𝑁𝐴𝑅𝑅𝐴 𝐾𝐴𝐾𝐴𝑆𝐻𝐼

Había llegado a casa, después de haber realizo unas misiones con mi equipo. Naruto y Sasuke... cada vez era más complicado ocuparme de ellos, el trabajo en equipo entre ellos era difícil. Y Sakura... estaba más concentrada en la aceptación amorosa de Sasuke. Suspire pesadamente. De la nada, alguien empezó a correr hasta la puerta, Katsuki.

ＫＡＴＳＵＫＩ：
Viejo, ya regreso -dijo mientras se ponía las zapatillas-

ＫＡＫＡＳＨＩ：
Detente ahí, Katsuki -le ordene.

Se quedo callado y camino hacia mi. Se había olvidado de que debía de saludar e incluso, ¿Quién le dio permiso?

ＫＡＴＳＵＫＩ：
Bienvenido a casa papá... -dijo mirándome fijamente- discúlpame por no saludar.

ＫＡＫＡＳＨＩ：
¿Con que permiso estas saliendo? Además, ya te olvidaste de que necesito que te quede aquí por el regalo que nos envió tu hermana -le recordé-

Cuando mencione a su hermana, me miro. A veces el me preguntaba como era ella, el ya no se acordaba de ella. A veces le mostraba sus fotos.

ＫＡＴＳＵＫＩ：
¿Qué regalo?

ＫＡＫＡＳＨＩ：
No se, pero necesito que estés pendiente de la puerta para cuando vengan a dejar el regalo

ＫＡＴＳＵＫＩ：
¿Y porque no lo recibes tu? -me pregunto-

ＫＡＫＡＳＨＩ：
Porque tengo que reunirme con Asuma y Kurenai, se acercan los exámenes Chunnin

ＫＡＴＳＵＫＩ：
Mamá en la mañana me dijo que podía salir -me informo-

ＫＡＫＡＳＨＩ：
No, Katsuki ya te dije que debes hacer

ＫＡＴＳＵＫＩ：

¿ósea que tu palabra vale más que mi mama? -pregunto levantando una ceja-

ＫＡＫＡＳＨＩ：
Katsuki, no me cambies de tema.

El condenado mayormente trataba de desviar la conversación y hablar de injusticias o hacerme quedar mal y que le permitiera irse. 

ＫＡＫＡＳＨＩ：
Mira hagamos un trato, te puede ir si lo deseas pero solamente espera el paquete -le comenté con cansancio- y te dejo otra hora más.

ＫＡＴＳＵＫＩ：
dos horas.

ＫＡＫＡＳＨＩ：
una hora.

ＫＡＴＳＵＫＩ：
dos horas.

ＫＡＫＡＳＨＩ：
una hora con 30 minutos.

ＫＡＴＳＵＫＩ：
acepto.

Nos miramos y asentimos. No hacia basta decir más, nosotros con una mirada nos entendíamos, lo cual es fantástico. Me retire de mi hogar confiando en mi hijo.

𝑁𝐴𝑅𝑅𝐴 𝐾𝐴𝑇𝑆𝑈𝐾𝐼

Ni bien mi padre se fue, decidí acostarme en el sofá. Lamentablemente yo no tenia métodos de entretenimiento pero no fue necesario, ya que se me ocurrió una idea. Ya que mis padres no se encontraban porque no ver fotos mías. Me levante descalzo hacia mi estante y agarre mi álbum de fotos. Sonreí mientras veía las fotos de mis padres e incluso las mías hasta que llegue a las fotos de mi hermana. Mi hermana... quién decidió quedarse en mi lugar de nacimiento, mi papá me dijo que se quedo por alguien IMPORTANTE. 

Supongo que eso muy en el fondo si me hacia sentir rencor hacia ella, tendrá sus razones para haberse quedado pero, que cosa es más importante que ver como tu hermano anhelaba verte en sus cumpleaños y nunca venias?. Mire con seriedad la foto en la cual estaba ella, pero me di cuenta de algo extraño... estaba doblada por la mitad. La que del álbum y la desdoble. Había un joven de cabello rojo y con un símbolo extraño en la frente. Lo más extraño era que NO TENIA CEJAS y su expresión era de seriedad. Analice la imagen y mientras miraba más a detalle, por accidente se me cayo y estaba volteada. Atrás decía: "Con mucho amor, (T/N) y G." y decía la ciudad de Sunagakure.

Iba a buscar más fotos para saber quien era el pelirrojo pero de la nada, sonó la puerta. Rápidamente guarde la foto y luego el álbum para a continuación, acercarme y abrir.

ＸＸＸ：
¿Hola? Discúlpame pero... esta es la residencia Hatake, ¿no? -pregunto algo perdida.

La mire de pies a cabeza. La mire sorprendido, era idéntica a mi y a mi viejo, llevaba una mascara, y sin decir, que era más guapa que yo aparentemente. ¿Era coincidencia? Posiblemente. No creo que sea T/N, ella estaba en sunagakure? así se llamaba no?.

ＫＡＴＳＵＫＩ：
¿para que o que se le ofrece su visita?

ＸＸＸ：
¿es aquí, joven? -pregunto con una sonrisa-

ＫＡＴＳＵＫＩ：

¿Para que? ¿Sois los de los paquetes o no? -pregunte molesto.

ＸＸＸ：

firme aquí -me dio un hoja y un lapicero-

Los tome y cuando iba a firmar en toda la hoja decía: SORPRESA, SUKI. La chica se abalanzo contra mi. No puede ser. Quiero que me trague la tierra. 
Hasta ahora, no había visto a mi hermana y tampoco quería verla.
Sinceramente, la quería pero tenia resentimiento porque ella prefirió quedarse con su "prometido" o que será, en aquel lugar y no venir con nosotros. Ella se perdió casi la mayoría de mi vida.
Aunque me había enviado muchos regalos y cantidad de cosas, nunca lleno aquel vacío o resentimiento.