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17

«FESTIVO DEL DÍA DE LA FAMILIA»

TÍA Y SOBRINA volvieron a tomar las bandejas para acercarse a los nativos del país de las maravillas. Teo estaba sonriendo mientras admiraba la elegancia, tan común, en la caminata de Heart que se notaba un poco más incómoda por cada paso que daba.

—¡Alicia!

Mirana le sonrió a la rubia que giró al oírla, rápidamente tomó su vestido para avanzar veloz a abrazarla. Heart miró a otro lado tratando de mantener el color de su rostro a un nivel bajo, pero sus puños cerrandose y poniéndose blancos delataban que no estaba calmada.

—¡Oh, la inmensa cabezota!

Heart miró a quien había gritado asustado. El sombrerero loco, padre de Teo, tenía sus manos en puños en su boca mientras veía asustado a Heart, cuando la chica alzó una ceja, suspiró soltando una risilla temblorosa.

—Tarrant, tranquilo —Mirana se alejó de Alicia y tomó una mano de ambos —ella es Heart, su hija. Mi sobrina.

—Corazón —Teo se puso a su lado, viendo la expresión seria en su rostro —Él mi padre, papá ella es Heart. Te hable de ella.

—¡Oh, si, lo siento! Los nervios, me disculpo —sonrió más calmado, pero aún nervioso, estirando su mano. A Heart le resultó chistoso cómo pronunciaba la “S” —Soy el sombrerero. Loco, si quieres agregarlo —Heart miró su mano extendida y miró a su tía y Teo quienes asentían.

—Heart, pero ya lo sabes —aceptó su mano, el sombrerero comenzó a estrecharla rápido logrando enojarla un poco.

—¡Oh, es un placer, mi hijo me ha hablado mucho de ti, pero no solo él, también Gabriella y Damián, incluso sonriente lo que me puso muy confuso, él dice que eres lista, dime ¿En qué se parecen un cuervo y un escritorio? —Habló rápido hasta quedar sin aire.

—¡Sombrerero! —Un ratón apareció en su hombro y el nombrado soltó la mano de Heart.

—lo siento...

Ella parpadeo múltiples veces tratando de reaccionar, se sentía ahogada ¿Dónde estaba Carlos? Necesitaba al pequeño peliblanco para auxiliarla y calmarla. Heart miró a todos los que estaban, la estaban mirando solo a ella. Gabriella, Damián, Mirana, el profesor Cheshire, ahora una pequeña ratón junto a un perro sentado, también había dos personas bastante extrañas. Uno era elegante pero el otro estaba inquieto y algo desarreglado.

Estaba a punto de alzar sus manos a su rostro y comenzar a arrancarse la piel mientras gritaba. Necesitaba huir de allí.

Pero sintió su mano entrelazarse a otra y bajo la vista, Teo había juntado sus manos.

—Porque ambos producen muy pocas notas que sean interesantes y nunca están con el lado equivocado hacia delante —respondió comenzando a sonreír —¿O me equivoco?

—Vaya, nunca habían respondido —El sombrerero mayor sonrió —¡Adoro a esta chica! —la señaló con emoción haciéndolos reír.

—Heart, espero te hayan gustado los dulces que le mandé a Damián para ti —Alicia hablo, sin querer acercarse para no incomodarla —Soy Alicia, un placer —Heart simplemente asintió.

—Bayard —el perro se inclinó un poco, Heart se agachó por inercia, pero sin soltar su mano de Teo. Lo que llamó la atención de los demás.

—tengo un perro, bueno, nos lo adueñamos con Carlos. Se llama Chico —Le contó estirando su mano libre, él la tomó.

—mis hijos seguramente querrán jugar con él, gracias —miró a un lado y ella igual. Viendo los cachorros que estaban en el césped a unos metros.

—yo soy Lirón —Se levantó para ver al rato, que la veía con desconfianza.

—Teo hablo de ti —Admitió con indiferencia, girandose a ver a los dos últimos sin presentarse. Estos estaban de la mano con Gabriella que estaba en medio de ellos.

—Heart, ellos son mis papis —Gabriella sonrió viendo a ambos —el conejo blanco y la liebre de marzo —señaló primero al recto y elegante para luego apuntar a quien estaba desaliñado y un poco vizco.

