
ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 𝟶𝟶𝟾
𝟮𝟬 𝗱𝗲 𝗝𝘂𝗹𝗶𝗼_ 𝟮:𝟱𝟳 𝗽.𝗺.
Permanecí sentada frente a la mesa. Pablo aún seguía en el mostrador hablando con la chica, esta parecía ya cansada; supongo que la razón es Pablo qué no a parado de hablar; bueno, de ordenar [con la poca arrogancia que le queda del pasado] detalladamente lo que quiere y el cómo lo quiere. Así es él, por eso lo sé, aunque de hecho, lo es desde la secundaria.
¡Sin duda todavía tiene ese encanto.!
Sigue siendo un fastidio.
Me levanté; tenía que parar eso que estuviera pasando o alguien no comería sus dosis de azúcar hoy.
Comencé a acercarme y a una distancia algo ya razonable me detuve, para así escuchar mejor como la chica decía, de una forma amable, que no podía poner todo lo que él pedía.
──¿Por qué no? Pagaré por ello. Sólo aslo.
──Son políticas de la cafetería, joven ──Se tomo unos segundos para respirar.──No está permitido añadir más de cuatro ingredientes, a menos que así lo pida su preparación, a ningun tipo de café, batido, postre o... ──Suspiro──Bueno, ya lo sabe. Se lo acabo de repetir cinco veces.
Y entre en escena.
──¿Que sucede? ──Mire a Pablo. ── ¿Hay algún problema?
──Si, lo hay. ──Él volteó a verme. ── Aquí la señorita no me está dando un buen servicio.
Los regresé a ver, tan solo con los ojos.
──Acabo de escucharlo. ──Lo palmeó en la espalda y asiento con una visible sonrisa en los labios. Después de eso devuelvo mi atención a la chica. ──Lo siento, me disculpo por las molestias que pudo haber causado mi amigo.
La chica dejó salir un suspiro cansado.
──Entiendo. Estoy acostumbrada.
──En fin, quisiera un frappuccino, un café helado para llevar y.... Mmm.... ──observe la pizarra de arriba. Aquel que supuse era el menú.──Un café bombón y una rebanada de pastel.
──¿El pastel de...?
──Sorprendanos. ──Exclamé con amabilidad mientras que de reojo veía como Pablo asentía pausadamente. Había quedado conforme con mi respuesta.
Es fácil de leer.
Según tú.
Tras terminar de ordenar regresamos ambos a la mesa.
Pablo se sentó primero, viendo justo hacia la entrada de la cafetería; yo dando la espalda.
──¿Y que cuentas, Pablo? ¿Algo interesante te a pasado?
Al instante se puso timido.
──Si, bueno... Quería contarte ésto ya hace tiempo. Yo.. Hace un año... Yo fui a una fiesta, y pasaron cosas, ya sabes, lo normal.
¿Normal?
──No. Realmente no lo se.
──Como no vas a saberlo Yoselyn. ──Murmuro entre dientes.──Si te la pasabas todo el tiempo en antros desde los trece años.
──Mi concepto de normal es muy diferente al tuyo. Conoces mi desastrosa vida, Pablo. Como podría yo saber lo normal para ti. ──Exclame. ──Siempre que hiba era contigo, y ahora que voy yo sola, literalmente, estoy sola. Sin nadie.
Bueno, a excepción de Jina, que siempre me sigue a todos lados.
Me observo fijamente pero apartó la mirada unos segundos después.
──Bueno, ese no es el punto. Lo que quiero decir es que ese día me embriague, y lo hice como jamás lo había hecho. Ya sabes, no soy de quedarme en casa los fines de semana; no soy esa clase de persona y ese día quería salir y.....
──Al punto. La jaqueca no se a ido.
Fruncio el seño y tomó mis manos.
──Yosel, yo no se que me pasó, pero cuando la consciencia llegó a mi, me encontraba besando a un chico, estaba sabre él... ──susurró.──Y...
