~Cuatro'💖
✞
Un año después.
Louis no pudo evitar sonreír al escuchar como el alfa a su lado gruñó bajo, cuando escuchó a la bebé llorar.
- Te toca alfa. - susurró el castaño divertido.
El omega sintió a Harry girarse y bufar, para salir de la cama, lentamente sin ánimos de levantarse en realidad.
Louis rió en voz baja, era algo a lo que ya se estaba acostumbrando con el tiempo, su hija solía llorar en plena noche, y aunque, ya lo hacía menos que en los primeros meses, aún así, le causaba desvelos a sus padres, principalmente al alfa.
Harry era realmente bueno con la niña, no le costaba que parara de llorar, era como si la bebé lloraba solo por estar en brazos de su padre, por qué al omega le costaba un poco más lograr eso, el castaño solía soltar sus feromonas para lograr que su hija se tranquilizará y así él pudiera volver a dormir, pero el liberar sus feromonas provoca tener a Harry pegado a su cuello con más insistencia que nunca, exigiendo atención de su omega.
Louis podría jurar que incluso Harry se ponía celoso de su propio cachorro.
Lo cual era tonto, pero tierno a la vez para el omega.
El alfa no tardó en regresar a la habitación, con una sonrisa somnolienta en su rostro al mirar a Louis en su grande cama, con una camiseta suya, luciendo pequeño y con la leve luz de la habitación podía ver como su marca parecía brillar un poco en el cuello del castaño.
Era una imagen que adoraba tener solo para él.
- ¿Tienes una clase de don? - cuestionó Louis en un susurro al notar la presencia del alfa de regreso a su lado en la cama.
- ¿Qué? - respondió el alfa abrazando al omega por detrás como solía hacerlo, escondiendo su rostro en el cuello de su chico.
- Ella se tranquiliza más rápido contigo. - explicó.
- Soy su favorito. - dijo el alfa sonriendo en grande.
Louis rió y negó con la cabeza.
- Y tú eres el mío. - agregó despacio pegando más su cuerpo al del más bajo.
El omega mordió su labio inferior antes de sonreír al escuchar eso.
- Luces tan lindo así. - susurró Harry acariciando la curva de la cintura del omega sobre las sábanas. - Tan tranquilo, en mi cama, lleno de mi aroma. - explicó dejando pequeños besos el cuello y clavículas del omega, moviendo ligeramente su camiseta con su nariz para tener más acceso a su piel.
Louis reprimió un jadeo que quiso salir de su boca cuando el alfa besó su marca.
Maldito Harry y su manía de hacerlo temblar con ese acto tan lindo.
Las caricias del alfa llegaron despacio al estómago plano del omega, que ahora estaba vacío y poco pequeño.
- Quiero anudarte. - confesó en un gruñido ronco.
- Acabo de tener a tu cachorra, no seas ambicioso. - respondió Louis tratando de no reír.
- Ha pasado un año. - insistió el alfa. - Si ya me desvele, por lo menos que valga la pena. - suplicó.
Louis negó despacio divertido por la desesperación del rizado.
- Apenas tiene un año y tú ya quieres otro.
- Puedo anudarte sin que quedes en estado. - comentó el alfa sin rendirse.
- Eso es casi imposible. No estoy tomando supresores. - respondió Louis.
- Puedo comprarlos mañana si no quieres otro cachorro, pero por favor. - suplicó una vez más. - Quiero estar con mi omega. - agregó.
- No sé... - murmuró inseguro. - Eres más posesivo de lo normal cuando estoy embarazado.
El pecho de Harry vibró, su alfa gruñó.
- No puedes esperar te veía todo lindo lleno de mi cachorro con alfas a tu alrededor y que no haga nada. - se defendió.
Louis rió cuando un recuerdo llegó a su mente en ese momento.
• Flashback •
Era de noche, habían pasado algunas horas desde que Louis había tenido a su pequeña en sus brazos, por suerte su labor de parto no presentó ninguna complicación, pero debía descansar antes de regresar a casa, así que debía por lo menos pasar una noche en el hospital.
Y el omega estaba bien con eso, más sabiendo que su bebé estaba a su lado en una cuna hospitalaria pequeña.
Louis esperaba que al despertar ver a su bebé a su lado, respirando tranquilamente y fue así, pero lo que no esperaba el omega en absoluto era ver a Harry recargado en la puerta de la habitación tratando de "dormir".
- Alfa. - habló despacio el omega confundido.
- ¿Sucede algo? - cuestionó el alfa poniéndose en alerta.
Louis negó despacio.
- ¿Qué haces ahí alfa? - preguntó el castaño.
