~Veintiuno'🍯
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La crisis de la edad golpea a Louis, haciéndolo sentir incluso más sensible que cuando estaba embarazado, y es precisamente eso lo que lo tiene varios minutos por las mañanas y por las noches mirándose fijamente en el espejo, buscando alguna arruga o señal de que efectivamente está envejeciendo.
Incluso ha comenzado a mirar sus manos igual.
Harry lo notó de inmediato, a pesar de que él le ha dicho al omega miles de veces lo hermoso que se ve y que para nada está envejeciendo, al parecer el castaño solo se niega a creerle.
Es así que Louis se encuentra una mañana de Viernes, con un lindo puchero en sus labios, mirándose en el espejo, sin notar nada raro, al igual que todos los días anteriores.
El alfa suspiró y se puso de pie, caminando hacia su pareja, abrazándolo por detrás en la cintura.
- ¿Qué haces? - murmuró escondiendo su rostro en el cuello del más bajo.
- Ya sabes lo que hago. - bufó Louis frunciendo el ceño y cruzando sus brazos en su pecho, luciendo como un niño pequeño haciendo el berrinche de su vida.
Harry sonrió de lado y negó, alzando su mirada para encontrarse con la de su omega a través del espejo.
- Pero si tú eres el cachorro más tierno que he visto. - respondió el rizado sincero besando la mejilla de su pareja, sonriendo orgulloso al notar el sonrojo del castaño. - Y el más dulce de todos. - agregó seguro de sus palabras.
- Oh, Harry. - suspiró Louis con brillo en su mirada, amando por primera vez que su alfa lo llamará de esa manera y sintiéndose avergonzado de seguir sonrojándose como un adolescente inexperto a su edad.
"Eres el cachorro más hermoso, mi omega precioso" habló su alfa, tratando de animar al castaño.
Louis se giró para mirar al alfa, ilusionado con la manera de ser llamado así por su pareja.
"¿De verdad lo soy, alfa?" ronroneó su omega cariñoso, con el castaño recargando su cabeza en el hombro del más alto.
"Si, el cachorro más bello de mi vida" respondió el alfa en un ronroneo igual.
- Te amo demasiado, alfa. - murmuró Louis con una enorme sonrisa en su rostro, respirando el aroma a chocolate y menta de su pareja. - Me haces sentir como un adolescente. - agregó riendo en voz baja, con las mejillas rojas.
- El adolescente más hermoso. - respondió Harry besando la cabecita castaña del omega.
Louis alzó su rostro para besar al alfa, colocando sus manos alrededor del cuello del rizado, sintiéndose completamente bien en los brazos de su pareja.
El beso comenzó a intensificarse, el omega jadeo y el alfa apretó su cadera, pegando sus cuerpos.
- Alfa. - sollozó el castaño bajando sus manos del cuello del más alto, lentamente hacia su pecho hasta llegar al inicio de los pantalones de su pareja, rogando por algo.
El alfa gruño bajó por el toque de su omega.
Cuando el castaño estaba dispuesto a bajar los pantalones de su pareja, el grito de Katie los hizo separarse.
- Será en otra ocasión, cielo. - dijo Louis con los labios brillantes y el rostro totalmente rojo, acomodando su fleco.
- Claro, amor. - murmuró Harry aclarando su garganta.
- Iré a ver qué pasa con nuestra hija. - dijo Louis apurándose a salir de la habitación.
Louis se sintió mareado en cuanto salió de la habitación, encontrándose con un fuerte aroma a miel de maple y madera que nubló sus sentidos por unos segundos.
¿De dónde venía ese aroma?, se preguntó Louis confundido.
- Papá. - habló Katie llegando con él, luciendo un poco angustiada.
- ¿Qué sucede linda? - preguntó el castaño aún confundido.
- Es Olivia, ella... ardiendo en calentura y suena adolorida... creo que le está pasando lo mismo que a mi. - explicó la chica nerviosa.
Olivia estaba teniendo su primer celo.
Era una alfa.
- ¿Olivia? - frunció el ceño el omega, corriendo a la habitación de su hija.
En cuanto Louis entró en la habitación de la chica, aquel aroma lo golpeó con más fuerza.
No había dudas, Olivia estaba teniendo su primer celo.
- Mi niña. - murmuró angustiado, acercándose a la menor, mirando como la chica se retorcía en las sábanas, con leves quejidos saliendo de su boca y el sudor cubriendo su rostro. - Olivia, mi amor, Oli. - habló Louis tratando de despertar a su hija.
- Papá. - gruñó Olivia sin abrir los ojos, se sentía adolorida, no quería despertarse, creía que si realmente se esforzaba en dormir el dolor pasaría, pero no estaba funcionando.
- Olivia, mi amor despierta, te voy ayudar te lo juro. - insistió Louis. - Adelante, mi niña ponte de pie, vas a superar esto. - agregó.
- Papá. - sollozó la chica abriendo los ojos, queriendo llorar.
- Vas a levantarte de la cama, te darás una ducha y me encargaré de ti. - consoló el omega.
