Nikol no podía creer lo que había hecho con Elijah.

¿Cómo pudo caer ante el deseo de esa manera?

Sentía su corazón latir con fuerza mientras se vestía a toda prisa, su mente repitiendo la misma pregunta una y otra vez. Aunque técnicamente no era la verdadera hermana de Elijah — después de todo, ella era una trasmigrada — seguía siendo la versión femenina de Klaus. Y lo que había hecho con Elijah... era demasiado.

No, ella no tenía toda la culpa.

Elijah había sido quien comenzó todo. Él fue el primero en besarla, en tomarla con fiereza, en empujarla contra esa delgada línea entre lo prohibido y lo inevitable. Y, sin embargo, ella le había seguido. Lo había provocado. Creyó ingenuamente que él jamás reaccionaría de esa manera.

Y ahora, después de todo, lo único que sentía era un torbellino de emociones: culpa, vergüenza… y un deseo latente que no quería reconocer.

Se ajustó la blusa y giró hacia la puerta, pero antes de que pudiera moverse, una voz profunda rompió el silencio.

─ ¿Vas a escaparte?

Nikol se tensó.

Elijah estaba sentado en el borde de la cama, su rostro estoico, pero su mirada lo delataba. Había un conflicto en sus ojos oscuros, como si estuviera librando una guerra interna que no podía ganar.

─ No me estoy escapando, solo quiero salir de está habitación antes de cometer otro error ─ murmuró Nikol.

Elijah dejó escapar una risa amarga, pero no respondió de inmediato.

Su mente era un caos absoluto.

En sus mil años de existencia, nunca había imaginado que algo así podría ocurrir. Nunca había cruzado esa línea con Nikol, ni siquiera en sus pensamientos más oscuros. Y, sin embargo, ahí estaban.

Había cometido un acto imperdonable.

Debería sentirse repulsado, debería odiarse a sí mismo por lo que había hecho. Pero la verdad más perturbadora era que no se arrepentía.

Cada instante con ella la noche anterior había sido adictivo. La manera en la que ella le había mirado, cómo su cuerpo había respondido al suyo, la forma en que su nombre escapó de sus labios entre jadeos…

Dios.

Elijah cerró los ojos por un momento, tratando de recuperar el control de sí mismo.

No podía permitirse seguir pensando en eso.

Cuando los abrió de nuevo, Nikol ya se había abrochado el último botón de su camisa y estaba a punto de salir de la habitación.

─ Esto nunca pasó ─ dijo ella con firmeza.

Elijah alzó la cabeza y la miró fijamente.

─ Te equivocas ─ contradijo, poniéndose de pie ─ sí pasó.

Nikol se congeló.

Elijah se movió con calma, tomando su camisa del suelo y comenzando a vestirse. Sabía que fingir que nada había sucedido sería lo más conveniente. Pero también sabía que esa mentira no podría sostenerse por mucho tiempo.

Ella desvió la mirada cuando él se puso de pie, sintiendo un calor incómodo en sus mejillas. No debería avergonzarse después de lo que pasó. Después de todo, la noche anterior lo había visto todo. Lo había sentido todo.

─ Tenemos que olvidarlo ─ pidió Nikol, obligándose a mirarlo a los ojos.

Elijah la observó en silencio por unos segundos antes de asentir lentamente.

─ Sí… es lo mejor.

Pero ambos sabían que nunca lo olvidarían.

Cuando Nikol salió de la habitación, Elijah dejó escapar un largo suspiro, pasándose una mano por el rostro.

¿Cómo podría seguir su vida con tranquilidad después de esto?

[...]

Durante toda la mañana, Nikol y Elijah evitaron verse o quedarse a solas en la misma habitación.

Se movían por la residencia como si fueran extraños, asegurándose de que siempre hubiera alguien más cerca para impedir cualquier conversación incómoda. Pero el destino tenía otros planes.

─ ¡Vaya, vaya! Miren quién volvió ─ anunció Nikol al ver entrar a Kol en la residencia Mikaelson.

─ Me aburrí donde estaba, así que decidí venir aquí ─ respondió Kol con indiferencia después de escucharla.