- Cuido de ustedes. - respondió.
- ¿En la puerta? - preguntó con diversión.
Harry asintió un poco cansado.
- No quiero que nadie entre en la noche y les haga daño. - explicó.
Louis sonrió enternecido por eso.
Su alfa no podía ser más tierno.
- Podrían entrar y hacerte algo a ti o llevarse a la bebé. Y no lo voy a permitir. - agregó.
- Así que bloqueas la puerta. - habló el omega encantado.
El alfa asintió.
- Eres adorable Harry. - susurró el omega. - Podrías dormir, nadie va hacernos nada. - aseguró.
Pero Harry negó.
- Proteger. Omega. Cachorro. - murmuró somnoliento recargando su cabeza en la puerta.
Louis sonrió de nuevo, girando su cabeza de nuevo hacia su bebé, sintiéndose tranquilo y protegido, aunque la idea de Harry pegado a la puerta le parecía un poco tonta e incómoda para el alfa no podía negar que eso lo hacía sentir un poco más protegido y encantado por el alfa de rizos.
Así que el omega durmió aquella noche tranquilo con un Harry protegiéndolos desde la puerta.
• Fin del Flashback. •
- Eres un alfa protector. - susurró Louis girando su cuerpo despacio, hasta que su espalda quedó contra el colchón y sus ojos en el rostro de Harry. - Recuerdo que no dormiste el día que nació Katie por estar bloqueando la puerta, para que nadie entrará. - comentó llevando su mano a los rizos del alfa para acariciarlos.
- Era mi deber cuidarlos. - respondió Harry sonriendo por el contacto de su omega.
- Y lo hiciste muy bien. - halago.
El alfa asintió con orgullo.
- No puedo negarte nada después de que te has comportado como un excelente alfa, protegiendo a tu omega y a tu bebé. - dijo para hacer sentir mejor al rizado.
Harry lo miró los ojos con una floja sonrisa en sus labios, marcando ligeramente sus hoyuelos.
- ¿Eso es un si? - preguntó con ilusión.
Louis rió despacio, respirando despacio y llenándose con el aroma a chocolate y menta de su alfa, con ligero toque a su propio aroma.
- Si. - susurró lento esperando la reacción del alfa.
Harry sonrió en grande, marcando por completo sus hoyuelos y con un brillo especial en su mirada.
El omega correspondió la sonrisa y abrió lentamente las piernas, esperando el siguiente movimiento del rizado.
Harry sin dudarlo se acomodó en el espacio entre sus piernas, alzando ligeramente la sábana que los cubría.
- Eres lo más hermoso de mi vida. - susurró Harry antes de besarlo.
Louis se sintió desfallecer cuando el alfa metió sus manos debajo de la camiseta, acariciando su piel de manera lenta y suave.
- Voy a follarte con mi camiseta puesta. - comentó el alfa antes de bajar sus manos a la ropa interior del omega y quitarla.
El omega se obligó a controlar su respiración y sus jadeos.
- Recuerda lindo, no puedes gritar. - dijo Harry quitándose sus pantalones de pijama y su bóxer.
Louis asintió, mordiendo su labio inferior al sentir su entrada comenzar a lubricar.
- Lubricado para tu alfa. - susurró Harry ronco llevando sus dedos a la entrada del omega. - Llevas tanto tiempo escapándote de mí, pero no más. - agregó usando el propio lubricante del omega para comenzar a prepararlo.
El omega jadeo al sentir como el alfa comenzaba a prepararlo.
- La espera va a valer la pena. - comentó Harry en el cuello del omega, besando y marcando la zona.
- Si. Si. - suplicó Louis llevando sus manos a la espalda desnuda del alfa.
El alfa gruño complacido por el toque del castaño, ansioso por estar una vez más dentro de su omega.
- Alfa. - suplicó el omega de nuevo un tiempo después, sintiéndose desesperado igual, con su entrada sin dejar de soltar lubricante, ansioso por sentir a su alfa dentro suyo.
Harry sacó sus dedos de la entrada del omega, gruñendo bajo por despegar su rostro de la fuente de aroma que tanto le gustaba.
El alfa no tardó en alinear su miembro a la entrada del castaño, comenzado a entrar despacio, con sus manos a los lados de la cabeza del omega para sostenerse.
- Alfa. - gimoteo Louis por la sensación de estar lleno de nuevo.
Harry sintió a su alfa gruñir el nombre del omega.
Las piernas del omega se enredaron en las caderas del alfa, pidiendo más, deseando tener a Harry por completo en él y lo consiguió.
- Alfa. - gimoteo de nuevo.
- Extrañaba esto. - confesó el alfa. - Extrañaba lo estrecho que te sientes. - dijo ronco.
Louis jadeo alto.
Después de unos segundos de espera Harry dio la primera embestida.
Las pequeñas manos del omega se apretaron en la piel del rizado.
- Silencio omega. - ordenó llevando una de sus manos a la boca del omega para callar los jadeos y gemidos del castaño cuando comenzó a moverse con más fuerza.
Por su parte, el alfa llevó su boca a la clavícula del omega para callar sus propios gruñidos y jadeos.
Lo que menos querían era despertar a la bebé.
Los movimientos del alfa aumentaron creando un ritmo fuerte y constante, dando en la próstata del pequeño en cada embestida.
Louis se sentía temblar con cada movimiento en su interior, había pasado tanto tiempo de no tener a Harry en interior que había olvidado lo bien que se sentía y lo grande que era.
- Ya casi. - gruñó el alfa contra su piel aumentando su fuerza.
El omega respondió, tan solo se dedicó a soltar un gimoteo con cada empuje a su cuerpo, que era callado por la mano del alfa en su boca.
- Joder. Te sientes tan bien. - comentó Harry sin poder contenerse más, quitando su mano de la boca del omega, dejando salir los jadeos del omega.
Louis no soportó más y arañando la espalda del alfa alcanzó su orgasmo, dejando caer sus manos al colchón, con su respiración irregular, soltando débiles jadeos con cada embestida que continuaba dándole el alfa a su cuerpo.
Y Harry duró un poco más, embistiendo con fuerza el pequeño cuerpo debajo suyo, admirando la forma en la que los ojos de Louis se cerraban con cada golpe y como su boca se abría ligeramente para soltar aquellos sonidos que tanto amaba, con su flequillo lacio moviéndose de manera lenta en su frente conforme a sus movimientos y lo bien que lucía su cuerpo con su camiseta.
- Louis. - gimió ronco Harry desde lo más profundo de su garganta dando una última embestida antes de que su nudo se comenzará a formar, quedando atrapado en el interior del omega.
Las manos de Louis se aferraron a las sábanas, abriendo los ojos cuando sintió al alfa derramarse en su interior, llenándolo al tope.
- Harry. - jadeo el omega débil por la sensación.
El alfa se recargó sobre sus antebrazos, a los lados de la cabeza del omega, para estar encima de él sin llegar aplastarlo.
- ¿Extrañabas mi nudo? - preguntó lento.
Louis soltó una risa floja, llevando su mano a su estómago, presionando.
- Si, se siente muy bien. - respondió bajo, respirando tranquilamente.
Harry sonrió llevando una de sus manos debajo de la camiseta para tocar el estómago del omega.
- Tal vez tenga el trabajo hecho para otro cachorro. - bromeó el alfa.
Louis rió de nuevo.
- No lo dudó. - respondió lento, sintiéndose cansado y con sueño, comenzando a cerrar los ojos.
- Te amo. - murmuró Harry sin dejar de acariciar el cuerpo del omega y dejando un beso en sus labios. - Eres demasiado bueno para ser mío. - agregó.
El omega abrió sus ojos al escuchar eso y sonrió de manera lenta.
- Alfa estúpido. - respondió en un susurro antes de reír una vez más.
Harry rió igual.
- Me encantan tus ojos. - comentó el alfa mirando los ojos zafiros brillar bajos sus ojos esmeralda. - Cuando miró dentro de tus ojos es una visión que no puedo describir. - dijo encantando.
Louis se sonrojó por el comentario.
- Tus ojos son igual de hermosos amor. - respondió el omega peinando con sus dedos los rizos rebeldes del chico.
- No más que los tuyos. Es por eso que mi hija sacó tus ojos.
- Yo diría que es una mezcla de nuestros ojos. - susurró Louis.
Y era verdad, el omega podía jurar que había ocasiones en que miraba los ojos de la pequeña como un azul intenso, otras veces verde oscuro, pero sobre todo era un azul fuerte con un ligero verde.
Sus ojos eran preciosos.
- Como sea, ella y tú son mi razón de vivir. - habló el alfa.
Louis sonrió y tomó el rostro del alfa entre sus manos para besarlo.
Los dos estaban completamente enamorados de ellos, de su bebé y de su unión y de su hogar.
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*Datazo: Lo de Harry bloqueando la puerta de la habitación del hospital está inspirado en algo real. Mi papá hizo eso cuando yo nací y se me hizo un algo muy tierno cuando me lo contó mi mamá, así que quise incluirlo.
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