Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥



Salí de clase con la mente en las nubes. Tenía que convencerme a mí mismo que podía domar a Yoongi. O sea, todo de él gritaba "tócame y cógeme". O sea, su cuerpo delgado con buenos brazos me lo decía.

Aunque...

Pensándolo bien, yo soy su primer hombre. Por eso es tímido conmigo. Por eso, no quiere ser el que le den. ¡Tengo una idea!

Me pasé una mano por el cabello y una sonrisa se formó en mis labios. Pero, fue ahí cuando me tropecé con alguien. Me giré para pedir disculpas y fui yo quien me llevé la grata sorpresa. ¡El chico de las hamburguesas se encontraba frente a mí con una sonrisa!

—Oh, eres tú. —se acercó un poco dejándome mudo. —Al parecer el destino nos tiene unidos... ¿No crees?

¡No! Para nada.

El chico de cabello negro con ojos verdes se encontraba frente a mí, mientras vestía el mismo uniforme que yo y llevaba una mochila guindando en su hombro derecho.

—Ho...hola... —pasé saliva, me temblaba todo. ¿Cómo era qué estaba aquí? ¿Ahora estudiaría aquí? —¿Có...cómo estás?

—Muy bien, veo que vas apurado. ¿Tienes algo que hacer? —preguntó.

Sí, tengo que enseñarle a mi novio que soy el activo.

—¡No! —exclamé. —¿Por qué?

Y me pegué una bofetada mental. ¿Qué tenía este tipo para hacerme temblar? Bueno, Yoongi también lo hacía. Pero, es que este es diferente.

—Es para pedirte un favor. Necesito encontrar a un chico llamado Park Jimin. ¿Lo conoces? —y mi respiración se aceleró. Mi cuerpo empezó a sudar.

—Soy yo. —le dije.

—¡Oh! Que sorpresa... —rio. ¿Por qué me hace esto? —El destino más nos junta.

—Sí... —mis mejillas se sonrojaron.

¡Tu novio!

—Lo siento, pero... ¿Cómo te llamas? —le pregunté.

—Lee Cody. —sonrió. —No soy de aquí. —dijo.

Y se notaba mucho. O sea, imagínense a un Vernon. Este es mi Vernon.

¿Dije "Mi vernon"?

Jimin, considérate hombre muerto cuando Yoongi se entere que se te para la ardillota pensando en este tipo.

¿Diosito? Lo siento.

—Un placer en conocerte. —traté de sonreír.

—Entonces, ¿Me darías un recorrido? —me preguntó.

Me rasqué la nuca pensativo. Había perdió 10 minutos de mi tiempo en donde podía estar acorralando a Yoongi y tocándolo de mil maneras posible. Benditas tentaciones, diablo.

—Lo siento, Cody. Pero, debo irme. —le dije bajando la mirada. —¿Puede ser mañana?

¡Esooo! Jimin, hoy tienes sexo.

El peli-negro, asintió y se me acercó, y un teléfono apareció en mi campo de vista.

—¿Podría tener tu numero?

INFIDELIDAAAAAADD.

—¡Claro! —cogí el teléfono y marqué mi número, guardándolo con mi nombre.

Se lo entregué y él asintió.

—Te llamaré para que guardes el mío. —me dijo y yo me despedí de él, agitando la mano.

Me giré y caminé por el pasillo de la preparatoria, sintiendo sus ojos verdes quemarme la nuca. Pasé saliva nervioso y me encontré a Taehyung junto a Seokjin, caminando hacia a mí.

—¿Ya vas a enredar a Yoongi? —preguntó Taehyung.

—Tengo un plan, pero no sé si funcione.

—Habla. —dijo Seokjin, quien sacó una goma de mascar de su bolsillo y le dio la mitad a Taehyung.