La charla entre los tres fue breve, y Kol notó que tanto Nikol como Elijah apenas intercambiaron palabras entre ellos. Eso no pasó desapercibido para él.

─ ¿Qué pasa con ustedes dos? ─ preguntó Kol, frunciendo el ceño.

Elijah y Nikol intercambiaron una mirada fugaz antes de que él respondiera con la mayor calma posible:

─ Nada.

Pero Nikol sintió que su garganta se cerraba. Tragó saliva con nerviosismo, evitando a toda costa mirar a Kol a los ojos. Su hermano era demasiado astuto para su propio bien, y si algo lo caracterizaba, era su capacidad para notar cualquier anomalía.

Kol sonrió de manera burlona y chasqueó la lengua.

─ A ver, no me digas que atrapaste a Nik en pleno acto sexual, Elijah ─ se burló, sin imaginar lo cerca que estaba de la verdad.

Nikol sintió que su alma abandonaba su cuerpo.

Instintivamente, giró su rostro hacia Elijah con los ojos abiertos como platos, pero se obligó a recomponerse al instante.

─ ¿Qué? ─ balbuceó, fingiendo indignación.

Pero su miedo era real.

Oh, no. Kol nos vio, pensó Nikol.

Elijah se quedó sin aliento por un instante, pero mantuvo su expresión neutral.

Kol, disfrutando de la incomodidad evidente de sus hermanos, se encogió de hombros.

─ Lo escuchaste bien, de hecho, llegué anoche aquí, pero no los encontré abajo, así que subí. Pensé que estarían dormidos, pero entonces escuché a nuestra querida Nik gimiendo como una perra en celo en mi habitación ─ continuó Kol con una sonrisa burlona.

Nikol sintió que la sangre abandonaba su rostro.

Elijah, por su parte, se tensó.

─ Así que, dime, Nik… ¿quién era el pobre hombre con el que estabas revolcándote? ─ preguntó Kol con diversión.

El alivio golpeó a Nikol con fuerza.

Kol no tenía idea de que había sido Elijah. Solo la había escuchado a ella.

Elijah también pareció relajarse ligeramente, pero aún sentía la incomodidad palpitando en su pecho.

─ Eso no te incumbe, Kol ─ intervino Elijah, su tono severo.

Kol bufó.

─ ¡Qué aburrido!

Cuando finalmente se marchó, el silencio volvió a llenar la residencia.

Nikol se cruzó de brazos, sintiendo la mirada de Elijah sobre ella.

─ No podemos seguir así ─ dijo él de repente.

Ella fingió ignorancia.

─ ¿Así cómo?

Elijah avanzó hacia ella, tomando suavemente su brazo.

─ Sabes bien de lo que hablo. Nosotros…

Pero no pudo terminar la frase.

─ Dilo ─ lo desafió Nikol.

Elijah apretó la mandíbula.

─ Cometimos un acto imperdonable.

Nikol sostuvo su mirada.

─ Así es.

Él suspiró, pasándose una mano por la cara.

─ Nunca imaginé que esto pasaría.

─ ¿Y qué esperabas? ─ preguntó Nikol ─ tú me besaste.

Elijah la miró con intensidad.

─ Y tú me provocaste.

Nikol dejó escapar un suspiro.

─ ¿Ahora yo soy la culpable de todo?

Elijah la miró fijamente.

─ Sí.

Nikol dejó escapar una risa incrédula.

─ En ningún momento te obligué a meter tu pene en mí.

Elijah abrió y cerró la boca, horrorizado.

─ ¡Nicolette!

Ella rodó los ojos.

─ No actúes como si te hubiera quitado la virginidad.

Elijah gruñó, pasándose una mano por el cabello con frustración.

─ Eres una descarada ─ gruñó él.

Y el problema era, que a pesar de todo, seguía deseándola.

¡CAPÍTULO 14!

Hola, aquí les dejo una nueva actualización. Es un poco cortita, así que espero que les haya gustado de igual manera.

Kol está sospechando un poco aunque no tiene la menor idea de lo que en verdad sucede entre sus hermanos.

¿Qué les pareció?

[ CAPÍTULO EDITADO Y CORREGIDO ]