──¿Y..?
──Y estaba desnudo, Yosel. ──Pronuncio con horror. ──Yo... tenía esa cosa adentro.
──Vaya y el tipo era guapo.
──....Si.
──¿Te gusto?
──Ese es el problema. ──Lloriqueo. La gente por un momento nos regresó a ver.
──¿Entonces no te gusto.?
──Es que... Si me gusto. ──Confeso sonrojado. ── Yo... Termine liandome con él lo que restó de la fiesta.
──¡Como crees.! ──Sorprendida tape mi boca con la mano. Sarcasmo pasivo. ──¿En verdad?
──Si... ──Avergonzado desvío su mirada hacia el ventanal.
──Yo en serio que no me lo esperaba... ──Tomé un respiró. ──Entonces... ¿Tu.. eres.. ¿eres Gay?
──¡No! ──Dijo exaltado, pero casi al instante su exaltación fue remplazada por una sonrisa que apareció en su rostro.──Pero mi novio si.
──¿Tu.... Novio?
Una tensión inundó la atmósfera, volviéndose nada agradable.
──¿Y tú... Que cuentas? ──Pregunto incómodo. Podía sentirlo es su voz.
Había cambiado de tema, ¿por qué....?
Le reste importancia y medite un instante mi respuesta. Sin duda, esto me incomodaría, pero debía contarle.
──Me transferiré.
La mesera llegó en ese momento y antes de decir algo, regreso a ver a Pablo y cerró sus labios. Ya habían pasado cinco minutos.
──Di-disfruten.
──Gracias. ──Agradecimos.
Pero que eficiencia.
Sin duda volveré.
Ella se fue después de dejar las bebidas frente a nosotros, al igual que la rebanada de pastel.
Retomé el tema.
──No dirás nada.
──¿Debería? ──Comenzó a sorber de su café helado mientras se encogía de hombros. ──Solo cuéntame.
──No te entristece que tú mejor amiga se valla.
Suspiro, dejando el vaso de lado.
──Si, y lo hace mucho. Pero es tu sueño ser médico cirujano. Que puedo hacer yo. ──Se volvió a encoger de hombros.──Jamás te retendría conmigo.
──¿No?
──¡Claro que no! ──Resoplo.── No dudes. Me conoces, Yosel. Sería incapaz de hacer algo así.
──Tienes razón. No tienes tal capacidad.──Comencé a murmurar. ── Ni agallas, ni siquiera se acerca un poco a tu personalidad.
──...Gracias, supongo.
──Por cierto, como es que sabes de eso.
──Sabado en la noche, 2 de septiembre, antro, tu catorceavo cumpleaños, algunos tragos y un gato muerto después y soltaste todo. ──Río al recordarlo.──Amiga, eres una boca suelta estando ebria. Ten cuidado.
──¿A sí?
Asintió.
──Asi es. Te conozco muy bien a pesar de todo este tiempo que estuvimos lejos. Jamás se me olvidaría algo así y menos de ti.
Mentiroso.
Si siempre olvidaba cada cosa que le decia.
──Vaya~ no es raro que sepas. ──Exclame con ironía, tratando de ocultar lo sorprendida que me había dejado. Él nunca recordaba nada de lo que le contaba en el pasado y que ahora lo hiciera era un gran milagro del cielo.
Es como si siempre me hubiera dado algo de su preciosa atención, como él le decía.
Fue muy egocéntrico..
Y su atención siempre era solo para si mismo.
──Claro.~ Soy tu mejor amigo. ──Dijo y dió alegremente un sorbo a su café helado. ──Ah~ ¿sabes donde puedo encontrar a Yoongi? ¿vive contigo...? ¿Sabes como a estado?
──No. El vive con mi mamá. En Seúl. Hace algunos meses que no lo e visto apropiadamente. ──Menciones con tristeza y al instante levante levemente los labios para ocultar la nostalgia que me traía ese recuerdo.
──La Facultad... Te quita mucho tiempo ¿cierto? ──Lo vi reír nervioso.
──Si, pero pronto iré a verlos. ── Exclame logrando disipar un poco la tensión. Si, debía de sacar conversión. ──¿Quieres que te pase su contacto? Y así te pones al día con él y con mi madre..... Me pregunta mucho por ti, dice que ya su yerno no la visita.
Sonrió.
──Pues dile que ya no me espere ni me extrañe más, muy pronto iré a visitarla a ella y a Yoongi. ──Exclamó con ese entusiasmo que lo caracteriza y logró que se disipara toda la incomodidad que había entre nosotros; fue haci que al final la conversación terminó y lo siguiente a eso solo fue una charla random y aún más trivial que la anterior.
Hasta que una llamada nos interrumpió a medio chisme.
La buena noticia era que lo llamaban a él y quien lo hacía era su madre. La mala era que lo comenzó a regañar a mitad de su camino hacia el baño, y yo y toda las personas de la cafetería lo habíamos presenciado.
¿Como lo sé? fácil, el altavoz lo hizo todo.
¿Y por qué lo prendió? Está más que claro que su madre, la señora Juliet, lo obligó.
Al principio fue gracioso, pero cuando regresó se volvió muy incómodo para ambos. Tanto que hemos estado diez minutos sin decir nada.
¿Esta bien que yo hable primero?
Realmente ésto me incomoda.
¿Que debería de hacer?
Santo cielo, yo....
──Ya es tarde.... ──Susurró avergonzado; sus mejillas se habían puesto rosas.
──¿Eh? Si
──Deberias irte.
──Esta bien, de cualquier forma yo... ──Revise mi teléfono, que de pronto comenzó a vibrar otras vez como loco. No dejo de hacerlo desde que lo silencie hace media hora. ──Tengo que irme... ──Murmuré y comencé a levantarme de la silla lo más lento que pude. Me mareé por un momento.──Luego te aviso cuando me voy.
──Esta bien.. Hasta luego.
Le vi agitar su brazo, marcando el hecho que se despedía sin tener siquiera una vaga idea de mi situación. Yo de igual forma me despedí, no tenía la más mínima intención de dejarlo preocupado.
──Me llamás. Quisiera verte un poco más en otra ocasión.
Joder, ¿Realmente estoy huyendo de nuevo?
──...Si.. ──Mi boca se secó.
Había salido casi corriendo directo hacia la puerta; es que no sabía que más decir sin que la situación en la que me encuentro metida saliera a relucir de por medio, y por algo es que no le conte nada.
¿La situación? Muy simple; era el maldito de Ignacio y fastidiaba otra vez.
Tragué grueso cuando una persona de traje entró. Obstruía mi paso, y yo estaba de los nervios como para siquiera pensar en ser respetuosa. Instintivamente me moví aún más hacia la derecha, teniendo así, una visión imaginaria de mi misma pasando a un lado del hombre sin ningún problema.
Pero como un imán fui atraída hacia él y perdí el equilibrio en el proceso, sin embargo gracias a mi condición física pude mantenerme en pié. Cuatro segundos después (aprox.), levante la mirada con recelo.
¿Eh?
Un asiático.
Como Yoongi Oppa.
Suavice la mirada.──Mianhaeyo ──[Lo siento.]
[•>•]
ʚ ɴᴏ ᴏʟᴠɪᴅᴇɴ ᴠᴏᴛᴀʀ, ᴘᴏʀ ᴇsᴛᴇ ʏ ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ. ɞ
ɢʀᴀᴄɪᴀs ッ
tׁׅhׁׅ֮ɑׁׅ݊ꪀƙׁׅׅ꯱.
ᴱᵈᶦᵗᵃᵈᵒ ᵉˡ ²¹ ᵈᵉ ᵐᵃʳᶻᵒ ᵈᵉˡ ²⁰²⁴
𝟾:𝟹𝟻 𝚙.𝚖.
_V_
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro