song ; as the world caves in
by ; matt maltese
ship ; wentae
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(Tw: guerra, evento belico. Relacionado al shot proximo, 55. Versión piloto de la historia corta Wentae, de mismo nombre, disponible en mi biblioteca)

Quisiera creer que el dolor de sus pies es señal de que lo hizo bien y la postura floja de la mujer a su lado significa que ella también logro su cometido. Si embargo, el nauseabundo olor de carne quemada y ron barato le dan a Taeyeon todas las luces de que fallaron. Al menos puede agradecerle a los dioses existentes por alargar la vida de Seungwan lo suficiente para despedirse de ella.

Ni siquiera porque su mundo esté pronto a terminar la peligris puede tomar el valor para amar a la única persona que la mantuvo de pie.

Desde el último piso del último gran edificio en pie de la ciudad, todo debajo de ellos luce como montones de carbón todavía ardiendo. No hay casas que reconocer, calles sin escombros o más personas que salvar. El mítico día del juicio final ha llegado para ellos, los misiles que ven caer en la distancia cada vez van más cerca.

ㅡVamos, no podemos lamentarnos más. ㅡla general Kwon Bora y el capitán Jung Yunho se paran en medio de sus soldados. ㅡDen sus reportes, quiero morir sabiendo a cuántos salvamos.

Joohyun, Taeyong, Jinki, Jimin y Junmyeon se levantan y describen cuántos fueron llevados a tierras seguras y a cuántos tuvimos que dejar a suerte del destino.

Los demás soldados escuchan con atención, unos sonriendo al reconocer las zonas salvadas y otros cerrando los ojos cuando nombres familiares están en la lista de abandonados. Taeyeon tuvo que haber dado su reporte también, pero Bora le dió permiso de excluirse. Ella sabe que su segunda al mando hizo lo mejor que pudo.

ㅡEmtonces así es como terminaremos. ㅡla suave voz de Seungwan llega a los oídos de Taeyeon, quien estaba tan inmersa en su luto que no se dió cuenta de su compañía. ㅡEsto no es lo que me habías prometido cuando me uni a la legión.

La mayor logra quebrar una risa que es recibida por una cabeza recostandose sobre su hombro y su torso siendo abrazado de lado. Seungwan tiene una forma especial de tomarla en sus brazos.

ㅡTe prometí un gloriosa guerra, nunca dije que seríamos los ganadores.

Taeyeon y Seungwan han peleado espalda contra espalda por años, desde que la peligris era una adolescente y la castaña apenas tenía un par de años por encima de la década de vida. Ya la comandante Kim tenía años bajo la legión cuando la sargento Shon llegó, en ese entonces eran solo soldados rasos pero Taeyeon tenía mucho más entrenamiento que Seungwan, así que ella se propuso como su mentor cuando noto a la menor cerca de fallar en su primera misión.

Ver a Seungwan al borde de perder su vida por una flecha cambió la razón por la cual Taeyeon se unió a la legión en un principio.

Ambas fueron entrenadas para proteger la misma ciudad por la cuáles sus padres y los padres de sus padres murieron haciendo lo mismo. Para el estado solo eran militares más en la nómina, pero para la otra, eran el mundo entero. Taeyeon fue la salvadora de Seungwan en su momento, el pilar dónde la menor podía ponerse de pie porque sabía no se caería, mientras que Seungwan era la ternura que Taeyeon había pensado perdida del universo, una razón por la cual pelear el doble para protegerle de cualquier daño.

En luchas cuerpo a cuerpo o defendiendo líneas se han puesto a la otra por encima de sus deberes, pero en una vida de guerra no hay lugar para el amor.

Si así lo fuera Seungwan sería la persona con la cual Taeyeon iría a la cama todas las noches y despertaría a su lado todas la mañanas. Sería el amor de pantalla hecho realidad y aunque el mundo se estuviera cayendo a pedazos alrededor de ellas, nada más importaría.

ㅡNo está tan mal ser los perdedores ahora, ㅡla castaña habla viendo hacia detrás de ellas. ㅡal menos no moriremos tan tristes.