- Duele mucho. - se quejó Oliva, dejando que las lágrimas salieran de sus ojos esmeraldas.
- Lo sé, cariño. - susurró Louis sintiendose mal de que su hija hubiera estado sufriendo toda la noche y él no la había notado.
"Somos malos padres" sollozó su omega decepcionado.
Y con dificultad y dolor Olivia logró entrar en la ducha, mientras Louis cambiaba las sábanas y Harry preparaba el té y todo lo que necesitaría la chica para su celo.
- Dios. - suspiró Louis una vez que ambos salieron de la habitación, dejando a su hija en privacidad. - No puedo creer que ella esté teniendo su primer celo, ella es muy pequeña. - susurró el omega triste, dirigiéndose a su habitación de pareja.
- Tiene casi quince años, siempre será una bebé para ti, amor. - trató de consolarlo el alfa.
Louis hizo un puchero y se sentó junto con su pareja en la cama, recargando su cabeza en el hombro del alfa.
- Tenemos otra alfa. - murmuró el castaño con una sonrisa después de unos minutos.
- Dos alfas de cuatro. - dijo Harry sonriendo con orgullo.
- Oh por dios. - suspiró Louis riendo igual. - No puedo imaginarme rodeado de alfas. - negó lentamente.
- Puedo darte un omega bebé, si quieres. - bromeó el rizado, haciendo que su pareja se sonrojará.
- Claro, y yo voy a creerte a ti. - dijo el ojiazul rodando los ojos y riendo.
- Deberías. - respondió Harry. - Pide un bebé y te lo daré. - continuó bromeando.
"Soy un pésimo omega y padre, no me merezco otro cachorro" respondió su omega nostálgico.
"¿Por qué dices eso mi hermoso omega?" preguntó su alfa triste de escuchar eso.
- Hazz. - sollozó Louis ocultando su nariz en el cuello de su pareja buscando consuelo en el aroma del alfa.
- ¿Qué sucede, mi amor? - preguntó Harry abrazando al castaño, acariciando su espalda.
- Mi hija estuvo sufriendo todo la noche y yo no lo noté, soy un mal padre y un pésimo omega. No sé cuidar de mis cachorros. - lloró Louis muy decepcionado de él mismo.
"No mi amor, eso no es cierto" dijo su alfa rasgando en el pecho de Harry, desesperado por consolar a su omega.
- Mi sol. - habló el alfa pidiendo ver los ojos de su omega. - Has criado a cuatro hijos maravillosos, no puedes y no te voy a permitir que digas que no eres un buen padre y mucho menos que eres un mal omega. Mi alfa y yo estamos rotundamente en desacuerdo con eso. - dijo tiernamente mirando a los ojos a su esposo.
- ¿Lo dices en serio? - cuestionó Louis con los ojitos brillantes.
"Por supuesto, amor mío" respondió el alfa en un ronroneo.
- ¿Soy un buen omega? - preguntó parpadeando y con ilusión en sus ojos zafiros.
"El mejor del universo" se apresuró a decir su alfa sin duda alguna.
- Bueno, mi alfa respondió por ambos. - dijo Harry sonriendo.
Louis sonrió igual en grande con sus ojitos llenos de felicidad de nuevo.
- Quizás, si quiera otro cachorro. - murmuró el omega con un tono coqueto, acariciando el pecho de su alfa.
- ¡MAMÁ, PAPÁ! - gritaron Edward y James a la par, para que después uno de los dos comenzará a llorar.
- O quizás no. - dijo de inmediato Louis
Harry rió tiernamente por ello.
- Aunque si cambias de opinión, aún podemos considerar lo del equipo Stylinson. - dijo el alfa con un guiño coqueto hacia el omega.
- Te amo demasiado, alfa. - se limitó a responder el castaño, dándole un beso a Harry antes de ir a ver lo que pasaba con sus pequeños.
[...]
El primer celo de Olivia pasó realmente rápido para ambos padres, duro incluso un poco menos que el de Katie, lo cual hizo sentir aliviada a la pareja.
- Mami. - habló Katie una noche.
- Creí que ya no me llamabas así, cielo.
- Bueno, ahora quiero hacerlo de nuevo. - respondió la chica.
- Está bien. - dijo Louis riendo un poco.
- ¿Aún soy yo la que te cuida? - cuestionó la chica con un lindo puchero en los labios.
- ¿A qué te refieres? - preguntó Louis frunciendo el ceño.
- A que Olivia es alfa y va querer cuidarte, no es justo, yo nací primero. - reprochó.
Louis solo comenzó a reír, negando con la cabeza por ello, no podía creer que su hija sea igual de posesiva que su alfa.
- Kat, ella es tu hermana, no tienes que competir con ella. - respondió el omega tratando de tranquilizar a su hija. - Las dos pueden cuidar de mí. - explicó.
- Pero yo soy la mayor. - contraatacó la alfa, cruzándose de brazos.
- Si, pero las dos son mis hijas. - respondió Louis.
- Bien, pero yo te cuido mejor que ella. - sentenció Katie dándose por vencida.
Louis asintió para no discutir más con su hija.
- En realidad yo soy el quien lo cuida mejor. - intervino Harry con un tono orgulloso desde el marco de la puerta.
Katie gruño, haciendo un puchero de nuevo.
- Dios. - suspiró Louis. - No eres muy inteligente. ¿Verdad, amor? - agregó mirando a su pareja.
- ¿Qué? - respondió el rizado luciendo algo perdido.
- Papá no vale, yo cuido mejor de ti. - reprochó Katie de nuevo.
- Amor, cuando encuentres a tu omega, créeme que cuidarme a mi ya no será tu prioridad. - explicó el castaño a su hija mayor.
- Imposible. - se negó Katie rotundamente a la idea. - Yo siempre voy a querer cuidar de mi mami. - respondió abrazando al castaño.
Louis sonrió enternecido con eso y la abrazó igual.
- Oye, yo igual soy tu padre. - interrumpió el rizado de nuevo, sintiéndose algo celoso y excluido.
- Ya habíamos quedado, papá. Tú, yo, y ahora Olivia cuidaremos de mami Lou y de los niños. - explicó Katie mirando a su padre alfa.
- Edward y James pueden ser alfas igual o betas, Katie. - intervino el omega ahora.
- ¿Y?, no solo los omegas necesitan que los cuiden.
- ¿Cuidarás de ellos aunque sean alfas igual? - preguntó Louis curioso por la respuesta.
- Claro. - dijo Katie sonriendo. - Papi Harry y las niñas cuidaremos de los pequeños de la casa, está decidido. - explicó.
- Oh, eso es tan tierno - murmuró el castaño con sus mejillas levemente rojas. - Espera... - dijo después de unos segundos. - ¿Me dijiste pequeño? - cuestionó casi indignado.
- Sip. - asintió Katie junto con Harry.
- No soy pequeño. - negó el omega separándose de su hija.
- Si lo eres. - insistió la chica con orgullo.
- Alfa. - se quejó Louis caminando hacia Harry. - Dile que no soy pequeño. - exigió escondiendo su rostro en el pecho del alfa, ya que no alcanzaba el cuello del mayor.
Harry sonrió enternecido, abrazando al omega para mantenerlo con él.
"Pero si eres pequeño, amor" respondió su alfa.
"No estás ayudando, alfa" se quejó su omega.
- Katie, no le digas pequeño a tu padre. - dijo Harry finalmente con un suspiro.
- Bien. - asintió la alfa y comenzó a caminar para salir de ahí e ir a su habitación. - ¡Pero si lo es! - gritó antes de correr.
- No lo estoy. - se quejó Louis como un niño chiquito mirando a su alfa, aún con un puchero en sus labios.
- Si lo eres. - murmuró Harry mirándolo con encanto. - Mi pequeño cachorro. - agregó inclinándose un poco para besar la frente del omega.
- Esto te va a costar tu equipo de fútbol, Styles. - dijo Louis ruborizado dándole un golpecito el pecho antes de dirigirse a la cama.
- Oh, ¿Eso quiere decir que lo llegaste a considerar? - preguntó Harry entusiasmado y burlón.
- Si, ya es pasado por burlarte de mi. - gruño metiéndose debajo de las sabanas.
Harry rió y negó con la cabeza antes de seguir a su pareja e igual meterse debajo de las sabanas.
- ¿Tú realmente quieres otro bebé, alfa? - preguntó Louis unos minutos después que apagaron las luces de la habitación, listos para dormir.
- Si, pero en realidad la mayoría del tiempo solo te lo digo bromeando. Es tu cuerpo, mi amor y solo se hará lo que tú quieras, nunca te obligará a hacer algo que no desees. - respondió el alfa totalmente sincero.
Louis sonrió en grande por escuchar eso.
- Gracias, por ser tan considerado, amor. - murmuró el omega totalmente encantado.
- No tienes que agradecerme por respetarte, omega. - negó el rizado. - Lo de tener un bebé más, solo es para verte ruborizado. Me encanta verte sonrojado y saber que aún provocó eso en ti, aún después de todos estos años juntos. - confesó Harry pegándose más al castaño.
- Tú siempre vas a provocar eso en mi, cariño. - respondió Louis en un susurro.
- ¿He sido un buen alfa para ti, mi sol? - preguntó Harry en voz baja.
"El mejor de todos, mi amor" respondió su omega de inmediato.
- Mi omega respondió por ambos. - se apresuró a decir Louis recordando las palabras de Harry de hace unos días.
Harry sonrió en grande igual, sintiéndose orgulloso por esa respuesta.
- Eres el alfa que escogería en esta vida y en todas las demás. Al alfa al que le daría cachorros y mis mejores años. - agregó el omega besando el pecho de su pareja.
- Y yo te buscaría en cada una de mis vidas para que eso sucediera, amor mío. - complementó el alfa antes de besarlo.
Louis muy el fondo decidió poder darle otro cachorro a su alfa, pero no lo diría en voz alta y solo espera que su omega no esa demasiado torpe como decírselo a su alfa por medio de su lazo.
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