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𝑾𝒓𝒊𝒕𝒕𝒆𝒏 𝒃𝒚: 𝐝𝐚𝐦𝐨𝐧𝐬𝐚𝐥𝐯𝐚𝐦𝐨𝐫𝐞 𝒊𝒏 𝑻𝒖𝒎𝒃𝒍𝒓.

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"No puedo hacerlo, Jer." Dijiste, derrumbándote en el banco detrás de ti. Intentas interpretarlo como un simple tropiezo, pero la expresión de tu rostro dice lo contrario. "Lo lamento."

"¿Por qué lo sientes, T/N?" Confundido y preocupado, Jeremy se sentó a tu lado y tomó tu mano entre las suyas.

Te reíste, como si la sola idea de tu corazón desmoronándose dentro de tu pecho fuera hilarante.

Deseando que las lágrimas que se formaban en tus ojos se secaran por ahora, miraste a tu mejor amigo y enamorado de toda la vida a los ojos y susurraste: "No puedo estar en tu boda, sonriendo y llorando lágrimas de felicidad cuando te casas con alguien que no soy yo."

Jeremy no era la herramienta más brillante del cobertizo, sino más bien el más tonto, pero solo le llevó unos segundos comprender tus intenciones hacia él. "No sabía... No sabía que te sentías así. Cuánto tiempo-?"

"Un rato." Dijiste con firmeza, como si hubieras planeado el momento exacto en tu cabeza en el que te preguntó cuánto tiempo te había gustado, lo cual te había gustado. "Un par de años, en realidad. El verano que te enamoraste de Vicki, y luego ella te dejó por Tyler. Sí, bueno, fue entonces. Viniste a mi casa para desahogarte sobre cómo dormían juntos y cómo pensabas que ella te deseaba y fue entonces cuando me di cuenta de que... sabía que eras tú. Pensé que finalmente tenía mi oportunidad".

"¿Qué hay de esa noche en el baile de los años cincuenta? Sé que estaba concentrado en Anna en ese entonces, pero ¿qué pasa cuando te dije que me gustabas?" Los ojos de Jeremy se clavaron en los tuyos, algunos mechones sueltos de cabello sin cortar bailaban frente a sus ojos.

"Estabas borracho", le recordaste, pareciendo casi herido de que pensara que le creerías en ese estado. "También le dijiste a tu profesora de inglés que se parecía a Nathalie Portman. Tu maestra es una mujer de 6" de altura con cabello rubio platino y no se parece en nada a ella".

Podrías decir que Jeremy estaba tratando de encontrar formas de evitar la próxima preocupación, pero ambos sabían que esto se había planteado demasiado tarde para cambiar de opinión. "T/N, te he amado desde siempre. Hemos sido amigos desde que pasamos de los pañales a los Pull-Ups. Sin embargo, amo a la mujer con la que estoy a punto de casarme y no puedo dejarla porque la mujer con la que siempre tuve la intención de pasar el resto de mi vida me confesó lo único que deseaba que me hubiera confesado cada vez que le decía ella la amaba sobrio."

Eso solo te lleva a creer que Jeremy no estaba ebrio las otras pocas veces que te dijo cómo se sentía, y que solo era una excusa para decirlo sin la posibilidad de un duro rechazo. Dejaste caer tu cabeza entre tus manos, esta vez sintiendo una nueva capa de lágrimas entretejiéndose entre tus dedos. Sentiste el fuerte abrazo de los brazos de tu mejor amigo alrededor de tu torso, acercándote lo suficiente como para enterrar tu cara manchada de lágrimas en su pecho. "Lo siento, no sé si puedo hacer esto". Susurraste, agarrando la mano que estaba colocada en tu brazo.

"No puedo hacer esto sin ti", Jeremy todavía tenía la intención de casarse con su prometida, y no había nada que pudieras hacer. Lo que podías hacer era no presentarte en la boda, sin importar cuántos de tus amigos estuvieran allí, y sin importar si necesitaba que estuvieras allí con él.

Era una idea dura, pero tenía que hacerse. No tenía sentido sentarse alrededor de un montón de mesas muy decoradas con todos tus amigos joviales, solo para ver a Jeremy sentado en la mesa principal con su brazo alrededor de una mujer que no eras tú, ni lo serías nunca. Sacudió la cabeza, entendiendo cuán precipitada sería su decisión. Te lastimaría a ti si fueras, y lo lastimaría a él si no lo hicieras. "Tal vez ahora es el momento de que empecemos a hacer cosas sin los demás".

Despegándote del agarre de Jeremy, te secaste las lágrimas con el borde del dedo índice y te pusiste de pie, cruzando los brazos sobre el pecho. "No deseo nada más que lo mejor para ti, bebé Gilbert. Eras un gran compañero de juego, compañero de almohada y de bebida, pero estás creciendo y eventualmente seguiremos nuestro propio camino. Para ahorrarnos la angustia de separarnos, lo haré ahora". Con un movimiento rápido, te inclinas para depositar un suave beso en la cabeza de un desconcertado y atónito Jeremy. "Trátala bien, Jer. ¿Para mí? Trátate bien a ti también".

Antes de que pudieras permitir que Jeremy hablara, giraste sobre tus talones y te alejaste de la banca del parque, finalmente permitiendo que todas tus lágrimas cayeran por tu rostro. Cada centímetro de tu pecho y de tu corazón dolía con tanta fuerza que temías que pudiera explotar; era el final de un capítulo que deseabas continuar un poco más, pero no había manera de que pudieras estar cerca para ver cómo tu pesadilla continuaba. Jeremy se merecía mucho más que alguien que hiciera pucheros durante la mejor noche de su vida, pero tú merecías más que ser infeliz cuando tuviste la oportunidad de darle la vuelta.