Heart solo volvió a afirmar en silencio, queriendo no hablar, parecía alterar un poco el ambiente y ella era fácil de molestar. Pero Mirana aplaudió con felicidad por el avance de su sobrina.

—¿Y si vamos a jugar croquet juntos? Hay que aprovechar que estamos la mayoría —ofreció logrando que las rosas y conversación fluyan rápido sobre el tema.

Heart comenzó a caminar, un poco detrás, pero Teo iba a su lado sin separar sus manos entrelazadas. La pelirroja quiso irse con sus amigos pero Teo tiro del agarre para devolverla y soltar una risita, ella rodó los ojos pero siguieron hasta ir al campo de croquet.


—¡El que le da al sombrerero gana!

Rieron al oír a la liebre que era flanqueado por Tarrant, Heart tomó el palo y miró las cosas extrañada.

—¿Sabes jugar? —Teo preguntó a su lado.

—no, sin animales no entiendo —admitió, Teo soltó una risilla y se acercó con duda pero se puso detrás de ella.

—El objetivo consiste en terminar la ruta que se ha establecido con los arcos —señaló los que estaban en el suelo. Tomó las manos de Heart para bajar el palo y evitar accidentes. Bueno, no tan accidentes porque si Heart golpeaba a alguien era porque quería —Hay dos pelotas y hay que pasar cada arco dos veces —Le explicó moviendo su cabello a un lado para poder hablarle al oído y explicarle mientras se colocaba a su espalda con sus manos sobre las de ella —primero hay que ir y luego volver. Por último hay que golpear la clavija.

Con sus manos sobre las de ella, golpeó la pelota y logró empezar el juego. Heart se giró para verlo y Teo soltó una risa avergonzado.

—es cómo lo explico mamá pero cambiando los animales por materiales —Murmuró achinandos los ojos, Teo volvió a reír pero le dió la razón.

—se juega en números pares... —terminó alejándose, a pesar que no querían.

—y nosotros jugaremos con ustedes —Ben lo interrumpió apareciendo junto a Mal. Heart subió el mazo sobre su hombro.

—si quieres perder, por mi bien, Bennyboo —Se encogió de hombros. Ben comenzó a reír viéndola con desafío.

—oh, perderás reina de corazones —aseguró pero Carlos y Jay aparecieron frente a ellos. Chico estaba jugando con el niño y los hijos de Bayard —le explico a Jay, que se sume Isla y estaremos en un grupo de seis.

—me agrada —Aceptó Heart. Teo dió saltos hasta ir a ayudar a Ben con Jay.

—ajá, ¿Y quién me explica a mi? —Mal se burló, Heart la miró burlona.

—solo golpea la bola y que pase por ahí —Señaló los arcos. Mal intento hacerlo.

—iba a hacer un comentario sobre el sombrerero jr pero me da miedo verte con el mazo sobre tú hombro —Mal admitió riendo. Heart sonrió.

—puedo reventar cabezas con esto —miró orgullosa el objeto, pero se callo cuando vió a una anciana colocarse frente a ella, a un lado de Mal.

—hola, querida —saludó a la pelimorada.

—hola —saludó de vuelta, viendo con una sonrisa extrañada a Heart que negó divertida.

—oye, ¿Nos conocemos?

—no, creo que no —Mal negó con amabilidad —soy nueva, estaba... En otra escuela —la señora asintió, y apareció Audrey. Heart aferró sus manos al martillo de madera.

—¡Abue!

—¡Oh, Audrey! Dale un beso a tú abuela querida —se saludaron. Heart y Mal se miraron al segundo.

—¿Abuela? —Dijeron juntas.

—la madre de Aurora —Les respondió, para ver peor a Mal y girarse a su abuela —Abuela, no tienes que hablar con esta chica. Esta gente suele hacer que te duermas.

—¿Qué? —miró confundida a las dos, pero quedó analizando a Mal que trato de no hacer ninguna mueca —¡Tú!

Los demás vieron la escena sorprendidos, desde los villanos, hasta el hada madrina que estaba bastante alejada.

