Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1. Tibias noches de verano.

Fred entró en la sala y vislumbró que una ampolleta aún se encontraba encendida, todos se habían ido a dormir, no le era de extrañar que fuera ella quien seguía pegada a los libros. Hermione tenía un aspecto relajado, no obstante se encontraba completamente sumergida en la lectura.

—¿Tienes idea de qué hora es? ¿Qué acaso nunca duermes? —le preguntó enarcando una ceja.

Hermione levantó la vista y sonrió irónicamente, respondiendo a la actitud burlesca de Fred.

—Tu hermana quería dormir y prácticamente me haría tragarme mi libro si no apagaba la lámpara. Ya sabes, tiene un carácter horrible.

Fred y Hermione se habían acercado  durante el año que recién pasaba, el ejército de Dumbledore y todos los acontecimientos vividos habían logrado que ambos comgraciaran a pesar de sus abismales diferencias.

—Lamentablemente, Ginny tiene el carácter de mi madre, pero creo que un poco más intenso—sonrió — Evidentemente tú jamás permitirías que algo malo le sucediera a tus preciados libros ¿no es así?—preguntó acentuando el tono de burla.

—Exacto, pero dime ¿Quién crees que eres para cuestionar mis hábitos nocturnos si tú vienes de afuera a estas horas? Creo que percibo algo de hipocresía —mencionó la bruja, encarando al pelirrojo —¿Vienes de alguna cita secreta?

—Pues también tengo hábitos nocturnos, al igual que tú —señaló —, obviamente no hacemos las mismas cosas, soy más de dar paseos cuando el calor o los ronquidos de George no dejan que me entregue a los brazos de Morfeo.

—Pues buenas noches, asumo que ahora subirás a dormir —se despidió del pelirrojo sin despegar los ojos del libro que sostenía.

El joven sonrió, Hermione le caía muy bien pues había cambiado bastante. Antes solía ser una chiquilla odiosa y mandona –no es que hubiese dejado de serlo–, sin embargo, ahora solía llevar con él una relación de ironías, burlas y humor negro que no todas las chicas llevaban bien. Podían travesearse en dichos y comentarios hirientes y no se molestarían el uno con el otro, quizás ya era la confianza por haber pasado tantas vacaciones y veranos en la madriguera; pero en resumen, Hermione era una mujer con una madurez y un sentido del humor diferente y eso le causaba mucha gracia.

—Espera ¿estás pasando de mí?

No tuvo respuesta por parte de la castaña. Así que se dirigió a la cocina para beber un poco de agua.

Hey— insistió —¿Me oyes?

Mierda, Fred ¿Quieres que te asesine?

—¿Por qué habrías de hacer eso?—cuestionó con falsa inocencia —¿Acaso te he causado algún disgusto?

Hermione suspiró, cerrando el libro de golpe, fulminó a Fred con la mirada para después rodar los ojos con tedio.

—No me dejas leer, lo haces a propósito —dijo tajante, sintiendo la cara arder por la molestia —¿te sientes orgulloso de aquello? ¿tan miserable eres que te sientes contento con perturbar la lectura de una persona?

Touché —dijo risueño mientras bebía su agua —. No te enfades, nada más me gusta molestarte, pareces un gatito que cree que puede hacerle daño a alguien.

La joven lo observó fijamente, molesta debido a sus dichos, sabía que no conseguiría ganar en esa discusión, por ende suspiró pesadamente y se sobó la sien con los dedos. Fred se acercó a ella y notó que el borde de un sobre se asomaba por la orilla superior del libro que cargaba; dejó el vaso y sus hábiles movimientos tomaron de un paso la carta que Hermione guardaba allí.

—¡Fred Weasley! —susurró enojada, no quería despertar a nadie, pero él había cruzado la línea —¡Dame eso!

—¿Tienes un admirador secreto, Hermione? ¿Por qué te pones tan nerviosa? ¿Los chicos no lo saben? ¿O acaso es tu novio?

—¡Maldita sea, Fred! ¡Dámelo!

Fred levantó su brazo, Hermione no podría alcanzar la carta ni aunque saltara por ella. El pelirrojo volteó el sobre para ver el remitente que podía leerse sin dificultad debido a la elegante caligrafía con la que iba escrito.

—No puedo creerlo— afirmó con una risita burlesca—¿sigues escribiéndote con Krum?

El rostro de Hermione se encendió con un color rosa, que a ojos de Fred se hizo completamente adorable.

—¿Acaso jamás te has involucrado con una chica por mera amistad? ¿Ubicas esa palabra? ¿Conoces la definición de ser amigos, Fred? —rebatió la chica sintiéndose algo irritada a esa irrupción de su privacidad —. Pues Viktor es un buen amigo, tiene tema de conversación y suele interesarse genuinamente por las personas.

Rápidamente en cuanto tuvo la oportunidad, Hermione le arrebató la carta de entre las manos al pelirrojo, completamente exasperada debido a su actitud. Fred se tendió a su lado en el sofá con la sonrisa triunfal, sabía que había conseguido que ella se disgustara.