Hyoyeon, Aeri, Jhonny y Seulgi están ahogado en ron, Jaehyun no suelta a Yerim a pesar del abucheo colectivo por ser tan cursis con Joohyun expresando su constante desaprobación como si ella no estuviera sobre el regazo de Sooyoung mientras Baekhyun y Chanyeol se besan a un lado de ella. Defendieron la ciudad hasta sus cimientos, se merecen romper las costuras de su trabajo un poco.

Taeyeon tiene sus ojos pegados en la chica a su lado, dejando que sus sentidos se llenen de ella. Su audición solo registra las risas de Seungwan por algo que Yuta dijo, su olfato puede identificar el perfume de gardenias por encima del olor a quemado, su tacto se mantiene concentrado en memorizar las cicatrices en el brazo que Seungwan tiene alrededor de ella, su visión solo es Seungwan. Pero hay un sentido que no puede satisfacer.

¿A qué podrían saber los labios de Seungwan?

ㅡ¡Yah, Kim Taeyeon. Si la vas a estar viendo así al menos dale un beso! ㅡKibum grita desde el otro lado del piso, sin importarle que la comandante sea mayor que él.

Seungwan gira su cabeza de regreso hacia su mayor con naturalidad, como si hubiese medido el momento.

En una vida diferente este sería el instante dónde Seungwan luciendo su mejor traje y Taeyeon poniendo atención en sus detalles se darían paso a la mejor experiencia de sus vidas. Sin embargo, en esta y estando al borde de su extinsión, Seungwan nunca se ha visto más hermosa.

La herida abierta en su mejilla, sangre seca en su frente y su boca amoratada por golpes... Taeyeon, solo ella es la razón de Seungwan. Lo fue quince años atrás, lo sigue siendo ahora.

ㅡ¿Me vas a besar o seré yo quien deba dar el paso, comandante? ㅡla castaña susurra con cada palabra acercándose un poco más.

Taeyeon vacila un momento y ve en el horizonte los dos misiles que se acercan, los muros han caído, ahora no hay nada que pueda disminuir el impacto. El quejido de terror de Bora a la par que intenta distraer a los soldados más jóvenes le dicen a Taeyeon que el final ha llegado. Así que hace lo que su corazón ha pedido desde que supo cuál sería su última voluntad.

Se gira hasta quedar en horcajadas sobre Seungwan y hacerse lo único que la menor pueda ver. No dejará que dos jodidos misiles manchen su momento aunque sea tan breve. Pero es Seungwan quien toma a Taeyeon por la cintura y la hace bajar a la altura de sus labios.

Un beso con sabor a sangre, sudor y esa falsa sensación de gloria. Es suave, lento y lleno de las palabras que fallaron en decirse por década y media; en ese beso está la gloriosa batalla que Taeyeon le prometió a Seungwan, es esta la única que les importa ganar.

El silbido de los misiles aumenta su volumen así como una ola de calor repentinamente golpea a todos. Están cerca, demasiado.

ㅡBuenas noches, amor mío.

Seungwan besa otra vez a Taeyeom cuando el calor se vuelve insoportable y el estruendo de los cimientos cediendo las dejan sordas. El agarre de la menor en la cintura contraria se aprieta a medida que su caída ocurre.

En un cerrar y abrir de ojos están en la sala de la casa que comparten, Seungwan está en el salón esperando a Taeyeon quien baja las escaleras luciendo un perfectamente entallado vestido azul que contrasta los moretones en su pálida piel. La televisión encendida llena el silencio de la admiración de la menor al ver al amor de su vida.

ㅡ¿Estás lista? ㅡcon manos tan ligeras como el aire y humo que llenan sus pulmones, Taeyeon acomoda la corbata y solapas del traje de Seungwan, al igual que limpia la sangre que cae de la comisura de la menor.

ㅡCon tal sea a tu lado, siempre estaré lista para recibir a la muerte.

Ambas cruzan el umbral donde una centellante luz las recibe, no se van sin antes cerrar la puerta.

El mundo que tanto protegieron se ha caído alrededor y sobre ellas, Taeyeon y Seungwan ya pueden descansar.