La situación era complicada, claramente, Jisung y Minho no se conocían en nada. El primero, sabía de la existencia del mayor gracias a Jeongin, era su hermano y una de las caras más famosas al menos de la zona, por su inteligencia, belleza y poder; al contrario Minho no conocía al menor más que por leves charlas que había tenido con Jongin, debía admitir que no le prestaba mayor atención cuando hablaba, entonces eso afectaba bastante al hecho de que pudiese haberlo visto en persona anteriormente.

-Pero hey, tienen casi 5 meses para conocerse- Comentó Hyunjin con un tono de gracia en sus palabras, pero al parecer ninguno de los presentes opinaba lo mismo, mirándolo con ojos fulminantes.

-Jisung, no se cual es tu decisión final, aún no estamos tarde para detenerlo- Habló Minho, con su habitual tono de voz, tan varonil y relajante, que extrañamente parecía querer calmar todo a su paso.

-No creo poder cuidar bien de un bebé...- Susurró, con las manos juntas sobre su regazo y su mirada en las mismas, estaba bastante nervioso y avergonzado por todo lo sucedido. Ahora sabía quien había sido aquella persona con la que estuvo esa noche, y por mucho que pudiese negarlo, Minho era alguien bastante atractivo que no se hubiese molestado en conocer más a fondo con anterioridad, pero de esta manera, por alguna razón sentía que él se quedaría solo por obligación -Pero...Haré mi mayor esfuerzo por ser una buena figura para él- Dijo con seguridad, asombrando a todos los presentes.

-Entonces- Prosiguió -Déjame acompañarte en lo que queda del camino, déjame estar ahí cuando suceda- Sujetó las manos de Jisung, logrando que ambos corazones se descontrolaran, latiendo a una sincronía -Aunque lo sucedido ya esté en el pasado, lo que puedo hacer ahora es no dejarte solo, no después del tiempo que tarde buscándote- Casi susurró esto último.

-¿Tú...me buscaste?-

-No hubo un solo día en el cual no salieras de mi cabeza-

Las palabras sobraban en el lugar, ya que por primera vez Jisung había dejado de pensar en lo miserable que era y logró perderse en los sinceros ojos brillantes que Minho poseía, sus bellas facciones que una vez pudo admirar en carteles, fotos o revistas, no eran nada como verlo en persona.

Jeongin tocó ligeramente la rodilla de Hyunjin, quien se encontraba observando todo sentado a su lado, con una rápida mirada apuntó a la cocina, dándole a entender rápidamente que era mejor dejar a Minho y a Jisung con un poco más de privacidad.

-Deben tener hambre, mientras ustedes platican, con Hyunjin iremos a preparar la comida- Habló por primera vez Jeongin, siendo acompañado por el pelilargo -No se molesten, ustedes solo... sigan en lo suyo- Hizo un ademán con las manos con una tierna sonrisa en su rostro.

-¿Has pensado algún nombre?- Cuestionó. Ambos iban a paso lento saliendo por la puerta del hospital. Verdaderamente el tiempo había pasado volando, una vez Minho estuvo más presente, Jisung se pudo sentir más animado de compartir tiempo con más personas que demostraron un interés real por él, y a pesar de solo haber pasado 4 meses con su compañía constante, ya los consideraba como la familia que nunca tuvo.

Actualmente Jisung tenía ya 8 meses de embarazo, ya faltaban pocos días para que se cumplieran los 9 y debían de estar al pendiente ante cualquier emergencia.

-No verdaderamente, creo que solo estoy dejando que todo fluya con calma- Respondió con un tono suave. Jeongin decía en un principio que Jisung podía llegar a presentar cambios de humor durante el embarazo, totalmente normal ya que se presenta un claro desequilibrio hormonal, pero ese día en especifico se encontraba bastante relajado -Quiero que su nombre sea lindo, único, por asi decirlo- Decía mientras se montaba al carro del mayor, con los cuidados de este, claramente.

-Podríamos pensarlo juntos, ¿Una cena te parece bien?- Soltó con un tono suave y coqueto.

-¿Coqueto tan temprano? ¿Qué clase de intenciones tiene conmigo, Sr Lee?- En el tono de Jisung se reflejaba una ligera burla, así eran sus charlas mayormente.

Ambos tenían una gran química a la hora de hacer cualquier cosa, para Jeongin y Hyunjin había sido una sorpresa que apenas con una semana de conocerse ya se hicieran cercanos, hablaban casi todo el día, por mensajes de texto o a veces, Minho salía antes del trabajo para llegar a verlo. Eran como una pareja prácticamente, compartían tiempo de caridad y se daban el tiempo de resolver cualquier asunto interno que los este preocupando juntos y con comunicación activa.

Minho cuidaba bien de Jisung, viéndolo como la cosa más hermosa que sus ojos nunca habían visto, un chico perfecto que necesitaba ese empujón de confianza para lograr brillar entre los demás. Era consiente que todo había sido, en parte, por su culpa, pero siempre respeto cualquier decisión que el menor quisiera tomar y, más importante, se mantuvo a su lado de manera presente desde que se encontraron.

Para Jisung, un escalofrío extraño recorría su espalda y su estomago se revolvía cada que el mayor reía o le soltaba algún cumplido. Muy en el fondo de su corazón seguía siendo alguien inseguro, temiendo que la cercanía de Minho fuese solo por la descendencia que le estaba por dar, pero día a día, y conforme los meses fueron pasando, notó la delicadeza de sus actos y el brillo de sus ojos cada que lo miraba.

Tal vez ambos estaban enamorados, una manera muy curiosa de lograr coincidir con alguien, debían admitir, pero el destino es así de impredecible a veces, ¿Verdad?