—No necesitas defender tanto a Krum, puedo comprender el porqué las muchachas están tan obsesionadas con él —declaró cruzando las piernas —, tiene el porte, los músculos y el aspecto varonil.

—¡Qué no estoy obsesionada con él! ¿Estás seguro de que no eres tú quien está interesado? Este tema ya excedió el tiempo normal para mantenerlo en una conversación.

El pelirrojo levantó las manos en señal de tregua.

—Ya, ya, ya. No seguiré importunando, me mantendré en silencio.

—¿No te ibas a dormir?

—No quiero ser descortés, Hermione. Pero estoy en mi casa y puedo hacer lo que me de la puta gana —sostuvo desafiante —. Y si tengo ganas de estar sentado en este sofá, pues lo haré.

—¿Te han dicho que eres completamente insufrible?

—Pues si no me equivoco, me han dicho cosas peores.

Intercambiaron una larga mirada, ninguno de los dos apartaba la vista de los ojos del contrario. Fred tenía una mirada profunda que no era indiferente para nadie y Hermione tenía unos ojos dulces que lograban convencer y persuadir.

—Quiero decirte que soy muy bueno en el juego de las miradas, Hermione. No intentes vencerme porque este es mi territorio.

—Eres un insufrible fanfarrón— anunció, prolongando el contacto visual —. Si te proclamas ganador es porque sueles jugar con personas que no tienen ni un poco de aguante.

Hermione era muy competitiva y se tomaba todo muy personal. Fred siempre la molestaba, pero a ella eso no le incomodaba, es más, hablar con él era bastante liberador.

Siguieron así por unos segundos más, hasta que el joven mago se dio por vencido y bebió del vaso.

—Está bien, tú ganas esta vez. Pero no te acostumbres a eso, tragalibros.

La aludida era bastante perceptiva, Fred estaba algo inquieto e incómodo, sus dedos tamborileaban sobre su rodilla y sus ojos tenían un aspecto perdido.

—¿Tú te encuentras bien? ¿Creo que estás comportándote algo raro?

Él hizo una mueca y suspiró, Hermione estaba en lo cierto y quizás ella era la persona indicada para poder conversarlo, tendría una opinión objetiva del asunto.

—La verdad sí, debo tomar una determinación pero sé que eso quizás vaya a sacar ronchas en la familia—anunció con expresión divertida —. Si te cuento ¿me prometes que no lo hablas con nadie?

—Por supuesto —confirmó la chica.

—Bueno, sabes que con George estamos ordenando todo con la finalidad de montar un negocio, es nuestro sueño y hemos trabajado duro para poder sacarlo a flote—comentó dando un contexto —. Eso podría hacerse realidad y me tiene muy entusiasmado.

—¡Eso es verdad! ¡Eso es genial, Fred!

—Sí, de verdad que ambos estamos contentos con que todo vaya avanzando, queremos que el negocio se materialice —dijo con la voz cargada de anhelo—. Pero mi madre no se lo ha tomado del todo bien.

—¿Por qué lo dices?— preguntó frunciendo el ceño, Molly era una persona a la que le importaba que sus hijos fueran felices, jamás la había percibido como una madre posesiva o extremadamente aprehensiva.

—Mamá quiere que terminemos la escuela, que hagamos la parte del semestre que el año pasado perdimos por todo el enredo con Umbridge— aclaró rodando los ojos —. Honestamente no quiero hacerlo, no me interesa, ya soy mayor y quiero poder tomar mis propias decisiones.

—Vaya...

—McGonagall nos ofreció volver la cantidad de meses que perdimos o por el contrario dar los exámenes finales y así poder completar los EXTASIS— explicó—. Si soy muy sincero, quiero dar los exámenes con los conocimientos que tengo —Se veía tan resuelto con sus decisiones que Hermione estaba completamente absorta en la conversación —. Hemos ahorrado durante un tiempo con las bromas que vendíamos en la escuela, además tuvimos una inyección de capital con el dinero que Harry desinteresadamente nos pasó por el triunfo del torneo de los Tres Magos.

Hermione abrió los ojos, eso no lo sabía.

—¿Eso es cierto?

—Sí, por favor no lo comentes. Harry dijo que ese dinero no le interesaba debido a todo lo que pasó con Cedric —farfulló—, sabía que nosotros lo necesitábamos porque hace mucho tenemos esta idea de negocio, era regalarnoslo o tirarlo por el retrete.

—Creo que tienes una idea muy clara de lo que quieres conseguir ¿Qué te complica? ¿O no estás completamente seguro?

Fred se acomodó quedando frente a ella, para poder conversar directamente, susurrando para evitar que los demás fuesen a despertar y oír la plática.

—Sí, lo estoy. Pero me preocupa lo que mi madre dirá. No soy una persona influenciable, Hermione— explicó —, pero los hombres somos criaturas simples, a las que nos gusta evitar conflictos, mamá estará muy enojada porque no hagamos el semestre faltante.

—¿Crees que ella no los apoyará?

—Ya lo ha manifestado, encuentra que somos irracionales y que estamos tirando nuestro futuro a la basura— dijo encogiéndose de hombros —. Debido a eso, si el negocio se concretara, tendríamos que mudarnos—siseó—, lo que terminaría por volver loca a nuestra madre.

Era mucha información, dentro de todo Hermione agradecía la confianza que Fred había depositado en ella.

—El hecho de irse de casa creo que sería lo que más le costaría asimilar a tu madre, pero creo que es parte de crecer y de hacerse responsables ¿tienen pensado a dónde quieren poner su negocio?

—En el callejón Diagon, de hecho, tenemos un apartamento cotizado y debemos ir a hacer una visita en dos semanas. Quiero que esto de verdad resulte, Hermione— hizo una pausa para aclarar sus ideas y no decir nada incorrecto —, quiero hacerlo y lo haré con o sin la aprobación de mi madre, pero creo que en este momento me siento algo inseguro con este paso.

Hermione frunció los labios, había sinceridad en su mirada. Puso una de sus manos en la rodilla del joven mago y le sobó en señal de apoyo.

—Fred, tú y George sin duda son las personas más determinadas que conozco. Estoy segura de que no necesitan a nadie más que ustedes mismos para saber que ese negocio será un éxito. Quizás tu madre no lo entiende porque no es algo a lo que está habitada, no es una opción convencional— recalcó —, sin embargo ustedes son los encargados de hacer que la tienda salga a flote, cuando eso pase, se hayan asentado, ella misma se dará cuenta de que ustedes tenían razón y estará feliz por ello.

—Sí que sabes cómo escuchar y dar consejos. Eso me confirma que eres una completa sabelotodo.

—De nada —murmuró, con suficiencia —. Creo que debería empezar a cobrar por mis consejos, tal vez debería abandonar el mundo mágico y ser una psicóloga.

Él emitió una sonora carcajada.

Hermione se cubrió la boca con la mano para reprimir un bostezo y se talló los ojos, no se percató en qué momento la hora avanzó tanto, pero la conversación con Fred había estado muy profunda. Sin ser consciente se acomodó en los cojines del sofá y sus ojos se cerraron casi como en piloto automático.

—Hermione— farfulló Fred suavemente—, Hermione...

No obstante la castaña ya estaba cómoda y no tenía la intensión de pararse, su mente ya se había relajado bastante y el sueño había invadido su sistema.

Fred se quedó observándola por unos segundos, tenía el ceño algo fruncido y había una leve sonrisa curvando sus labios. En silencio sacó el libro de entre sus brazos para que pudiera acomodarse, allí estaba la carta; no la leería, pero sí dio un vistazo al libro.

Una habitación propia— dijo para sí mismo, hojeando el libro. La bruja tenía algunos párrafos subrayados, asumiendo que eran aquellos que más le gustaban o llamaban su atención — “Cierren sus bibliotecas si quieren; pero no hay puertas, ni cerraduras, ni cerrojo que cierre la libertad de mi espíritu”

Sonrió para sí mismo, ese párrafo era muy representativo de ella.

Fred también comenzó a sentir el sueño haciendo lo suyo y no se dio cuenta cuando sus ojos ya estaban cerrados.

A la mañana siguiente, Molly fue la primera en bajar las escaleras y su sorpresa fue bastante agradable al percatarse de que Fred estaba en el sofá durmiendo plácidamente acompañado de Hermione, quien estaba apoyada en su regazo, ambos completamente despreocupados. Había un libro en el suelo, por lo que dedujo que ella había estado leyendo y él la había acompañado mientras la molestaba.

Intentó hacer desaparecer la sonrisita traviesa de su cara, se dirigió a la cocina y colocó agua en la tetera para comenzar con el desayuno. Se aclaró la garganta y Hermione fue la primera en abrir los ojos.

—¡Por Merlín! —exclamó al notar que había dormido con Fred y que Molly había visto aquello —Me quedé dormida en el sofá.

—Buenos días, querida. No quería despertarlos, veo que tuvieron una noche cultural— dijo indicando el libro.

El sobresalto de Hermione hizo que Fred despertara de golpe, la bruja estaba hecha un manojo de nervios por darse cuenta de que parecía ser que habían dormido acurrucados.

—Madre, porque nos despiertas tan temprano ¿no ves que tuvimos una noche ocupada?

Hermione le echó una mala mirada y le levantó el dedo del medio sin que Molly la viera.

—No molestes a Hermione, Fred —sentenció su madre y tras eso salió al jardín.

—Buenos días, Hermione ¿por qué estás tan nerviosa?

—No digas tonterías, Fred. Quizás qué pensará tu madre sobre mí.

—Pues que al parecer dormimos juntos. No deberías estar tan enojada, dormir conmigo es un privilegio que te aseguro muchas mujeres mueren por tener.

—Ja ja ja —rebatió irónicamente —, pues para la próxima, interrumpe la lectura de alguna de ellas y no la mía.

—Pues ellas no son tan interesantes para mí.

Hermione esbozó una sonrisa.

Fred le guiñó un ojo antes de subir por las escaleras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro