𖤐ʾ 𓏲 ִֶָ𝐕𝐎𝐋𝐔𝐌𝐄𝐍 𝐗𝐈𝐈𝐈 ᭺ ͘ !
𓂃 . ¿QUÉ LEES HOY? ༄ ‧₊
𝐈̶̲𝐈̶̲ ˖ 13◖ ❛ 𝐏𝐈𝐑𝐀́𝐌𝐈𝐃𝐄, 𝐏𝐎𝐒𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍𝐀𝐃𝐎𝐒 𝐄𝐍 𝐃𝐈𝐅𝐄𝐑𝐄𝐍𝐓𝐄𝐒 𝐏𝐄𝐋𝐃𝐀𝐍̃𝐎𝐒 & 𝐔𝐍𝐀 𝐑𝐄𝐆𝐋𝐀 𝐐𝐔𝐄 𝐃𝐄𝐁𝐄𝐍 𝐒𝐄𝐆𝐔𝐈𝐑 ❜ 𓄲
EL HECHO DE QUE AKAASHI SEA IGUAL DE ATLÉTICO que Bokuto le da una oportuna ventaja al intentar alcanzar al bicolor. No es mucho lo que tiene que correr para detenerlo antes de que pueda entrar a The Owl otra vez.
—Bokuto-san, detente. —las manos de Akaashi tomando con fuerza el borde de la camisa del más alto.—
Pasó casi un mes espiando a Bokuto en las largas horas que pasaba leyendo mangas que nunca en su vida había visto pero en ninguna de ellas, ni en medio de escenas llenas de tensión Kotaro tenía una expresión tan oscura y cansada como la de ahora mismo.
Akaashi sabe que todo eso que Tsukishima dijo tocó una fibra sensible dentro de él.
—Lo que pasó ahí...
—¿Eres como él? —Bokuto lo interrumpe poniendo su propia mano sobre la de Akaashi para que la suelte—. ¿Lo que dijo Tsukishima es cierto?
Hilos de estabilidad se rompen dentro del bicolor quedando suspendido en cualquier cosa que pueda decirle, para bien o para mal. De todas formas, ya aceptó la sentencia que pueda caer de esos labios que tenía planeado besar hoy.
Por otro lado, Akaashi otra vez recae en cuenta de lo superficial que ha sido en su vida. No es inocente y lo que dijo Tsukishima es la veracidad de ello, Bokuto es la ruptura de todos sus principios repletos de narcisismo y vanidad.
—Siempre fui de salir exclusivamente con los populares, desde los capitanes de fútbol hasta las presidentas de la clase, todos ellos teniendo en común su egocentrismo y superioridad porque yo también fui como ellos. —el menor no puede mentirle—
Ocultar algo que ha sido obvio desde un principio es una pérdida de tiempo para Akaashi, ha puesto su corazón en la línea por Bokuto desde hace un tiempo y este es el momento que dictaminara lo que puede pasar y lo que ha estado fantaseando pase.
—Los chicos que no viven de las apariencias u opiniones, ni alimentan la fama tan patética que los populares pueden tener son los raros, los marginados por no querer ser como nosotros y nos encargamos de que paguen por ello, y si son de gustos diferentes notorios es peor. —es amarga la forma en que Keiji hace recapitulación de sus acciones—. Tú entras en esos marginados mientras yo soy el que te haría sufrir por cosas tan superficiales sin importarme quien realmente seas.
La mano derecha que sostenía la camiseta de Kotaro es estrujada por su izquierda, las ganas de llorar empañan sus ojos, pero ninguna lágrima se forma. Akaashi no va a llorar al frente del bicolor, no cuando es de la misma calaña que aquellos que han molestado tanto al chico de ojos brillantes.
—¿Cuál era tu plan? —el dulce acento de Bokuto y forma pausada de habla se ven perdidos en una condescendiente voz.— ¿Ibas a seguir fingiendo ser mi amigo y luego me ibas a humillar? ¿O le ibas a decir a Tsukishima para que hiciera de mi vida en el instituto un infierno aún peor?
Así como los Demi destruyen lo poco que hay a su paso en Dissimilar Girl Q, Akaashi siente su corazón ser pisoteado.
¿Realmente le da importancia a lo que dice Tsukishima? ¿Fingí ser su amigo?
Esto no pasa en sus novelas, esto es algo que ni siquiera las más cliché tienen, Akaashi no sabe qué decir ni como actuar porque nunca antes había sido puesta en esta situación.
Quiere a Bokuto, pero parece que cada cosa que sale de su boca la aleja más y más.