—Se supone que Yoongi es virgen por atrás. Quiero saber si puede rendirse ante mí, es decir, pondré algunas trampas y sabré yo si es pasivo o no, por lo tanto, soy su primer hombre. Debo comprenderlo. Al menos sabe hacer una buena mamada. —los dos arrugaron la nariz y yo solté una carcajada.

—Siempre había escuchado que era un Don Juan en la cama. Dejaba a todas a las chicas satisfechas. —comentó Seokjin y yo si sabía eso. Lo escuchaba por horas contarme como hizo el salto del tigre con una chica. Me repugnaba.

—¿Por qué no se dan mutuamente? Que yo sepa tú te dejaste comer de Hoseok. —dijo Taehyung, mirándose las uñas modesto.

—Es que... —no sabía ni cómo explicar eso.

—Calla, tú eres el pasivo.

—¡No lo soy! —dije y Seokjin rio.

—Te portas como uno, Park. —Seokjin, se llevó las manos a la cadera. —Ponte rudo, haz que Yoongi te desee. Cuando estábamos en la "supuesta" búsqueda de quién era el gay de nosotros con él. Él se derretía por tu cuerpo. Cuando estés con él, quítate la camisa.

—Dormimos sin camisa. —dije yo.

—¿Y no sucede nada?

—Nos masturbamos. —Taehyung, sacó la lengua.

—Tienen fuertes problemas en el paraíso. —se burló Seokjin.

—¿Por qué no solo lo amarras? —la voz de Namjoon llegó a nuestros oídos.

Se acercó a nosotros con una pequeña sonrisa y se acomodó las gafas.

—Cuando estén solos, jueguen a que probabilidad hay. Pregúntale, cuál es la probabilidad de que pueda ser amarrado desnudo y ya está. Inténtalo varias veces hasta que ganes y te lo coges. —se encogió de hombros.

Seokjin y Taehyung, se miraron y abrieron los ojos sorprendido.

—¿Y tú no eras callado? —habló Seokjin.

—Nunca hablas conmigo. —sonrió este, dejando a la vista los hoyuelos.

—Namjoon, esto es la vida real. No una película porno. —dije yo, mirándolo.

—Inténtalo. Si no te sale bien, emborráchalo.

—Eso te dije yo. —habló Taehyung. —Y jueguen verdad o reto.

—¡ESTO NO ES UNA MALDITA PELICULA!

Seokjin, me pegó en la nuca y yo lo miré enojado.

—¡No seas sordo! Intenta lo que te dicen, idiota. —dijo Taehyung.

A lo lejos pude ver como Jeon Jungkook, se acercaba a nosotros con una sonrisa en los labios. La piel se me heló y busqué una excusa para irme de ahí, antes de que llegara.

—Bien, primero me embuto su marmota y luego le meto mi ardillota. —todos rompieron en risas al igual que yo. —Debo irme, se me hace tarde. —salí corriendo por el pasillo hasta la puerta principal.

Empujé la puerta y para mi sorpresa, me encontré con la espalda de Yoongi. Sonreí y caminé hacia él. Le di un beso en la mejilla y él se apartó.

—¿Podemos hablar? —y todas mis esperanzas de cogérmelo se fueron al verlo tan serio. —¿En tu casa o en la mía?

—Donde tú quieras. —dije yo.

—Bien, vamos a la mía. —lo vi tragar duro y meterse las manos en los bolsillos. Se lamió los labios y empezó a caminar, dejándome atrás. —Intentemos, ¿De acuerdo?

¡¿ESTABA DICIENDO LO QUE YO CREO QUE ESTÁ DICIENDO?! ¿ME VA A DEJAR QUE SE LO META?

—Oh, ¿De...de qué hablar? —pregunté yo algo nervioso y avancé un poco.

—Coger. —dijo él sin mirarme. —Vamos. —se giró y me agarró de la muñeca para luego tirar de ella y correr conmigo.

Una sonrisa se tachó en mis labios. La verdad, no tuve que amarrarlo, ni emborracharlo. Esto es pan comido.




























—Smap. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro