió Nikol, soltando un gemido al sentir cómo él se movía dentro de ella con rapidez.
─ Ambos sabemos que eso es mentira ─ replicó Elijah sin detenerse.
Nikol apretó los labios. Él tenía razón, pensó. Aunque la dejará embarazada varias veces, seguiría dejando que Elijah la hiciera suya una y otra vez.
No le respondió. Solo se concentró en disfrutar lo que él le estaba haciendo. Si quedaba embarazada, tendría al bebé como tuvo a Hope, aunque dudaba que eso sucediera. La naturaleza no permitiría que pasara dos veces de la misma manera, pensó.
[...]
Después de un rato juntos, ambos se dieron un baño y se pusieron de nuevo la ropa con la que habían salido de la residencia ese día.
─ Bueno, digamos adiós a nuestro lugar de encuentros románticos ─ dijo Nikol.
Elijah sonrió al escucharla. Se acercó por detrás y rodeó su cintura con las manos. Jamás imaginó que Nikol lo tendría de la forma en que lo hacía.
Desde que ella rompió su maldición, algo había cambiado en ambos, en su relación y en la manera en que él la veía.
─ Adiós ─ murmuró él.
Nikol suspiró. Iba a extrañar ese lugar, pensó. Había vivido momentos inolvidables con Elijah allí. Ese día fue el último.
─ Adiós ─ repitió Nikol ─ ¿Vamos?
─ Vamos ─ respondió Elijah, soltándola antes de salir juntos del lugar.
Como siempre, al volver a la residencia, llegaron en horarios distintos para evitar preguntas incómodas. Nikol fue directo a la mansión, mientras que Elijah se reunió con Marcel en el Barrio Francés.
─ ¿Puedo pasar? ─ preguntó Rebekah, asomándose a la habitación.
─ Si ─ respondió Nikol, mirándola un momento antes de volver la vista a Hope, que dormía en su cama.
─ ¿Viste a Elijah en el Barrio Francés? ─ indagó Rebekah, acercándose.
─ Lo vi, pero luego fui a hablar con mis híbridos y ya no lo volví a ver. ¿Por qué? ¿Pasó algo malo con él? ─ interrogó Nikol.
Rebekah suspiró y negó con la cabeza.
─ No… o eso creo ─ murmuró la original.
─ ¿Eso crees? ─ repitió Nikol, arqueando una ceja mirándola al escucharla.
Rebekah se sentó en la cama y miró a Hope.
─ Creo que Elijah sale con alguien ─ dijo Rebekah observando a su hermana.
─ ¿Por qué piensas eso? ─ preguntó Nikol, fingiendo desinterés, aunque en realidad quería saber cuánto habían descubierto.
─ No estoy segura, pero sé que está con alguien. Lo conozco muy bien. ¿No has notado su cambio? ─ cuestionó Rebekah.
Nikol fingió pensarlo. Elijah tenía razón: era peligroso seguir viéndose en la cabaña.
─ Tal vez tengas razón. Últimamente no está tan insoportable como siempre ─ dijo Nikol.
─ ¿No te da curiosidad saber quién es la chica? ─ insistió Rebekah.
─ Sí, pero si nos metemos en eso, se molestará con nosotras. Ya sabes cómo es nuestro hermano. Cuando quiera, nos la presentará ─ comentó Nikol.
Rebekah suspiró y asintió. Nikol tenía razón. Elijah se enojaría si sabían demasiado.
─ Supongo que tienes razón ─ dijo Rebekah, levantándose de la cama y saliendo de la habitación.
Cuando se quedó sola, Nikol suspiró. Esperaba que Rebekah y Kol no siguieran metiéndose en el asunto.
Pasó un rato con Hope hasta que, dos horas después, Elijah llegó a la residencia. La diferencia de horarios entre su llegada y la de Nikol evitó sospechas.
─ ¿Dónde estabas? ─ preguntó Kol, bebiendo de una bolsa de sangre.
─ Hablando con Marcel ─ respondió Elijah.
Kol le lanzó una mirada, pero no dijo nada.
En ese momento, Nikol apareció bajando con Hope en brazos.
─ Creí que alguien te había raptado. Ya estaba por poner boletines con tu cara por todo el Barrio Francés ─ dijo Nikol.
Elijah frunció el ceño. Kol rió, y Elijah le dirigió una mirada severa.
─ Ni que fuera para tanto. Además, les recuerdo que soy demasiado grande para salir cuando quiera ─ mencionó Elijah.
─ No te enojes, tampoco fue para tanto ─ murmuró Nikol.
Elijah suspiró, metió las manos en los bolsillos de su traje y la miró en silencio antes de acercarse y tomar a Hope en brazos.
─ Yo la cuidaré. Si tienes algo que hacer, hazlo ─ dijo Elijah.
Nikol asintió. Tenía asuntos que atender en el Barrio Francés, y ahora podía irse tranquila. Se acercó a su hija y besó su cabeza.
─ Pórtate bien, Hope. Tu tío te cuidará ─ dijo Nikol sintiendo la intensa mirada de Elijah.
Sabía que a Elijah no le gustaba que lo llamará "tío" de Hope. Técnicamente, lo era. Pero también era su padre.
¡CAPÍTULO 30!
Hola a todos, aquí les dejo un nuevo capítulo de está historia. Espero que les guste.
Elijah y Nikol se despidieron de su hogar de encuentro para evitar que los descubran.
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