—¿Qué estás haciendo aquí? No entiendo cómo estás tan joven —la miró sorprendida, Teo llegó a un lado de Heart y Ben a un lado de Mal, sosteniendo por los hombros a su novia.

—Reina Leah, está bien, Maléfica aún está en la isla —Ben trato de tranquilizarla —ella es su hija, Mal. ¿Recuerda mi proclama para darle una oportunidad a la nueva generación?

—¿Lo dices en serio, Ben? ¡Nos destruirán! —Heart bajo la mirada. Si, lo harían —¿Qué pasa? ¿No lo recuerdan? —se giró a los demás, buscando apoyo en ellos —¡Manzanas envenenadas, un río de cabezas...!

—No, no... —La reina Mirana acaricio su brazo, queriendo defender a su sobrina, igual que el hada madrina calmarla.

—Y esa magia —continuó viendo a los villanos —su magia —señaló a Mal —mi hija... Fue criada por hadas, por la maldición de tú madre. Sus primeras palabras, sus primeros pasos ¡No estuve con ella! —se cruzó de brazos girando pero Mal quiso acercarse.

—lo lamento tanto...

—¡Vete, alejate de ella! —Chad la interrumpió, Heart dió un paso.

—¡No la toques! —Tomo la mano de Mal para hacerla retroceder.

—¿O qué? —Miró con desafío a Heart.

—no hagas esto, Chad —pidió Ben, tratando de que no haya un problema.

Aquí no puedes ir cortando cabezas pero... —Ignoró al rubio —¿A quién engañamos? Tampoco tendrías que estar aquí, mucho menos socializar con nosotros... Ni siquiera con Teo —señaló al castaño que se acercó molesto.

—¡Eso no es cierto! —Ben quiso frenar a su amigo, sorprendido de verlo enojado por primera vez desde que se conocen de niños.

—¡Los criaron sus padres, Teo! —Chad lo miró obvio —¿Qué le enseña un villano a su hijo, eh? ¿Bondad, juego limpio? Claro que no —Miró a los demás de atrás para apuntar a Mal —le robaste a otra chica el novio.

—¡Hey, hey! —Ben soltó a Teo también enojado.

—¡Oh, oh! —Chad continuo —Tú, disfrutas lastimar —señalo a Jay, el rostro rojo de cólera de Heart asustó a los del país de las maravillas, era idéntica a Iracebeth —y a ti, solo te importa el dinero y engañar —Miró a Evie que sacó su espejo.

—espejito, espejito en mi mano ¿Quién es el mayor gusano? —mostró el reflejo de Chad que golpeó su mano, tirando el espejo.

—¿Qué? ¡Vamos! —Jay se enojó pero Heart avanzó.

—¡Perderás la cabeza! —estaba dispuesta a golpearlo con el maso, una escena que sería horrible, pero Carlos llegó para tomarla por la cintura.

—¡No, Heart, no!

—¡Eres un...! —Jay lo tomó por la camisa, queriendo golpearlo, pero Evie lo rocío con el perfume para dormirlo.

—¡Chad, Chad! Evie le hizo algo a Chad —lo tomaron al ver que iba a caer al suelo, Ben sostuvo a Jay.

Heart tiro el martillo al suelo y miró a Carlos que estaba asustado. Giró a ver a Gabriella que estaba escondida detrás de Damián y se sintió horrible.

—Vamonos, Heart —Le pidió Carlos, pero ella se sentía en su nube. Cómo cuando se encerraba en su burbuja y no escuchaba —Jay.

—ven, Heart —la sostuvo de la cintura y se fueron detrás de Mal e Evie que habían avanzado, ignorando los llamados de Ben.

—¡Chicos!

Teo miró a ambos lados, Ben estaba a su lado. Pero el sombrerero miró a su tía que se tapaba la boca para no llorar.

—Hace años no oía esa frase —escuchó a su papá balbucear mientras bajaba la vista.

—¡Dijiste que era diferente a la inmensa cabezota! —Lirón señaló a la reina blanca que la miró.

—¡No es cómo ella! —Defendió a Heart llorando.

Teo ayudó a su madrina a sentarse en una silla, quedando a su lado también. Gabriella abrazó con más fuerza a Damián que trataba de calmarla.

Era la peor fiesta de la familia.

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