—¡Claro que no! —el menor falla en reprimir su propia frustración con un ligero grito, llamando la atención tanto de las personas que pasan por su lado como de los que están dentro del local—. Bokuto-san, he estado alrededor y sobre ti durante estos meses porque he querido, porque me gusta.
Poco a poco palabras que suenan más a una confesión que a una justificación son dichas por Keiji. Pero no es suficiente para bajar la ira de Kotaro y lo sabe.— Fui demasiado vanidoso en un principio, pero tú...tú lograste que eso cambiara y hasta Tsukishima lo noto. Además, yo nunca podría fingir ser tu amigo, porque no te quiero de esa forma...
—Detente. —Bokuto vuelve a interrumpirlo—
No quiero escuchar como dice que no me quiere.
La furia y el enojo del bicolor se ahogan en la repentina tristeza que la última oración a medida de Akaashi le ha causado.
Toda aquella muralla que sus diferentes personalidades habían formado en un principio y había sido destruida eventualmente ahora tiene el doble de altura. Hay una pirámide donde Akaashi y Bokuto están posicionados en diferentes peldaños, deben seguir esa regla.
Aunque él en serio pensó que tendría una oportunidad.
—Tú mismo lo has dicho, yo soy un marginado y tú un rey del baile, —otra vez condescendiente, el bicolor acomoda su camiseta y peina los mechones que habían caído por su rostro tras correr— mantengamos las cosas así.
Cuatro palabras, tres segundos, dos pechos tensándose contra los latidos de sus propios corazones, uno de ellos cansado de lo mismo.
—Fue bueno conocerte, Keiji.
Con el mismo paso apurado con el cual dejó el restaurante, Bokuto evade y colisiona contra las demás personas que caminan por la concurrida calle. Akaashi está listo para perseguirlo otra vez, pero una mano en su hombro la detiene.
—Es mejor que lo dejes solo, ahora no es momento para que estés detrás de él. —Shoyo da un par de palmadas al hombro del azabache antes de invitarlo a entrar de regreso al local—
El par estaba tan sucumbido en su discusión que no notaron a Hinata ni a Kageyama viendo y escuchando todo. El última esperándolos con tazas de té recién hecho en la mesa donde los adolescentes estuvieron temprano.
—Debo disculparme con él, que entienda que esas nunca fueron mis intenciones. —el pelinegro se desploma en el sofá entre los chicos ignorando el hecho de que antes de salir con Bokuto, Hinata estaba listo para matar a Kageyama y ahora se están tratando con mucho cariño—
—¿Le hiciste algo malo a Bokuto directamente? —es momento de Kageyama para intervenir, sabiendo que su amigo no le daría una respuesta.— No debes disculparte si no hiciste nada, solo lo harás sentir peor.
—Exactamente por eso debo disculparme, por no hacer nada. Deje que Tsukishima dijera cosas que pudieron haberlo lastimado en vez de hacerlo callar de una vez.
Shoyo niega con la cabeza al poner su taza de regreso a la mesa. Conoce muy bien a su mejor amigo y cliente como para saber que ese no es el problema.
—Tengo entendido que Tsukishima ha sido un dolor de cabeza, pero es porque el chico es bastante insoportable para cualquiera, a Kotaro no le afecta lo que él o demás digan, además de que Tsukishima nunca ha cruzado el límite de solo hacer simples comentarios.
—¿Entonces por qué actúa de esa manera? ¿Por qué me dijo eso si se supone que no le afecta?
Miradas cómplices entre el pelirrojo y el otro azabache se dan a cabo y Akaashi nota eso, pero decide ignorarlo también. No tiene tiempo para otro drama romántico que no sea el de él.
—Porque no quiere verte de la misma forma en que ve a Tsukishima, aunque solías ser como él. —el hecho de que Kageyama conozca a Akaashi por años le da razón en sus palabras—
Confusión está escrito por toda la cara del mayor menor junto a una ceja alzada y una extraña mueca en su boca.
Hinata y Kageyama habían justificado la falta de atención de Bokuto a los sentimientos de Akaashi porque así es el chico, algo lento y bastante despistado, pero ahora entienden que congenian tan bien porque los dos son igual de ciegos.
—Yama-Yama y yo habíamos decidido no intervenir en su patética relación, pero... —Keiji intenta no vomitar por el ridículo sobrenombre—
Sin embargo, cualquier reflejo de arcada se esfuma cuando Tobio termina la oración.
—Bokuto está tan enamorado de ti como tú de él.
ᅠ
Ahh, solo un capítulo más y esta historia se acaba. TT
La verdad, no pensé que terminaría tan rápido, pero igualmente ha sido muy bonito. Tal vez más adelante haga otra adaptación, pero con otro ship. Quien sabe uu.
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